Puede que a los más jóvenes el grupo Dire Straits no les suene de nada. La cosa puede cambiar si decimos que su líder indiscutible era el guitarrista Mark Knopfler... o puede que tampoco signifique nada para muchos lectores. En primer lugar decir que esta banda británica marcó una época en el mundo del rock y que, sólo por ello, merece ser recordada aunque haga ya bastantes años que se disolvieron.
Los hermanos Mark y David Knopfler, acompañados por John Illsley, Pick Withers y Ed Bicknell, fundaron Dire Straits a finales de los años 70, con un sonido rockero diferente del punk que reinaba por entonces. A pesar de que en su primer disco de 1978 ya se incluyó un tema que se convertiría en mítico, "Sultans of swing", su consagración llegaría en la década siguiente, sobre todo con la publicación del álbum "Brothers in arms" en 1985. El tema que da título al disco cerraba el mismo con un larguísimo solo de guitarra y una emotividad que sólo Mark Knopfler podía dar a sus canciones.
La banda como tal editó su último trabajo de estudio en 1991, "On every street". Ya en los años anteriores, mientras lideraba Dire Straits, Mark Knopfler se había dedicado a componer la banda sonora o los temas principales de varias películas, entre las que destacan la inolvidable "La princesa prometida" o "Un tipo genial (Local hero)". De igual modo había compartido su genialidad con otros grandes artistas como The Notting Hillbillies o Chet Atkins para grabar discos conjuntos, acercándose más al blues.
Para ilustrar esta pequeña reseña sobre el grupo he elegido una de las entradas más triunfales de cualquier canción de rock de todos los tiempos: "Money for nothing". Este tema se incluyó en su exitoso disco "Brothers in arms" y fue un número uno indiscutible, con un vídeo musical también digno de mencionar. Otro día mostraré la vena más intimista de Mark Knopfler, que también la tiene y hace buen uso de ella en sus temas.
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miércoles, 29 de noviembre de 2006
martes, 28 de noviembre de 2006
Barcelona IV
Para muchos viajeros, entre los que me incluyo, uno de los aspectos más importantes de un viaje es la comodidad, buena situación y fácil acceso de los alojamientos y medios de transporte que utilicemos durante la estancia. En Barcelona me quedé maravillada con el buen funcionamiento del metro, así como su limpieza y por descontado su puntualidad y rapidez. Para los que estamos acostumbrados a ciudades pequeñas, recorrer una gran urbe en metro no deja de sorprendernos, sobre todo por ese complejo entramado subterráneo que enlaza al milímetro en apenas unos minutos kilómetros de calles y avenidas. Además, en los pasillos suburbanos hay situados puntos de música, es decir, si te buscas la vida como músico callejero tienes un punto habilitado para ti en el metro de Barcelona, opción que me parece muy inteligente y novedosa. Este año se celebra la cuarta edición del festival Músicos en el Metro, dentro de una iniciativa cultural que me parece digna de aplauso.
Aunque no utilizamos los autobuses urbanos sí que realizamos nuestro último viaje desde la Plaza de Catalunya al aeropuerto en el denominado Aerobus, diseñado especialmente para la comodidad de los viajeros con equipaje. Ya que desde el metro no se puede ver gran cosa de la ciudad, aprovechamos este breve trayecto hasta el aeropuerto para echar un último vistazo a las calles barcelonesas.
En cuanto a nuestro alojamiento, reservamos las dos noches en el hotel NH Máster que, aunque no estaba situado en las cercanías de nuestros objetivos principales de visita, dispone de dos paradas de metro a apenas dos calles de distancia. Realizamos el pago con talones de hotel, sin resultar excesivamente caro teniendo en cuenta los precios habituales de ciudades como Barcelona. El trato con el personal del hotel fue en todo momento muy cordial y la limpieza de la habitación exquisita, por lo que nuestra estancia en el NH Máster fue muy agradable. La única pega, quizás, que la oferta con bonos no incluya desayuno, pero eso ya sería pedir demasiado por el precio que obtuvimos. Por lo demás, hotel muy recomendable, tranquilo y bien situado.
El vuelo, tanto de ida como de vuelta, lo hicimos con Air Europa, resultando también muy cómodo y puntual en ambos trayectos. Respecto al precio, sigo pensando que por lo que cobran podían seguir dando aquella comida preparada que a mí, francamente, me fascinaba, en vez de ofrecer ahora un catálogo de compras en el que los precios son totalmente abusivos. Una pena que la dinámica del mercado sea abaratar costes sin ofrecer nada a cambio al usuario.
Aunque no utilizamos los autobuses urbanos sí que realizamos nuestro último viaje desde la Plaza de Catalunya al aeropuerto en el denominado Aerobus, diseñado especialmente para la comodidad de los viajeros con equipaje. Ya que desde el metro no se puede ver gran cosa de la ciudad, aprovechamos este breve trayecto hasta el aeropuerto para echar un último vistazo a las calles barcelonesas.
En cuanto a nuestro alojamiento, reservamos las dos noches en el hotel NH Máster que, aunque no estaba situado en las cercanías de nuestros objetivos principales de visita, dispone de dos paradas de metro a apenas dos calles de distancia. Realizamos el pago con talones de hotel, sin resultar excesivamente caro teniendo en cuenta los precios habituales de ciudades como Barcelona. El trato con el personal del hotel fue en todo momento muy cordial y la limpieza de la habitación exquisita, por lo que nuestra estancia en el NH Máster fue muy agradable. La única pega, quizás, que la oferta con bonos no incluya desayuno, pero eso ya sería pedir demasiado por el precio que obtuvimos. Por lo demás, hotel muy recomendable, tranquilo y bien situado.
El vuelo, tanto de ida como de vuelta, lo hicimos con Air Europa, resultando también muy cómodo y puntual en ambos trayectos. Respecto al precio, sigo pensando que por lo que cobran podían seguir dando aquella comida preparada que a mí, francamente, me fascinaba, en vez de ofrecer ahora un catálogo de compras en el que los precios son totalmente abusivos. Una pena que la dinámica del mercado sea abaratar costes sin ofrecer nada a cambio al usuario.
domingo, 26 de noviembre de 2006
Barcelona III
Uno de los paseos más recomendados por la ciudad de Barcelona es sin duda el que transcurre por sus famosas Ramblas. Aunque hay varias calles bajo la denominación de rambla, y todas ellas desembocan en la amplia Plaza de Catalunya, La Rambla como tal es una vía con un paseo peatonal en el centro, románticos árboles otoñales y multitud de kioskos, locales y tiendas en su trazado a ambos lados.
