La red social

Ésta es la última película que me queda por reseñar de las que vi justo antes de la entrega de los Oscar de este año. Sí, voy con cierto retraso, lo sé, pero es lo que tiene no haberme actualizado aún a la versión premium de días de 36 horas… :P Lo mejor de “La red social” es una buena dirección de David Fincher, un interesante montaje y una fotografía correcta. Lo peor, la cara de pánfilo del protagonista principal, Jesse Eisenberg, que me molestó de principio a fin, y un desarrollo de guión que a ratos parece avanzar a trompicones a lo largo del film.

Esperaba una película mucho más entretenida, pero por momentos, sobre todo al principio, me pareció encontrarme en la típica producción de hackers ochentera: los informáticos teclean a velocidad de vértigo (yo supero las 400 ppm. y no he tecleado así en mi vida), aparecen líneas de código sin sentido que no hacen más que aportar confusión al espectador y se suceden rapidísimos diálogos (más bien ataques de verborrea) con profusión de términos técnicos que incluso a los informáticos reales les costaría ensamblar con sentido en una sola frase. Todo eso hace que mi mente quiera desconectarse de la película mientras tienen lugar esas escenas. Y eso que yo soy usuaria de Facebook y me interesaba el tema, que si no llego a serlo creo que me hubiera aburrido bastante más.

La película empieza bien, con una escena muy prometedora y rodada magistralmente, pero a partir de ahí aparecen detalles que me van incomodando el visionado. La empatía con el protagonista (con cualquier personaje realmente) es cero por mi parte, así que desde el principio no consigo vivir la historia. Es cierto que no me tiene que caer especialmente bien un personaje tan cretino como Mark Zuckerberg, pero el hecho de que tampoco me caiga mal, sino que me dé exactamente igual lo que le ocurra a él y a su constante cara de estreñido, pues ya me preocupa. He de decir que la interpretación de Justin Timberlake me parece genial, pero no tiene suficiente peso para salvar la sensación general de que me importa bastante poco quién tenga la razón en esa batalla por los derechos ideológicos de Facebook. Las actitudes arbitrarias de los protagonistas tampoco ayudan a mejorar esas sensaciones.

Entiendo lo que plantea “La red social” y la manera de contarlo, el juego de poder, la cantidad disparatada de dinero que se mueve, pero no me engancha en absoluto ni consigo posicionarme ante lo que veo. Y me siento fatal por ello, por lo que disfruto poquísimo una película que debería haberme llegado mucho más. En todo momento espero a que suceda algo más, un giro en la historia que me sumerja de lleno en los acontecimientos y me salve de la apatía que me domina con respecto al film, pero nada distinto a lo esperado sucede. La película termina coja, como si le faltara justamente el metraje donde se encuentra lo más importante.

Está claro que esta misma historia en manos de otro director que no fuera David Fincher no habría tenido ninguna repercusión. El realizador tiene el mérito de tejer de nuevo un drama de juicios con cierto interés y utilizar recursos como los flashbacks con acierto, pero de ahí a considerarla la película del año, como se dijo en su momento, creo que va un trecho. Me gustó muchísimo más "Zodiac", siendo una película supuestamente más lenta y con menor aliciente de actualidad.

"La red social (The Social Network)" ganó los Oscar dedicados a montaje, banda sonora (fantástica, a cargo de Trent Reznor y Atticus Ross) y al guión de Aaron Sorkin. Éste último está basado en un libro de Ben Mezrich, escritor especializado en las aventuras de jovencitos millonarios carentes de humildad y ansiosos por demostrar su supremacía al resto del mundo. Aunque todos los premios me parecen muy merecidos, a mí el film no me acabó de convencer.

Puntuación: 6 sobre 10.