Soy de las que piensa que el cine español no tiene éxito por varias razones, entre las que se encuentran la escasez de ideas y los temas recurrentes que ya a nadie entretienen (la postguerra, las tramas rurales...). Todo, por supuesto, tiene su excepción y dentro de lo de siempre hay grandes películas y entre lo novedoso hay también grandes basuras cinematográficas.
Antes de continuar (sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo) insisto en que para gustos, colores, y ésta es sólo mi propia versión española.
Ayer vi "Hipnos", una película del año 2004, del casi debutante David Carreras (atención, spoilers! no pongáis mucha atención en los links si aún no habéis visto alguna de estas películas y deseáis hacerlo, porque destripan un poquito). Hace ya algunos años que en España se trabaja con mucho más interés el género del thriller psicológico y el terror, con bastante retraso con respecto a la gigantesca industria estadounidense, pero realizando alguna que otra buena cinta. Dejando a un lado a Amenábar (desde mi punto de vista casi un visionario dentro de la cinematografía española), se han producido en nuestro país unas cuantas películas de terror con notables ideas y factura más que correcta.
Volviendo a "Hipnos", aunque algunos pasajes me recordaron de refilón a "Gothika", el desenlace me pareció original y la peli en general no me defraudó y mantuvo mi interés hasta el final. "Hipnos" sigue la estela en lo que a terror psicológico se refiere de películas como "Los sin nombre", de 1999, que en su momento me dejó francamente impactada.
Hasta aquel momento, en el cine español existían muchas comedias de enredo, muchos dramas costumbristas y algún que otro thriller con buenas intenciones, aparte del cine de Almodóvar, siempre por su propio camino. Pero "Los sin nombre" significó, al menos entre todo lo que yo había visionado hasta entonces, el comienzo de un nuevo tipo de cine, hecho en España pero que podía tener un origen más global.
Otra de las películas que, siguiendo la línea iniciada en EEUU, tomó el testigo del terror adolescente nacional fue "El arte de morir", dirigida por Álvaro Fernández-Armero en el 2000, que cuenta con muchos detractores pero que a mí me parece que tiene un mérito increible por atreverse a producir aquí lo que estábamos acostumbrados a consumir de fuera sin más planteamientos.
Y si lo que importamos tiene éxito, por qué no coger las bases, adaptarlo y producir nuestras propias tensiones terroríficas (los japoneses llevan años copiando y mejorando lo que hacen otros países y les va genial :P)
Todo lo expuesto en los párrafos anteriores no significa que me guste todo lo que se ha hecho en el género de terror español. La siguiente película de Jaume Balagueró tras "Los sin nombre", "Darkness", me pareció un aburrido "más de lo mismo", del que se salvaba con pinzas Fele Martínez (asiduo de producciones extrañas). En "Tuno Negro", a pesar de su elenco de estrellas entre las que también se encontraba el mencionado Fele Martínez, Silke o Maribel Verdú, todo se sucedía de una manera tan previsible que era imposible meterse en la película; y "Más de mil cámaras velan por tu seguridad" (2003) es, desde mi punto de vista, un despropósito de principio a fin que ni miedo da. Pero lo importante es intentarlo, hacer cosas diferentes y arriesgarse, porque igual que no funcionaron algunas en su momento, puede que en un futuro sean cintas de culto para determinados sectores de la sociedad y encuentren ahí su premio. O en una secuela de "Scary Movie", nunca se sabe.
quédome con "los sin nombre". iso si que é terror. o demais son xogos:) e creo que o cinema español pode facer un terror propio. non ten que importalo de fóra nin facer fotocopias. os ianquis fotocopian o xaponés e nós aos ianquis... en fin... a ver que nos depara o futuro! biquiños.)
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