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miércoles, 9 de diciembre de 2015

Madrid (III)

Casa de Cervantes, Barrio de las Letras
Nuestra tercera jornada madrileña tenía en agenda el Museo Arqueológico Nacional (MAN), aunque por la mañana habíamos concertado también una visita guiada gratuita a la casa de Lope de Vega, situada a unos pocos metros de nuestro hostal. El Barrio de las Letras de Madrid se caracteriza por haber sido cuna de algunas de las más importantes figuras de la literatura española, sobre todo de los siglos XVI y XVII. Entre ellos, Miguel de Cervantes, Quevedo, Góngora o Lope de Vega, nacieron o vivieron en alguna de las casas de la zona. 

Calle Quevedo, Barrio de las Letras
La casa-museo Lope de Vega está situada en el número 11 de la calle Cervantes. La vivienda se construyó en 1578 y, a pesar de que en todo este tiempo sufrió varias transformaciones y reformas, se conserva muy bien y muchas de sus estancias siguen siendo fieles a la disposición original. La vivienda cuenta con algunos enseres también originales de la familia y otros que son réplicas de objetos que formaban parte de la vida diaria del escritor y dramaturgo. Por ejemplo, los volúmenes del despacho de Lope de Vega proceden de la Biblioteca Nacional, fondos que nunca pertenecieron al autor pero que son de la misma época y de temática muy similar a los libros que podía tener realmente el escritor en su librería privada.

Fachada Casa-Museo Lope de Vega, Barrio de las Letras
El interior de la casa sólo se puede contemplar en una visita guiada gratuita, para la que sólo es necesario pedir cita, preferentemente con antelación. La visita dura una media hora y el guía te pone en situación en cada estancia, contando detalles y curiosidades tanto de los objetos del cuarto como del día a día del escritor. Durante la visita se permite realizar fotos siempre que sean sin flash para no dañar el mobiliario. 
  
Interior casa-museo Lope de Vega
El edificio de una planta tiene también un patio interior de libre acceso para los visitantes, con un huerto donde se supone que Lope de Vega se sentaba a meditar sobre su vida y su obra (aunque su vida sentimental fue bastante agitada por lo que dicen, así que dudo que la meditara mucho, jeje). En general, la visita guiada a todas las estancias disponibles es muy interesante y recomendable sobre todo para los amantes de la literatura española del Siglo de Oro.

Huerto casa-museo Lope de Vega
Tras esa primera parada, continuamos la ruta hacia nuestro siguiente destino. En el camino pasamos de nuevo por Cibeles y atravesamos el Paseo de Recoletos. He de decir que, durante este viaje, muchas veces he tenido la sensación de estar jugando una partida al Monopoly... :P Pasamos por la Plaza de Colón y por delante del precioso edificio de la Biblioteca Nacional, aunque no teníamos previsto visitarlo en esta ocasión por falta de tiempo. 

Biblioteca Nacional
Museo Arqueológico Nacional, allá vamos!
En la misma manzana se encuentra el Museo Arqueológico Nacional (MAN). Decidimos almorzar temprano en la misma cafetería anexa al museo, tras ver los menús y los precios, nada que ver con la comida del Café Prado. Por unos 10 euros por persona, te sirven dos platos, bebida, pan y postre. Yo comí de primero una ensalada de pasta inmensa, que hubiera servido perfectamente como plato único, y después un pescado en salsa verde. Exseminarista ye-ye eligió gazpacho y pollo a la coca-cola. Mi postre fue una macedonia de frutas y para él un café. Todo estaba bastante bueno y el personal de la cafetería fue muy agradable. La cafetería también tiene acceso desde el exterior, así que no es necesario estar en el museo para tomarse algo en ella.

Kylix de Medellín, MAN
La entrada al MAN cuesta 3,00 €, que se pagan con mucho gusto después del sablazo de los demás museos madrileños. La visita se inicia con las típicas salas dedicadas al origen de las especies, la prehistoria, piedras, flechas, restos de alfarería y otras piezas por las que hicimos un recorrido más o menos rápido. Hemos visitado ya bastantes museos de historia y arqueológicos y en casi todos las primeras salas se centran en estos vestigios de la creación humana, muy similares de unos países a otros. 

Conjunto funerario Dama de Baza, MAN
Avanzamos por varios milenios y nos situamos en el primero a.C, una época más interesante para la historia de España y de donde proceden algunos de los hallazgos arqueológicos más importantes. En esa franja se sitúan piezas como el Sacerdote de Cádiz, la Dama de Baza o la Dama de Elche, estas últimas procedentes de enterramientos localizados en diferentes excavaciones arqueológicas en esas localidades.

Dama de Elche, MAN
La Dama de Elche, uno de los valores más importantes del MAN, sorprende por su buena conservación. El busto de piedra caliza tiene unas facciones dulces y bien pulidas a pesar de haber soportado varios milenios de sepultura. Tuvimos la suerte de que el día que visitamos el museo no había mucha afluencia de público (tampoco es de los museos más masificados de la ciudad) y pudimos contemplar la figura con bastante detenimiento y hacer fotos con calma y sin obstáculos humanos.

Estatuas romanas, MAN
Continuamos la visita por las demás salas, con las piezas recuperadas del monumento de Pozo Moro en el patio central del edificio, algunas estatuas de origen romano, mosaicos, artesonados y distintos tesoros nacionales. Entre ellos, el denominado tesoro de Guarrazar y el Bote de Zamora son algunos de los más destacados. Como todo museo arqueológico que se precie, también tiene su parte egipcia, con sarcófagos y homenajes funerarios, así como cerámicas griegas, armas y otros objetos de distintas civilizaciones que tocaron de una u otra forma la Península Ibérica.

Bote de Zamora, MAN
Sala restos románicos, MAN
Sarcófago sacerdote Amenenhap, MAN
En general, todas las piezas están maravillosamente conservadas y tratadas, bien dispuestas en cada una de las salas y con su correspondiente información en español e inglés. Cierto es que en algunas habitaciones la iluminación era tan tenue para no dañar los restos que casi no se podían apreciar los detalles, pero aún así, la experiencia en este museo fue totalmente satisfactoria.

Arca de caudales alemana, MAN
La tienda del MAN ofrece lo mismo que las de todos los museos, réplicas de objetos que allí se exhiben en forma de bolsas, calendarios, tazas, puzzles o láminas, todo a un precio excesivo. Lo único que decidimos comprar fue un imán de nevera con la silueta de la Dama de Elche, que nos costó 2,90 € y que adorna ya nuestro electrodoméstico al lado de los recuerdos de otros viajes.

Puerta de Alcalá
Tras pasarnos casi cuatro horas en el Museo Arqueológico, volvimos hacia el hostal por la calle Serrano, pasando por la Puerta de Alcalá y la calle del mismo nombre. En nuestro corto paseo de vuelta descubrimos las fachadas de edificios emblemáticos de la capital, como el Cuartel General de la Armada o el de la Bolsa de Madrid.  

Por la noche nos esperaba una agradable velada con unos amigos (que también son familia) en la Plaza Nelson Mandela, de nuevo en Lavapiés, probando las delicias de la comida senegalesa. 

Cuartel General de la Armada
* (Haz click en las fotos para ampliar) 

** (continuará...)