miércoles, 20 de agosto de 2008

Joaquín Sabina

Es curioso que en estos más de dos años de blog no se me haya ocurrido nunca poner una canción de Joaquín Sabina, a pesar de que durante mucho tiempo fue uno de mis cantautores favoritos. Quizás es porque en los últimos años ya no lo escucho ni me dicen nada sus letras, y menos esa voz aguardentosa y cascada que ya no me transmite aquellas sensaciones de antaño.

La verdad es que no sé en qué momento dejó de interesarme su música, pero recuerdo que durante los ochenta y principios de los noventa compré todos sus discos y los escuchaba continuamente. Me encantaban sus historias urbanas de desamores, las aventuras cotidianas que narraba con una gran dosis de poesía y unas metáforas certeras. Su vida al límite fomentaba la sinceridad de sus letras y su tono melancólico al cantar engrandecía la imagen de perdedor que siempre ha vendido con orgullo.

Mis discos preferidos son los que publica a finales de los ochenta, tras una época de muchos cambios y una fecunda actividad artística. “Hotel, dulce hotel” (1987), “El hombre del traje gris” (1988), “Mentiras piadosas” (1990) y “Física y química” (1992). El disco “Esta boca es mía”, de 1994, fue el último que recuerdo haber escuchado completo con interés, sobre todo el tema que le da título, una hermosa canción de poco más de un minuto. Pero ya a finales de los noventa comienza a sumergirse en colaboraciones con otros artistas, causas políticas (de las que en realidad nunca ha estado desvinculado), giras extrañas y sus canciones empiezan a tener unos toques más latinos que no acaban de llegarme.

Es ahí cuando le pierdo la pista y me quedo con lo que me gusta de él, los discos que siguen teniendo un hueco en mi memoria y las canciones que aún hoy me emocionan. No puedo negar que es un artista polifacético que ha tenido éxito en casi todos los ámbitos de la esfera musical, cantando, componiendo y produciendo, y también en el campo de la literatura. Sus giras con Ana Belén y Víctor Manuel o con Joan Manuel Serrat tuvieron una muy buena aceptación, pero ya no es el estilo que me gusta de Sabina.

Hoy he querido recordar uno de los temas que más he escuchado de él, “Así estoy yo sin ti”, una canción de 1987 que es pura poesía agridulce, un estado de ánimo que Sabina, hoy con casi 60 años, continúa cultivando. A pesar de su vida torcida y sus abusos de todo tipo de sustancias, me quedo con el Sabina antiguo que hacía pactos entre caballeros, daba besos en la frente, decía mentiras piadosas y cantaba la del pirata cojo.

Extraño como un pato en el Manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson,
oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso…,
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí,
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Vencido como un viejo que pierde al tute,
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el Lute cuando era el Lute,
inquieto como un párroco en un burdel,
errante como un taxi por el desierto,
quemado como el cielo de Chernovil,
solo como un poeta en el aeropuerto…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Inútil como un sello por triplicado,
como el semen de los ahorcados,
como el libro del porvenir,
violento como un niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Amargo como el vino del exiliado,
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil,
macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.

6 comentarios:

  1. A mi el sabina viejo me suena a banda sonora de la infancia en casa porque era de los favoritos de mis padres, asi que le tengo cariño. El tio es un crack como escritor, y esta canción tiene frases geniales. Lo que pasa es que los años no perdonan, y entre el empacho de Sabina que tuvmos en su segndo advenimiento y algunas cosas que dice cuando no canta, le he ido cogiendo un poco de tirria.

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  2. Sergio, pues por ahí van los tiros. Yo en los últimos años apenas lo he escuchado (sus nuevos discos, me refiero) y tampoco me he interesado por sus declaraciones que en muchas ocasiones están bastante fuera de lugar. Quedémonos pues con el Sabina clásico, el de siempre, el auténtico :)

    saluditos

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  3. Hola

    Tengo que estar de acuerdo con los dos... Estas canciones de su primera época me encantan. Luego ha empezado con lo que yo llamaría extravagancias de todo y tipo...

    La de Así estoy yo, es de las buenas.

    Un saludo.

    Juan.

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  4. Juan, yo estoy segura de que mucha gente joven ha descubierto a Sabina hace poco y les gusta lo que hace ahora, pero para los que lo conocimos hace años no hay color. Es justamente la sensación de que ha perdido el norte artísticamente hablando, y a mí ya no me gusta lo que hace. Prefiero seguir escuchando lo de antes, sin duda.

    saluditos!

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  5. Hola,
    Yo recién conocí a Sabina a finales de los noventa, y definitivamente me enamoré de las clasicas canciones de antaño, lo he seguido desde entonces, y sus ultimos discos tienen dos o tres canciones memorables, solo que ya no es posible decir, como antes, que todo el disco es bueno. De todos modos me sigue pareciendo el mejor cantautor de todos los tiempos, y no sé qué tipo de declaraciones habrá hecho en España, pero por lo menos las veces que ha venido a Lima, se ha portado de lo más dulce, incluso nos apapachamos una vez que nos vimos en el aeropuerto... y de puritita nostalgia le puse por nombre a mi hijito que acaba de nacer: Joaquinito.
    Cariños desde Lima
    Anny

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  6. Anny, qué bonita historia :) Quedémonos pues con las canciones de antaño de Joaquín Sabina, que parece que son las que nos emocionan a todos.

    saluditos!

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