No, por una vez no hablo de las vacaciones en Londres (aún me queda un post por publicar, no cantéis victoria, jijiji), sino de una semana de vacaciones que termina hoy y que necesitaba como agua de mayo, nunca mejor dicho.
Este blog está reflejando mi ánimo general para cualquier cosa y mi trabajo lo agrava todo debido al cansancio físico que me causa. Vale, no me quejaré mucho más porque tengo trabajo y eso es un bien escaso en los tiempos que corren, pero pagaría por tener constantemente esta sensación de relax y desconexión que he vivido esta semana de vacaciones. Y eso a pesar de estar lesionada y de no poder hacer muchas de las cosas que me proponía.
En la parte positiva, he de decir que las lanas han vuelto a mí! No trabajar estos días ha supuesto una mejora física sustancial: el cansancio desapareció esta semana y el pinzamiento del nervio de mi mano derecha me ha dado tregua. La mano se me ha entumecido mucho menos estos días y eso me ha permitido ganchillar de nuevo. Con un pequeño empujoncito anímico por parte de algunas personas que me rodean he conseguido que los ozitos de amigurumi vuelvan a hacer acto de presencia.
En la parte negativa, un persistente dolor en un dedo del pie izquierdo se ha revelado finalmente como una fisura. Diez días de entablillado, inmovilización forzosa y reposo han evitado que pudiera acometer muchos de los proyectos pendientes para estas vacaciones. El dedo todavía no está bien pero hoy me toca reincorporarme al trabajo y confiar en que al menos no empeore la cosa.
En resumen?: cené con amigos, comí con amigos y tomé café y cervezas con amigos; leí todo lo que pude del "Sandman" de Neil Gaiman; vi capítulos de "Supernatural", "Game of Thrones" e "Inside nº9"; ganchillé ozitos de amigurumi; le hice fotos a River; dormí mucho; comí demasiado; perpetré dos bizcochos fallidos; compré gravilla para mi jardín vertical; cogí a bebés en brazos; compré libros; vi programas aleatorios de "Vender para comprar", "La casa de mis sueños", "Tu casa a juicio" y otros espacios de viviendas ideales; comí helado; Exseminarista Ye-ye me hizo sonreír y también me hizo reír; madrugué algunos días y remoloneé otros; escuché música; tuve momentos de plena satisfacción; planté verduras en mi granja virtual, recogí verduras en mi granja virtual; pasé frío y después calor; me apunté en varias ofertas de trabajo, leí otras ofertas que me dieron la risa; le hice mimos a River; hablé de periodismo con jóvenes periodistas; jugué partidas de Apalabrados; bebí Baileys; me partí de risa viendo de nuevo "Dragones y Mazmorras" en la tele; comí comida china; leí reportajes y documentos aleatorios; hablé con amigos y con conocidos del pasado y del futuro; hice varios regalos; tiré bolígrafos sin tinta; me reí mucho con algunas personas y me entristecí mucho con otras; sentí vértigo; reinicié el móvil; pensé en hacer cosas que luego no pude hacer; fui a que mi médico me dijera que no había que amputar, que sólo era una fisura y cojeé a ratos; me dejé el pelo suelto y luego me hice coletas; me dieron ganas de llorar pero en otros momentos me reí bastante; intenté poner la mente en blanco y casi lo consigo; vi capítulos repetidos de "Castle" y vi capítulos muy repetidos de "Castle"; hice café; me cagué en algunas cosas y personas; saqué los pantalones cortos del armario; planeé vacaciones irrealizables por ahora; me hice un análisis de sangre; vi los informativos de la tele con indignación y tristeza; jugué con River; fui al supermercado; rechacé dos placajes de "voluntarios" de ONGs por la calle; di besos y abrazos; comí lentejas fritas; conduje por la autopista del sur; miré sonriendo a Exseminarista Ye-ye antes de dormir; tomé ibuprofeno; hablé con mi familia por teléfono; me vendé el pie malo con resultados poco satisfactorios; canté en el coche; comí perritos calientes; compartí enlaces y fotos en Facebook, Twitter e Instagram; viví, entre otras muchas cosas.
En general, ha sido una semana agradable, con algún toque amargo, en la que he llegado a algunas conclusiones que no puedo compartir aquí pero que estarán presentes a partir de ahora en mi periplo vital. Queridos lillusianos, disfrutad de la vida y todo lo negativo que no podáis cambiar intentad que no os afecte tanto como para arrebataros la ilusión.