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martes, 30 de octubre de 2012

Algo tan parecido al amor

Carmen Amoraga me encandiló con el libro “El tiempo mientras tanto”, que leí hace unos meses. Cuando vi en una tienda de segunda mano este “Algo tan parecido al amor”, su novela inmediatamente anterior a la que yo ya había leído, no me lo pensé y la compré por un par de euros. La adquisición, finalista en 2007 al Premio Nadal, ha resultado ser un éxito también entre mis lecturas para esta escritora y periodista valenciana a la que pienso seguir muy de cerca.

En “Algo tan parecido al amor” la autora vuelve a analizar las complejas relaciones interpersonales, dejando esta vez un poco de lado los lazos familiares y profundizando en la amistad, el amor y el sexo. El libro se divide en tres relatos sobre diferentes mujeres, tres amigas que narran en primera persona sus relaciones de pareja. Sus situaciones y su forma de amar son muy distintas pero, aún sin quererlo, tienen muchos puntos en común. La infidelidad, el matrimonio, la abnegación, la soledad… vuelven a ser temas candentes en la literatura de esta autora que, con su prosa cercana, consigue que nos metamos en la piel de cada personaje.

La obra no deja de ahondar en lo mismo que “El tiempo mientras tanto”, en la búsqueda de la felicidad y en las distintas decisiones que debemos tomar a lo largo de nuestras vidas para llegar a ella. Somos felices con nuestras parejas? Por qué buscamos algo más? Somos más felices cuando somos leales al que nos ama o cuando conseguimos lo que queremos aunque hagamos un estropicio por el camino? Conseguimos no arrepentirnos después y estar conformes con la decisión que hemos tomado? Todos estos planteamientos se van desgranando en la novela con cada historia, mostrándonos los diferentes puntos de vista y las diferentes formas de amar de cada una de las tres protagonistas principales.

Reconozco que este discurso literario-reflexivo de Amoraga me tiene cautivada. Quizás porque sus personajes parecen tan normales, tan humanos, tan imperfectos, o quizás porque su manera de escribir entra fácilmente y permite que la mente se olvide del envoltorio y se recree en el contenido. Como punto negativo podría decir que precisamente tanta similitud temática con su siguiente novela me hacen tener ciertas dudas sobre si la autora sabrá desenvolverse en otros terrenos literarios y con personajes masculinos, por ejemplo. Pero como la propuesta de esta novela me funciona, por ahora me quedo con eso. Estoy segura de que leeré algo más de Carmen Amoraga y podré confirmar o desmentir entonces mis teorías.

Puntuación: 8 sobre 10.

viernes, 26 de octubre de 2012

Amigurumis otoñales y/o terroríficos

Llega el otoño y sus cálidos colores nos dejan uno de sus frutos con más personalidad: las calabazas. Grandes o pequeñas, verdes o maduras, reales o de amigurumi... Todas las cucurbitas nos encantan y en mi casa aparecieron hace un par de días estas apacibles preciosidades otoñales.

El caso es que me despisté un momento y cuando me di la vuelta ya no eran tan apacibles (lo de preciosas igual sí, yo que sé; dicen que la belleza está en el interior, no?). Porque, además del otoño, también llega Halloween!! Esa gran fiesta celta que a todos nos encanta y en la que aprovechamos para vestirnos con harapos, recrear heridas infectas en nuestros cuerpos y comer cosas con formas asquerosas. Ideal. Pero no nos engañemos, todo eso nos encanta, a que sí!! 

Pues si clásico es ya Halloween igual de clásicas son sus terroríficas calabazas decoradas. Y dentro de la tradición también se encuentran mis Halloween Pumpkins, una monada de amigurumis que hago cada año siguiendo el patrón de June.

Hmmm, tengo que dejaros, que esas calabazas tan monas están atacando a mis Ozitos!

domingo, 21 de octubre de 2012

Y la comida más odiada es...

... el hígado!! Ya se ha cerrado la encuesta y, tras 33 votos, pasaré a analizar con un poco más de detenimiento los votos y los comentarios. Muchas gracias a todos los que habéis participado de uno u otro modo en este sondeo gastronómico.

Parece ser que el hígado se lleva la palma a la hora de ser el alimento menos soportado por los lectores. En muchos casos (el mío incluido) esa fobia se debe a un trauma infantil, ya que hace años los padres creían firmemente que el hierro contenido en el hígado nos haría crecer más fuertes y sanos y, por ello, nos obligaban a comerlo. Hoy se sabe que el hígado, a pesar del hierro que contenga y de ser una potente fuente de vitamina A, no está entre las partes más "sanas" de un animal y por ello su consumo debe ser moderado e incluso eliminado en algunas dietas, por su alto contenido en colesterol, por ejemplo. Yo tengo una excusa perfecta para no comérmelo, no diréis que no :P

Por otro lado, estoy segura de que en esos 16 votos (un 48% del total) también hay personas que odian los sesos, los riñones, los callos o alguna otra variedad de casquería. A mí es que sólo nombrarlas y pensar en comérmelas ya me da cierto repelús, la verdad, aparte de que otra manera de llamar a esas partes de los animales es despojos, lo que ya lleva implícito que muy comestibles no deben ser. En fin, que aquí también nos comemos a los conejos y fuera de España nos ven como unos sádicos que nos zampamos a esas tiernas mascotas de grandes incisivos y orejas largas que van dando saltos por el campo.

