Si a lo largo de mi vida he tenido pasión por algún deporte sin duda ha sido por el baloncesto. Con 12 años dedicaba mi paga semanal a comprar la revista "Gigantes del Basket", que creo que aún se edita, y que por entonces costaba 250 pesetas. Nunca he tenido ídolos pero sí tenía mis jugadores favoritos, mi cinco inicial que discutía con mis compañeros del instituto y un equipo al que seguía con entusiasmo: el F.C.Barcelona.
Pero ojo, sólo en baloncesto; nunca me ha gustado el fútbol ni me he sentido identificada con los colores blaugrana por razones ajenas a mi equipo favorito de basket.
Dentro del conjunto había un jugador que me gustaba especialmente: Juan Antonio San Epifanio, más conocido como Epi, que vestía siempre la camiseta con el número 15 y que se convirtió en el mejor baloncestista de la historia de España. Cuando yo empecé a ver partidos en la tele Epi estaba en su apogeo. Jugaba en la posición de alero, con su 1.98 de estatura, y era un jugador seguro, resolutivo y educado, algo que yo siempre he valorado en todos los ámbitos, también en el deportivo. Los aficionados siempre confiábamos en su "pisotón" en los lanzamientos de tiros libres, en los que tenía especial acierto.
Su carrera se desarrolló casi íntegramente en el Barcelona, coincidiendo en los años 80 con algunos de los mejores jugadores que hemos visto en la liga española: Audie Norris, Nacho Solozábal, Chicho Sibilio o Andrés Jiménez en su equipo y enfrentándose a otro de mis favoritos, Jordi Villacampa, a los hermanos Jofresa, todos ellos en las filas del Joventut de Badalona, y Chechu Biriukov o Antonio Martín en el Real Madrid, con mención especial de dos baloncestistas del equipo blanco de la época, tristemente desaparecidos en sendos accidentes de tráfico, Fernando Martín y Drazen Petrovic.
Por aquel entonces, la fiebre de la NBA todavía no había invadido nuestro entorno y el baloncesto bueno era el que conocíamos, el de aquí al lado, el de los de siempre. Con los años la escena del basket fue girando hacia Estados Unidos dejando bastante de lado una liga española que sufría a principios de los noventa una falta de cantera preocupante y veía con impotencia que sus grandes estrellas se acercaban a la retirada profesional. Fue más o menos por aquella época cuando fui dejando de ver baloncesto. Los nuevos jugadores no me fascinaban y los de siempre estaban dejando de jugar, todo ello unido a que mi ingreso en la Universidad me abrió horizontes nuevos y me obligó a dedicar mi tiempo a otros menesteres. No fue un cambio dramático, pero muchas veces he echado de menos aquellos partidos en los que me ponía de los nervios, donde los segundos parecían eternos y en los que lloraba de emoción ganara quien ganara. Todo ello tiene como recuerdo una carpeta para mi curso de 2º de B.U.P. forrada con fotografías de baloncestistas y con pelotas de basket recortadas de los números antiguos de la revista "Gigantes". En fin, esto ha sido todo en "la mirada nostálgica" de la semana, jaja :)
deportes... humm, prefírote cando falas de cinema e libros;) jeje... o meu deporte favorito é repousar:) bicos
ResponderEliminarAy brandelia, q de vez en cuando tb es weno hacer incursiones en otros capítulos y otros fotogramas :D A mí me gusta el deporte pero no el fanatismo del fútbol por ejemplo, o de los colores (todo el mundo sabe q pa gustos...). Además, desde q mi médico q mandó hacer algo de ejercicio tengo q familiarizarme tb con ese mundo XDDD
ResponderEliminarbezitos
Me acabo de llevar dos sorpresas. Una tu comentario. Seguiré tus consejos, pues sabes de que hablas has pasado por eso y además es un comentario positivo.
ResponderEliminarOtra gente me dice que no me fie de los extranjeros que solo nos utilizan para los papeles, etc. Sin duda me quedo con tus palabras, pero estando pendiente de esos ajustes.
Lo del baloncesto es la otra gran sorpresa. Y aún mayor. No conocía o por lo menos no me acuerdo de esa faceta. Coincido en que Epi fue un gran jugador, pero yo creo que si un jugador me ha hecho soñar e intentar imitarlo (yo jugue al baloncesto) fue Villacampa. Su elegancia y como se quedaba suspendido en el aire para sus triples, su forma de entrar a canasta y culminar con un mate eran increibles. De acuerdo Epi, es Epi sin duda, pero visualmente no resultaba tan estimulante a la hora de ejecutar las jugadas.
