Mi olla de cocción lenta Silvercrest |
La compra de esta olla en mi caso fue un arrebato. No había leído mucho sobre ella pero sí había comido alguna carne cocinada de esta forma, de textura y gusto exquisito, por lo que teniendo en cuenta que estaba a un precio más que ajustado (creo recordar que unos 26 euros) la metí en el carro sin pensarlo demasiado. Durante los primeros días me leí un poco desorientada el manual de instrucciones y las recetas recomendadas, dudando de si había sido una buena compra o debería devolverla.
Parte de mis dudas venían de que en casa somos solo dos y no comemos demasiada carne. La mayoría de los usuarios de las ollas lentas son expertos en cocinar recetas como cocido, manitas de cerdo, carrilleras, costillas o rabo de toro, platos que a nosotros no nos entusiasman por sus sabores fuertes y su textura gelatinosa. Sin embargo, vi que con ella también se podía preparar pollo, magro de cerdo y sobre todo legumbres, por lo que decidí darle una oportunidad.
La estrené en Navidad con un lomo de cerdo entero con manzana (la olla es grande, de 6 l.), y aunque la carne se rompió un poco al cortarla, el resultado fue espectacular. Lo único que hice previamente fue salpimentar la pieza de lomo entera y sellarla en una sartén antes de introducirla en la olla, sobre una cama de patatas, cebollas, zanahorias y manzanas, todo cortado en gajos grandes. No le puse agua, puesto que la carne suelta mucho jugo, pero sí un chorro generoso de aceite de oliva y unas cuantas especias. Todo estuvo unas 5 horas en la olla, las primeras 4 en potencia alta y la última hora en baja, sin destaparla en ningún momento. Me sorprendió especialmente que nada se deshizo en la olla, ni siquiera la manzana, y todos los ingredientes tenían una textura suave pero consistente.
Lomo con manzana |
Después de ese maravilloso resultado seguí haciendo pruebas, con pollo troceado, donde la carne se separaba del hueso tan fácil que daba gusto comerlo. También cociné pechugas de pavo enteras y solomillos de pollo con verduras, ambos riquísimos. Volví a probar la carne con cinta de lomo en rodajas y experimenté también con legumbres preparando unas alubias blancas con chorizo. Lo único que no me convenció fue un potaje de verduras, cuyos sabores estaban en efecto muy concentrados pero que creo que seguiré haciéndolo en olla normal o en olla express.
Lo importante de esta olla es que los ingredientes se cocinan a muy baja temperatura (menos de 100 ºC) por lo que se guardan todos los aromas y la olla puede estar desatendida durante todo el proceso. Normalmente se cocina sin agua o con muy poca, ya que la olla utiliza los jugos que van soltando los ingredientes y todo el vapor generado se une a esos jugos al no destaparse nunca el recipiente. Es raro que algo se queme ahí dentro puesto que no alcanza la temperatura necesaria para ello. La olla interior es de cerámica y hay que tener especial cuidado de dejarla enfriar del todo antes de lavarla para evitar cambios bruscos de temperatura que pudieran provocar grietas en el revestimiento.
Sobre lo que podemos cocinar con las slow cookers hay que tener en cuenta algunos detalles: no se pueden cocinar directamente en ella algunos productos, como alubias rojas, que requieren llegar a ebullición para eliminar la toxina natural que llevan. En ese caso es necesario darles un hervor previo a las alubias en otro recipiente y luego introducirlas en la olla. Otra cosa es que las salsas suelen quedar líquidas (el agua no se evapora al estar la olla siempre tapada) así que es importante no añadir mucha agua a la olla o espesar los líquidos de alguna forma al finalizar el proceso. Además, si no nos gusta la grasa de la carne es recomendable eliminarla de la pieza antes de introducirla en la olla, ya que sino se quedará visible al cocerse y con una textura no muy agradable para algunas personas. Esto también se puede solucionar dorando la carne en una sartén, por ejemplo, antes de meterla en la olla lenta para que la grasa se tueste un poco.
Alubias con chorizo |
Este post está ilustrado con algunas de las recetas que yo he probado y que para nuestro gusto han quedado muy bien (las fotos son malas porque sólo las iba a compartir con mi familia, no tenía pensado publicarlas), pero hay cientos de opciones en foros y páginas de internet. Aunque la gente prueba a hacer mil cosas en estas ollas, para mí por ejemplo no tiene mucho sentido hacer un bizcocho con cocción lenta, o un plato de pasta que requiere cocer la pasta aparte y saltear la carne y verduras antes de ponerlas en la olla. No me parece operativo dar tantos pasos, pero está claro que como utensilio de cocina cada uno lo puede adaptar a sus necesidades y aprovechar toda su funcionalidad.
Las ventajas principales para las familias grandes es que hay ollas como la mía de hasta 6 litros donde puedes cocinar un pollo entero perfectamente, piezas grandes de carne como de 2-3 kilos o lentejas para muchas raciones. También he visto que hay ollitas de otras marcas con menos capacidad, pero como tanto Exseminarista ye-ye como yo comemos de tupper toda la semana laboral no nos viene mal una olla grande para cocinar una vez y tener comidas en nevera para varios días o para congelar. En los próximos días probaré a hacer la receta del pulled pork, que aparece en todos los foros de slowcookers y ya me ha despertado curiosidad. Aunque nunca he sido fan de ese tipo de carne mechada a lo mejor me sorprende el resultado y me hago adicta, quién sabe!
* He de decir que ni Lidl, ni Silvercrest, ni Crockpot, ni ninguna otra marca me paga por hablar de su olla lenta y que si lo hago es porque el blog es mío y ya sabéis que aquí hablo de lo que quiero.
Pechuga de pollo entera con verduras |