A mucha distancia de las entrañas animales está la familia de la col, coliflor, brécol y coles de Bruselas, que han recibido 4 puntos de los votantes. Es verdad que entre las verduras hay algunas más odiadas que otras y parece ser que la coliflor es la que menos simpatía despierta. Y eso que olvidé poner las espinacas, otro gran clásico de nuestra infancia! Los moluscos bivalvos (mejillones, ostras, almejas y similares) han quedado en un digno tercer puesto, con 3 votos. Y aunque la leche no ha recibido ningún voto en su apartado, sí que ha habido varios comentarios al respecto, por lo que podemos situarla también entre los alimentos menos apreciados.

Es bueno saber que hay un amplio porcentaje de visitantes (21% de los votos) que aseguran que les gusta todo y que no odian ningún alimento especialmente. Son ésos a los que da gusto invitar a cenar y que no pasarían apuros si viniera una guerra, como no dudaban en amenazar nuestras madres y abuelas cuando no queríamos comer algo. Y sé que lo habéis hecho a propósito, que nadie ha votado las setas para fastidiarme. Bueno, realmente no las había votado ni yo, porque odio con más énfasis otro tipo de productos como bien pudisteis comprobar en el post que inspiró esta encuesta.

Y por último, una reflexión: a todos a los que no os gusta el hígado, qué tal una tostadita de paté de campaña? Quién no recuerda el tradicional bocadillo de foie gras para merendar? La típica manera de comer hígado (y además de pato!) sin enterarnos. Ahí lo dejo :P 

Gracias de nuevo a todos por participar!

martes, 16 de octubre de 2012

Lorenzo Silva gana el Premio Planeta


Pues esta mañana, tras una noche pésima en la que apenas pude dormir por motivos que no vienen al caso, me desperté con la grata noticia de que Lorenzo Silva había ganado el Premio Planeta, con su novela "La marca del meridiano". Como muchos de vosotros sabéis, se trata de uno de mis escritores favoritos y gracias al cual retomé mi pasión por la literatura hace ya algunos años con otra de sus obras premiadas, "El alquimista impaciente"

Pero este galardón goza quizás de la peor fama posible dentro del universo literario nacional. Se dice que la selección de los finalistas y los vencedores no son del todo limpias y que están muy influenciadas por los intereses políticos y económicos de la entidad otorgante, la poderosa Editorial Planeta. Algunos escritores denunciaron hace años que la compañía se había puesto en contacto con ellos antes de las votaciones del jurado para ofrecerles directamente el premio, que en la actualidad asciende a unos nada desdeñables 601.000 euros.

Polémicas aparte, a mí me interesa que esos trabajos literarios tengan al menos la calidad justa para merecer ese reconocimiento. En los últimos años he leído varias novelas que se encuentran tanto entre las ganadoras como entre las finalistas al Planeta y lo cierto es que me han gustado bastante ("Mientras vivimos", de Maruja Torres, ganadora en el 2000, o "El baile de la victoria", de Antonio Skármeta, vencedor en 2003, así como "Y de repente, un ángel", de Jaime Bayly, o "El tiempo mientras tanto", de Carmen Amoraga, ambos finalistas en 2003 y 2010 respectivamente), así que no podría decir nada malo al respecto del buen hacer de los escritores en los que recayó el premio.

En esta LXI edición del Premio Planeta estoy especialmente contenta porque creo que Lorenzo Silva se lo merecía por ser un escritor honesto, tanto con su trabajo como con sus lectores, nada endiosado y muy participativo en redes sociales y proyectos de fomento de la literatura a todos los niveles. Y por otro lado, sus personajes Bevilacqua y Chamorro generan tal ternura y cercanía que yo creo que son los guardias civiles menos criticados de este país :P El género policíaco tiene con ellos un valor seguro y yo, por supuesto, estoy deseando leer "La marca del meridiano" en cuanto caiga en mis manos.

*** La foto que ilustra este post la cogí de la edición digital de El Mundo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Una de setas


No, no voy a hablar de ningún tipo de droga alucinógena (lo siento, sé que lo estabais deseando) sino de las comunes y vulgares setas que se utilizan en la cocina. Tengo que reconocer que no me gustan las setas, ninguna variedad, ni los apreciados boletus, ni los deliciosos níscalos, ni siquiera los insípidos champiñones. Como en todo lo relacionado con la comida, creo que puede deberse a una falta de tradición fúngica en mi familia, puesto que rara vez se cocinaba este alimento en mi casa. 

Cuando ya de mayor he intentado cogerle el gusto me ha resultado bastante difícil, quizás porque no tengo el paladar acostumbrado y su sabor me resulta, cuando menos, extraño. Puedo comerlas, obviamente, en determinadas ocasiones y básicamente por respeto hacia el cocinero o los demás comensales, pero la experiencia no será un incomparable momento de placer gastronómico para mí. Sé que no es justo generalizar porque no todas las setas son iguales ni saben igual, pero es que todavía no he encontrado ninguna que me resulte agradable al paladar.


