Hace muchos años leí esta famosa novela y recordaba que me había gustado mucho. Revisada hoy, ya no me dice lo mismo que en su primera lectura, con otra edad y otra situación, sin encontrar signos de identificación entre su protagonista y mi persona actual. Sin embargo, "El guardián entre el centeno", de J.D.Salinger, es una obra de lectura obligada para los adolescentes en muchos colegios americanos. (Spoilers!).
El protagonista, Holden Cauldfield, es un chico de 16 años recién expulsado de un colegio privado del que no parecía gustarle absolutamente nada. Narra desde lo que se intuye como un centro psiquiátrico su salida del colegio y sus deambulaciones por las calles de Nueva York antes de regresar a su casa. Holden muestra resentimiento y desprecio por casi todo el mundo, sin conseguir huir sin embargo de la misma monótona y ridícula existencia que envuelve a sus conocidos. Desea hacer algo grande pero no tiene valor más que para imaginarlo.
Marcado por la temprana muerte de su hermano Allie, cuando tenía apenas 13 años, Holden admira a su otro hermano mayor por su seguridad y a su hermana pequeña por su inocencia y espontaneidad, dejando ver en todo momento una especie de complejo de inferioridad ante ellos que le limita para hacer una vida normal e independiente. Precisamente la inocencia infantil es un aspecto recurrente en ésta y otras obras de Salinger. El título "El guardián entre el centeno" proviene precisamente de un poema en el que un guardián evita que los niños caigan por un precipicio, actividad que le gustaría desarrollar al protagonista para que ningún crío sufra lo que él está pasando en su tránsito a la vida adulta.
Al contar su historia es consciente del escaso sentido de muchas de sus actitudes, pero aún así continúa con ellas sin intentar dar un giro positivo a su vida. Es pesimista, depresivo, maniático y neurótico, pero aún así posee una notable inteligencia que le permite analizar las situaciones que le rodean desde un punto de vista adulto y sarcástico. Este hecho no le evita sin embargo caer frecuentemente en el lado infantil de sus 16 años, inconsciente e ilógico, y en la confusión que genera su traumática adolescencia.
Leído hoy, "El guardián entre el centeno" conserva una forma bastante moderna y rompedora, por la que en la época de su publicación en 1951 fue ampliamente criticado. El uso de lenguaje soez y sus abiertas referencias al mundo de la prostitución o las drogas consiguieron que fuera uno de los libros más prohibidos del momento, considerado por muchos como instigador de la rebeldía adolescente y máximo exponente de la desesperanza propia de la "generación perdida" a la que pertenece su autor. El fondo de la novela sin embargo ya no tiene demasiado interés para mí hoy por hoy, puesto que es una historia que, observada desde la barrera, no te ofrece lo mismo que cuando te implicas con el personaje, sus dudas y sus miedos.
Es una novela de fácil lectura, con capítulos cortos y lenguaje accesible a su público objetivo, por lo que todos los adolescentes deberían leerlo para ver qué sacan en claro. No le da demasiada publicidad positiva el hecho de que fuera el libro de cabecera del asesino de John Lennon o que el que atentó contra Reagan también estuviera obsesionado con esta narración, pero precisamente por ello es conveniente leerlo y entender qué clase de violencia contra el mundo se oculta tras la actitud derrotista y pasota de Holden Cauldfield.
[...] Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. [...]
To también lo leí hace tiempo y no ví por qué tanta fama... Supongo que en el momento que se escribió fue revolucionario por el lenguaje y la narrativa, pero a mi no me dijo nada.
ResponderEliminarAngus, estoy de acuerdo. Posiblemente para la juventud de hace 40 ó 50 años el libro significaba una auténtica revolución. Hoy por hoy ya no es para tanto y menos cuando lo lees 15 años después de los años con los que se debería leer XD
ResponderEliminarsaluditos!
Pues yo lo acabé hoy y pensé "A ver que dice la Lillu" :) A mí me encantó. No sé realmente porqué pero me parece un protagonista muy interesante. Es un chico muy especial al que todo le parece horroroso o graciosísimo pero, como dices, muy inteligente. No creo que su fama, la del libro, tenga que ver con el mundo que describe sino más bien con el personaje en sí, con Holden.
ResponderEliminarAbisal, gracias por la confianza! jeje. El personaje de Holden supongo que es una pequeña amalgama de muchos jóvenes, con una madurez intelectual digna de un adulto pero unas inseguridades propias de la edad adolescente. Aunque, como digo en el post, la segunda lectura no me entusiasmó tanto como la primera, hay que reconocer que es una novela totalmente imprescindible y que no te deja indiferente.
ResponderEliminarsaluditos!
Acabo de leerlo y coincido contigo en que no he conectado enteramente con Holden por motivos de edad, pero sí que me parece admirable la capacidad de Salinger de ser capaz de hacernos entender la errática conducta del protagonista, comprender su rebeldía y hasta cierto punto sus reacciones, como se describe la adolescencia como un continuo "todo o nada", esos giros de 180 grados, esa violencia injustificada frente a la ternura cuando está con su hermana, de lo mejor del libro los diálogos entre ambos. Pese a no empatizar enteramente con Holden sí me ha parecido de las mejores lecturas que he podido disfrutar últimamente.
ResponderEliminarAla, me voy a escribir algún post al respecto (o no, ya se verá cómo sale)
Saludos