Pues como ya viene siendo habitual por estas fechas, me he vuelto a quedar sin ordenador. Mi portátil está en reanimación, a ver si es posible revivirlo y que aguante un tiempito más. He de decir que no son pocos los casi 7 años que lleva conmigo, pero es que ahora mismo no es el momento para que piense en la jubilación, ya se lo he dicho, que la cosa está muy malita.
Como no dispongo de mis archivos ni de mi entorno de trabajo habitual, no puedo postear con propiedad, así que es posible que el blog continúe parado durante algunos días más. Seguiré conectada al mundo cibernético a través del móvil y un netbook (que me está volviendo un poco loca, dicho sea de paso), así que intentaré manteneros informados de mis desventuras por aquí, a través de la página de Lillusion en Facebook o en mi Twitter.
Mientras, os dejo con mi vecino Totoro, al que he pillado con las patas en la colada... Ah, y os adelanto que mis amigurumis volverán a estar este año en el Salón del Manga-Tenerife LanParty, en el stand de Cómics & Mazmorras. No os lo podéis perder!
Índice de Lillusion
▼
viernes, 29 de junio de 2012
jueves, 21 de junio de 2012
Muffins de kiwi y chocolate blanco
Comenzaré diciendo que no soy asidua del chocolate blanco. De hecho no me gusta en exceso, porque me sabe demasiado dulzón, y tampoco debo comerlo por mis cuestiones hipercolesterolémicas. El caso es que hace unas semanas compré una tableta para elaborar otro postre que al final no pude hacer y, para aprovecharla, busqué una receta un poco más ajustada a mis capacidades. Unos días antes el probador oficial de todos mis experimentos culinarios había comentado algo acerca de unos muffins de kiwi con chocolate blanco así que decidí intentarlos.
La mejor receta que encontré fue la de un programa de cocina de una televisión uruguaya, por la cual me guié en lo básico. Mis ingredientes fueron: 125 ml. de aceite de girasol, 160 gr. de azúcar blanco, 2 huevos, 1 taza de leche desnatada, 320 gr. de harina blanca normal, dos cucharadas de levadura de repostería, 2 kiwis maduros cortados en trocitos, 60 gr. de chocolate blanco (algo más de media tableta). Con relación a los ingredientes originales, que podéis ver en el enlace de arriba, solamente cambié la mantequilla por aceite, manteniendo lo demás igual y en las mismas proporciones.
El proceso, tal y como se indica en el vídeo, es el habitual en la preparación de muffins y magdalenas: se mezclan los ingredientes secos por un lado (harina y levadura) y se añaden a los húmedos (huevos, aceite, azúcar y leche). Se mezclan de forma envolvente con una espátula pero no demasiado, simplemente que queden bien integrados. Por último se añaden los trozos de kiwi, pasados por harina para que no se hundan durante la cocción, y el chocolate en pedacitos.
Preparada la masa, se rellena una bandeja o las cápsulas que vayamos a utilizar hasta la mitad o un poco más y se hornean durante unos 15-20 minutos a 180º. Estos datos pueden variar según el tipo de horno, así que yo siempre tengo un ojo en la masa. El resultado son unos muffins dulcitos pero nada empalagosos, con una sensación curiosa al encontrar las semillitas del kiwi y los trocitos de chocolate blanco por el medio.
La mejor receta que encontré fue la de un programa de cocina de una televisión uruguaya, por la cual me guié en lo básico. Mis ingredientes fueron: 125 ml. de aceite de girasol, 160 gr. de azúcar blanco, 2 huevos, 1 taza de leche desnatada, 320 gr. de harina blanca normal, dos cucharadas de levadura de repostería, 2 kiwis maduros cortados en trocitos, 60 gr. de chocolate blanco (algo más de media tableta). Con relación a los ingredientes originales, que podéis ver en el enlace de arriba, solamente cambié la mantequilla por aceite, manteniendo lo demás igual y en las mismas proporciones.
El proceso, tal y como se indica en el vídeo, es el habitual en la preparación de muffins y magdalenas: se mezclan los ingredientes secos por un lado (harina y levadura) y se añaden a los húmedos (huevos, aceite, azúcar y leche). Se mezclan de forma envolvente con una espátula pero no demasiado, simplemente que queden bien integrados. Por último se añaden los trozos de kiwi, pasados por harina para que no se hundan durante la cocción, y el chocolate en pedacitos.
