Aunque ya no llego a tiempo para recomendarla (al
menos en Tenerife, ya que se cerró el pasado 29 de diciembre), no quería dejar
de señalar que visité in extremis esta exposición con los trabajos sobre madera
y metal del artista alemán Alberto
Durero (Albrecht Durer en el original, que no sé por qué le españolizaron
el nombre) y otros grabadores.
Las obras, propiedad de la Biblioteca Nacional
de España, fueron expuestas al público del 2 de octubre al 29 de diciembre de
2012 en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife. La
exposición se encontraba dentro de las actividades culturales que la obra
social de esta entidad bancaria organiza regularmente, y gracias a la cual ya
pude ver en su momento esculturas de Rodin, fotografías de Robert Capa o SteveMcCurry, y asistir a algún interesante concierto.
Bajo el título de “Durero
grabador. Del Gótico al Renacimiento”, esta recopilación dividida en cuatro
grandes secciones mostraba el panorama del grabado alemán a finales del s.XV y
comienzos del s.XVI. Centroeuropa y concretamente las escuelas alemanas,
especialmente la de Nurenberg, fueron las más fructíferas en lo que grabado en
metal y xilografías se refiere. Además de 93 obras de Durero, entre las que se
encontraba parte de su famoso “Apocalipsis” y su “Rinoceronte”, la muestra
recogía también trabajos de otros artistas contemporáneos como Hans Holbein,
Lucas Cranach o Hans Burgkmair.
A pesar de no ser una gran seguidora de este tipo
de arte, la exposición me resultó bastante interesante, aunque también a ratos
un poco repetitiva en los motivos que los grabadores utilizaban. Soy consciente
de que serían las modas del momento y los entornos culturales en que se movían,
pero los pintores estaban obsesionados con las anatomías humanas (o equinas en
el caso del propio Durero) y las estampas religiosas. Mención aparte merece el
gran ego del Emperador
Maximiliano, que apoyó directamente a Durero y otros artistas para que
dejaran constancia de sus hazañas y riquezas, que nutren multitud de
ilustraciones de la época. Ah, y queda demostrado que los bebés de aquellos
siglos eran pequeños seres amorfos y malévolos, a juzgar por sus formas y
expresiones.
El caso es que fue una ocasión única para
contemplar de cerca (y tan de cerca, porque hay grabados pequeñísimos!!
Trabajaban con lupa??) parte de la obra de Alberto Durero, sus maestros y
seguidores. Si esta exposición llega a vuestras ciudades no dejéis de visitarla
y así descubriréis algunas curiosidades sobre los grabados y las maravillas que
se pueden hacer con un buril.
Pues si los niños eran horrendos, las mujeres no te digo... (para mi gusto, claro). Y seguro que eran así, porque las figuras están bien logradas y eso.
ResponderEliminarInteresante, la verdad, aunque coincido contigo en que tampoco es un tipo de arte que me llame mucho. ¡También la vi in extremis! :-)
Salud y saludos.
Me gustan sus retratos; el primero que pones creo que es un autorretrato. Uno de los grandes pintores alemanes, además de grabador.
ResponderEliminarSaluditos, Lillu.
Siempre lo conocí por Durero, pensaba que era su nombre "auténtico"... lástima no haberme enterado pa darme un garbeo por allí...
ResponderEliminarExseminarista ye-ye, la verdad es que los bebés daban miedo y las mujeres parecían tener 20 años más de los que realmente tendrían.
ResponderEliminarJavi, yo no conocía mucho su obra, pero estas exposiciones siempre merece la pena verlas.
Mr. Blogger, CajaCanarias está organizando cosas muy interesantes últimamente. La próxima vez intentaré postearlas a tiempo para que aún sean visitables, jaja.
saluditos!
Creo que vi esta expo cuando estuvo en Madrid, yo por lo menos tengo un recuerdo vivo de estar pegándome con 40 cabezas más para intenter ver un grabado de cerca.
ResponderEliminarA mí sí me gusta mucho (muchísimo) este tipo de arte, pero no puedo estar más de acuerdo: los bebés daban miedito :-)
Loque, y eso que yo me puse las gafas y ni así, tenía que pegarme a 20 cm. para distinguir algo :P
EliminarY me alegro de que no sólo el Exse y yo hayamos visto a unos engendros demoníacos en lugar de bebés en esos grabados, jajaja.
saluditos!