miércoles, 1 de abril de 2015

Londres (X): Comer, beber y degustar

Empezando la mañana con un café para llevar
Una de las quejas más comunes de los españoles que visitan Londres es que comer resulta caro. No diré que es del todo falso pero personalmente tampoco me pareció algo tan excesivo como esperaba. Lo que sí resulta exageradamente caro en comparación con las costumbres españolas es fumar y beber alcohol, pero para comer en sí dispones de muchas opciones, algunas incluso dentro del limitado presupuesto de un españolito de a pie (servidora) que se deja caer por la ciudad del Big Ben.

Yo, como sabéis, no fumo desde hace años, pero mi pareja sí es fumador y se llevó tabaco en la maleta en vista de las previsiones. Un paquete de cigarrillos puede costar allí entre 6 y 10 libras, dependiendo de la marca. Sí, he dicho un paquete, no un cartón (al cambio, una cajetilla cuesta como mínimo 8-9 euros). Con el alcohol ocurre algo parecido. El precio habitual de una cerveza en un pub típico británico es de unas 4 libras (algo más de 5 euros), salvo que pilles la "Happy Hour" de algunos locales donde quizás la puedas encontrar por 2 libras. Una copa de vino en un restaurante normalito se sitúa en torno a las 5 libras (casi 7 euros). Estos precios se pueden reducir un poco en las cadenas de "fast food" que abundan en Londres. En general, y si la idea es no gastar demasiado durante el viaje, la mejor opción es beber agua (en algunos restaurantes te sirven sin costo una jarra de agua "del grifo" a la hora de comer) y dejar el consumo alcohólico británico para ocasiones especiales

The Plough, un pub cerca del British Museum abarrotado en la happy hour
Como nosotros no teníamos incluido el desayuno en el hotel, desayunamos algunos días en cafeterías de la zona. Habíamos llevado un básico de galletas y zumos de frutas en la maleta, así que en algunas ocasiones sólo necesitábamos complementar el desayuno con un café para llevar. La mayoría de las cafeterías de la ciudad te preparan el café en cómodos vasitos de cartón con tapa. El precio es ligeramente superior al de los cafés en España pero los tamaños también son superiores. Como dato informativo, en ninguna ocasión conseguí terminarme los "café latte" que pedía, que eran auténticos barreños y estaban normalmente deliciosos. Lo más barato es el café "expresso", que equivale a un café solo español y suele costar algo más de una libra. Los cafés con leche o especiales tienen su precio a partir de las 2,5 libras, aunque insisto, los tamaños son el doble de lo que podemos encontrar en España y en general son de buena calidad.  

English breakfast en Garfunkel's
El desayuno clásico inglés o "english breakfast" lo pedimos sólo el último día antes de regresar, más que nada por la curiosidad. Aunque lo ofrecen en varios sitios, a mí me llamaba la atención una cadena llamada Garfunkel's, sobre todo por el nombre y la estética de los cincuenta. Pues bueno, no lo recomiendo en absoluto. El desayuno fue caro para lo que ofrece y la comida no estaba más que pasable. Había varias opciones con los típicos huevos fritos, bacon, judías (de lata), tostadas (que cobraron aparte, algo fuera de lugar en mi opinión), salchichas, tomate asado y un par de cosillas más. Pagamos algo más de 8 libras por cada desayuno (11-12 euros), un precio exorbitante para la satisfacción que obtuvimos con su degustación. 

Bocata al gusto (pollo, lechugas, tomate) de Scott's Café, Covent Garden
A la hora de comer hay cientos de opciones donde elegir. Muchísimos locales tienen comida preparada para llevar, que te colocan en cómodos tuppers con sus correspondientes cubiertos. Suelen preparar además bocadillos al gusto con decenas de ingredientes, como el que nos prepararon en Scott's Café, un sitio al lado de Covent Garden, donde pudimos elegir el tipo de pan y los ingredientes por menos de 5 libras. El londinense típico cocina poco y suele comer fuera de casa cuando trabaja así que la hostelería se lo facilita al máximo. Los supermercados también tienen muchísimos platos preparados, pastas frías, sándwiches, ensaladas y combinados de frutas lavadas y troceadas. Todos los envases suelen venir con su tenedor de plástico incluido. Nosotros recurrimos a estas opciones algunas noches, haciendo la compra normalmente en un Tesco abierto las 24 horas al regresar al hotel o en un Marks & Spencer que también nos cogía de camino. 

