En casa solemos ver mucho tenis. Es uno de los deportes que más nos entretienen y por suerte en los últimos años hay muchos representantes españoles en los puestos más altos del Ranking ATP, lo que beneficia mucho a las retransmisiones de los partidos y la cobertura informativa de los torneos. Aparte de Rafa Nadal, del que ya hablé hace algún tiempo, entre los nacionales hay un jugador con el que disfrutamos especialmente: David Ferrer.
Ferrer es un alicantino de 26 años que se ha convertido por méritos propios en uno de los jugadores más temidos del circuito, sobre todo por sus potentes restos y su increíble capacidad de lucha. Actualmente es el número 5 del mundo, aunque consiguió situarse en el cuarto puesto durante algunas semanas y el año pasado alcanzó incluso la final del Masters de Shanghai con los ocho mejores tenistas del ranking, en la que perdió contra el todopoderoso Roger Federer.
El juego de David Ferrer, "Ferru" para sus amigos y seguidores, se caracteriza por un saque bastante potente y buenos golpes de fondo, todo ayudado por unos reflejos y una velocidad prodigiosa. Su juego vistoso hace que el público disfrute enormemente en sus encuentros y agradezcan la entrega que no se ve en otros deportistas. Quizás el punto más débil de Ferrer sea en ocasiones, y como les ocurre a muchos tenistas, la mente. La fortaleza mental para superar los momentos difíciles, recuperarse de un resultado adverso o dar la vuelta a un partido sigue siendo el talón de aquiles de gran parte de los tenistas en el circuito ATP, algo en lo que Rafa Nadal sí destaca por encima de todos los demás. Ferrer tiende a cabrearse consigo mismo y desconcentrarse más de lo necesario, costándole a veces demasiado volver al partido.
Son típicas también en Ferru las parrafadas consigo mismo que en muchas pistas se escuchan a través de los micrófonos de ambiente. En algunos partidos se insulta, se recrimina no haber dado éste o aquel golpe, muerde las camisetas y las toallas y a veces termina pagándola con la raqueta. "David, no tienes ni puta idea! Ni puta idea!" a grito pelado es lo más suave que se dedica cuando lleva una mala racha de golpes. Supongo que formará parte de una estrategia de ánimo para obligarse a mejorar cada día y, a pesar de esta agresividad en la pista, tiene fama de ser una buenísima persona y todo el mundo lo quiere en el entorno del tenis.
Otro de los puntos a favor de Ferrer es su página web, en la que él mismo se dirige a sus seguidores a través del foro. Allí cuenta sus impresiones de los partidos que juega e informa a sus fans de sus próximos torneos, algo que todos los aficionados valoran muchísimo; no es tan habitual que un deportista de élite mantenga esa cercanía con su público. Su grupo de incondicionales es bastante numeroso y le apoya en todo momento, confiando siempre en él y en su juego. Más que nunca se cumple la máxima de que para recibir también hay que dar, no como otros deportistas profesionales que se piensan que por el hecho de serlo ya deben ser admirados, aunque no den nada ni fuera ni dentro de las pistas.
Creo que es uno de los deportistas españoles más prometedores y a la vez más ninguneados por los medios. Es el quinto del mundo y se le dan poquísima bola.
ResponderEliminarUn abrazo!
Cierto, Rubenvike, aunque estando ahí Nadal y su poder mediático lo tiene más difícil aún. Ojalá se le diera un poco más de publicidad al trabajo de otros deportistas (y ya de paso otros deportes) más allá de los que siempre están en primera plana.
ResponderEliminarsaluditos!