La Rambla tiene un carácter eminentemente comercial, con una respetable oferta de franquicias, sobre todo en el sector de restauración. Entre ellas, y algunas no por voluntad propia he de señalar, tuvimos la ocasión de visitar Dunkin' Donuts (donde mis acompañantes se pidieron 24 tipos de donut distintos!!), Burguer King y Starbucks Coffee, un lugar acogedor donde el café más pequeño parece una jarra de litro y dispones de conexión WIFI para trabajar con tu portátil o pasar un rato entretenido. También realizamos una breve incursión en el Hard Rock Cafe, situado en plena Plaza de Catalunya, con la intención de comer allí, pero la lista de espera de 40 minutos nos desanimó y nos vimos obligados a elegir otro lugar.
Fuera de la influencia americana de todos estos locales, a mitad de rambla se encuentra la entrada al Mercat de la Boquería, un tradicional centro de compra donde se puede encontrar una impresionante variedad de productos alimenticios y condimentos de cocina. La afluencia de gente al mercado el sábado por la mañana en que nosotros nos acercamos por allí era realmente importante.
Otra de las atracciones imprescindibles de las ramblas son los mimos, que pueblan el paseo de un extremo al otro ofreciendo sus espectáculos a los visitantes y haciendo verdaderamente entretenida y original la caminata. Desde una especie de Cleopatra cubierta de flores, un bebé adulto en un carrito, el mismísimo John Wayne o los "Bicicletos" de la foto de abajo, decenas de mimos se ganan la vida cada día en La Rambla despertando una sonrisa en los turistas. Además, las pequeñas tiendas de mascotas ubicadas en el mismo paseo llenan de colorido la zona vendiendo, entre otras especies, pájaros, conejos, hámsters, tortugas, peces e incluso ardillas o iguanas.
Cuando llega la noche La Rambla sufre una transformación increíble. La mayoría de los establecimientos de restauración continúan abiertos hasta altas horas de la madrugada, pero el público cambia radicalmente de estilo. Al grito de "cerveza, beer!" te asaltan cada cuatro pasos vendedores ambulantes de alcohol con la única garantía de un pack de seis latas de cerveza de marca indescifrable en la mano. Tuve una fuerte sensación de agobio y desasosiego entre tanta gente y el breve paseo nocturno me resultó bastante desagradable; demasiados idiomas extraños y caras desconocidas para una controladora nata como yo. El único encanto que le encontré a la velada fue descubrir la Estatua de Colón al final de la rambla cuando nos disponíamos a coger un taxi de regreso al hotel. Para el que disfrute de la socialización nocturna estoy segura de que aquello es un paraíso :D
La Rambla tiene un carácter eminentemente comercial, con una respetable oferta de franquicias, sobre todo en el sector de restauración. Entre ellas, y algunas no por voluntad propia he de señalar, tuvimos la ocasión de visitar Dunkin' Donuts (donde mis acompañantes se pidieron 24 tipos de donut distintos!!), Burguer King y Starbucks Coffee, un lugar acogedor donde el café más pequeño parece una jarra de litro y dispones de conexión WIFI para trabajar con tu portátil o pasar un rato entretenido. También realizamos una breve incursión en el Hard Rock Cafe, situado en plena Plaza de Catalunya, con la intención de comer allí, pero la lista de espera de 40 minutos nos desanimó y nos vimos obligados a elegir otro lugar.
Fuera de la influencia americana de todos estos locales, a mitad de rambla se encuentra la entrada al Mercat de la Boquería, un tradicional centro de compra donde se puede encontrar una impresionante variedad de productos alimenticios y condimentos de cocina. La afluencia de gente al mercado el sábado por la mañana en que nosotros nos acercamos por allí era realmente importante.
Otra de las atracciones imprescindibles de las ramblas son los mimos, que pueblan el paseo de un extremo al otro ofreciendo sus espectáculos a los visitantes y haciendo verdaderamente entretenida y original la caminata. Desde una especie de Cleopatra cubierta de flores, un bebé adulto en un carrito, el mismísimo John Wayne o los "Bicicletos" de la foto de abajo, decenas de mimos se ganan la vida cada día en La Rambla despertando una sonrisa en los turistas. Además, las pequeñas tiendas de mascotas ubicadas en el mismo paseo llenan de colorido la zona vendiendo, entre otras especies, pájaros, conejos, hámsters, tortugas, peces e incluso ardillas o iguanas.
Cuando llega la noche La Rambla sufre una transformación increíble. La mayoría de los establecimientos de restauración continúan abiertos hasta altas horas de la madrugada, pero el público cambia radicalmente de estilo. Al grito de "cerveza, beer!" te asaltan cada cuatro pasos vendedores ambulantes de alcohol con la única garantía de un pack de seis latas de cerveza de marca indescifrable en la mano. Tuve una fuerte sensación de agobio y desasosiego entre tanta gente y el breve paseo nocturno me resultó bastante desagradable; demasiados idiomas extraños y caras desconocidas para una controladora nata como yo. El único encanto que le encontré a la velada fue descubrir la Estatua de Colón al final de la rambla cuando nos disponíamos a coger un taxi de regreso al hotel. Para el que disfrute de la socialización nocturna estoy segura de que aquello es un paraíso :D
viernes, 24 de noviembre de 2006
Barcelona II
Otro de los puntos imprescindibles para visitar en nuestra estancia en Barcelona fue el Parque Güell, una enorme extensión desde cuyo punto más alto se divisa prácticamente toda la ciudad. El parque, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984, tiene como principal atracción los elementos arquitectónicos diseñados por Antonio Gaudí en completa integración con la vegetación y el paisaje natural.
Nuestra excursión hacia el Park Güell (nombre original) comienza en una salida de metro, desplazándonos desde allí hacia la Baixada de la Glòria, que en bajada debe ser ciertamente la gloria, pero en subida es un verdadero rompe-piernas. Parte del ascenso cuenta con escaleras mecánicas (muy de agradecer) puesto que el desnivel de la calle en cuestión es bastante considerable. Al culminar la subida entramos en el recinto propiamente dicho del parque, con abundante vegetación y polvorientos senderos de nuevo en ascenso. Varios miradores en el camino nos van mostrando lo que culminará al final del paseo: una impresionante vista de la ciudad de Barcelona.
La situación de bancos, distintos apartados y plazas, hace del parque un sitio inmejorable para relajarse. Me sorprendió la presencia de gatos en el recinto, que parecían vivir allí sin dueño y que mostraban un aspecto excelente además de un trato cordial con los visitantes. Incluso se dejaron fotografiar sin problema, como se ve en la imagen de la derecha.
La última parte del parque, por una de las entradas, desemboca en una plaza en la que se sitúan propiamente las obras de Gaudí. Rodeado de palmeras, con cuevas naturales excavadas en la roca y el famoso banco de 150 metros de longitud rodeando la plaza. Casi tuvimos que hacer cola para encontrar hueco en el banco y hacernos una foto! La parte de abajo de la plaza se une con un pequeño templo plagado de columnas y con el techo adornado de mosaicos. A la salida del mismo, en las escaleras de entrada/salida está el famoso dragón en forma de fuente que quizás sea el símbolo más conocido de este parque barcelonés.
