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domingo, 5 de noviembre de 2017

Berlín (I)

*** Esta entrada fue escrita hace aproximadamente un año pero no había podido ver la luz hasta hoy. Como de repente me han entrado unas ganas inexplicables de continuar mi actividad en el blog, la publico ahora para regocijo de unos y desdicha de otros, que se verán obligados sin remisión a volver a leer mis dislates. Asimismo amenazo con continuar publicando mis reseñas de viajes y actividades, que quizás en algún momento puedan ser útiles para aquellos que se aventuren por esos mundos desconocidos. Los que me conocéis ya sabéis que soy fan de los relatos cronológicos así que os sitúo en julio de 2016 y os animo a continuar leyendo :)
Destino: Berlín (muy temprano, ays)
Pues sí, lillusianos. Servidora ha vuelto a salir de su zona de confort geográficamente hablando para aventurarse durante unos pocos días en un nuevo destino vacacional. En un idioma entendido por (casi) todos se le llama "vacaciones" a ese fragmento temporal de duración determinada, sin obligaciones laborales, en el que intentas alejarte lo máximo posible del mundo conocido sin necesidad de recurrir a una sesión de espiritismo.

Realizando un profundo análisis de nuestras opciones durante ese corto período vacacional, cruzando datos macroeconómicos, microeconómicos, nanoeconómicos y también estrictamente personales, comprobamos que la balanza se inclinaba con fuerza hacia la actual capital de Alemania, Berlín. Una última revisión de las compañías aéreas acorde a nuestras fechas disponibles cerró el debate y ya en pleno julio cogimos un vuelo mañanero con destino a Berlín.

Como en anteriores ocasiones elegimos volar con RyanAir, principalmente por precio pero también por horario. El vuelo directo a Berlín de esta compañía sale del aeropuerto de Tenerife Sur a las 6.00 h. de la mañana, con lo que te pegas un madrugón pero a las 12.00 estás en Alemania y puedes aprovechar casi todo el día. La duración del vuelo es de alrededor de cinco horas, que se acaban haciendo pesadas si no tienes la suerte de quedarte dormido o engancharte con un buen libro. Yo me dediqué a leer, comer, dormir, hacer sudokus en la modalidad difícil con una app de móvil,... en fin, que cualquier opción de entretenimiento es válida para sobrellevar lo mejor posible el viaje. Eso sí, el vuelo fue tranquilo y más cómodo para mí que para Exseminarista Ye-ye que, como siempre, tuvo que olvidarse de que tenía piernas durante todo el trayecto debido al limitado espacio entre las filas de asientos de esta low-cost.
 
Mercadillo en Friedrichshain
Aterrizamos en Berlín con una previsión de tiempo cambiante, que tanto auguraba chubascos como sol y calor o ráfagas de aire frío. En el aeropuerto de Schönefeld nos esperaba nuestro anfitrión, un amigo de Exseminarista Ye-ye residente en Berlín desde hace varios años, para darnos unas primeras indicaciones sobre cómo movernos por la ciudad. Sus consejos sobre transporte, gastronomía y zonas a visitar fueron cruciales en nuestra corta estancia en su ciudad de adopción.


Tras instalarnos en su acogedora residencia en el barrio de Friedrichshain y recuperar fuerzas con un almuerzo tardío para el horario alemán, nos dirigimos hacia nuestro objetivo más cercano: el Muro de Berlín. Existen trozos del muro por casi toda la ciudad aunque muchos de ellos se han integrado tanto en la arquitectura de la ciudad, permanentemente en obras, que apenas son perceptibles. Donde ya no existe muro hay una serie de placas en el asfalto que recuerda su ubicación.
East Side Gallery
La parte más completa del muro corresponde a la East Side Gallery, una galería de arte al aire libre que muestra más de un centenar de murales sobre los 1.316 m. de muro que se salvaron del derribo. Estos graffitis, realizados por artistas de todo el mundo, suponen un símbolo para una ciudad que abría por entonces los ojos al mundo después de muchas décadas de opresión y explotaba por fin en aras de la esperanza.  

 
 
A pesar de ser pleno verano, el día estaba oscuro y era ya un poco tarde así que en lo que nos quedaba de tarde sólo tomamos algunas referencias más de los centros neurálgicos de Berlín, como la estación de Alexanderplatz y su plaza adyacente, que sirve de punto de encuentro para miles de personas cada día. 
 
Neptunbrunnen
Muy cerca de allí está también el Ayuntamiento de Berlín, la catedral, los jardines con la fuente de Neptuno y algunos monumentos más. La ciudad en sí es bastante fotogénica a pesar de que su skyline está repleto de grúas de obras, algo sobre lo que los propios residentes se permiten bromear. Después de tomar unas cuantas fotos más nos retiramos a casita a descansar para empezar con mucha fuerza nuestro programa del día siguiente.

Berliner Dom y Fernsehturm






* (Haz click en las fotos para ampliar)
** (Continuará...)

4 comentarios:

  1. Buenas noches

    Me alegro mucho de leerte de nuevo en el blog. Como te he comentado en Facebook, amenazo con leer el resto de entradas sobre tu viaje a Berlín.

    Un saludo.

    Juan.

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    Respuestas
    1. Juan, muchas gracias por comentar! Intentaré ser constante con esta nueva remesa de entradas, jeje, o al menos todo lo que mis disparatadas jornadas laborales me permitan ;)

      Gracias por seguirme desde hace tanto tiempo.

      Saluditos!

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  2. Nunca es tarde si la dicha es buena y yo dispuesto a seguir tus lilluviajes de nuevo.
    Me quedo a la espera de más Berlin.
    Y contento de verte blogueando de nuevo, decana de la blogosfera :)

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    Respuestas
    1. JuanRa, muchas gracias apañero!! :D No sé cuánto me durará el arranque pero vamos, se hará lo que se pueda ;)

      Gracias por seguir ahí!

      Saluditos!

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