miércoles, 30 de noviembre de 2011

Eels

Que el uso de Spotify ha salpicado mi vida de nuevas experiencias musicales es algo que ya he comentado por aquí en alguna ocasión. Aparte de poder acceder a miles de canciones, me ha permitido descubrir a muchos grupos y artistas, nuevos o antiguos pero, en todo caso, que yo desconocía. Así ocurrió con los Eels, una banda estadounidense que lleva ya un par de años llenando gran parte de mi espacio musical.

El alma máter de Eels es Mark Oliver Everett, más conocido como Mr. E. y que lleva casi todo el peso del grupo. Los demás miembros han ido yendo y viniendo, por lo que podría decirse que Eels es casi un solista con músicos de apoyo bajo el nombre de una banda. Su carrera comenzó a finales de los noventa, con un disco muy personal que incluía algunos temas que tuvieron buena acogida entre el público. Entre ellos estaba "Novocaine for the soul", que con el tiempo se ha convertido casi en un clásico moderno.

Tienen una decena de discos en el mercado y su prestigio en la escena alternativa estadounidense les precede (así como esas barbas estilo indigente que lucen desde hace un tiempo). Sus letras muestran casi siempre una mezcla de optimismo con negatividad, una combinación agridulce muy explícita donde los sueños, el incierto futuro del mundo, el deseo y el amor obtienen gran relevancia en las paranoias de E. a la hora de componer. Sus grabaciones suenan casi siempre caseras, improvisadas, muy acústicas, algo que les confiere aún más encanto indie.

Me ha costado mucho elegir sólo un tema de ellos para esta semana. Al final me he decidido por "That look you give that guy", una canción de su disco de 2009, "Hombre Lobo", bastante representativa del tipo de música que nos regala Mr. E. En Spotify está prácticamente toda su discografía, por si os interesa escuchar algo más de ellos, cosa que os recomiendo encarecidamente.

Mientras, esta semana suena en Lillusion E. o Eels, como prefiráis, con "That look you give that guy".


Aquí el enlace a la canción en Spotify.

martes, 29 de noviembre de 2011

Tarta de piña


Aunque no publique las recetas, estoy horneando casi todos los fines de semana. La cuestión es que, o me olvido de hacer las fotos, o me olvido de los ingredientes que le puse al postre una vez comprobado que el resultado es comestible (este motivo es un clásico). Y a pesar de que en esta ocasión el resultado no fue tan satisfactorio como debería haber sido, lo comparto con vosotros por si la idea os soluciona algún postre.

El caso es que a veces tenemos esas rodajas de piña en su jugo en la nevera, que se nos quedan de una lata abierta que hemos usado para otra cosa y no sabemos muy bien qué hacer con ellas. Pues mi solución a esa incertidumbre es, cómo no, hacer un bizcocho de piña! Más bien podría llamarse tarta, porque queda más húmeda que un bizcocho convencional, pero en definitiva se trata de un postre con piña.


Mis ingredientes fueron: dos huevos, tres vasos de harina normal, dos vasos de azúcar blanco, medio vaso de aceite de girasol, cuatro rodajas de piña al natural, un vaso de jugo de piña, medio sobre de levadura de repostería, unas almendras fileteadas para adornar.


La preparación es sencilla, como la de cualquier otro bizcocho: Se mezclan los huevos con el azúcar, el aceite y el jugo de piña. Yo lo hice con batidora de varillas. A continuación se añade la harina mezclada con la levadura y se bate de nuevo. Cuando la mezcla esté homogénea se le pone la piña troceada muy pequeña, revolviendo con una espátula. Se vierte todo en un molde y se espolvorea con la almendra laminada y con un poco de azúcar moreno. No hagáis lo que hice yo de colocar la rodaja de piña justo encima en el centro, puesto que quedará muy bonito pero la parte de la tarta que queda justo debajo no se cocerá bien. La masa ahí estará como una crema y, aunque con buen sabor, al fin y al cabo estará cruda.

La tarta se hornea a 180º durante unos 40 minutos. Hay que tener cuidado al desmoldarla porque estará bastante húmeda y blanda debido a los trozos de piña. Para comerla puede ser necesaria incluso una cucharilla, aunque si se prefiere más consistente también se puede aumentar un poco el tiempo de cocción, vigilando que no se queme por encima.

sábado, 26 de noviembre de 2011

La Palma (y VI)

Para completar esta extensa crónica sobre mi viaje a la isla de La Palma (sí, sé que ya estáis de La Palma hasta los mismísimos XD), no podía dejar de mencionar algunas anécdotas y publicar algunas fotos curiosas.