En definitiva, un lugar agradable para pasear, repleto de turistas en la mayor parte de su extensión, ciertamente, pero no por ello con menos encanto. Al fin y al cabo nosotros también éramos visitantes.
Nuestra excursión hacia el Park Güell (nombre original) comienza en una salida de metro, desplazándonos desde allí hacia la Baixada de la Glòria, que en bajada debe ser ciertamente la gloria, pero en subida es un verdadero rompe-piernas. Parte del ascenso cuenta con escaleras mecánicas (muy de agradecer) puesto que el desnivel de la calle en cuestión es bastante considerable. Al culminar la subida entramos en el recinto propiamente dicho del parque, con abundante vegetación y polvorientos senderos de nuevo en ascenso. Varios miradores en el camino nos van mostrando lo que culminará al final del paseo: una impresionante vista de la ciudad de Barcelona.
La situación de bancos, distintos apartados y plazas, hace del parque un sitio inmejorable para relajarse. Me sorprendió la presencia de gatos en el recinto, que parecían vivir allí sin dueño y que mostraban un aspecto excelente además de un trato cordial con los visitantes. Incluso se dejaron fotografiar sin problema, como se ve en la imagen de la derecha.
La última parte del parque, por una de las entradas, desemboca en una plaza en la que se sitúan propiamente las obras de Gaudí. Rodeado de palmeras, con cuevas naturales excavadas en la roca y el famoso banco de 150 metros de longitud rodeando la plaza. Casi tuvimos que hacer cola para encontrar hueco en el banco y hacernos una foto! La parte de abajo de la plaza se une con un pequeño templo plagado de columnas y con el techo adornado de mosaicos. A la salida del mismo, en las escaleras de entrada/salida está el famoso dragón en forma de fuente que quizás sea el símbolo más conocido de este parque barcelonés.
En definitiva, un lugar agradable para pasear, repleto de turistas en la mayor parte de su extensión, ciertamente, pero no por ello con menos encanto. Al fin y al cabo nosotros también éramos visitantes.
miércoles, 22 de noviembre de 2006
Barcelona
El pasado fin de semana, aprovechando la asistencia al espectáculo de Les Luthiers, tuve ocasión de visitar por primera vez en mi vida la ciudad de Barcelona. Aunque apenas tuvimos un día y medio para hacer turismo, tengo que decir que lo poco que vi me encantó y me quedaron ganas de volver con más tiempo. Debido a esa fascinación que ha causado sobre mí Barcelona, he decidido dedicarle un par de comentarios esta semana.
Incluyo también en mi personal homenaje la música de la mano de Freddie Mercury y Montserrat Caballé con la canción "Barcelona", compuesta con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 celebrados en la ciudad condal.
Y lo primero que debo destacar de la ciudad es, como no, la Sagrada Familia, la impresionante obra de Gaudí que es parada obligada para cualquier visitante y referente arquitectónico mundial. Lamento no poder mostrar aquí mis fotos, ya que el templo está inmerso en unas interminables obras y los andamios y las lonas no favorecen su belleza. Aún así, salir del metro, girarte y mirar hacia el cielo para encontrar el final de las torres de la Sagrada Familia es una sensación incomparable. Nos fue imposible acceder al interior del edificio, debido al poco tiempo del que disponíamos para visitar la ciudad, aunque lo tengo apuntado como prioridad absoluta en mi agenda para un próximo viaje a Barcelona.
El paseo por el barrio gótico de Barcelona nos ofreció también interesantes instantáneas de edificios de corte medieval en armoniosa conjunción con construcciones modernistas. Y aunque la Catedral también se encontraba en proceso de reconstrucción (odiaré los andamios y las redes de protección de por vida) valió la pena el breve paseo por las callejuelas estrechas de la zona antigua. Por unos minutos me sentí de nuevo en mi ciudad natal, Santiago de Compostela, recorriendo calles empedradas y absorbiendo cada centímetro de historia que acumulan las piedras de los edificios.
Y es que una es de pueblo y todavía se sorprende con la grandeza de las ciudades :)
Incluyo también en mi personal homenaje la música de la mano de Freddie Mercury y Montserrat Caballé con la canción "Barcelona", compuesta con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 celebrados en la ciudad condal.
Y lo primero que debo destacar de la ciudad es, como no, la Sagrada Familia, la impresionante obra de Gaudí que es parada obligada para cualquier visitante y referente arquitectónico mundial. Lamento no poder mostrar aquí mis fotos, ya que el templo está inmerso en unas interminables obras y los andamios y las lonas no favorecen su belleza. Aún así, salir del metro, girarte y mirar hacia el cielo para encontrar el final de las torres de la Sagrada Familia es una sensación incomparable. Nos fue imposible acceder al interior del edificio, debido al poco tiempo del que disponíamos para visitar la ciudad, aunque lo tengo apuntado como prioridad absoluta en mi agenda para un próximo viaje a Barcelona.
El paseo por el barrio gótico de Barcelona nos ofreció también interesantes instantáneas de edificios de corte medieval en armoniosa conjunción con construcciones modernistas. Y aunque la Catedral también se encontraba en proceso de reconstrucción (odiaré los andamios y las redes de protección de por vida) valió la pena el breve paseo por las callejuelas estrechas de la zona antigua. Por unos minutos me sentí de nuevo en mi ciudad natal, Santiago de Compostela, recorriendo calles empedradas y absorbiendo cada centímetro de historia que acumulan las piedras de los edificios.
Y es que una es de pueblo y todavía se sorprende con la grandeza de las ciudades :)
lunes, 20 de noviembre de 2006
Les Luthiers
Este fin de semana he tenido la ocasión de ver en directo un espectáculo de los geniales Les Luthiers. El Teatre Musical de Barcelona, donde tuvo lugar la gala, registró un lleno hasta la bandera compuesto mayoritariamente por público adulto y bastantes espectadores superando ya la barrera de los treinta y quince.
Hace más de 15 años que los vi actuar por primera vez en un espectáculo emitido por La 2 de Televisión Española. En aquella ocasión no los conocía y me quedé fascinada con el humor inteligente y sutil, los juegos de palabras y las continuas vueltas que daban al lenguaje, además de lo bien que sonaban los extraños instrumentos que tocaban, fabricados por ellos mismos con materiales comunes como latas o cartones.
Para los que no los conozcan, Les Luthiers son un grupo argentino formado en la actualidad por cinco músicos: Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Daniel Rabinovich y Carlos Núñez Cortés. Sus inicios se remontan a principios de los años 60, cuando varios de ellos eran miembros del coro de su universidad, y decidieron componer algunas piezas musicales con la figura del hoy desaparecido Gerardo Masana a la cabeza de la idea. Sus actuaciones en algunos locales del país comenzaron a destacar entre público y crítica y enseguida comenzaron a publicar sus primeros discos, con hilarantes piezas que aunaban la retórica y la poesía con la música de distintos géneros, intercaladas con brillantes monólogos contando las hazañas de personajes inventados por el conjunto, como Johann Sebastian Mastropiero.