Preparada la masa, se rellena una bandeja o las cápsulas que vayamos a utilizar hasta la mitad o un poco más y se hornean durante unos 15-20 minutos a 180º. Estos datos pueden variar según el tipo de horno, así que yo siempre tengo un ojo en la masa. El resultado son unos muffins dulcitos pero nada empalagosos, con una sensación curiosa al encontrar las semillitas del kiwi y los trocitos de chocolate blanco por el medio.
lunes, 18 de junio de 2012
Seis años de Lillusion
Pues sí, y realmente parece una eternidad! Hoy este blog cumple 6 años, años repletos de entradas (un total de 1.076 incluyendo ésta), comentarios (más de 8.000), seguidores (179 en Blogger, 233 en Facebook y 117 en Twitter) y muchos buenos ratos compartidos con todos vosotros, mis lectores. Una vez más, sólo puedo daros las gracias por hacer posible que este proyecto siga adelante.
jueves, 14 de junio de 2012
(Don't fear) The Reaper
A pesar de que se trata de todo un clásico del rock setentero, yo tardé bastante en conocer esta canción de Blue Öyster Cult, "(Don't fear) The Reaper". Fue GeekDraz, gran seguidor de la banda y del rock de aquellos años, el que me reveló la existencia de este temazo, que además se recogía también en la genial banda sonora de la serie de TV "Sobrenatural".
Blue Öyster Cult es una banda neoyorkina, liderada por Eric Bloom, que inició su andadura a principios de los setenta y hoy, cuarenta años después, todavía continúa en activo a pesar de las múltiples variaciones en sus miembros. El grupo se enmarcaba dentro del rock psicodélico, una tendencia muy de la época que les otorgó bastante prestigio y un nutrido grupo de seguidores.
"(Don't fear) The Reaper" se publicó en 1976 y se incluyó en su cuarto álbum de estudio, el más celebrado de sus catorce trabajos. Además de esa canción, la otra composición más conocida de Blue Öyster Cult es "Burnin' for you", un tema de 1981 también habitual en mis listas de reproducción.
Sin más, os sugiero que no le temáis a la Parca y escuchéis sin miedo este "(Don't fear) The Reaper" de Blue Öyster Cult.
Blue Öyster Cult es una banda neoyorkina, liderada por Eric Bloom, que inició su andadura a principios de los setenta y hoy, cuarenta años después, todavía continúa en activo a pesar de las múltiples variaciones en sus miembros. El grupo se enmarcaba dentro del rock psicodélico, una tendencia muy de la época que les otorgó bastante prestigio y un nutrido grupo de seguidores.
"(Don't fear) The Reaper" se publicó en 1976 y se incluyó en su cuarto álbum de estudio, el más celebrado de sus catorce trabajos. Además de esa canción, la otra composición más conocida de Blue Öyster Cult es "Burnin' for you", un tema de 1981 también habitual en mis listas de reproducción.
Sin más, os sugiero que no le temáis a la Parca y escuchéis sin miedo este "(Don't fear) The Reaper" de Blue Öyster Cult.
martes, 12 de junio de 2012
Steve McCurry
La semana pasada tuve la ocasión de visitar la exposición “Steve McCurry. Retrospectiva”, que está abierta hasta el próximo 29 de junio en los locales del Espacio Cultural de CajaCanarias, en Santa Cruz de Tenerife. Para todos aquellos a los que no os suene el nombre, seguro que salís de dudas enseguida si os digo que Steve McCurry es el fotógrafo de la famosa chica afgana que se publicó hace años en la revista National Geographic y que abre esta entrada. Casi dos décadas después buscó a la niña, convertida ya en una mujer, para volver a fotografiarla y comprobar los estragos del tiempo en su enigmático rostro.
La muestra abarca fotografías del autor tomadas en los últimos 27 años, durante sus viajes a varios países de Asia y Oriente Medio principalmente. Son muy conocidos sus retratos y sus paisajes cotidianos, repletos de colorido y fuerza visual. Miembro de la agencia Magnum desde mediados de los ochenta, también cubrió numerosos conflictos bélicos, mostrando en primicia imágenes de Afganistán o las consecuencias de la guerra en los Balcanes.
