Días contados

Vi la película “Días contados” cuando se estrenó, allá por 1995, y me pareció fantástica. Acabo de terminar de leer el libro de Juan Madrid en el que se basó la cinta así que decidí revisarla y ver si mis impresiones habían cambiado. Pero no; la película me sigue pareciendo sobresaliente. Aunque no ocurre en muchas ocasiones, en este caso el guión cinematográfico supera con creces a la novela original, aportando un montón de matices sobre el libro.

El escritor es un periodista experto en novela negra (guionista de la famosa serie policíaca de RTVE “Brigada Central”) que descubre muy bien la sordidez de los últimos años de la movida madrileña, el despertar tras los excesos de la década de los 80 y el libertinaje ahogado por el cambio. Sin embargo, el toque de thriller que tiene la película lo añadió Uribe a una historia que, desde el libro, no salía de las cuatro paredes del mundo cutre que relataba.

El texto de Juan Madrid ofrece una visión sucia de la capital en los primeros años noventa, con una serie de personajes atrapados por la droga y la prostitución y sin ser todavía conscientes de que tienen los “días contados”. La película capta la esencia de este mosaico humano y añade la presencia de un comando terrorista, que en el libro no aparece. Se pretende así contar una historia de amor al filo de lo imposible, entre dos personas que viven en mundos diametralmente opuestos pero en los que ambos se sienten perdidos y fuera de lugar.

He leído algunas críticas que opinan que la película está mal contada porque deja a los terroristas como buenos y a los yonkis, las putas y los policías como malos. Bien, yo creo en primer lugar que la historia no pretende juzgar a unos o a otros por lo que hacen, sino por lo que sienten. El personaje de Antonio, que interpreta genialmente Carmelo Gómez, es un miembro activo de ETA que se hace pasar por fotógrafo, profesión a la que se dedica realmente su homónimo en la novela. Vive con frustración el final de una etapa de ideales y la incapacidad de llevar una vida normal, sentimiento que se acentúa al enamorarse de su vecina Charo (Ruth Gabriel), drogadicta que malvive prostituyéndose pero que mantiene una inocencia infantil que cautiva a Antonio.

A pesar de las críticas que recibió, “Días contados” fue galardonada con 9 Goyas y algunas otras distinciones que premiaban especialmente al excelente reparto de la cinta (además de los ya citados, Javier Bardem, Candela Peña, Pepón Nieto, Elvira Mínguez o Karra Elejalde, entre otros). Los tres primeros interpretan fielmente a sus homónimos de la novela, puesto que esa parte del guión se extrajo con exactitud de la obra de Juan Madrid.

Personalmente, y también a pesar de todas esas críticas negativas, Imanol Uribe me parece un director muy comprometido que no necesita hacer un documental para contar nada, y me refiero sobre todo a los comentarios que afirmaban que la imagen que daba de la banda terrorista ETA no correspondían con la realidad. Yo no creo que Uribe haya pretendido en absoluto hacer un reportaje sobre el conflicto terrorista en esta película, sino más bien mostrar una cruda historia de amores y deseos que, desde mi punto de vista, está muy bien resuelta y nos regala uno de los finales más impactantes del cine español de los últimos años.