Hace ya unos años que Nicole Kidman se convirtió en una de mis actrices favoritas. Además de parecerme una mujer preciosa me sorprende su capacidad para elegir sus trabajos atendiendo a los criterios de variedad, profundidad y creatividad y no a los meramente económicos. Para mí es una de las actrices más creíbles y versátiles, como demuestra su ya extensa filmografía y su Oscar obtenido en 2003 por su papel de Virginia Woolf en "Las horas".
Aunque "Las mujeres perfectas" pueda parecer a primera vista una película mediocre, la verdad es que hace gala de una interesante crítica social y un planteamiento más serio de lo que se puede esperar en un principio. Por si acaso, spoilers!.
Recordemos que la película es un remake de la cinta de 1975 "The Stepford Wives", traducida en España como "Poseídas", y que se inclinaba más hacia el cine de terror y ciencia ficción que hacia el toque de comedia negra que el director Frank Oz ha dado a su actual versión, realizada en 2004. Ambas películas están basadas en una novela de Ira Levin, uno de los escritores más adaptados al cine con títulos tan destacados como "Los niños del Brasil", "La semilla del Diablo" o "Bésame antes de morir", entre otros.
El argumento central del film narra la vida de varios matrimonios en la pequeña ciudad de Stepford, donde las esposas se han convertido en fieles apoyos de sus maridos, perfectas madres y amas de casa, que velan por la armonía, la tranquilidad y la estabilidad de sus familias. Nada extraño si no fuera porque ninguna mujer que no acepte esas condiciones parece ser bien aceptada en Stepford. Hasta allí se traslada el matrimonio formado por Nicole Kidman y Matthew Broderick con la intención de alejarse del estrés de la gran ciudad y proporcionar nuevas perspectivas a su vida tambaleante como pareja. Pero Joanna, mujer independiente y trabajadora, no comparte los intereses de las otras mujeres de Stepford y llega a la conclusión de que tanta perfección no es posible en ningún ser humano. Las investigaciones del joven matrimonio consiguen desvelar el plan urdido por una eminente doctora que, harta de que su vida laboral no le dejara espacio para el disfrute, decidió crear en Stepford un pueblo en el que lo principal fuera el bienestar aún a riesgo de anular la voluntad.
Interesante planteamiento: mujeres controladas por un mando a distancia, como si fueran un electrodoméstico, que son totalmente perfectas, satisfacen a sus maridos, son fieles, están siempre con la sonrisa en la cara, siempre arregladas, siempre dispuestas y jamás discuten. Sería algo realmente perfecto si ellas estuvieran de acuerdo en esa actitud y no les fuera impuesta. Pensemos en la cantidad de parejas que darían lo que fuera por controlar a su cónyuge, que éste estuviera dispuesto a hacer siempre lo que nos apeteciera, que se encargara de todas las tareas del hogar sin errores ni olvidos y que, aún encima, estuviera siempre guapa, y lo mismo aplicado a un hombre (no es cuestión aquí de machismos estúpidos ni feminismos exagerados). He de admitir que me seduce bastante la idea. La perfección es algo ansiado por unos cuantos mortales (entre los que me incluyo, todos tenemos defectos) y todo error debe ser así eliminado de nuestra vida diaria para dar paso a la tranquilidad y la estabilidad. No es precisamente eso a lo que todos aspiramos? Pues por suerte no :P
Creo que a mí me funcionaría la actitud Stepford pero me jodería no ser dueña de mis actos y que un mando electrónico me programara; si algo tenemos en esta vida que es realmente nuestro es la capacidad para tomar decisiones y actuar en consecuencia. De todos modos, puede que mi acercamiento a la cocina en general, y a la repostería en particular, tenga algo que ver con la necesidad de huir del estrés que, con mayor o menor acierto, se plantea en "Las mujeres perfectas". En definitiva es una Interesante película para pasar un rato agradable, aprender a conocer a los demás y aceptarlos como son y meditar un poco sobre el sentido de la vida (los Monty Python otro día :P).
coincido contigo en que kidman ten unha presenza intensa e adoita transmitila aos papeis que fai. a min gustoume moito en "a vida mancha" e tamén en "as horas". unha apertísima dende un santiago no que a choiva se converteu en algo que xa ven pegado a ti dende que te ergues ata que te deitas. e menos mal que non hai pingueiras na cama!:)
ResponderEliminarCon lo poco q me gustaba a mí la lluvia ahí y aquí a veces la echo un poco de menos (pero poquito).
ResponderEliminarYo todavía tengo pendientes un par de pelis suyas, entre ellas "Las horas", a ver si la veo pronto y la comento por aquí.
bezitos