Para los seguidores de Les Luthiers, es inevitable acabar aprendiendo de memoria fragmentos de sus recitales. Los encuentros entre fans resultan casi predecibles: uno recuerda la anécdota de un sketch del grupo, otro la continúa, el siguiente añade algo más, y el desenlace es una tormenta de risas que sólo se calma al inicio del siguiente chiste. Para mí ha sido un verdadero placer poder verlos en directo y disfrutar del espectáculo "Las obras de ayer. El refrito", que incluye entre otros los famosos pasajes de "El sendero de Warren Sánchez (salmos sectarios)", la "Cantata del Adelantado don Rodrigo Díaz de Carreras, de sus hazañas en Tierras de Indias, de los singulares acontecimientos en que se vio envuelto y de cómo se desenvolvió" y la increíblemente divertida "Pepper Clemens sent the Messenger, nevertheless the reverend left the herd" con la presencia en escena de varios de los instrumentos que ellos elaboran en su trabajo como luthiers.
En sus casi 40 años de trayectoria, se han convertido en uno de los grupos más respetados e incluso imitados de la escena humorística mundial, aunque ningún otro artista ha sabido conjuntar de un modo tan profesional la buena música con el buen humor. El resultado de cada programa que interpretan son aplausos inacabables y una sensación de agradecimiento profundo por haber sabido despertar la risa de un modo tan cercano y tan sincero. Para los que tengan la oportunidad de verlos en alguno de sus conciertos españoles, les recomiendo que no se lo pierdan porque no se arrepentirán (para eso pueden unirse a Warren...)
Hace más de 15 años que los vi actuar por primera vez en un espectáculo emitido por La 2 de Televisión Española. En aquella ocasión no los conocía y me quedé fascinada con el humor inteligente y sutil, los juegos de palabras y las continuas vueltas que daban al lenguaje, además de lo bien que sonaban los extraños instrumentos que tocaban, fabricados por ellos mismos con materiales comunes como latas o cartones.
Para los que no los conozcan, Les Luthiers son un grupo argentino formado en la actualidad por cinco músicos: Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Daniel Rabinovich y Carlos Núñez Cortés. Sus inicios se remontan a principios de los años 60, cuando varios de ellos eran miembros del coro de su universidad, y decidieron componer algunas piezas musicales con la figura del hoy desaparecido Gerardo Masana a la cabeza de la idea. Sus actuaciones en algunos locales del país comenzaron a destacar entre público y crítica y enseguida comenzaron a publicar sus primeros discos, con hilarantes piezas que aunaban la retórica y la poesía con la música de distintos géneros, intercaladas con brillantes monólogos contando las hazañas de personajes inventados por el conjunto, como Johann Sebastian Mastropiero.
Para los seguidores de Les Luthiers, es inevitable acabar aprendiendo de memoria fragmentos de sus recitales. Los encuentros entre fans resultan casi predecibles: uno recuerda la anécdota de un sketch del grupo, otro la continúa, el siguiente añade algo más, y el desenlace es una tormenta de risas que sólo se calma al inicio del siguiente chiste. Para mí ha sido un verdadero placer poder verlos en directo y disfrutar del espectáculo "Las obras de ayer. El refrito", que incluye entre otros los famosos pasajes de "El sendero de Warren Sánchez (salmos sectarios)", la "Cantata del Adelantado don Rodrigo Díaz de Carreras, de sus hazañas en Tierras de Indias, de los singulares acontecimientos en que se vio envuelto y de cómo se desenvolvió" y la increíblemente divertida "Pepper Clemens sent the Messenger, nevertheless the reverend left the herd" con la presencia en escena de varios de los instrumentos que ellos elaboran en su trabajo como luthiers.
En sus casi 40 años de trayectoria, se han convertido en uno de los grupos más respetados e incluso imitados de la escena humorística mundial, aunque ningún otro artista ha sabido conjuntar de un modo tan profesional la buena música con el buen humor. El resultado de cada programa que interpretan son aplausos inacabables y una sensación de agradecimiento profundo por haber sabido despertar la risa de un modo tan cercano y tan sincero. Para los que tengan la oportunidad de verlos en alguno de sus conciertos españoles, les recomiendo que no se lo pierdan porque no se arrepentirán (para eso pueden unirse a Warren...)
miércoles, 15 de noviembre de 2006
Sam Brown
En la historia de la música hay cientos de ejemplos de artistas que han logrado gran éxito con una o dos canciones a lo sumo y luego han caído en el olvido. En el caso de la británica Sam Brown, en 1988 irrumpió en todas las listas de ventas con su tema "Stop!", acompañado de un vistoso video-clip con una voz desgarrada y un aire personal que llamó mucho la atención. Sonó con fuerza durante un par de años y luego desapareció con el mismo sigilo con el que había llegado. Aunque no seguí su trayectoria tras aquellos años, sé que se retiró durante un tiempo para formar una familia y posteriormente continuó dedicándose a la música pero de un modo más personal e intimista.
Lo que no se le puede negar a Sam Brown es haber interpretado con un convencimiento cercano al dramatismo una de las canciones de blues más cantadas de los últimos años, considerada ya un clásico de los 80. "Stop!" sonó hasta la saciedad y recientemente ha sido versioneado (de un modo horroroso, desde mi punto de vista) por Jamelia. Como todos los buenos temas de soul y blues, la canción habla de amor roto, de engaño, de dolor y de traición, algo que todos hemos sufrido alguna vez y de lo que siempre quedan cicatrices en el alma. Aunque esté en inglés, merece la pena poner aquí la letra de esta canción, que significa mucho para los que en aquella época vivíamos nuestros primeros amores y, sobre todo, desamores.
All that I have is all that you've given me
did you never worry that I'd come to depend on you
I gave you all the love I had in me
now I find you've lied and I can't believe it's true
Wrapped in her arms I see you across the street
and I can't help but wonder if she knows what's going on
you talk of love but you don't know how it feels
when you realise that you're not the only one
Oh you'd better stop before you tear me all apart
you'd better stop before you go and break my heart
ooh you'd better stop
Time after time I've tried to walk away
but it's not that easy when your soul is torn in two
so I just resign myself to it every day
now all I can do is to leave it up to you
Oh you'd better stop before you tear me all apart
you'd better stop before you go and break my heart
ooh you'd better stop
Stop if love me
(you will remember)
now's the time to be sorry
(that day forever)
I won't believe that you'd walk out on me
Oh you'd better stop before you tear me all apart
you'd better stop before you go and break my heart
ooh you'd better stop!