En primer lugar, tenemos que saber que La Palma es tierra de plátanos. Sí, y de plataneras, por todas partes, everywhere, hasta donde alcanza la mirada. La isla tiene más de 3.000 hectáreas de estos cultivos y prácticamente toda la costa está bordeada de plantaciones. Después de Tenerife, es la isla que más plátano produce y exporta, todo ello gestionado por varias cooperativas locales. Era difícil no vislumbrar ninguna planta de éstas desde el coche mientras nos desplazábamos y a veces lo más difícil era dejar de verlas.

Luego está el vino, que es otra de las producciones más importantes de la isla. Dispone de una ruta muy bien señalizada por las principales bodegas con Denominación de Origen de La Palma. A veces era más fácil encontrar una indicación de la siguiente zona vitícola que de los pueblos cercanos. Las variedades de los vinos palmeros están muy en la línea de las nomenclaturas habituales de los lugareños, y así podemos encontrar vinos de la variedad bastardo blanco, torrontés, bujariego, burrablanca o bastardo negro. No me lo invento (tampoco entiendo de vinos así que a lo mejor son nombres normales de uvas y los palmeros no tienen nada que ver, quién sabe!). Podéis comprobarlo en este enlace.

Y decía lo de los nombres que ponen los palmeros a sus cosas por algunas tiendas que vi en Los Llanos de Aridane, tales como Caca de la Vaca (ropa y accesorios) y La Perla Loca, donde lo más destacado era la foto de una gallina con un collar de perlas al cuello que, obviamente, me dejó loca. Grandes reclamos para la compra, sin duda.

Pero los palmeros no son los únicos que importan aquí! En un cruce vimos unas señales con el resultado de un enfrentamiento entre gallegos y franceses en el que, por desgracia, vencieron los franceses por una abultada diferencia. Aunque más que franceses La Palma tiene una importante colonia de alemanes y en algunos pueblos los carteles de los establecimientos figuran en los dos idiomas, español y alemán. Eso es algo muy común también en el sur de Tenerife y Gran Canaria, donde los centroeuropeos llevan asentados muchos años.

Y aparte de alemanes y palmeros también hay cabras! Pero no pastando normalmente en los campos, sino en medio de la carretera la mayoría de las veces. En varias ocasiones nos las cruzamos y en la bajada hacia el mirador Puerto de Garafía parecían incluso disponer salvajemente de todo el monte llano que se extendía hasta el mar.

Prisa por apartarse tampoco tenían, algo acorde al carácter pausado de los lugareños. Si esa tranquilidad y parsimonia se contagia a los visitantes, con más motivo a los animales autóctonos.

Y si de animales hablamos hay que hacerlo de lagartos, cómo no. Allá donde voy siempre encuentro parientes de Laggy que me dan recuerdos para él. En este caso había un gran grupo de reptiles en la zona de Puerto Espíndola, algunos con su mancha azul en el cuello característica de la variedad gallotia galloti, a la que también pertenece Laggy.

Además, en nuestro apartamento vigilaba todas las noches un perenquén (también conocido por salamanquesa), que se dejó fotografiar durante algunos segundos.

Y para terminar este pequeño repaso a las curiosidades de La Palma, hay que hablar también de sus túneles de montaña, esos túneles excavados en plena roca, con goteras y vegetación intrínseca. Si no han rodado todavía ninguna película en esas carreteras de montaña con quitamiedos de madera es porque el riesgo de desprendimientos es constante y supongo que los seguros de los artistas saldrán caros.

Estas claustrofóbicas fotos son una petición personal de Exseminarista ye-ye, al que se le iluminaba la cara cada vez que nos adentrábamos en uno de esos túneles del infierno. Eso sí, muy integrados en el paisaje sí que estaban, para qué negarlo.



En definitiva, ha sido un interesante y aprovechado viaje en un destino excepcional que recomiendo a todo el mundo.

(ya no continuará… :P)

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Tú, Garfunkel

Hace ya tiempo escuché esta canción en un blog, posiblemente el de Anestesia. No conocía nada de su autor, ya que yo nunca he sido muy seguidora de la música indie, ni nacional ni foránea. Pero este tema me cautivó y busqué información sobre ellos.

