Cocina: Macarrones con atún y piña

Volviendo hoy a mi pasión por la pasta, decidí mezclar algunos de mis ingredientes preferidos y probar suerte. Al final, resultó un exótico plato muy sabroso, fácil y rápido de preparar, que no requiere de la elaboración de ninguna salsa.

En primer lugar elegí espirales de colores (normalmente con espinacas, tomate y zanahoria en su composición y en mi caso de la marca Spar), y las cocí de la forma tradicional, para luego escurrirlas y devolverlas a la olla. Una vez de vuelta en la cazuela se les añade el atún, preferentemente al natural escurriéndole el agua o, en su defecto, atún en aceite de oliva, que siempre tendrá menos grasa que el conservado en otros aceites. Se remueve la mezcla y se les añade la piña al natural en rodajas troceándola al gusto con unas tijeras. Yo uso trozos pequeños de piña y deshago bastante el atún, pero cada uno puede ponerlo como prefiera.

Incorporados todos los ingredientes, aderezamos abundantemente con albahaca y orégano, lo que le dará un toque buenísimo. Si no os gustan tanto esos sabores le echáis menos cantidad o probáis con otras especias; quizás descubráis nuevos sabores que os convencen más! Para que los macarrones no queden demasiado pegados yo les añado todo el jugo de la lata de piña, pero si aún os gustan más sueltos podéis echar también un chorrito de aceite de oliva y remover bien. Si podéis conseguir piña fresca seguro que incluso queda mejor que con la de lata.

Antes de consumirlos es recomendable darle un par de vueltas al fuego, puesto que tanto el atún como la piña estarán a temperatura ambiente y enfriarán la mezcla. Yo no he probado a consumirlos fríos como ensalada, pero a lo mejor también están ricos así. En total, la preparación del plato no llega a los 20 minutos, así que no hay excusas para no cocinar ni comer sano. Guten appetit!