Lo que no se le puede negar a Sam Brown es haber interpretado con un convencimiento cercano al dramatismo una de las canciones de blues más cantadas de los últimos años, considerada ya un clásico de los 80. "Stop!" sonó hasta la saciedad y recientemente ha sido versioneado (de un modo horroroso, desde mi punto de vista) por Jamelia. Como todos los buenos temas de soul y blues, la canción habla de amor roto, de engaño, de dolor y de traición, algo que todos hemos sufrido alguna vez y de lo que siempre quedan cicatrices en el alma. Aunque esté en inglés, merece la pena poner aquí la letra de esta canción, que significa mucho para los que en aquella época vivíamos nuestros primeros amores y, sobre todo, desamores.
All that I have is all that you've given me
did you never worry that I'd come to depend on you
I gave you all the love I had in me
now I find you've lied and I can't believe it's true
Wrapped in her arms I see you across the street
and I can't help but wonder if she knows what's going on
you talk of love but you don't know how it feels
when you realise that you're not the only one
Oh you'd better stop before you tear me all apart
you'd better stop before you go and break my heart
ooh you'd better stop
Time after time I've tried to walk away
but it's not that easy when your soul is torn in two
so I just resign myself to it every day
now all I can do is to leave it up to you
Oh you'd better stop before you tear me all apart
you'd better stop before you go and break my heart
ooh you'd better stop
Stop if love me
(you will remember)
now's the time to be sorry
(that day forever)
I won't believe that you'd walk out on me
Oh you'd better stop before you tear me all apart
you'd better stop before you go and break my heart
ooh you'd better stop!
martes, 14 de noviembre de 2006
La invasión de los ultracuerpos
Gran parte del cine actual se basa en antiguas películas, de mucho o poco éxito en su momento, a las que les pretenden dar un giro o una vuelta de tuerca en su argumento para actualizarlas y venderlas hoy en día como novedosas. La mayoría de estos remakes no alcanzan nunca la calidad del original, aunque en algunos casos el resultado llega a ser aceptable, incluso bueno a veces, y en muy pocas ocasiones supera la película que revisa.
"La invasión de los ultracuerpos" es un caso un tanto extraño, aunque encaja en varios aspectos en la teoría del remake, con distintos títulos a lo largo de los años y hasta cuatro adaptaciones distintas. (Spoilers!).
"The body snatchers" fue llevada por primera vez al cine en 1956 de la mano de Don Siegel, basándose en un serial publicado en la revista Collier's Magazine. El tema de los extraterrestres y el miedo a las invasiones alienígenas estaba entonces cobrando un interés creciente entre la población y de ello se aprovecharon los productores de cine y los escritores. La línea argumental, que continuaría en el resto de los remakes, cuenta cómo unas plantas procedentes del espacio exterior se dedican a usurpar los cuerpos de los humanos y convertirlos en máquinas sin sentimientos, unidas y reconocibles por la causa floral pero sin ningún lazo afectivo entre ellas. La película, bajo el título de "La invasión de los ladrones de cuerpos", denuncia también en el fondo el opresivo ambiente que se vivía en la sociedad estadounidense con el inicio de la guerra fría. Aunque no he tenido ocasión de verla, los críticos la consideran una obra maestra del suspense y la ciencia ficción del momento.
La siguiente adaptación no sólo mejoró si cabe la anterior sino que sentó una nueva base en el cine de terror. Los seriales de Jack Finney ya se habían convertido en novela y en ella se basó esta película que se estrenó en España en 1978 con el título "La invasión de los ultracuerpos". Su director, Philip Kaufman, contó con la participación de un importante elenco de actores como Donald Sutherland, Brooke Adams, Leonard Nimoy o un joven Jeff Goldblum. El argumento continuaba siendo el mismo de la anterior película, pero con escenas de efectos especiales mucho más trabajados en lo referente a las plantas invasoras y momentos realmente angustiosos para el espectador. Tengo que destacar sin duda la actuación de Donald Sutherland, que en ésta como en otras de sus películas, es candidato a retorcerle el pescuezo por lo bien que lo hace y lo convincente de su actuación.
Quince años después, el director de culto Abel Ferrara retomó la historia para llevar a la gran pantalla el tercer remake, bajo el título de "Secuestradores de cuerpos". A pesar de unos efectos especiales destacables y que la trama es relativamente entretenida, el reparto es bastante flojo y comparándola con sus predecesoras no les llega ni a la altura de los tobillos ni logra en ningún momento crear la angustia de las anteriores.
Quizás se deba a que Ferrara está acostumbrado a realizar un tipo de cine mucho más crudo de lo que le permitía la idea de "body snatchers". Se actualizaron conceptos que no aparecían en las versiones anteriores, como el uso de archivos genéticos o el transcurso de las investigaciones en una base militar perdida en Alabama, pero aún así esos detalles sólo consiguieron maquillar un poco un resultado que no satisfizo a la mayoría del público.
Ahora, casi otros 15 años después, las plantas del espacio vuelven de nuevo a invadir nuestras pantallas con la película "The invasion", cuyo estreno está previsto para el año que viene. Como gran reclamo figura la presencia de Nicole Kidman en el papel de psiquiatra que investiga la epidemia extraterrestre y como anécdota la intervención de Veronica Cartwright, quien ya había participado como una de las protagonistas en la versión de Kaufman en 1978 y en los últimos años había centrado toda su carrera en las series de TV. El director del film en esta ocasión es el alemán Oliver Hirschbiegel, que produce su primera película americana tras el éxito que obtuvo con "El hundimiento". También figura en su curriculum la dirección de un episodio de "Rex, un policía diferente" en 1996, pero intentaremos no tenérselo en cuenta :P
"La invasión de los ultracuerpos" es un caso un tanto extraño, aunque encaja en varios aspectos en la teoría del remake, con distintos títulos a lo largo de los años y hasta cuatro adaptaciones distintas. (Spoilers!).
"The body snatchers" fue llevada por primera vez al cine en 1956 de la mano de Don Siegel, basándose en un serial publicado en la revista Collier's Magazine. El tema de los extraterrestres y el miedo a las invasiones alienígenas estaba entonces cobrando un interés creciente entre la población y de ello se aprovecharon los productores de cine y los escritores. La línea argumental, que continuaría en el resto de los remakes, cuenta cómo unas plantas procedentes del espacio exterior se dedican a usurpar los cuerpos de los humanos y convertirlos en máquinas sin sentimientos, unidas y reconocibles por la causa floral pero sin ningún lazo afectivo entre ellas. La película, bajo el título de "La invasión de los ladrones de cuerpos", denuncia también en el fondo el opresivo ambiente que se vivía en la sociedad estadounidense con el inicio de la guerra fría. Aunque no he tenido ocasión de verla, los críticos la consideran una obra maestra del suspense y la ciencia ficción del momento.