Tras el nombre comercial The New Raemon se esconde Ramón Rodríguez, un músico catalán que ha reunido a un grupo de colegas para crear un grupo que suena a cantautor. Este disco, "A propósito de Garfunkel", editado en 2008, fue un pequeño éxito que propició la posterior publicación de otros discos con temas antiguos y rarezas compuestas por Rodríguez, que hasta ese momento no habían visto la luz.

Sin ahondar en su discografía, que apenas he escuchado dos o tres veces en Spotify, la canción "Tú, Garfunkel" me parece absolutamente maravillosa, la crónica de una ruptura y el sentimiento agridulce que se nos queda dentro. En mi mundo de disfrute compulsivo la he escuchado muchas, muchas veces seguidas durante varios días seguidos.

Por eso quiero que suene esta semana en el blog The New Raemon y que, si yo soy Simon, tú seas Garfunkel.



Aquí el enlace de la canción en Spotify.


Desmemoriado quiero estar, para ser olvidadizo,
y desatender lo nuestro, si es que alguna vez hubo algo de eso.
Lo miras bien y te das cuenta de que todo se nos fue a la mierda,
el tejado lleno de piedras que nos cubren de distancia.
Se nos va ya el santo al cielo, por querer ya ni te quiero,
si no es así lo omitiremos.

Qué mala memoria, qué mala memoria...

Te mereces mi consenso, la catastrofe fue inmensa,
tú a Bailén yo a Vallfogona, ya no se aceptan mas bromas.
Tú me hablas de colchones,
yo te agobio con canciones,
de deseos miserables, de una vida de desastres,
sonarán todos los clásicos y un quejido lastimoso,
varios puntos de sutura, todos los clichés de una ruptura.

Qué mala memoria...

Y ahora compartimos noches con el primero que pasa,
y abrazamos las cucharas para ver si alguna encaja.
Y si trae comida china el chino del oso panda,
de repente se me enfría y el arroz se me atraganta.

Yo soy Simon; tú, Garfunkel,
yo soy Simon; tú, Garfunkel...

martes, 22 de noviembre de 2011

La Palma (V)

Nuestro último día en La Palma lo pasamos en los alrededores de nuestro alojamiento, puesto que partíamos de madrugada y queríamos acostarnos temprano y no cansarnos en exceso. Visitamos los pequeños pueblos de San Andrés y Los Sauces, hoy unidos en un único municipio denominado San Andrés y Sauces.

Aunque Los Sauces ha crecido más por su cercanía a la carretera general, San Andrés mantiene un interesante centro antiguo, empedrado, en los aledaños de la plaza y la iglesia del mismo nombre. A la salida de Los Sauces se encuentra el mayor puente de un solo arco de España, que mide 350 metros de largo y se eleva más de 150 metros sobre el barranco.

Nos acercamos también hasta Los Tilos, una zona con multitud de senderos para disfrutar de la naturaleza de la isla y, sobre todo, de su exclusivo bosque de laurisilva. Aprovechamos lo que dio de sí la carretera y sus alrededores, puesto que como ya comenté no llevábamos calzado apropiado para adentrarnos en los húmedos senderos.

A mediodía disfrutamos de nuestro almuerzo (esta vez bocadillos, que no todo van a ser grandes banquetes) en el Parque Recreativo La Laguna de Barlovento, una zona turística construida en las cercanías de un gran embalse inactivo. Las deficiencias estructurales de esa construcción hicieron que se perdieran miles de metros cúbicos de agua hace apenas unos meses, pero el parque continúa siendo un centro de reunión para los lugareños y los visitantes. Está acondicionado para camping y dispone de mesas con bancos, hornos, zona infantil y un pequeño lago con varias especies de patos y gansos.

Ya con la luz en declive decidimos visitar el puerto de Garafía, aunque con pocas esperanzas de encontrar nada destacable vista la poca vidilla del pueblo en cuestión. Por ello nos sorprendimos gratamente cuando descubrimos unas maravillosas vistas desde el mirador Puerto de Garafía. La escarpada carretera para llegar casi hasta el mar mereció la pena.

