martes, 25 de septiembre de 2007

Los santos inocentes

He vuelto a releer un magnífico libro de Miguel Delibes, que cuando lo leí por primera vez me había encantado pero del que apenas recordaba ya pasajes sueltos: "Los santos inocentes". Escrito en 1981, la novela refleja la dura vida de una familia de campesinos al servicio de sus señores en Extremadura, allá por los años 60. (spoilers!). Su prolífico autor narra con un imparable ritmo, carente de todo signo de puntuación excepto las comas, los avatares de la vida rural de Paco, su esposa Régula, sus hijos y su cuñado, Azarías, protagonista indiscutible de esta tierna y a la vez cruel obra. A pesar de la complejidad de muchos términos referentes al arte de la caza o las actividades típicas del campo, el libro se lee con mucha facilidad y deja un sabor agridulce por todo lo que sucede.

Azarías es un hombre ya mayor, con una discapacidad mental que le hace comportarse como un niño y regirse por sus propios impulsos. Despedido por el señor que manda en su cortijo, retorna a casa de su hermana para pasar sus horas entregado al cuidado de un pájaro al que alimenta, adiestra y da todo el cariño que habita dentro de su infantil mirada. La vida transcurre para él y sus familiares lenta, pendientes de complacer en todo momento a sus señores y subyugados por el continuo desprecio al que son sometidos.

Difícil mejora existe para los que asumen su condición de vasallos y permiten ese maltrato sin descanso por parte de los que se dicen superiores, sin apenas conocimientos que les permitan dudar de su situación. Aceptan con resignación lo que se les da aunque sí esperan un futuro mejor para sus descendientes, fuera del cortijo, obligándolos a prepararse y estudiar para alcanzar algo a lo que ellos ya no podrán acceder. Olvidan por una parte que ellos también son dignos de sentir, de ser respetados, de sufrir, incluso de ser felices en su pequeña parcela de mundo, en lo poquito de libertad que tienen fuera de los mandados continuos y las exigencias absurdas de sus jefes.

A medida que avanza el libro, todo lector se identifica claramente con la parte oprimida, para la que desea con fuerza un cambio positivo que a su vez escarmiente a sus opresores. El cambio llega cuando Paco, el cabeza de familia, se ve impedido para acompañar al señorito Iván a su cacería de turno, debido a un desafortunado accidente. Su cuñado, Azarías, es designado por el señor para encaramarse a los árboles y ayudarle con los reclamos de caza de palomas. Pero la batida no se da tan bien como el señorito espera y éste no puede resistirse a disparar y matar vilmente al pájaro adoptado por Azarías, que acude presto y confiado a la llamada del viejo inocente. Los hechos dan un vuelco y Azarías, dolido por haber perdido a su "milana bonita" de un modo tan cruel, decide vengarse con la tranquilidad que le otorga el hecho de no entender de rangos sino sólo de sentimientos.

A pesar de lo duro del relato, los personajes de la considerada clase baja desbordan ternura, movidos en todo momento por el deseo de hacer lo correcto y proteger a sus señores aún a costa de su bienestar. En ningún momento son correspondidos por la otra parte, que a lo más que llega es a tratarlos como a algún animal al que se toma un poco de cariño. Y ese retrato social no era tan raro hace apenas 30 ó 40 años, sobre todo en el rural español, cuando los sirvientes eran considerados posesiones de ínfimo valor a los que sólo cabía explotar y tomar como ejemplo de burla ante sus amigos ricos. La novela refleja a la perfección esa situación y provoca el sentimiento correcto en el lector, de rechazo hacia unos y solidaridad con los otros.

En 1984 la novela fue llevada al cine por Mario Camus, siendo considerada aún hoy una de las mejores películas españolas de todos los tiempos. En breve realizaré también un comentario sobre ella, pero mientras os recomiendo la lectura del libro, muy ameno y ciertamente imprescindible.

4 comentarios:

  1. No es que haya leído mucho de Delibes, sin embargo yo prefiero a Pío Baroja. Del primero me quedaría con "El disputado voto del señor Cayo", que muestra una realidad de principios de los 80, que poco difiere a lo que pasa actualmente en nuestra sociedad; con "La sombra del ciprés es alargada" y "Los santos inocentes".

    Si tienes la oportunidad de leer a Baroja seguro que te engancha, si te ha gustado Delibes.

    Biquiños!

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  2. NimRi, hace ya bastantes años leí "El árbol de la ciencia" y no recuerdo que me gustara demasiado. De todos modos, quizás mi punto de vista fuera ahora distinto, tendré que tenerlo en cuenta para próximas lecturas.

    muacks

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  3. Uno de los libros preferidos de mi novia ,algun dia , algun día lo tendre q leer

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  4. Leox, pues la verdad que es un libro altamente recomendable, muy duro pero a la vez muy sentimental. Merece la pena leerlo, aunque seguro que tu novia te lo ha dicho ya un montón de veces, jeje.

    Saluditos y gracias por tu visita!

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