Crash (Colisión)

Había oído hablar bastante de esta película, ganadora de tres Oscars el año pasado y considerada una de las mejores cintas americanas de los últimos años, dentro del poco interés que suele tener el cine de los Estados Unidos. En “Crash (Colisión)” le dan otra vuelta de tuerca al tema del racismo creando una serie de historias cruzadas con una intensa carga emotiva a partir de la metáfora de la colisión de colores y culturas.

A pesar de que muchos de los espectadores la consideraron una película efectista y engañosa, yo creo que el argumento va un poco más allá de la mera superficialidad formal. Es una historia bien enlazada, razonablemente creíble y muy bien interpretada por un grupo de actores y actrices elegidos con gran acierto. Esta última consideración tiene la dificultad añadida de que muchos de ellos son rostros conocidos del panorama cinematográfico actual, como Matt Dillon, Sandra Bullock o incluso Brendan Fraser, y a pesar de ello consiguen hacerse respetar en sus interpretaciones.

Sí es cierto que la producción abusa un poco de los clichés tantas veces empleados para obligar al público a querer o a odiar a un personaje, descubriendo siempre al final que ni los malos son tan malos ni los buenos tan buenos. Pero aún así, no es un procedimiento que me haya molestado en exceso en esta película; esos pequeños “trucos” de caracteres se compensan con los giros inesperados de un guión muy bien trabajado desde mi punto de vista. De hecho, el director Paul Haggis se estrena en la gran pantalla con este film pero era ya conocido por su amplia experiencia como guionista de televisión y por su nominación al Oscar con la adaptación de “Million dollar baby” en 2004.

Por otro lado, creo que el problema que se muestra en la película tiende más a ser una cuestión de convivencia de culturas y diferencia de costumbres que de racismo propiamente dicho. Desde pequeños arrastramos los lastres de nuestro tipo de educación y nuestros temores que, como se ve en la película, afloran en los momentos de tensión sin que por ello hagamos realmente una distinción de raza aunque sí quizás de clase. En ese sentido supongo que las historias se han querido llevar al límite para impactar al espectador y eliminar ambigüedades en la construcción de los personajes. En lo referente a esta claridad de posturas, creo firmemente que los extremos y la intolerancia son minoría pero existen, y si se quiere coger un ejemplo de cada y reunirlo en una película posiblemente “Crash” sería un buen resultado de ese collage.

A mi modo de ver se trata de una película interesante, con un enorme fondo de debate y algunas escenas francamente destacables a pesar del excesivo uso de la cámara lenta para acentuar los momentos dramáticos. Recuerda en algunos aspectos al estilo de “Magnolia” (que tendré que revisar porque no me gustó nada cuando la vi) y “21 gramos”, que me sorprendió gratamente. Los hechos de "Crash", trasladados a cualquier otra ciudad del mundo que nos sea más cercana, posiblemente tengan un punto de conexión con nuestras propias vivencias en algún momento, algo que sin duda invita a la reflexión.