En estos supermercados puedes encontrar sándwiches desde 2 libras los más básicos. Las frutas y verduras frescas suelen ser más escasas en estas grandes superficies y bastante más caras en general. Se venden por pieza, no por kilo, y por ejemplo un plátano (banana más bien) nos costó 18 peniques (unos 25 céntimos de euro cada plátano) y una manzana subía hasta los 40 ó 50 peniques. En Londres hay bastantes mercados con más variedad de productos naturales y mejores precios, aunque obviamente no era nuestro principal objetivo visitarlos. Sí es cierto que también se puede comer muy bien en los puestos de esos mercados, muchos de ellos preparados al efecto con algunas mesas en su exterior. En otros mercadillos al estilo de los de Camden la oferta de puestos de comida internacional es también enorme y a muy buen precio, para comer algo rápido mientras se va caminando y revisando las tiendas.


Puestos de comida en el Stable Market de Camden
Dentro de las instalaciones de los museos hay varios restaurantes y cafeterías con bocadillos y platos preparados, pertenecientes a varias cadenas como Benugo. Nos decantamos también por estas opciones alguno de nuestros días de visita intensiva, pagando entre 3 y 5 libras por cada bocadillo o plato envasado. El resto de los almuerzos-cenas probamos chino, mexicano, italiano, portugués, hindú, típico británico y, cómo no, un tradicional fish & chips bastante bueno en un local normalito de la zona donde nos alojábamos. El fish & chips es un clásico de la comida rápida inglesa por el que yo tenía especial curiosidad. No deja de ser un filete de pescado frito con patatas fritas, pero el que comimos estaba realmente bueno, sin ninguna espina y nada aceitoso. Pagamos 9 libras por cada ración, bebida incluida.


Fish & Chips en Sussex Fish Bar
La oferta de restaurantes internacionales en Londres es apabullante, como corresponde a una capital multicultural donde viven más de 8 millones de personas. Según la zona puedes encontrar locales asiáticos especializados, muchísimos hindúes, pakistaníes, árabes, chinos, japoneses, tailandeses, mexicanos, italianos, y también vimos unos cuantos españoles. Las opciones de comida típica británica son menores, aunque nosotros encontramos un pequeño comedor cerca del Shakespeare's Globe Theatre, el Theo's Cafe, instalado en los bajos de una escuela de actores, donde se pueden comer platos caseros del día, agua incluida, por 5,5 libras. Nosotros degustamos un típico pastel de carne y una ensalada de patatas realmente deliciosos.

Entrada al Globe Education Center, donde está el Theo's Café
Pastel de carne, ensalada de patatas y verduras salteadas en Theo's Café
El hindú que elegimos por la zona de nuestro hotel no fue la mejor opción. La comida no estaba mal pero tampoco era nada del otro mundo y no nos sirvieron exactamente lo que habíamos pedido. Pagamos casi 19 libras por tres platos para compartir, uno de ellos un arroz aromatizado bastante insulso y el resto nada espectacular. Los demás días nos decantamos por una cadena de "fast food" mexicana por la zona de Camden, donde un burrito de tamaño grande relleno al gusto nos costó 6 libras, y un chino en el que la cajita de cartón con tres variedades de comida (tallarines, pollo con sésamo y cerdo elegí yo) nos costó unas 5 libras. Ambos, a pesar de ser comida considerada "rápida", estaban bastante ricos.

Burrito y Coronita en el mexicano Tortilla
Comida china en la zona de Kensington
En otras dos ocasiones cenamos con unos amigos pizza en un italiano bastante coqueto del centro de Londres y portugués en el nuevo mercado de Brixton, muy ricos ambos pero un poco más caros al tratarse de restaurantes de más nivel. En todas las ocasiones los locales estaban llenos hasta arriba. Los londinenses, como ya dije antes, comen y cenan mucho fuera de casa y a partir de las siete de la tarde, hora típica de cena para ellos, los restaurantes y bares de copas suelen estar abarrotados casi todos los días de la semana entre los locales y los turistas. Las opciones son casi infinitas y hay precios para todos los gustos, teniendo siempre en cuenta que los precios en libras parecen bajos y pueden despistar. Aún así, nosotros comimos bien, variado y no tan caro como esperábamos.

