Pan de leche |
El caso es que tenía la panificadora un poquito abandonada. Las últimas veces que la usé, siguiendo recetas con las harinas panificables de Lidl y con otras harinas normales, los panes no salieron demasiado bien. Algunos quedaron húmedos y compactos, otros no subieron lo suficiente y otros no tenían un sabor demasiado rico. Experimentos aparte, noté que una de las palas de la máquina amasaba más rápido que la otra, así que los panes también quedaban desiguales de tamaño. El caso es que tras solucionar estos pormenores, ayer decidí sacar de nuevo la panificadora y probar con un pan dulce, que era lo que me apetecía.
Revisé las recetas del cuaderno que viene con la máquina y algunas más en mis libros de panadería y en internet. Al final me decidí a seguir una receta bastante tradicional de pan de leche, variando en pequeños detalles lo apuntado en el cuaderno de la panificadora. Mis ingredientes fueron 500 gramos de harina de fuerza blanca, 200 ml. de leche desnatada, 100 ml. de agua, 30 gramos de azúcar blanco, tres cucharadas de aceite de girasol (según la medida de la cuchara de la panificadora), un huevo batido ligeramente, una cucharada de sal, una cucharadita de levadura seca de panadería y una pizca de vainilla en polvo.
Añadí los ingredientes a la cubeta en el orden que se indica en las instrucciones (primero los líquidos y luego los sólidos, con la levadura en último lugar). El cambio más importante fue que yo usé aceite en lugar de mantequilla, que es lo que sugieren casi todas las recetas de pan de leche. La leche y el agua se añaden tibias, calentadas unos segundos en el microondas. Posteriormente coloqué la cubeta en su sitio y activé el programa 4 de la panificadora (Pan dulce), para un peso de 750 gramos y un tostado medio. El tiempo total de preparación es algo inferior a 3 horas.
Al final del último proceso de levado, justo antes del horneado, paré el programa durante unos minutos para sacar la masa de la cubeta y retirar las palas amasadoras. No lo había hecho nunca antes, pero la máquina lo permite y con eso se evitan los antiestéticos huecos que dejan las palas en la base del pan y que éste se rompa al quitarlas cuando está cocido. La masa era bastante pegajosa y tuve que enharinarme bastante las manos para poder manejarla. Finalmente lo conseguí aunque una parte de la masa se quedó irremediablemente pegada en el interior de la cubeta. Al darle de nuevo al "Start" el programa continúa exactamente donde se quedó, iniciando a los pocos minutos el horneado.
Finalizado el tiempo, desmoldé el pan y me quedé gratamente sorprendida con el resultado. No se bajó y, aunque quedó un poquito más tostado por los laterales, donde se había quedado más masa pegada, en general tenía un color muy agradable. La corteza estaba bastante compacta pero no dura y la miga blandita y esponjosa, cortándose perfectamente sin desmigajarse ni nada. En este momento ya estaba dudando de si el pan sabría a rayos, ya que todos los pasos anteriores habían pasado la evaluación con nota :P
Pero no, la prueba de degustación fue maravillosa también! El pan tiene un sabor suave, con un toque dulce muy bueno, muy cercano a los panes de leche que se pueden encontrar en las panaderías. Esta mañana he vuelto a comerme una rodaja y todavía estoy emocionada por lo bien que sabe. Será un perfecto desayuno o merienda con cualquier otro acompañamiento dulce o salado para los próximos días.
Corte del pan de leche |