jueves, 29 de marzo de 2007

La ciudad de abajo

Me sonaba el nombre de Daniel Múgica cuando cogí este libro en la biblioteca, pero esperaba algo totalmente diferente a lo que me encontré. En primer lugar, no pensé que “La ciudad de abajo” fuera una novela autobiográfica y menos aún que en sus páginas finales publicara una especie de carta abierta de condena a la muerte de su tío Fernando Múgica, asesinado por ETA en 1996.

Los primeros capítulos de la novela cuentan la infancia y adolescencia del escritor, marcada por problemas físicos y posteriormente por las drogas, el alcohol y el desorden vital. La forma de narrarlo resulta opresiva y desasosegante, algo que personalmente no me gustó y me causó cierta enemistad con el libro y con el propio protagonista desde las páginas iniciales. Quizás se deba a la saturación de violencia y estupidez de algunos párrafos que, al menos en mi caso, no logran su objetivo de crear un interés morboso.

Sin embargo, hacia el final de la novela el estilo de la prosa cambia radicalmente. En el capítulo que Múgica dedica a su mujer y sus hijos el rencor se transforma en ternura y las frases cortas sin sentido se convierten en expresiones coherentes, consiguiendo que me interese lo que leo por unos momentos. Lamentablemente, todo indica que el autor estaba inmerso en la escritura de este libro cuando ocurrió el terrible atentado en el que asesinaron a su tío, o al menos eso parece puesto que decide incluir unas cuantas páginas de cruzada personal contra la banda terrorista a raíz de lo sucedido.

Esto requiere una doble visión: me parece bien que muestre su postura acerca del asunto y que le desborde la rabia, está en su derecho y además cada uno puede contar su vida como quiera. Ahora bien, por desgracia esos fragmentos en medio de la novela no encajan ni con el tono autodestructivo del principio ni con la esperanzada visión del final, por lo que yo creo que están totalmente fuera de lugar y poco pueden significar sin un contexto más adecuado.

Investigando un poco sobre su trayectoria, tanto sus raíces familiares como sus múltiples incursiones en el mundo del arte (teatro, cine, periodismo, televisión) siempre han estado acompañadas de un intenso activismo, por lo que tampoco es extraño que en sus obras aparezcan temas relacionados con el terrorismo, el racismo y otras discriminaciones sufridas en sus propias carnes por cuestiones políticas o ideológicas.

Como escritor joven, Daniel Múgica fue incluido en la denominada
Generación X de la literatura española, de la que también son representantes destacados Ray Loriga, José Ángel Mañas, Pedro Maestre o Lucía Etxebarría, entre otros. En las novelas de estos autores se introduce un lenguaje coloquial y aspectos comunes de la sociedad de los noventa como la música, el cine o la televisión. También tienden a normalizar el abuso de las drogas y la violencia, por lo que últimamente no me interesa demasiado ese tipo de literatura, que tiende a ser un poco desquiciante en su narración.

En definitiva “La ciudad de abajo” no me ha gustado ni me ha aportado ninguna visión novedosa de una juventud que no me es cercana en absoluto. Y juro que en esa época yo no estaba metida en casa bajo las faldas de la mesa camilla.

1 comentario:

  1. nin idea do libro... sobre o da semana que ven, eu traballo e anda por aquí moita visita, pero claro que haberá un oco. o caso é que eu estea soportable, que estes días ando moi antisocial. pertiñas!

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