Nuestra última parada fue en el Faro de Punta Cumplida, el otro que funciona en la isla junto con el de Fuencaliente, y cuyo foco veíamos girar cada noche desde La Fajana. De hecho, se trata del primer faro de Europa que utiliza tecnología LED, con lo que su luz alcanza más de 40 millas náuticas mar adentro. Lamentablemente estaba cerrado y no pudimos obtener más que un par de fotografías desde el exterior, además ya con poca visibilidad.

Fotos:
1. San Andrés.
2. Puente de Los Sauces.
3. Bosque de Los Tilos.
4. La Laguna de Barlovento.
5. Mirador Puerto de Garafía.
6. Mirador Puerto de Garafía.
7. Faro de Punta Cumplida.

(continuará…)

viernes, 18 de noviembre de 2011

La Palma (IV)

Tocaba ya adentrarse en el origen volcánico de la isla. En la parte sur de La Palma se encuentra el Parque Natural de Cumbre Vieja, una de las muchas zonas protegidas, con la intención de preservar los numerosos conos volcánicos y los espesos bosques de pinos y laurisilva. Desde la cumbre se pueden ver claramente los perfiles de las islas de Tenerife, La Gomera e incluso El Hierro.

Continuando hacia el sur encontramos el municipio de Fuencaliente, conocido por su orografía volcánica y porque uno de sus volcanes, concretamente el Teneguía, fue el último en entrar en erupción en las islas, en 1971, antes del fenómeno ocurrido este año en El Hierro. La lava que llegó entonces hasta el mar se solidificó e hizo que la superficie de la isla creciera unos cuantos metros.


La zona ha sido arrasada en varias ocasiones por lava, incendios, inundaciones y otras catástrofes naturales, pero continúa siendo uno de los reclamos turísticos más importantes de la isla. El entorno del volcán, casi pegado al mar, deja un paisaje que parece sacado de una exploración marciana como mínimo.

Aparte de plátanos, de los que hablaré próximamente, este municipio tiene una importante actividad vinícola. Además cuenta con las salinas, situadas al lado del Faro de Fuencaliente, declaradas como Sitio de Interés Científico por el Gobierno de Canarias. El faro, uno de los dos con los que cuenta la isla, acoge también el Centro de Interpretación de la Reserva Marina, una propuesta que pretende concienciar sobre la fragilidad del medio submarino y la necesidad de protegerlo y regenerar los recursos pesqueros.

Entre los lugares que nos sugirieron para comer por la zona estaba un pequeño kiosko al borde del acantilado, en la playa de La Zamora. La elección no pudo ser mejor, puesto que disfrutamos de un buen almuerzo con vistas al mar, en el que no faltaron chocos, chopitos y papas arrugadas con mojo.

Subimos después por la parte suroeste de la isla, donde se encuentra Puerto Naos, una de las nuevas zonas turísticas de La Palma que no me pareció nada del otro mundo, francamente. Atravesamos la isla hasta el extremo más oriental para bordear de nuevo Santa Cruz y parar en alguno de los miradores en los que todavía no habíamos estado.

Fotos:
1. Vista de Tenerife y La Gomera desde un mirador.
2. Volcán Teneguía.
3. Entorno del volcán Teneguía.
4. Faro de Fuencaliente.
5. Playa de La Zamora.
6. Almuerzo al lado de La Zamora.
7. Vista de Santa Cruz de La Palma desde un mirador.

(continuará…)

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Blondie

A mediados de los setenta surgió en Nueva York una banda que tendría una gran influencia en la música de la década siguiente. Se trataba de Blondie, un grupo con toques punk liderado por la vocalista Deborah Harry. La imagen de la cantante era sensual y rompedora, paradigma del estilo que buscaban por entonces otras artistas como Madonna o Cyndi Lauper y en la que luego se inspirarían, consciente o inconscientemente, vocalistas femeninas de otras bandas como The Cardigans o No Doubt.

Hasta 1982 Blondie editó seis discos de estudio, pero sin duda sus mayores éxitos los obtuvieron con el tercero, "Parallel Lines", publicado en 1978. En él se incluía su primer número 1, "Heart of glass", y
"One way or another", otro gran tema que sigue siendo muy representativo del pop-rock de aquel momento.