La siguiente adaptación no sólo mejoró si cabe la anterior sino que sentó una nueva base en el cine de terror. Los seriales de Jack Finney ya se habían convertido en novela y en ella se basó esta película que se estrenó en España en 1978 con el título "La invasión de los ultracuerpos". Su director, Philip Kaufman, contó con la participación de un importante elenco de actores como Donald Sutherland, Brooke Adams, Leonard Nimoy o un joven Jeff Goldblum. El argumento continuaba siendo el mismo de la anterior película, pero con escenas de efectos especiales mucho más trabajados en lo referente a las plantas invasoras y momentos realmente angustiosos para el espectador. Tengo que destacar sin duda la actuación de Donald Sutherland, que en ésta como en otras de sus películas, es candidato a retorcerle el pescuezo por lo bien que lo hace y lo convincente de su actuación.
Quince años después, el director de culto Abel Ferrara retomó la historia para llevar a la gran pantalla el tercer remake, bajo el título de "Secuestradores de cuerpos". A pesar de unos efectos especiales destacables y que la trama es relativamente entretenida, el reparto es bastante flojo y comparándola con sus predecesoras no les llega ni a la altura de los tobillos ni logra en ningún momento crear la angustia de las anteriores.
Quizás se deba a que Ferrara está acostumbrado a realizar un tipo de cine mucho más crudo de lo que le permitía la idea de "body snatchers". Se actualizaron conceptos que no aparecían en las versiones anteriores, como el uso de archivos genéticos o el transcurso de las investigaciones en una base militar perdida en Alabama, pero aún así esos detalles sólo consiguieron maquillar un poco un resultado que no satisfizo a la mayoría del público.
Ahora, casi otros 15 años después, las plantas del espacio vuelven de nuevo a invadir nuestras pantallas con la película "The invasion", cuyo estreno está previsto para el año que viene. Como gran reclamo figura la presencia de Nicole Kidman en el papel de psiquiatra que investiga la epidemia extraterrestre y como anécdota la intervención de Veronica Cartwright, quien ya había participado como una de las protagonistas en la versión de Kaufman en 1978 y en los últimos años había centrado toda su carrera en las series de TV. El director del film en esta ocasión es el alemán Oliver Hirschbiegel, que produce su primera película americana tras el éxito que obtuvo con "El hundimiento". También figura en su curriculum la dirección de un episodio de "Rex, un policía diferente" en 1996, pero intentaremos no tenérselo en cuenta :P
jueves, 9 de noviembre de 2006
Una historia china de fantasmas
Hace poco volví a revisar esta película que, en su momento, me había gustado mucho por su humor y su cuidada estética. Con los años, no ha perdido un ápice del encanto que la caracterizó en su estreno en 1987. Muy en la línea de las películas de la época de Jackie Chan, “Una historia china de fantasmas” apelaba también a los detalles graciosos mezclados con un argumento sobrenatural y con tendencias terroríficas. (Spoilers!).
El joven Ling Choi Sin, recaudador de impuestos, es enviado a un pequeño pueblo para desarrollar su trabajo. Allí sufre diversas penurias que dificultan su labor y le obligan a pernoctar en un antiguo castillo abandonado, habitado por fantasmas. Como no podía ser de otro modo, se enamora de uno de los espíritus allí recluídos, en la forma de una hermosa mujer. Una sucesión de tramas y situaciones extravagantes hacen que la película no pierda interés en ningún momento. Tienen especial fuerza los momentos de lucha, con efectos especiales muy novedosos en su momento y utilizados casi de la misma manera en la actualizada “Tigre y Dragón”.
Aparte de ser una película mágica, “Una historia china de fantasmas” se ha convertido con los años en una cinta de culto tomada como referencia para muchas otras producciones similares. Destacan las escenas de batallas en el aire, realizadas con cables de una forma que en Europa todavía no se conocía, y la lucha contra el ejército de espíritus, muy emocionante y lograda a pesar de que ahora en plena etapa del tratamiento informatizado de imágenes nos parezcan un pelín rudimentarias.
El prolífico cine chino produce miles de películas al año, sobre todo procedentes de la industria de Hong Kong, de las que sólo unas cuantas llegan a los circuitos de visionado españoles. El propio director de “Una historia china de fantasmas” cuenta con otros 20 títulos en su lista, incluidas dos secuelas de la “historia” rodadas en 1990 y 1991 aprovechando el éxito de la primera. Por su parte, el actor protagonista, Leslie Cheung participó también en más de 50 cintas antes de suicidarse en 2003, víctima de una profunda depresión. Se trataba de toda una estrella en su país, que aparte de haber intervenido en películas tan destacadas como "Adiós a mi concubina" o "Happy together" contaba con una enorme fama como cantante. La canción que suena le viene tristemente como anillo al dedo, pues Cheung se mató tirándose al vacío desde el piso 24 del hotel Mandarin Oriental de Hong Kong.
El joven Ling Choi Sin, recaudador de impuestos, es enviado a un pequeño pueblo para desarrollar su trabajo. Allí sufre diversas penurias que dificultan su labor y le obligan a pernoctar en un antiguo castillo abandonado, habitado por fantasmas. Como no podía ser de otro modo, se enamora de uno de los espíritus allí recluídos, en la forma de una hermosa mujer. Una sucesión de tramas y situaciones extravagantes hacen que la película no pierda interés en ningún momento. Tienen especial fuerza los momentos de lucha, con efectos especiales muy novedosos en su momento y utilizados casi de la misma manera en la actualizada “Tigre y Dragón”.
Aparte de ser una película mágica, “Una historia china de fantasmas” se ha convertido con los años en una cinta de culto tomada como referencia para muchas otras producciones similares. Destacan las escenas de batallas en el aire, realizadas con cables de una forma que en Europa todavía no se conocía, y la lucha contra el ejército de espíritus, muy emocionante y lograda a pesar de que ahora en plena etapa del tratamiento informatizado de imágenes nos parezcan un pelín rudimentarias.
El prolífico cine chino produce miles de películas al año, sobre todo procedentes de la industria de Hong Kong, de las que sólo unas cuantas llegan a los circuitos de visionado españoles. El propio director de “Una historia china de fantasmas” cuenta con otros 20 títulos en su lista, incluidas dos secuelas de la “historia” rodadas en 1990 y 1991 aprovechando el éxito de la primera. Por su parte, el actor protagonista, Leslie Cheung participó también en más de 50 cintas antes de suicidarse en 2003, víctima de una profunda depresión. Se trataba de toda una estrella en su país, que aparte de haber intervenido en películas tan destacadas como "Adiós a mi concubina" o "Happy together" contaba con una enorme fama como cantante. La canción que suena le viene tristemente como anillo al dedo, pues Cheung se mató tirándose al vacío desde el piso 24 del hotel Mandarin Oriental de Hong Kong.
miércoles, 8 de noviembre de 2006
Mecano
Todavía no había sonado en este blog quizás el grupo más emblemático de los 80 en España: Mecano. Aunque nunca fui una fan incondicional, sí tenía sus discos y canté muchas de sus canciones hasta la saciedad, sobre todo las de los primeros trabajos. Las nuevas generaciones que sólo conocen la famosa movida madrileña de oídas posiblemente reconocerán los temas de Mecano antes que los de cualquier otro grupo, sobre todo gracias al musical creado por Nacho Cano "Hoy no me puedo levantar", que está tan de moda que a veces hasta aburre.
