El pasado sábado asistí por primera vez a un concierto del festival Keroxen’11, que se organiza en el Espacio Cultural El Tanque en Santa Cruz de Tenerife. Esta innovadora propuesta musical nos acercó las actuaciones del canario Diego Hernández, con un sonido intimista, el sorprendente espectáculo de los barceloneses Za!, y los sevillanos Pony Bravo, que hicieron las delicias de un público totalmente entregado a sus ritmos y sus letras trabajadas a la par que desenfadadas.
La verdad es que El Tanque es un lugar extraño. Se trata de un antiguo tanque de petróleo reconvertido en sala de conciertos, arte y otras expresiones culturales hace más de una década. Resulta un poco claustrofóbico a pesar de su imponente amplitud y su escasa iluminación tampoco ayuda a crear un ambiente cálido y relajado. Los técnicos de sonido se quejan también del exceso de reverberación del local pero, aún así, los artistas disponen de una libertad creativa y una cercanía con el público de la que rara vez se puede disfrutar. La empatía y el derroche de creatividad hacen que olvides que estás dentro de un bidón de gasolina gigante.
El Keroxen es un festival que nació en 2009 con el objetivo de animar la escena artística y sobre todo musical de Santa Cruz, una ciudad bastante apática en lo que a expresión cultural se refiere (ésta es una impresión totalmente subjetiva, que conste). Para ello se programaron actuaciones durante seis fines de semana consecutivos, entre septiembre y noviembre, que incluían música, performances, teatro, danza y otras actividades. El éxito fue arrollador y el año pasado volvió a celebrarse con igual acogida. Este año, en su tercera edición, habrá más de 50 artistas invitados, muchos de los cuales repiten asistencia, lo que puede dar una idea de la satisfacción que produce actuar en este particular evento.
El sábado la propuesta comenzó con una actuación de danza moderna a cargo de Javier Ferrer, apoyada por el montaje visual de Simone Marín y Dea Woon. No es que me entusiasmara, la verdad, aunque también es cierto que esta clase de expresiones artísticas no suelen captar mi interés. Los conciertos empezaron después con Diego Hernández & Small Times. El vocalista del grupo Keiko y guitarrista en Pachumba ofreció unos cuantos temas intimistas, envolventes, que me gustaron bastante, enmarcados en su último proyecto al margen de sus bandas. Además, regaló discos al final del concierto, algo indicador de la calidad de un artista cuyo mayor interés es transmitir con su música.
Tras esa relajación invadieron el tanque los Za!, un dúo con un espectáculo innovador, diferente y con una fuerza impresionante. Spazzfrica Ehd y Papa Dupau trabajan con pedales de grabación y componen sus piezas a base de ritmos eclécticos, donde encaja desde la batería o la guitarra eléctrica hasta los teclados, una trompeta o cualquier interpretación vocal. Son unos músicos impresionantes, ambos multiinstrumentistas, con una compenetración brutal y además con unas ganas increíbles de darlo todo. Mezclan jazz con sonidos africanos, música electrónica, noise, rock psicodélico y ciertos toques de improvisación bien estudiada, para configurar una coctelera musical que genera, como ellos mismos señalan, un alto nivel de extrañeza entre los espectadores. Su directo es francamente espectacular.
Al final de la noche aparecieron en el centro del tanque los Pony Bravo, que interpretaron temas de sus dos discos y encendieron al público con sus letras irreverentes, su genial sonido y su buen hacer. En varios momentos de la actuación solicitaron la presencia de sus colegas de Za!, con los que ya habían trabajado en algunas grabaciones, y que aportaron su particular talento a las canciones de los sevillanos. Allí sonaron entre otras “La voz del hacha”, “El rayo”, la divertida “Noche de setas”, “La rave de Dios”, que creó un auténtico desmelene en la sala, con el público bailando en torno al escenario, o “China da miedo”, con la que se cerró el intenso concierto.
Lo mejor del Keroxen’11 es la originalidad de esta propuesta gratuita (en la que además se repartió pata asada a los asistentes e incluso botellas de agua para soportar el intenso calor de la sala sin deshidratarse) y la gran calidad de los invitados; en la parte negativa, el retraso con el que se iniciaron las actuaciones y la incomodidad absoluta de los asientos, garrafas de gasolina recicladas y adaptadas para tal menester, que resultaron ser destroza-espaldas en toda regla. Mucho mejor estar de pie, sin duda. Todos los músicos sonaron además fantásticos, algo a valorar en un entorno con una acústica más bien floja.
Aunque yo no conocía a ninguno de los artistas hasta unos días antes del concierto, he de agradecer la insistencia de Exseminarista ye-ye, machacándome con los temas de Pony Bravo día sí, día también hasta que caí rendida XD Me enganché cosa mala escuchando especialmente el psicotrópico “Noche de setas”, con el que os dejo esta semana.
Aquí el enlace de la canción en Spotify.
Me ha llamado mucho la atención ese local Tanque. Aquí en Yecla hay contenedores enormes muy parecidos que contienen vino. No me imagino que se rehabiliten algún día para otra cosa, pero original iba a quedar un rato.
ResponderEliminarNo es lo mismo "esta actuación sesuda" que "se suda en esta actuación" :p
Oye, me alegro de haber insistido visto lo que te gustó. Coincido plenamente en la incomodidad de las garrafas-asiento y de la falta de ventilación del recinto, bien podrían invertir en un buen sistema de purificación o renovación más que sea del aire, la verdad. Por lo demás, coincido también en lo que me gustaron los conciertos.
ResponderEliminarVenga, saludos y eso.
JuanRa pues si lo acondicionan bien, seguro que quedaría innovador, sin duda :D
ResponderEliminarExseminarista ye-ye lo peor sin duda el calor sofocante y el dolor de espalda que nos llevamos todos para casa, jeje. Lo mejor, como digo, las geniales actuaciones y la inmejorable compañía :D
saluditos!
Todas estas iniciativas me parecen estupendas y creo que son necesarias para demostrar que a los jóvenes también les interesa la cultura y el arte.
ResponderEliminarNocivo, a los jóvenes y a los no tan jóvenes, que desgraciadamente yo ya me encuentro en el sector de la mediana edad :P
ResponderEliminarsaluditos!