Muchos de vosotros estaréis llevándoos las manos a la cabeza diciendo "pero si son un auténtico manjar!", a lo que yo podría responderos que también lo son para mí la coliflor o la remolacha, productos que me encantan y que sin embargo tienen muy pocos fans en la cocina. Mi actual pareja adora las setas, por lo que estoy haciendo un esfuerzo por incluirlas en mi dieta. Y eso ya sin tener en cuenta los beneficios que tienen estas especies campestres para nuestra salud, que tal y como andan los colesteroles hay que mirar mucho lo que se come.

Este asunto me ha generado una duda existencial que pretendo resolver (... aproximadamente) con una encuesta: cuál es el alimento más odiado, menos soportado, peor tolerado por la gente? En este caso la muestra seréis vosotros, mis lectores, grupo heterogéneo donde los haya, y que confesaréis sin pudor cuál es ese vegetal que os da verdadero asco o ese marisco que os cuesta tragar. Porque he de decir que mi alimento más odiado no son las setas, en absoluto, puesto que soy capaz de comerlas aunque no las disfrute. Mi talón de Aquiles culinario se llama mejillón y soy absolutamente incapaz de olerlo sin sentir arcadas. Da igual cómo esté preparado, en escabeche, al vapor, empanado o formando parte de una paella, mi organismo lo detecta y lo aleja instantáneamente del radio de recogida del tenedor.


La explicación de esta fobia a los mitílidos está en mi infancia, cuando me obligaban a comer estos moluscos por su cantidad de yodo (sufría un principio de bocio). Os ahorraré los detalles menos agradables del proceso de dilatada ingesta/expulsión automática del bicho en cuestión. Es por ello que para mí el alimento más odiado son los mejillones. Cierto es que los moluscos bivalvos en general no están entre mi top-ten de orgasmos gastronómicos y que las ostras siguen muy de cerca a los mejillones en mi lista de productos poco soportables.

Voy a colocar en el margen derecho del blog una encuesta sobre este asunto. Incluiré como alimentos más odiados, aparte de los mejillones, algunos otros que considero que tienen poco éxito entre los paladares de mi entorno, como la coliflor, la remolacha, los espárragos, los guisantes, la cebolla o el hígado. Se podrá votar más de una opción y si no encuentras tu alimento más odiado en esa lista siempre puedes dejar un comentario y compartir con nosotros esa fobia culinaria. La encuesta estará activa durante al menos diez días y luego intentaremos llegar a alguna conclusión. 

Gracias a todos por participar!

*** Todas las fotos de este post son de la Wikipedia.

jueves, 4 de octubre de 2012

Black Mirror

El otro día me dí cuenta de que no había comentado esta serie en el blog, a pesar de que llevo meses recomendándola a todos mis amigos y conocidos. "Black Mirror" es una miniserie británica de 2011 compuesta por tres capítulos autoconclusivos, con distintos repartos y temáticas. En todos se analiza el impacto de las nuevas tecnologías en nuestra vida cotidiana aunque desde distintos puntos de vista y con diferentes aplicaciones y consecuencias.

La serie, creada por Charlie Brooker, ha obtenido muy buenas críticas dentro de un panorama televisivo que ya está saturado de seriales interminables y que ansía ver algo diferente. La ventaja de "Black Mirror", aparte de su atrayente temática, es que cada capítulo dura aproximadamente una hora y se puede ver de forma independiente. En esa misma línea encontramos su desventaja ya que, al ser capítulos sin ningún tipo de conexión entre ellos, más allá de tener la misma producción, uno te puede encantar y otro te puede aburrir profundamente, aún siendo todos de una gran calidad. Los creadores quisieron seguir la línea de la clásica serie
"The Twilight Zone" (Más allá de los límites de la realidad), que también estaba compuesta por capítulos independientes aunque exclusivamente enmarcados en el género de terror y ciencia-ficción.

*** Spoilers! ***


Lo bueno de "Black Mirror" es verla sin conocer ningún dato previo, ya que el factor sorpresa es definitivo en las tres partes. Las consecuencias del avance tecnológico en las relaciones interpersonales y la influencia de las redes sociales son puntos clave en el desarrollo de esta producción, en un viaje que nos lleva desde la más rabiosa actualidad hasta un futuro no tan improbable como pudiera parecer en un principio.

*** Fin de Spoilers! ***


Los tres capítulos se titulan "The National Anthem", "15 Million Merits" y "The Entire History of You" y conozco fans de cada uno de ellos. Yo puedo decir que mi favorito es el primero, aunque los otros dos también me gustaron mucho.


Si no tenéis tiempo (ni ganas) para seguir series largas o simplemente os apetece ver algo nuevo, animaos a ver "Black Mirror", de la que ya se prepara una segunda temporada a estrenar en 2013. Y no dejéis de comentarme cuál es vuestro episodio preferido!

Puntuación: 9 sobre 10.