jueves, 3 de octubre de 2013

Las obsesiones de Lillu (II): Eléctrico sí, gas no

De toda la vida, en mi casa ha habido siempre cocina de gas butano. Los hornillos y la parrilla eran un infierno a la hora de limpiarlos y las ollas acababan ennegreciéndose por el uso. La cocina de mis padres disponía de dos fuegos eléctricos, pero nunca se usaban porque encarecían mucho la factura de la luz y no cocinaban igual. Yo no descubrí que había un mundo mejor más allá de la cocina de gas hasta que, con veintimuchos años, alquilé mi primera vivienda con vitrocerámica eléctrica.

El hecho de limpiar la placa con una pasada de paño era una sensación de relax que nunca había experimentado con una cocina de hornillos a gas. Ya lo de poder desentenderte del fuego sin el riesgo de que se apagara con una corriente de aire y el gas empezara a campar a sus anchas por la casa era el no va más. A pesar de las quejas de muchos usuarios de que las vitrocerámicas son más lentas y el sabor de la comida no es el mismo, para mí las ventajas de sistema de cocción eléctrico supera en mucho a las de uno a gas. 


Si hablamos de un calentador de agua, se me plantea la misma situación. Aquellos gritos infantiles y juveniles de "mamáaaaaaaaa, se apagó el calentador??!!" pasaron a la historia cuando entraron en mi vida los termos eléctricos. Nada de tener que encenderlo antes de entrar en la ducha (vale, hay calentadores a gas con encendido automático, pero por entonces no eran habituales) o tener que salir a medio vestir para cambiar la bombona. Eso si tenías bombona de gas de repuesto, claro está. Se os ha dado el caso de disponer de permiso sólo para una bombona de butano en vuestro domicilio? Pues a mí sí, y no mola nada cuando se acaba, os lo aseguro.

Cuando tenemos un calentador eléctrico nuestra única preocupación será, en principio, adaptarnos a su capacidad (vale, también puede haber cortes de electricidad y dejarnos con el culo al aire, literalmente, pero siendo sinceros no es lo habitual). Con un termo de 30 litros será más que suficiente para una ducha relajada y uno de 50 litros permitirá lo mismo a dos personas de forma consecutiva, teniendo en cuenta que el termo se vuelve a llenar y calentar en cuestión de minutos. Hay que tener cuidado con el tema de la presión (que suele ser la causante de que los calentadores revienten) pero, por lo demás, resulta un electrodoméstico mucho más cómodo para mi gusto que su homónimo a gas.

Lo de pedir la bombona ya era el súmum del incordio. En casi todas las ciudades es posible hacerlo por teléfono y pagarla cuando la entreguen (eso sí, dile tú a algunos butaneros que te la suban a un tercero sin ascensor, ya verás las risas). En Santiago de Compostela se podía pagar directamente en una oficina de la compañía de gas y dejar el resguardo de abono pegado en la bombona vacía, una idea cómoda y genial para evitar tener que estar pendiente de la llegada del butanero o arriesgarte a que te robaran el dinero de debajo de la garrafa. Es verdad que en otras ciudades se llevan también, además del dinero, las propias bombonas vacías, lo que dificulta mucho más el proceso de reponer tu gas, qué duda cabe.

Durante algunos meses también probé en uno de mis pisos el gas ciudad, con lo que se eliminaba el riesgo de quedarte sin suministro pero se mantenían los otros inconvenientes. Las noticias de explosiones de gas en domicilios tampoco ayudan a confiar demasiado en el sistema, la verdad, aunque eso no sea en mi caso el principal motivo a la hora de desecharlo como opción doméstica.

Por todo lo expuesto, tengo una ligera obsesión por que estos aparatos sean eléctricos. Es cierto que, obviamente, la factura de electricidad se ve incrementada, pero de esa forma unifico gastos y me ahorro problemas del estilo de "acuérdate de pedir hoy la bombona que mañana es festivo" o "cerraste tú el gas, no?" cuando estás a 200 km. de tu casa. Qué necesidad de añadir TOCs a nuestra ya de por sí complicada vida diaria, verdad? :D



Me encantaría saber qué os parece el gas butano a vosotros, si os es indiferente, si tenéis alguna obsesión similar a la mía en este sentido o si sois de las que, cada vez que llega el butanero, lo miráis con una sonrisa pícara y le sugerís "por favor, métamela en la cocina".

16 comentarios:

  1. Buff... una cosa. Mejor que la vitrocerámica, la cocina de inducción. Pero de largo.

    En cuanto a lo demás, yo soy de ducha a gas natural, cocina de inducción y estufa de gas butano con catalítica.