Pero la foto que le dio fama mundial fue Chica afgana en el campo de refugiados de Nasir Bagh, tomada en 1984 y publicada al año siguiente como portada de la revista National Geographic. La asustada mirada de la niña y sus ropas raídas dieron la vuelta al mundo y se convirtieron en un icono de miedo y belleza plástica a partes iguales. En 2002, un equipo de la revista liderado por McCurry encontró a la chica tras años de búsqueda. Se llamaba Sharbat Gula y con 30 años se había convertido en una madre azotada por la vida y las miserias de los campamentos.
Sin embargo, y aún siendo la más conocida, la de Sharbat Gula no fue la única mirada que captó McCurry con su cámara. El fotógrafo es un especialista en retratos y en mostrar la belleza inocente de la infancia, mezclada con esa suciedad persistente que otorga la vida en las calles de cualquier urbe. Siempre atento a lo que sucede a su alrededor, el artista estadounidense cuenta que se pasa mucho tiempo observando el rostro de la gente porque siente que cada uno de ellos lleva impresa una historia.
Las imágenes de McCurry muestran todas esas miradas de gentes anónimas, trabajadoras, luchadoras, niños y ancianos. A mí me cautiva la simetría de sus fotografías, la capacidad que tiene para centrar sus fotos y aunar todos los objetos que aparecen en ellas. Además me encanta la viveza que capta en los colores, por lo que sus instantáneas asiáticas me llaman poderosamente la atención.
Si todavía estáis a tiempo de visitar la exposición, no os la perdáis. Es gratuita para clientes de CajaCanarias, estudiantes y mayores de 65 años. La muestra estará en Tenerife hasta el 29 de junio y posteriormente se trasladará a La Palma, donde estará abierta al público en el Espacio Cultural Rafael Daranas del 5 de julio al 31 de agosto.
jueves, 7 de junio de 2012
Amigurumi Snake 2012
Aunque pudiera parecerlo (que ya sé que no, sobre todo por los que me seguís en Twitter), no he dejado de ganchillar. Entre encargos, regalos y amigurumis que voy preparando para el próximo Salón del Manga de Tenerife, la aguja y las lanas no me dejan descansar.
Una de las últimas peticiones que recibí fue esta serpiente que hoy os presento, una prima lejana de nuestro querido Plissken. Y digo querido siempre que no seáis roedores, ojo, que en ese caso podéis cambiar "querido" por cualquier otro calificativo más adecuado y posiblemente menos agraciado.
El caso es que el único requisito para esta serpiente de amigurumi era que tenía que ser roja y llevar un enganche tipo llavero. Siguiendo el mismo patrón de Plissken me puse manos a la obra, ganchillando sólo en back loops, con lo que el resultado es sensiblemente distinto al que se obtiene con el punto normal de amigurumi (podéis ver aquí la diferencia).
Extendida, esta víbora roja ocupa unos 45 centímetros, pero así con un nudo en el medio queda especialmente graciosa y mucho más manejable para engancharla de un bolso o similar. Ah, y tranquilos, que la mantuve alejada de todos los ratoncitos de lana, por si vuestras mascotas amigurumi os preguntan :P
Una de las últimas peticiones que recibí fue esta serpiente que hoy os presento, una prima lejana de nuestro querido Plissken. Y digo querido siempre que no seáis roedores, ojo, que en ese caso podéis cambiar "querido" por cualquier otro calificativo más adecuado y posiblemente menos agraciado.
El caso es que el único requisito para esta serpiente de amigurumi era que tenía que ser roja y llevar un enganche tipo llavero. Siguiendo el mismo patrón de Plissken me puse manos a la obra, ganchillando sólo en back loops, con lo que el resultado es sensiblemente distinto al que se obtiene con el punto normal de amigurumi (podéis ver aquí la diferencia).