Arroz con verduras a la plancha en un portugués de Brixton Village
*** Haz click en las imágenes para ampliar.
*** (Continuará...)

6 comentarios:

  1. Teniendo en cuenta que en general Londres es más caro en muchos aspectos, es verdad que si uno sabe organizarse se puede comer bastante bien sin dejarse todo el presupuesto. En Berlín me pasó algo parecido, aunque diría que allí es aún más barato comer y beber (beber sobre todo, había cócteles en bares buenos a 5€!).
    Lo del alcohol y el tabaco no me afecta para nada, otra cosa buena de la vida sana :P. Creo que esos precios son debido en parte a que se toman muy en serio la sanidad y llevan años con campañas para que la gente deje de fumar y sobre todo beber tanto, porque le cuesta mucho al gobierno y además cada vez está peor visto. Se llema eso de la vida sana en la city.
    Desayunar en el hotel me parece absurdo salvo que seas rico y estés en un 4 estrellas, así que hicistéis bien :). Yo también soy fan de ir a los supermercados cuando viajo, y ahorrar unos euros en ciertas comidas. Nosotros no probamos casi nada de comida inglesa, salvo repostería (mi perdición allí); mis mejores recuerdos son un restaurante indio y otro chino (chino de los de verdad), baratos y de gran calidad.

    Un abrazo!

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  2. Liliana, no te imaginas cuánto me alegro yo también de no necesitar el alcohol ni el tabaco en mi vida diaria. Siendo como fui dependiente del cigarrillo durante 10 años, el hecho de no tener que pensar en ello cuando viajo o que mi mente no se ocupe de buscar un hueco para fumar mientras está centrada en otras cosas es todo un placer :D En Londres vi a poca gente fumando, sin embargo los pubs estaban a tope a partir de las seis de la tarde. No sé si llevan muy bien lo de la vida sana en ese sentido, jaja. Me pareció que beben bastante y supongo que por eso para ellos España es un paraíso, con cañas a menos de 1 euro en algunos sitios XDD

    Con la gran variedad de restaurantes que hay en esa ciudad a veces resulta difícil elegir, sobre todo sin conocer. Nosotros con el hindú nos equivocamos pero había en nuestro mismo barrio otra decena de ellos y con más tiempo seguro que hubiéramos probado en alguno más. Y lo de la comida inglesa, es que a mí me costó encontrar sitios con comida típica o casera! El Theo's Café al lado del Shakespeare's Globe fue toda una revelación, repleto de estudiantes de intercambio, con un ambiente muy majo y un personal muy atento :) Cuando nos dijeron que el plato del día era "pastel de carne" nos lanzamos :D

    Gracias por pasarte por aquí, saluditos!!

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  3. Hola Lillu aunque sea un poco más caro que en España, como en cualquier gran ciudad si sabes donde buscar siempre puedes encontrar zonas donde puedas comer más barato, por lo que cuentas probasteis muchas cosas diferentes, eso es lo bueno cuándo vas de vacaciones.

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    1. Nosolo Leo, a mí siempre me gusta probar cosas típicas, allá donde voy. En Londres hay tanta oferta que resulta difícil encontrar algo genuinamente británico, jeje, pero la idea era comer variado y no gastarnos una fortuna en ello ;) Y en ese sentido lo conseguimos!

      Gracias por tu visita, saluditos!

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  4. Qué bien explicado todo, Lillu. Y , no sé por qué, me ha entrado hambre leyendo.
    Sí, me creo que con un poco de planificación, uno pueda comer bien en Londres sin necesidad de gastar mucho dinero.
    Me he acordado de las muchas coles de Bruselas y guisantes hervidos que me preparaba para cenar la señora que me tocó en acogida en Sussex. Siempre prontisimo. Yo a las diez de la noche tenia un hambre otra vez, jaja

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    1. JuanRa, nosotros también tuvimos que acostumbrarnos a comer y cenar un poco antes de la hora española, aunque no nos costó demasiado adaptarnos a los horarios británicos, la verdad.

      Y yo sigo pensando que comer fuera resulta de lejos mucho más barato que otros lujos como beber alcohol o fumar. En general los españoles estamos mal acostumbrados en ese sentido porque aquí se come muy bien y muy barato en casi todas partes :D

      saluditos!

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