La historia de Ana Torroja y los hermanos Nacho y José María Cano comienza con el inicio de la década. Su primer disco se publica en 1981 y ya incluye temas que se convertirían en clásicos modernos como "Hoy no me puedo levantar", "Perdido en mi habitación" o "Maquillaje". En 1986, con ya 3 discos en el mercado, editan uno de sus trabajos más vendidos, "Entre el cielo y el suelo", con el que comienzan a exportar su música hacia Sudamérica, y con canciones tan recordadas como "Cruz de navajas" o "Hijo de la luna". El siguiente, "Descanso dominical" les abre camino en Francia e Italia y con "Aidalai" en 1991 cierran una etapa del grupo. A pesar de haberse reunido para la edición de discos recopilatorios y algún que otro tema inédito, nunca han vuelto a actuar como Mecano a pesar de las insistentes peticiones de sus fans.
Tras la ruptura, Ana Torroja inició una discreta carrera en solitario que con el tiempo se ha consolidado. Nacho Cano publicó también varios discos experimentales, con sonidos novedosos y voces femeninas en las interpretaciones de sus temas, para posteriormente trabajar en la producción del musical "Hoy no me puedo levantar". Por su parte, José María Cano se embarcó de lleno en la creación de una ópera que cosechó críticas muy positivas entre los entendidos, para continuar luego con otros proyectos como cantautor.
Aparte del mérito de ser uno de los grupos españoles más conocidos, recordados y versioneados, también se encuentran entre los que más discos han vendido en toda la historia de la música de nuestro país. Sólo por eso y porque algunas de sus canciones siguen emocionándome aunque ya no las escuche tanto como antes, merecen un hueco en esta página. El tema que suena, "Aire", se incluyó en su disco de 1984 y personalmente me pone los pelos de punta como si lo estuviera viviendo. Aunque es difícil elegir entre todos sus éxitos, la letra de esta canción, compuesta por José María Cano, es como una pequeña historia en la que todo encaja, es mecánicamente perfecta :) Eso sí, el colocón tuvo que ser mortal :P
La historia de Ana Torroja y los hermanos Nacho y José María Cano comienza con el inicio de la década. Su primer disco se publica en 1981 y ya incluye temas que se convertirían en clásicos modernos como "Hoy no me puedo levantar", "Perdido en mi habitación" o "Maquillaje". En 1986, con ya 3 discos en el mercado, editan uno de sus trabajos más vendidos, "Entre el cielo y el suelo", con el que comienzan a exportar su música hacia Sudamérica, y con canciones tan recordadas como "Cruz de navajas" o "Hijo de la luna". El siguiente, "Descanso dominical" les abre camino en Francia e Italia y con "Aidalai" en 1991 cierran una etapa del grupo. A pesar de haberse reunido para la edición de discos recopilatorios y algún que otro tema inédito, nunca han vuelto a actuar como Mecano a pesar de las insistentes peticiones de sus fans.
Tras la ruptura, Ana Torroja inició una discreta carrera en solitario que con el tiempo se ha consolidado. Nacho Cano publicó también varios discos experimentales, con sonidos novedosos y voces femeninas en las interpretaciones de sus temas, para posteriormente trabajar en la producción del musical "Hoy no me puedo levantar". Por su parte, José María Cano se embarcó de lleno en la creación de una ópera que cosechó críticas muy positivas entre los entendidos, para continuar luego con otros proyectos como cantautor.
Aparte del mérito de ser uno de los grupos españoles más conocidos, recordados y versioneados, también se encuentran entre los que más discos han vendido en toda la historia de la música de nuestro país. Sólo por eso y porque algunas de sus canciones siguen emocionándome aunque ya no las escuche tanto como antes, merecen un hueco en esta página. El tema que suena, "Aire", se incluyó en su disco de 1984 y personalmente me pone los pelos de punta como si lo estuviera viviendo. Aunque es difícil elegir entre todos sus éxitos, la letra de esta canción, compuesta por José María Cano, es como una pequeña historia en la que todo encaja, es mecánicamente perfecta :) Eso sí, el colocón tuvo que ser mortal :P
lunes, 6 de noviembre de 2006
Mi nombre en chino
Curioseando en internet encontré una web en la que traducen hasta 3.000 nombres al chino. Lo extraño es que la página se llama japoname.com, por lo que la traducción debería ser al japonés y no al chino. Como yo no entiendo mucho de kanjis nunca podría distinguirlos y, además, me parece complicadísimo aprender un lenguaje a través de símbolos. Eso sí, estéticamente me fascinan las lenguas orientales y árabes escritas, aunque sería mucho más interesante saber leer lo que dicen esos bonitos trazos. Si alguien me puede confirmar si en esa imagen pone Marta en chino o en japonés me encantaría que me lo dijera :D
domingo, 5 de noviembre de 2006
viernes, 3 de noviembre de 2006
El Profesional (Léon)
En el año 1994 el director francés Luc Besson venía de cosechar un gran éxito con la película "Nikita" y un respetable lugar entre los cinéfilos independientes gracias a "El gran azul", una fábula colorista centrada en el submarinismo. Aunque ya con anterioridad había tocado la acción en "Subway", fue "Nikita" (1990) con la que se dio a conocer fuera de las fronteras francesas, de la que Hollywood realizó un flojillo remake protagonizado por Bridget Fonda.
"El Profesional" abrió de lleno al director un nuevo camino hacia el exterior de Francia y sobre todo hacia el mercado estadounidense, eligiendo protagonistas europeos para conformar una película redonda con todos los efectos de las grandes producciones de acción americanas y el encanto sobrio e inteligente de las europeas. Obviamente, spoilers!
"El Profesional" trata de un asesino a sueldo que entabla amistad con una niña de 12 años que acaba de perder a toda su familia a manos de un agente antidrogas corrupto. El azar hace que ambos se encuentren y se necesiten para sobrevivir: uno para olvidar su soledad y su amarga existencia alejado de todo tipo de afectos y otra para aferrarse a alguien que llene el hueco familiar y le guíe en su deseo de venganza. A pesar de lo increible que pueda parecer la historia, para mí el guión se resuelve con soltura y todo termina encajando, incluso la compañía de una inocente cría para un astuto asesino sin escrúpulos. En algunas de las críticas que he leído tildaban la historia de ridícula y falta de credibilidad. Bueno, quizás algunos de los que opinan así se olvidan de que el cine, y más aún el género de acción, es ficción que no siempre tiene que ser fiel a la realidad. En ese caso nos encontraríamos ante un "Estrenos TV" muy entretenido y lacrimógeno para la sobremesa :)
El punto fuerte de la película se encuentra sin duda en los protagonistas. Jean Reno en el papel de Léon borda un personaje con el que empatizas desde un primer momento, aún sabiendo que es un criminal despiadado. La ternura de Mathilda, interpretada por Natalie Portman en su debut cinematográfico, contrasta con sus ansias de aniquilar a aquellos que han matado a su hermano pequeño. Por último, el siempre resolutivo Gary Oldman se presenta una vez más como el que más odios despierta, con una convinción absoluta. La fuerza de este triángulo hace que la película no flaquee y los momentos trepidantes se conjuguen perfectamente con los momentos detenidos en la vida de los protagonistas.