    Rarito, ya ves :-D

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    1. Kano, bueno, nunca he tenido cocina de inducción, pero está claro que la preferiría también antes que el gas XD Y donde yo vivo ahora no hay gas natural, así que las opciones se reducen. Lo de la estufa de gas butano me da miedo sólo de leerlo, jeje.

      saluditos!

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  2. Ah, el maldito butano!! Cómo me alegra haber dejado la pérfida bombona atrás y sus muchas cuitas asociadas.

    No sé si te acuerdas que lo de que te robaran el dinero, me pasó a mí

    http://loqueahorroenpsicoanalisis.blogspot.com.es/search?q=butano

    Claro que no lo de que me robaran la bombona, que como bien has dicho, dificulta mucho el asunto :-)

    Ahora tengo gas natural y tan contenta, que no te digo yo ue no sea mejor la vitro, pero es que yo en todo voy atrasada como 30 años, y ahora, a duras penas me incorporo a las novedades de los 80-90


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  3. Mi vida sigue girando alrededor de las bombonas de butano, pero desde que descubrí la vitro y el calentador eléctrico en casa de mi pareja mi objetivo es pasarme a la electricidad... dicho de esta manera parece que vivo en el medievo o algo así :S

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  4. Yo he probado todas las opciones!
    En la casa de mis padres en Murcia siempre hemos tenido gas ciudad, y en el campo gas butano. Todos los coñazos del calentador y la cocina con butano los comprendo y los reafirmo, aunque asi tiene encanto :P. El gas ciudad me gusta porque funciona mucho mejor y no te deja tirado (salvo que el calentador se rompa...) y me gusta cocinar con la llama de fuego.

    En Madrid tengo todo con electricidad, y usando vitrocerámica. Le he cogido el punto y me parece que se cocina igual de bien e incluso se calientan las cosas antes. En serio, pongo agua a hervir y apenas me tarda nada! Y el agua caliente es maravillosa con el termo eléctrico.
    Mi suegra tiene inducción en la cocina y es mucho mejor sobre todo porque se puede poner un periódico encima, cocinar sin quemar nada, retiras el periódico y voilá, cocina impoluta!

    Me gusta este tema, como se puede deducir por mi comentario kilométrico xD.

    Un abrazo

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  5. Loque, pues no me acordaba que lo del robo te había pasado a ti! El caso es que para mí pedir una bombona de butano suponía un sinvivir, te lo juro.

    En esta ciudad no debe funcionar el gas natural porque el 100% de los anuncios de pisos que vi antes de alquilar tenían cocina con butano o eléctrica. Cuando conozcas la vitro seguro que te lamentas de no haberlo hecho antes :P

    Chechu, jaja, es que a mí también me suena súper antiguo lo del calentador a gas, por ejemplo, pero hay muchísimas viviendas que aún los tienen y, que yo sepa, se siguen fabricando e instalando ;)

    Akane yo me acostumbré enseguida a cocinar en vitrocerámica. Creo que una vez que le pillas los tiempos y las intensidades, se puede cocinar tan bien como en una cocina de gas. Lo de la inducción ya debe ser el no va más, pero al ser más caras la mayoría de los pisos de alquiler no tienen esas cocinas. Una pena! ;)

    Sobre los calentadores, yo también recuerdo las variaciones de temperatura del agua con los de gas, que pasaba de salirte hirviendo a congelada en cuestión de 5 segundos. En casa de mis padres, al ser un edificio grande, hay caldera comunitaria para agua caliente y calefacción, con lo que abres el grifo y el agua sale a una temperatura ideal siempre y nunca tienes que preocuparte por encender o apagar ningún termo. Aún así, yo ahora con el eléctrico estoy más que contenta y si puedo evitarlo nunca volvería a uno de gas.

    Me alegro de que interese el tema que me obsesiona, jijiji.

    saluditos!

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  6. Pues a mí me pasa al revés. Y eso que con las bombonas he tenido experiencias desagradables (siempre, siempre, siempre se acababa estando en la ducha, de hecho las pocas veces en que suelo pasar unos días en casa de mis padres, sigue ocurriendo, ya es una broma familiar). En casa tengo gas ciudad, nada de estar pendiente de bombona ni nada, y prefiero cocinar con llama, mis experiencias con las vitro han sido bastante penosas, la verdad.

    Biquiños!

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  7. Supongo que en este caso el peso de la costumbre es lo que prevalece, el estar acostumbrado a un sistema u otro. Claro que por lo que comenta la gente creo que la vitrocerámica es un gran invento y que el resto de energía es más aconsejable el gas natural.

    Y en cuanto al chiste del butanero no comentaré pues parece que está destinado al público femenino, jajaja.