En 1980 alcanzarían de nuevo un enorme éxito con la canción "Call me", compuesta por Debbie Harry junto con Giorgio Moroder para la banda sonora de la película "American Gigolo". Ese tema fue versionado el año pasado por dos grandes iconos del pop ochentero, Sabrina y Samantha Fox. Sí, habéis leído bien y la prueba de ello está aquí.

A pesar de separarse a principios de los ochenta, los miembros de Blondie volvieron a reunirse en 1998 para grabar un nuevo disco con el que volverían a lo más alto de las listas gracias a su single "Maria". En 2006, 30 años después de sus inicios musicales, pasaron a formar parte del Salón de la Fama del Rock 'n' Roll y actualmente continúan en activo.

Esta semana vamos a comprobar si nuestro corazón es de cristal o de algún otro material con Blondie y su "Heart of glass".



Aquí el enlace a la canción en Spotify.

martes, 15 de noviembre de 2011

La Palma (III)

La tercera jornada la pasamos casi íntegramente visitando la capital de la isla, Santa Cruz de La Palma, situada al borde de una antigua caldera volcánica. La ciudad, segunda más poblada tras Los Llanos de Aridane, cuenta con el único puerto comercial de la isla y muy cerca también está el aeropuerto, en el colindante municipio de Mazo.

La parte norte de Santa Cruz está presidida por el barco de la Virgen, que acoge en su interior el Museo Naval en recuerdo del gran pasado marinero de la villa. Desde allí se llega a la calle principal y de compras por excelencia, atravesando el casco antiguo de la capital.

La arquitectura, como en toda buena ciudad colonial, es eminentemente renacentista, con algunas iglesias y edificios destacados como el Teatro Chico o el Ayuntamiento, situado en la emblemática Plaza de España. En el mismo enclave está la Parroquia de El Salvador y la fuente, única de estilo renacentista que queda en el archipiélago y que antiguamente servía para abastecer de agua a toda la ciudad.

Desde allí nos desplazamos hasta el Santuario de Nuestra Señora de Las Nieves, una ermita con su característico balcón de madera. En la misma plaza, por cierto, se come de maravilla en la Parrilla Las Nieves: carnes a la brasa, queso asado con mojo, chorizos criollos (sí, vale, mi dieta anticolesterol se aflojó por un día), todo bueno y barato. Y no me pagan por la publicidad, es que me gustó el sitio XD

Fotos:
1. Barco de la Virgen, Santa Cruz de La Palma.
2. Santa Cruz de La Palma.
3. Plaza de España, Santa Cruz de La Palma.
4. Ermita Nuestra Señora de Las Nieves.

(continuará…)

domingo, 13 de noviembre de 2011

La Palma (II)

En nuestro segundo día en La Palma decidimos bajar por la costa Oeste de la isla. Existen multitud de miradores en los márgenes de las carreteras, desde los que se pueden contemplar varios kilómetros de valles y costas.

A media mañana hicimos una parada en el Mercadillo del Agricultor de Puntagorda, del que nos habían hablado muy bien. Allí aprovechamos para comprar algunos dulces típicos (riquísimos almendrados!), tomarnos un guarapo de caña delicioso e incluso participamos, gracias a un joven con prisa que nos regaló los boletos, en el sorteo de una cesta de productos locales. No nos tocó nada, pero pasamos un rato muy agradable.

Continuando nuestro viaje pasamos por Tijarafe y llegamos al mirador de Time, desde donde hay una imponente panorámica de Los Llanos de Aridane y Tazacorte. Comimos en el Puerto de Tazacorte, justo frente al mar, en el paseo que discurre paralelo a una pequeña playa de arena negra.

Tras la comida seguimos ruta hasta Los Llanos de Aridane, actualmente el municipio más poblado de la isla con algo más de 20.000 habitantes. No deja de ser un pequeño núcleo urbano que en los últimos años ha despegado económicamente gracias sobre todo al turismo y se ha convertido en un animado centro de reunión.

Paseamos por el centro de la ciudad y el entorno de la plaza de España, donde está situada la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, el edificio del Ayuntamiento y la zona comercial.

Ya de regreso bordeamos El Paso y Santa Cruz de La Palma, para subir esta vez por la costa Este de la isla. Paramos en un par de miradores más, como el del Jardín de las Hespérides, dedicado a la fertilidad, aunque la falta de luz ya hizo que las fotos no hagan justicia al paisaje.