Extendida, esta víbora roja ocupa unos 45 centímetros, pero así con un nudo en el medio queda especialmente graciosa y mucho más manejable para engancharla de un bolso o similar. Ah, y tranquilos, que la mantuve alejada de todos los ratoncitos de lana, por si vuestras mascotas amigurumi os preguntan :P
martes, 5 de junio de 2012
Día Mundial del Medio Ambiente
Hoy 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha marcada por la ONU desde 1973 con la intención de concienciar a la gente en el desarrollo sostenible. Desde plantar árboles y reciclar hasta la celebración de conferencias sobre el tema, cualquier acto es positivo para que la población se dé cuenta de lo importante que es cuidar nuestro planeta y conservarlo en las mejores condiciones posibles.
Basta salir un poco de las ciudades para ver la suciedad que invade las cunetas de las carreteras y el deterioro general del paisaje. Por desgracia, casi todo es obra del hombre y es perfectamente evitable. Simplemente con que cada uno pusiera su granito de arena y de cordura en su actitud hacia la naturaleza, conseguiríamos dar un gran paso hacia la mejora de nuestro entorno y el aprovechamiento de los recursos.
Está claro que no podemos controlar las actividades de muchos políticos, movidos exclusivamente por el dinero, que se dedican a autorizar construcciones en paraísos naturales o a destinar financiación a labores que nada tienen que ver con el cuidado del medio ambiente (ni con otras necesidades básicas como la educación o la investigación...). Seguro que conocéis más de un caso de hoteles, bloques de viviendas, puertos deportivos y otras construcciones de dudosa legalidad (sobre todo moral) que se han llevado a cabo destruyendo playas, dunas, lagunas y otros enclaves naturales de gran valor. Aún así, no deberíamos desfallecer y nuestro empeño por mantener lo que nos rodea tendría que prevalecer sobre las dañinas actuaciones de otros colectivos.
Tampoco está en nuestra mano controlar los fenómenos naturales que arrasan en ocasiones el ecosistema, sean terremotos, huracanes o erupciones volcánicas. Sin embargo, sí que podemos contribuir a ralentizar las consecuencias negativas del cambio climático minimizando la emisión de gases nocivos, por ejemplo. Más cercano incluso a nuestro día a día, consumir productos locales, apagar las luces que no estemos utilizando, cerrar el grifo cuando no utilicemos el agua, obtener nuestras facturas de forma electrónica o emplear el transporte público siempre que sea posible, son algunas formas de mejorar y conservar el medio ambiente.
Este año los principales actos que conmemoran el Día Mundial del Medio Ambiente se celebran en Brasil, uno de los países con más proyección económica y mayor desarrollo tecnológico y social en los últimos años. Con casi 200 millones de habitantes, es el quinto país más poblado del mundo y cuenta con 3,6 millones de km2. de selva amazónica, su gran joya natural. Desde hace tiempo sufre graves problemas en el entorno del Amazonas, debidos principalmente a la deforestación ilegal y al mercado negro de especies animales.
El tema de este año para la celebración lleva como título "Economía verde: ¿Te incluye a ti?". En términos generales, la economía verde es aquella en la que el empleo y el crecimiento económico se impulsa por inversiones públicas o privadas que reducen la contaminación, mejoran la eficiencia energética y de recursos y evitan la pérdida de biodiversidad. El programa de actividades de la ONU para este año intenta hacer hincapié en que, aunque no todo esté en nuestra mano, hay pequeñas cosas que nos incumben a todos los ciudadanos a la hora de mejorar el mundo. Recordemos por ejemplo las ventajas de separar y reciclar nuestra basura, algo que no nos supone apenas coste y que causa un enorme beneficio al medio ambiente.
Las fotos que ilustran este post las tomé hace unos días en un paseíto que nos dimos por la isla de Tenerife:
Foto 1: Punta de Teno.
Foto 2: Garachico.
Foto 3: Vista del Valle de La Orotava desde el mirador El Lance, en Icod el Alto.
Basta salir un poco de las ciudades para ver la suciedad que invade las cunetas de las carreteras y el deterioro general del paisaje. Por desgracia, casi todo es obra del hombre y es perfectamente evitable. Simplemente con que cada uno pusiera su granito de arena y de cordura en su actitud hacia la naturaleza, conseguiríamos dar un gran paso hacia la mejora de nuestro entorno y el aprovechamiento de los recursos.
