Tomé la receta de aquí y, por una vez, intenté mantenerme lo más fiel posible a los ingredientes y cantidades estipuladas. Como en el enlace podéis ver la lista original paso a relataros lo que yo usé y en qué medida: 125 ml. de cerveza negra Guinness, 150 gr. de azúcar blanco, 50 gr. de azúcar moreno, 75 gr. de mantequilla, 40 gr. de cacao puro en polvo (yo usé de la marca Valor), 150 gr. de harina blanca normal tamizada, 1 huevo, 100 gr. de queso batido desnatado, 1 cucharadita de levadura de repostería, media cucharadita de bicarbonato y una cucharadita de azúcar avainillado.
Las únicas variaciones en cuanto a ingredientes fueron que yo prescindí totalmente de la nata, sustituyéndola por queso batido desnatado, del que añadí un poco más para compensar también la menor cantidad de mantequilla de mi receta (la original lleva 125 gr.). Tampoco añadí la esencia de vainilla y sustituí 50 gr. de azúcar blanco por su variedad morena. En una segunda versión de estos muffins (sí, reincidí; había que terminar la cerveza :P) utilicé sólo aceite de girasol en lugar de mantequilla. Obviamente el sabor varió un poco, pero tampoco estaban mal.
Por lo demás, seguí la preparación indicada en La Despensa del Gnomo: puse la cerveza a calentar, sin que llegara a hervir, y le fui añadiendo la mantequilla a temperatura ambiente. Una vez disuelta la mantequilla lo retiré del fuego y lo dejé enfriar. En un cuenco batí el huevo con el queso y a esa mezcla le fui añadiendo la cerveza con la mantequilla.
En un cuenco aparte mezclé bien todos los ingredientes secos: la harina tamizada, el azúcar, el cacao, la levadura y el bicarbonato. Esto se verterá poco a poco en el cuenco con los líquidos, integrándolos con movimientos envolventes. El resultado es una masa bastante líquida que es conveniente hornear en moldes rígidos para que no se deforme (yo utilicé cápsulas duras de silicona). El horno se precalienta a 180º y los muffins se hornean durante unos 15 minutos (yo en mi horno los tuve 20 minutos).
Estos muffins tienen un color muy, muy oscuro y un sabor intenso a chocolate con un deje a cerveza muy agradable. La receta incluye también un frosting de queso que yo intenté preparar pero con el que, para variar, fracasé estrepitosamente así que finalmente no se lo puse. Así sin nada por encima se quedan un poco sosas pero de sabor estaban insuperables!
*** Gracias a Exseminarista ye-ye por la degustación, la crítica positiva y la última foto.
Qué pintaza (y nunca mejor dicho) y qué original, me ha gustado mucho la idea.
ResponderEliminarDe la cobertura no me preocuparía yo mucho, con ese sabor que debía tener, poco importa.
Ex-Seminarista, jo, qué suerte que te den las gracias por estas cosas, bueno... y sin darlas.
Doy fe, estaban deliciosas. Si me dan a elegir prefiero con mantequilla, pero sin también se salían (hoy murió la última, Doraemon la guarde y mi estómago la digiera) :-D
ResponderEliminarSalud y eso.
No había oído nunca que se hicieran pasteles con cerveza negra.
ResponderEliminarLas sustituciones de la nata y la mantequilla por el queso desnatado parecen una buena idea, y más si le echas más cantidad. Los sabores que no falten.
El aspecto es curioso, como miga de pan negro.
Un abrazo, Lillu. Pasa una buena semana santa. ¿Vas a venirte por Galicia?
Loque yo es que tengo mala suerte con los frostings: llevo tres intentos y a cada cual más desastroso XD Pero es verdad que con el intenso sabor que tenían tampoco les hacía falta mucho más :)
ResponderEliminarExseminarista ye-ye vale, que la mantequilla lo mejora todo, igual que el queso, pero qué le vamos a hacer, no siempre es posible (en mi universo; en el tuyo sí :P).
Javi, pues es que se hacen dulces casi con cualquier cosa, y la cerveza es un ingrediente muy recurrido en la cocina, no te creas.
Pues no tengo previsto ningún viaje a Galicia por ahora. Quizás hacia verano, pero ya veremos cómo va mi situación también.
saluditos!
Pues tienen muy buena pinta, aunque reconozco que no sabía que se pudieran hacer dulces con cerveza.
ResponderEliminarAAhh! Que buena pinta!! Menos mal que lo leí después de cenar, por cierto seguro que lo del frosting te sale la próxima con las recetas suele pasar la primera si metes la pata, en la segunda ya lo sabes, si aún así no sale es que hay algo en la receta XDD
ResponderEliminarNocivo gracias! Pues lo siguiente que quiero probar con ella es el pollo, que he oído hablar maravillas de la receta del pollo a la cerveza :)
ResponderEliminarNukacola, lo malo es que no era el primer intento de frosting, sino el tercero XDD Nunca le he pillado el punto y estoy por desistir, jaja.
saluditos!
Esto tengo que probarlo. No cabe otra posibilidad... :D
ResponderEliminarRubenvike, prueba, prueba :D Si además te gusta el chocolate negro, los encontrarás increíbles!
ResponderEliminarsaluditos
Con Cerveza!?Que pasada!!Mira que me gustan los pastelicos ^^ pero desconocía completamente la existencia de este tipo de Muffins.Los haré un día,sin duda!!
ResponderEliminarBesos Muffinisticos.
Miguel Ángel pues si los haces ya contarás por aquí la experiencia :D
ResponderEliminarsaluditos
No se me hubiera ocurrido nada de repostería con cerveza y me atrae mucho la idea, oigausté
ResponderEliminarPor cierto, al leer Muffins de Guiness pensaba que haciendo madalenas te habías planteado conseguir algún record :p
JuanRa, hombre, casi bato un récord por lo buenas que estaban, pero poco más :D
ResponderEliminarsaluditos