El director ha mantenido fructíferas relaciones con estos mismos actores, repitiendo con Jean Reno en casi todas sus producciones y reservando a Oldman el papel de malo malísimo de su siguiente film, "El quinto elemento". Jean Reno protagoniza en "El Profesional" también una de las mejores muertes vistas en el cine reciente o al menos una de las más emotivas. La escena rompe en cierto modo los esquemas del cine de acción conocido para irrumpir con violencia en el modelo europeo más cruel y directo. Así, la película acaba mal (relativamente) y pasa a engrosar la lista de ese tipo de cine que me gusta ver porque me sorprende.
"El Profesional" abrió de lleno al director un nuevo camino hacia el exterior de Francia y sobre todo hacia el mercado estadounidense, eligiendo protagonistas europeos para conformar una película redonda con todos los efectos de las grandes producciones de acción americanas y el encanto sobrio e inteligente de las europeas. Obviamente, spoilers!
"El Profesional" trata de un asesino a sueldo que entabla amistad con una niña de 12 años que acaba de perder a toda su familia a manos de un agente antidrogas corrupto. El azar hace que ambos se encuentren y se necesiten para sobrevivir: uno para olvidar su soledad y su amarga existencia alejado de todo tipo de afectos y otra para aferrarse a alguien que llene el hueco familiar y le guíe en su deseo de venganza. A pesar de lo increible que pueda parecer la historia, para mí el guión se resuelve con soltura y todo termina encajando, incluso la compañía de una inocente cría para un astuto asesino sin escrúpulos. En algunas de las críticas que he leído tildaban la historia de ridícula y falta de credibilidad. Bueno, quizás algunos de los que opinan así se olvidan de que el cine, y más aún el género de acción, es ficción que no siempre tiene que ser fiel a la realidad. En ese caso nos encontraríamos ante un "Estrenos TV" muy entretenido y lacrimógeno para la sobremesa :)
El punto fuerte de la película se encuentra sin duda en los protagonistas. Jean Reno en el papel de Léon borda un personaje con el que empatizas desde un primer momento, aún sabiendo que es un criminal despiadado. La ternura de Mathilda, interpretada por Natalie Portman en su debut cinematográfico, contrasta con sus ansias de aniquilar a aquellos que han matado a su hermano pequeño. Por último, el siempre resolutivo Gary Oldman se presenta una vez más como el que más odios despierta, con una convinción absoluta. La fuerza de este triángulo hace que la película no flaquee y los momentos trepidantes se conjuguen perfectamente con los momentos detenidos en la vida de los protagonistas.
El director ha mantenido fructíferas relaciones con estos mismos actores, repitiendo con Jean Reno en casi todas sus producciones y reservando a Oldman el papel de malo malísimo de su siguiente film, "El quinto elemento". Jean Reno protagoniza en "El Profesional" también una de las mejores muertes vistas en el cine reciente o al menos una de las más emotivas. La escena rompe en cierto modo los esquemas del cine de acción conocido para irrumpir con violencia en el modelo europeo más cruel y directo. Así, la película acaba mal (relativamente) y pasa a engrosar la lista de ese tipo de cine que me gusta ver porque me sorprende.
miércoles, 1 de noviembre de 2006
Leonard Cohen
Sé que Leonard Cohen representa para muchos la poesía hecha canción. Este cantautor canadiense ha llenado multitud de corazones con su desgarrada voz y sus sonidos lentamente rítmicos, además de sus letras profundas sobre el amor, el dolor, la religión, la sociedad y lo que la rodea. Reconozco que Leonard Cohen llegó a mi vida tarde, cuando ya había desarrollado más de la mitad de su carrera.
A finales de los 80 cayó en mis manos su disco "I'm your man", que irrumpió en las listas de ventas con una fuerza inusual e hizo que temas como "First we take Manhattan" se escucharan por todos los rincones. La canción que suena hoy en el blog, "Everybody knows", se incluye también en ese trabajo y fue además el tema central de una película extraña y rompedora en su momento, de la que algún día haré un comentario: "Exótica".
Curiosamente, dos de mis artistas favoritos, Diego Vasallo y Christina Rosenvinge, admiran a su vez a Cohen y lo nombran repetidas veces en sus composiciones, dejando claro que el veterano cantautor ha influido con fuerza en una generación de músicos que buscaban en las canciones algo más que el puro entretenimiento o el éxito de ventas. La inspiración supone en estos casos un modo de vida, una actitud ante las pequeñas cosas que nos ocurren, buenas y malas, y la certeza de que todos sabemos cómo funciona este juego. La cuestión no es ganar o perder sino ser coherente con tus sentimientos y tus pensamientos y creo que la coherencia va siempre unida al perdedor. Por eso a mí me gustan las películas que acaban mal.
Hay infinidad de enlaces sobre Leonard Cohen, pero es muy recomendable si os gusta su música visitar The Leonard Cohen Files, una de las más completas, aparte de la web oficial del músico aquí.
PD. Especialmente para ti Brandelia, que sé que te gusta :)
A finales de los 80 cayó en mis manos su disco "I'm your man", que irrumpió en las listas de ventas con una fuerza inusual e hizo que temas como "First we take Manhattan" se escucharan por todos los rincones. La canción que suena hoy en el blog, "Everybody knows", se incluye también en ese trabajo y fue además el tema central de una película extraña y rompedora en su momento, de la que algún día haré un comentario: "Exótica".
Curiosamente, dos de mis artistas favoritos, Diego Vasallo y Christina Rosenvinge, admiran a su vez a Cohen y lo nombran repetidas veces en sus composiciones, dejando claro que el veterano cantautor ha influido con fuerza en una generación de músicos que buscaban en las canciones algo más que el puro entretenimiento o el éxito de ventas. La inspiración supone en estos casos un modo de vida, una actitud ante las pequeñas cosas que nos ocurren, buenas y malas, y la certeza de que todos sabemos cómo funciona este juego. La cuestión no es ganar o perder sino ser coherente con tus sentimientos y tus pensamientos y creo que la coherencia va siempre unida al perdedor. Por eso a mí me gustan las películas que acaban mal.
Hay infinidad de enlaces sobre Leonard Cohen, pero es muy recomendable si os gusta su música visitar The Leonard Cohen Files, una de las más completas, aparte de la web oficial del músico aquí.
PD. Especialmente para ti Brandelia, que sé que te gusta :)