Fotos:
1. Vista desde el mirador de La Tosca.
2. Mirador de Time.
3. Puerto de Tazacorte.
4. Los Llanos de Aridane.
5. Ayuntamiento de Los Llanos.
6. Vista desde el mirador Jardín de las Hespérides.

(continuará…)

viernes, 11 de noviembre de 2011

La Palma (I)

Aprovechando el pasado puente de Todos los Santos y que se daban una serie de circunstancias propicias, acepté una proposición totalmente indecente de Exseminarista ye-ye para viajar a La Palma. Era una de las islas que aún no conocía del archipiélago y he de decir que, aunque esperaba que me gustara, mis expectativas se vieron ampliamente superadas.

Nuestro viaje comenzó en el puerto tinerfeño de Los Cristianos, donde un ferry une Tenerife con La Palma en aproximadamente tres horas, con una corta escala en la isla de La Gomera. Tras una Biodramina, que me hizo el viaje en barco más llevadero, y un par de tuits desde alta mar (que me hacía ilusión, jo), llegamos ya de noche a nuestro primer destino: La Fajana, en el municipio de Barlovento. Allí hay un pequeño paseo a lo largo de la costa y unas piscinas naturales que en invierno permanecen cerradas debido al fuerte oleaje de la zona. Dormirse cada noche con el ruido de las olas y despertarse cada mañana viendo el mar es algo a lo que me está costando desacostumbrarme.

La Palma es una de las islas más occidentales de Canarias y también una de las más verdes. A pesar de su origen volcánico, en su interior esconde un paisaje de bosques de pinos y laurisilva que la han hecho merecedora del distintivo de Reserva Mundial de la Biosfera por parte de la Unesco. Además, el cielo de la isla está también protegido, ya que dispone de uno de los observatorios astrofísicos más importantes del mundo. Resulta casi imprescindible tener coche para moverse porque algunas de las carreteras de montaña, que discurren al borde de los barrancos, no son accesibles para los autobuses. A pesar de la complicada orografía, la red vial no está en malas condiciones, aunque es cierto que algunas señalizaciones se podrían mejorar.

El primer día subimos al Roque de los Muchachos, el segundo punto más alto de Canarias tras el Teide. Se trata de un conjunto rocoso de 2.426 m. de altura, desde el que se divisa el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Lamentablemente las nubes no nos dejaron ver demasiado del impresionante paisaje del entorno. Tampoco íbamos preparados para adentrarnos a pie en las numerosas rutas de senderismo que ofrece la caldera, algo que sin duda tendremos que remediar la próxima vez.

En las inmediaciones se sitúa también el Observatorio del Roque de los Muchachos, inaugurado en 1985 y perteneciente al Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Este enclave, protegido de la contaminación luminosa por la altura y el mar de nubes, reúne la mayor cantidad de telescopios del hemisferio Norte del planeta (en total casi una veintena entre solares y nocturnos), incluyendo el Gran Telescopio Canarias, el mayor del mundo, inaugurado hace un par de años. Varios países han construido también en esa zona sus propios telescopios, lo que convierte a La Palma en un centro neurálgico de la investigación del firmamento a nivel mundial.

Aparte del notable descenso de las temperaturas a medida que nos acercábamos a la cumbre, constaté que las vistas desde allí son realmente impresionantes, llegando a apreciarse claramente la silueta del Teide en el horizonte. La mayoría de los terrenos donde están instalados los observatorios pertenecen a Garafía, un extenso municipio que dispone de varios alicientes y sin embargo tiene una capital fantasma, de ésas en las que sólo falta la bola de paja rodando llevada por el viento.

Bajando ya de la Caldera, y todavía sin salir del municipio de Garafía, encontramos el Parque Cultural La Zarza, donde se conservan petroglifos y grabados rupestres realizados por los antiguos habitantes de la isla, los awara.

Recorrimos un corto sendero por el que se llega a los distintos yacimientos arqueológicos, con más de 40 paneles descubiertos en 1941 y conservados sólo en parte debido al vandalismo humano (sí, la gente es muy maja y valora así su propia cultura).


FOTOS:
1. La Fajana.
2. Caldera de Taburiente.
3. Roque de los Muchachos.
4. Telescopios Magic I y II.
5. Gran Telescopio Canarias.
6. Parque Cultural La Zarza.
7. Petroglifos en La Zarza.
8. Sendero en La Zarza.

(continuará…)