Para mi que tambien me he dejado un paston en la Gigantes, y que luego me he arrepentido años despues de tirar todos esos números con posters incluidos, porque ocupaban en casa. Pues para mi el equipo que me ha marcado es la seleccion de la Urss. Te sonarán Homicius, Walters, Marchulenis, Volkov, Thikonenko, Sabonis, Thachenko, Belosteni, etc. Verlos jugar contra Yugoslavia o Estados Unidos y que ganarán era la alegría de la semana.
Ah por cierto otro monstruo de la naturaleza para mi fue Audie Norris, tu que eres del barsa sabrás de quien hablo, y por supuesto sin desmerecer a Corney Thompson o Reginald Johnson.
Yo es que si no se notaba mucho aclarar que era verdinegro, de hecho hace unos años consegui por fin comprarme la camiseta de la penya.
En fin que por lo que veo tenemos más cosas en común de lo que pensaba. Besos desde la lluviosa Galicia
Sobrino, todos en el fondo tenemos más en común de lo q a veces nos parece :) Siempre es posible encontrar un punto de contacto, auunque sólo sea uno. En mi caso, cuando entré en la Universidad fui perdiendo poco a poco relación con el baloncesto y con la gente a la q le gustaba. Conocí personas con otros intereses y hacia ahí me desvié yo también, de ahí el hecho de q nunca hayamos comentado este aspecto. Creo también q entramos en una carrera en la q el gusto por el deporte estaba bastante mal visto; sólo recordar q en la asignatura de Xéneros Xornalísticos los de la sección de Deportes éramos unos apestados :D La gente tenía q ser culta (o al menos aparentarlo) y los deportes no entraban en esa consideración tan limitada para ellos de cultura. Ni q decir tiene q yo sí los incluyo, porque la cultura no sólo es admirar durante horas un cuadro q no entiendes y además no te gusta :P
ResponderEliminarSobre tu aventura personal sólo reafirmarme en q lo más bonito q tenemos es la posibilidad de vivir el momento q se nos presenta y aprovecharlo. Tenemos ya una edad en la q no se nos permiten las tonterías así q yo creo q lo único importante es ser feliz con lo q encontramos a nuestro paso y si el destino nos ayuda, mucho mejor. El único consejo q te puedo dar (si se puede llamar consejo) es q no te precipites en nada, q actúes con el corazón pero q pienses con la cabeza, q pa eso la tenemos :D
bezitos
Hola
ResponderEliminarDesde la primera vez que visité tu bitácora, me ha gustado tu forma de escribir. Creo que ya te lo he dicho. Pero la nostalgia que se adivina, y la forma de contar esto que has tenido me han encantado.
Muy bien :-).
Un saludo.
Juan.
P.D.: Sospechaba que el motivo de tu traslado a Canarias era ese ;-).
Juan, gracias por tu comentario :) Intento ser siempre sincera en cada post y mostrarme, dentro de lo posible, tal y como soy. Las cosas q nos gustan o nos han hecho felices alguna vez son las q realmente importan, no? Y de eso intento q vaya este blog... además de transcribir mis pensamientos para evitar q se me olviden, claro :P
ResponderEliminarJajaja sobre lo de mi vida en Canarias... pos sip, el amor manda algunas veces y no me arrepiento de vivir aquí porque estoy con quien quiero estar. Eso no quita q la nostalgia de mi tierra me invada bastante a menudo y q nadie entienda q de vez en cuando rompas a llorar porque tu familia está lejos. Es lo malo q tiene dividir los afectos con distancia: estás bien pero... :) Supongo q cualquier emigrante sabe de lo q hablo y hasta los más desapegados han sentido alguna vez esa soledad.
saluditos
Marta es cierto y acertado creo que el 99´9% de lo que dices y no digo el 100% porque me imagino que te pasará lo mismo que a mi. No pongo que tus comentarios sean perfectos porque huyo de la perfección. La perfección y lo previsible, no tienen un encanto o estética que me apasione.
ResponderEliminarMe recordaste que yo también estuve en esa sección de deportes de xéneros xornalísticos, ya ni me acordaba, ja,ja.
Lo bonito es poder disfrutar de los deportes, de la cultura y de lo que aparezca por el camino, y asumir sin complejos que si algo no te gusta no pasa nada.
Es lo que hago yo con la música y la literatura, busco aquello que me llama por uno u otro motivo, no lo que esta clasificado como imprescindible o clásico, me tiene que gustar.
Y digo a quien sea sin complejos que Manuel Darriba me parece mejor que Neruda, y lo mismo con un grupo o cantante. No me tiene que conmover e impactar lo que otros me digan, sino aquello que a mi me diga algo. Por eso creo que aciertas en todo. Lo de los consejos que me das me han encantado, ah y a Raisa también.
Oye y por último gracias, porque por haberte escrito, me he ganado un visitante.
Gracias Juan por la visita, y por tu consejo tambien 99´9% de acierto en el mismo.
Un saludo