    Saludos

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  8. Yo siempre tengo una bombona de repuesto llena y cuando acabo la que tengo puesta llamo inmediatamente al del butano (muy buen tío, por cierto, y bastante chachas, cómo no!); tengo su móvil personal y lo llamo cuando estoy por la mañana haciendo la comida (normalmente cuando entro de tarde a currar). Me la trae cuando da vuelta en Samil a las 12 y media o así. Estupendo.
    Por cierto por comodidad a la hora de limpiezas, mucho mejor la vitrocerámica, sin duda, pero creo que prefiero el sabor de mis guisos con la de butano. Lo malo es que es cierto que pone las ollas bastante feas. Un abrazo, Lillu.

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  9. Butano nunca he tenido, en casa teníamos gas natural y ahora tengo la vitro ¡eso sí que va fenomenal! es rápida y limpia y no como esos fogones que había que frotar y frotar.
    Me ha gustado tu exposición sobre el tema y la verdad, no me importaría cambiarme al butano siempre y cuando los repartidores sean como el de la foto, jaja..
    Un besito, Lillu

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  10. Osheaa, pues lo único malo que yo le veo a la vitro es acostumbrarse a los tiempos de cocción, que pueden variar con respecto a cocinar con gas, porque por lo demás, no le veo ningún inconveniente!

    De todos modos, creo que en muchas ciudades ya está totalmente estandarizado el gas ciudad o gas natural, que hace lo de tener gas un poco más cómodo que utilizar bombona de butano, desde luego. Aquí, que yo sepa, no se ha creado aún una buena red de gas, por lo que la mayoría de las casas que conozco tienen vitrocerámica eléctrica o butano.

    Sese, pues yo me acostumbré enseguidita a la vitro, la verdad :P En ningún momento he echado de menos el gas en mi vida, ni el natural ni ningún otro.

    Y hombre, también puedes hacer comentarios sobre el chiste (malo) del butanero, faltaría más! :D

    Javi, teniendo al butanero tan a mano no me extraña que no tengas queja :) Mi padre también piensa que la comida sabe mejor cocinada con fuego, pero yo creo que a mi madre, que es la que habitualmente cocina, le tira más limpiar una vitrocerámica de una pasada que el sabor de la comida, jeje.

    Montse pues opino igual que tú acerca de la vitro. Nada más cómodo, rápido y fácil de usar.

    Siento ser yo la que te informe, pero la mayoría de los butaneros no son como el de la foto... snif... snif... :P

    saluditos!

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  11. Hace ya tanto tiempo que dejé de usar las bombonas que casi me ha parecido que ya no existían, pero no, claro, sigue siendo una fuente de consumo habitual.

    La vitro forever, más cómodo imposible. Y no creo que haya mucha diferencia a la hora de guisar con respecto al gas. En donde sí no hay color es cuando uno va a campo y le dan a probar algo cocinado a leña. Eso sí es otro mundo.

    Saludos

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  12. Estoy deseando probar la vitrocerámica (o cocina de inducción), de momento tengo los fogones de toda la vida y los odio. El horno sí es eléctrico... pero bueno, espero que si todo va bien cambiaremos la cocina, y nos libraremos dle puto gas por fin. Lo del agua sí lo tenemos con gas ciudad, no sé si lo cambiaremos...
    Pero está claro que cuanto menos gas, mejor, coincido contigo en todo menos que todavía no he experimentado las bondades del no-gas al cocinar. :)

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  13. JuanRa, coincido en que un pan de leña tiene un sabor incomparable, cierto. Pero para uso habitual, también coincido en que no hay nada más cómodo y limpio que una vitrocerámica.

    Sonix pues si odias el gas a pesar de no haber probado aún la vitro eléctrica, eres una firme candidata a nuestro club del titular XDD Con el calentador quizás no se note tanto, sobre todo con lo del gas ciudad, porque el efecto será el mismo, pero lo de no usar fuegos seguro que lo notas y mucho :)

    saluditos!

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  14. Hola! es la primera vez que caigo por aquí..
    Solo te digo una cosa... odiaba con todas mis fuerzas tener que mantener limpios los quemadores de las cocinas a butano (salí de casa jovencito a la universidad y me he pasado largos años con los jodidos quemadores entre manos). Además que trabajo tan mal pagado, enseguida se vuelven a ensuciar. Así que viva la electricidad por favor!!! Y a ver si inventan el planchado automático un día de estos..mucha genética avanzada y quantums deslumbrantes y todavía hay que deslomarse con las camisas.
    Cheers!

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  15. Scott St.James, jeje, suele pasar eso que cuentas, que tras una larga relación con las cocinas de gas butano se llegan incluso a adorar las eléctricas ;)

    Lo del planchado automático de camisas estoy segura de que sería un premio Nobel, como mínimo!

    saluditos y gracias por tu visita!

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