domingo, 15 de octubre de 2006

EverQuest

Era obligado por mi parte hacer un post sobre el juego que me abrió un nuevo horizonte en el mundo del entretenimiento online, que ocupó dos años de mi tiempo de ocio y por el que siento una mezcla de nostalgia y rabia. Nostalgia porque mientras tu vida es EverQuest no necesitas nada más, todos tus amigos están allí, todas tus opciones de entretenimiento están allí, te da todo lo que necesitas para olvidarte de todo lo demás. Y rabia porque tras esos dos años de adicción te das cuenta de que todo lo que has construido en ese tiempo se puede volatilizar en cualquier momento y desaparecer, dejando solamente a su paso una carpeta con screenshots, muchos archivos de información y, eso sí, un montón de anécdotas divertidas y recuerdos entrañables. Pero a fin de cuentas, ¿compensa jugar al EQ? Definitivamente, sí.

EverQuest es un juego creado por Sony Online Entertainment en 1999 y que en la actualidad ya cuenta con 12 expansiones y una segunda parte, EverQuest II, creada a partir de la experiencia de la primera pero con clases y entorno nuevos. El juego en sí responde a las características de un MMORPG (traducido algo así como “juego multiusuario de rol online masivo”), que transcurre en tiempo real y te permite crear un personaje a tu gusto e interactuar con miles de jugadores de todo el mundo que también estén conectados. Los personajes, como en cualquier juego de rol al uso, disponen de unas características físicas y unas habilidades que se pueden desarrollar hasta lograr la maestría. Tu cometido como jugador es matar bichos, realizar quests o búsquedas para obtener determinadas recompensas y trabajar tus habilidades para subir de nivel y mejorar tu posición en el EQ. Actualmente, el nivel máximo del juego es 75, con miles de posibilidades de armadura y equipo para tu personaje y cientos de zonas distintas en las que poder cazar, buscar objetos o simplemente curiosear.

Mi experiencia personal en EverQuest está mostrada en las imágenes de este post. Aunque he tenido hasta ocho personajes distintos, mis principales eran Zeltia (arriba), de clase enchanter y que alcanzó el nivel 67, y Nubla (abajo) elfa del bosque druida que llegaba a 62 en el momento en que abandoné el juego. Con ellas me dediqué básicamente a explorar el juego y a realizar tradeskills o habilidades de intercambio con las que producía objetos para vender a otros jugadores. Personalmente, ésa es la parte que más me entretenía del juego, y que compartía con una lectora habitual de este blog, Giela (muacks!) que también fue la que me habló por primera vez del EQ. En EverQuest podías pescar, forrajear, elaborar ropas y armaduras, aprender a cocinar los alimentos que comprabas en las tiendas o encontrabas por los bosques, realizar objetos de alfarería, componer delicadas joyas... Las posibilidades eran tan amplias que en ningún momento había opción al aburrimiento, puesto que si no te apetecía hacer una cosa tenías varias alternativas en la caza, las quests o el estudio de habilidades.

Siendo sincera he de reconocer que a veces echo de menos el juego, en el que conocí a un montón de gente, aprendí muchísimas cosas (incluso idiomas, porque el lenguaje oficial en Norrath es el inglés) y al que dediqué buena parte de mi tiempo libre en una época. El problema del EQ, como el de otros juegos, es que crea una fuerte adicción que a medida que pasa el tiempo se hace cada vez más difícil de controlar. En Estados Unidos existen varias asociaciones en contra del EQ que lo acusan de destrozar vidas y familias... Me parece una exageración absurda, puesto que nadie te obliga a jugar y si lo haces sabes a lo que te atienes. De hecho, la compañía te advierte que el juego es altamente adictivo y no se hace responsable del tiempo que tú decidas libremente dedicar al mundo de EverQuest. Yo dediqué mucho tiempo al juego durante unos dos años, tras los que decidí que era el momento de cambiar y liberarme de los lazos que me obligaban a estar pendiente de lo que necesitaban mis personajes.

Cuando eres jugador habitual sustituyes con facilidad un juego por otro y al EverQuest le siguieron otros muchos que llenaron parte de mis horas de ocio. Y sigo pensando que el EQ es el mejor juego online que se ha hecho, el más completo, el más variado y con el que más aprendes; a todos los demás juegos parece faltarles algo después de haber estado en el EverQuest. La comunidad de jugadores también se encuentra entre las más educadas y agradables que he visto, con mucha gente adulta (influye que es un juego de pago) y muchos sentimientos altruistas difíciles de encontrar en la mayoría de los juegos gratuitos. Si a alguno de vosotros os apetece probarlo os recomendaría que tuviérais en cuenta lo absorbente que puede llegar a ser y lo difícil que resulta abandonar un personaje cuando le has dedicado más horas a buscarle una túnica que le quede bien que a comprarte un pantalón que te quede bien a ti mismo :P Pero como yo digo siempre, la vida son etapas; si no hubiera pasado ese tiempo en el EQ no podría hablar sobre él y no sabría muchas cosas que ahora estoy orgullosa de saber gracias al juego.

5 comentarios:

  1. Hola

    Esto es como un MUD pero con dibujitos, ¿no? Me han dicho que está muy bien, pero si engancha demasiado...

    A los MUD he jugado durante mucho tiempo, pero nunca lo suficiente como para subir mucho de nivel (de 111 niveles lo más alto que llegué fue a 33).

    Un saludo.


    Juan.

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  2. Juan, pues sí q tiene parecido con los MUD, de hecho hay servidores en los que tiene preferencia el rol sobre cualquier otra consideración y tu personaje debe actuar acorde a su raza, clase, habilidades, etc. Es muy adictivo (si has jugado a algún juego de ordenador, q puedo suponer q sí, imagínate el más adictivo q hayas encontrado y multiplícalo por 5 :P) y una vez q empiezas y le dedicas tiempo es difícil dejarlo.

    Yo nunca he dejado de trabajar o de hacer algo importante por el juego, pero sí q hay muchos casos de gente q ha tenido problemas laborales y familiares por su adicción grave al juego. Pero como todo, con moderación es un increíble mundo q merece la pena conocer.

    saluditos

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  3. uff... eu non estou ao tanto:) pero prefírote como escritora;) jeje bicos!

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  4. Ays que se me escapa la lagrimita.

    Yo aun lo echo de menos pero no me atrevo a volver y engancharme de nuevo. Joder cuantos recuerdos.... donde está el puto trankimazin ?

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  5. Giela, lo hemos hablado un montón de veces tú y yo: las razones para no volver por ahora pesan más q las otras. Eso sí, la de anécdotas divertidas q tenemos pa contar, eh? XDDD

    Ah, y cúidate esa patita, q parece q te pasó un orco de Crushbone por encima, pobesita :)

    bezitosss

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