Está claro que no podemos controlar las actividades de muchos políticos, movidos exclusivamente por el dinero, que se dedican a autorizar construcciones en paraísos naturales o a destinar financiación a labores que nada tienen que ver con el cuidado del medio ambiente (ni con otras necesidades básicas como la educación o la investigación...). Seguro que conocéis más de un caso de hoteles, bloques de viviendas, puertos deportivos y otras construcciones de dudosa legalidad (sobre todo moral) que se han llevado a cabo destruyendo playas, dunas, lagunas y otros enclaves naturales de gran valor. Aún así, no deberíamos desfallecer y nuestro empeño por mantener lo que nos rodea tendría que prevalecer sobre las dañinas actuaciones de otros colectivos.
Tampoco está en nuestra mano controlar los fenómenos naturales que arrasan en ocasiones el ecosistema, sean terremotos, huracanes o erupciones volcánicas. Sin embargo, sí que podemos contribuir a ralentizar las consecuencias negativas del cambio climático minimizando la emisión de gases nocivos, por ejemplo. Más cercano incluso a nuestro día a día, consumir productos locales, apagar las luces que no estemos utilizando, cerrar el grifo cuando no utilicemos el agua, obtener nuestras facturas de forma electrónica o emplear el transporte público siempre que sea posible, son algunas formas de mejorar y conservar el medio ambiente.
Este año los principales actos que conmemoran el Día Mundial del Medio Ambiente se celebran en Brasil, uno de los países con más proyección económica y mayor desarrollo tecnológico y social en los últimos años. Con casi 200 millones de habitantes, es el quinto país más poblado del mundo y cuenta con 3,6 millones de km2. de selva amazónica, su gran joya natural. Desde hace tiempo sufre graves problemas en el entorno del Amazonas, debidos principalmente a la deforestación ilegal y al mercado negro de especies animales.
El tema de este año para la celebración lleva como título "Economía verde: ¿Te incluye a ti?". En términos generales, la economía verde es aquella en la que el empleo y el crecimiento económico se impulsa por inversiones públicas o privadas que reducen la contaminación, mejoran la eficiencia energética y de recursos y evitan la pérdida de biodiversidad. El programa de actividades de la ONU para este año intenta hacer hincapié en que, aunque no todo esté en nuestra mano, hay pequeñas cosas que nos incumben a todos los ciudadanos a la hora de mejorar el mundo. Recordemos por ejemplo las ventajas de separar y reciclar nuestra basura, algo que no nos supone apenas coste y que causa un enorme beneficio al medio ambiente.
Las fotos que ilustran este post las tomé hace unos días en un paseíto que nos dimos por la isla de Tenerife:
Foto 1: Punta de Teno.
Foto 2: Garachico.
Foto 3: Vista del Valle de La Orotava desde el mirador El Lance, en Icod el Alto.
viernes, 1 de junio de 2012
Sangre a borbotones
Hace unos meses una amiga me regaló algunos libros, de los que tenía que deshacerse por falta de espacio. Entre ellos se encontraba “Sangre a borbotones”, escrita por el asturiano Rafael Reig. Se trata de una novela negra desconocida para mí hasta entonces, pero cuyo argumento me pareció interesante. Al empezar a leerla me generó un poco de desconfianza, sentimiento que se convirtió en sorpresa al ir avanzando por sus páginas.
Mi primer pensamiento fue: “a este hombre se le va mucho la pinza”, pero a medida que seguía leyendo me iba gustando más y más lo que me encontraba.
“Sangre a borbotones” es una mezcla entre la novela negra al uso y la ciencia ficción, con grandes dosis de ironía, humor absurdo y un amplio repaso por varios géneros literarios. La acción transcurre en un futuro distópico en el que la ciudad de Madrid se encuentra anegada y los canales separan los barrios ricos de los menos agraciados. La industria genética ha ido avanzando y el idioma inglés ha ganado terreno en el país, pero el progreso no ha conseguido erradicar las diferencias sociales, el estigma de la drogadicción o las tendencias depresivas de la población.
*** Spoilers! ***
En este futuro con aires cyberpunk el detective privado Carlos Clot, aficionado al alcohol, divorciado y con una hija parapléjica a la que apenas ve, pasa sus días acometiendo casos de desapariciones y adulterios. Sus últimos trabajos están relacionados con tres mujeres: una adolescente drogadicta en paradero desconocido, una esposa que supuestamente engaña a su recto marido con el butanero y un personaje de ficción escapado de una novela del oeste. Pero Clot, se ve inmerso en una trama mucho más peligrosa de lo que cabría esperar: la compañía de investigaciones genéticas más importante del país, Chopeitia Genomics está detrás de esas desapariciones, lo que le obligará a caminar con pies de plomo para no sufrir ningún “accidente”.
*** Fin de Spoilers! ***
Tras la sorpresa inicial, la novela entra en una dinámica de situaciones inverosímiles que, sin embargo, encajan a la perfección en el ambiente general de la historia. Su prosa resulta absolutamente genial en algunas páginas, dejándose leer con mucha facilidad. Como no podía ser de otra forma, acabamos cogiendo cariño al personaje principal, el típico perdedor con buen fondo que se ve arrastrado por las circunstancias y siempre está a un paso de perder las riendas de su vida. Los momentos hilarantes se combinan con otros de profunda reflexión en un cóctel que funciona muy bien para mi gusto.
Rafael Reig escribió “Sangre a borbotones” en 2002 y con él obtuvo numerosos reconocimientos, llegando incluso a ser finalista de algún premio con la versión traducida al inglés de la novela. El autor tiene una amplia trayectoria como profesor universitario y como columnista en diversos periódicos. Además, mantiene también su interesante blog en el Centro de Estudios Literarios Hotel Kafka.
En definitiva, una obra muy recomendable para pasar un buen rato, diferente y llena de frescura. Y Rafael Reig un escritor muy a tener en cuenta.
Puntuación: 8 sobre 10.
Mi primer pensamiento fue: “a este hombre se le va mucho la pinza”, pero a medida que seguía leyendo me iba gustando más y más lo que me encontraba.
“Sangre a borbotones” es una mezcla entre la novela negra al uso y la ciencia ficción, con grandes dosis de ironía, humor absurdo y un amplio repaso por varios géneros literarios. La acción transcurre en un futuro distópico en el que la ciudad de Madrid se encuentra anegada y los canales separan los barrios ricos de los menos agraciados. La industria genética ha ido avanzando y el idioma inglés ha ganado terreno en el país, pero el progreso no ha conseguido erradicar las diferencias sociales, el estigma de la drogadicción o las tendencias depresivas de la población.
*** Spoilers! ***
En este futuro con aires cyberpunk el detective privado Carlos Clot, aficionado al alcohol, divorciado y con una hija parapléjica a la que apenas ve, pasa sus días acometiendo casos de desapariciones y adulterios. Sus últimos trabajos están relacionados con tres mujeres: una adolescente drogadicta en paradero desconocido, una esposa que supuestamente engaña a su recto marido con el butanero y un personaje de ficción escapado de una novela del oeste. Pero Clot, se ve inmerso en una trama mucho más peligrosa de lo que cabría esperar: la compañía de investigaciones genéticas más importante del país, Chopeitia Genomics está detrás de esas desapariciones, lo que le obligará a caminar con pies de plomo para no sufrir ningún “accidente”.
*** Fin de Spoilers! ***
Tras la sorpresa inicial, la novela entra en una dinámica de situaciones inverosímiles que, sin embargo, encajan a la perfección en el ambiente general de la historia. Su prosa resulta absolutamente genial en algunas páginas, dejándose leer con mucha facilidad. Como no podía ser de otra forma, acabamos cogiendo cariño al personaje principal, el típico perdedor con buen fondo que se ve arrastrado por las circunstancias y siempre está a un paso de perder las riendas de su vida. Los momentos hilarantes se combinan con otros de profunda reflexión en un cóctel que funciona muy bien para mi gusto.
Rafael Reig escribió “Sangre a borbotones” en 2002 y con él obtuvo numerosos reconocimientos, llegando incluso a ser finalista de algún premio con la versión traducida al inglés de la novela. El autor tiene una amplia trayectoria como profesor universitario y como columnista en diversos periódicos. Además, mantiene también su interesante blog en el Centro de Estudios Literarios Hotel Kafka.
En definitiva, una obra muy recomendable para pasar un buen rato, diferente y llena de frescura. Y Rafael Reig un escritor muy a tener en cuenta.
Puntuación: 8 sobre 10.