Hace unos días descubrí a este grupo en el blog “My Kingdom for a Melody” y desde entonces no he podido parar de escucharlos. My Morning Jacket es una banda estadounidense, formada en Louisville (Kentucky) hace más de una década y que ya tiene media docena de discos en el mercado. Al frente está el cantante Jim James, que también le puso nombre al grupo tras encontrar una chaqueta con las iniciales MMJ entre los restos de su bar favorito después de un incendio (según Wikipedia).
Su música es una mezcla de rock alternativo con toques country y que, en muchas ocasiones, recuerda al rock progresivo de los setenta. Suelen grabar los temas en directo, sin mezclar, e incluso para su último disco editado este año, “Circuital”, montaron un estudio en una iglesia del s.XIX de su pueblo, para intentar captar nuevos sonidos. Además he visto varios fragmentos de sus conciertos y en vivo suenan francamente bien.
Tienen bastantes canciones que me gustan mucho, pero iré reservándolas quizás para futuras entradas, ya que se está complicando cada vez más eso de no repetir artista en esta sección, jeje. Por el momento, el disco “Evil urges”, que la banda publicó en 2008, se ha convertido en uno de mis favoritos. En él se incluye el tema “Librarian”, una preciosa canción, con una letra igualmente bonita y una cadencia para mí maravillosa.
Esta semana le dedicamos la canción a esa bibliotecaria de gafitas y pelo recogido que siempre nos atiende con una sonrisa tímida: "Librarian", de My Morning Jacket.
Estos días se cumple un año desde que descubrí que me gustaba correr. Mis primeros pasos fueron un tanto titubeantes, pero poco a poco mi "Running time" se ha convertido en parte de mi vida y en algo ya totalmente imprescindible. Salir a correr ha sido la actividad que más feliz me ha hecho en los últimos meses (bueno, la segunda... la primera es esa otra actividad que hace feliz, sí :P).
Desde que empecé a correr, en junio del año pasado, he hecho alrededor de 600 kilómetros. Todos los de este año los he ido registrando en la web de Strands, donde llevo la cuenta de mis progresos. Soy poco ambiciosa y además consciente de que mi edad y mi limitado entrenamiento no me permitirán superar en mucho mis marcas actuales. Aún así, me siento genial cada vez que mejoro mi ritmo en un par de segundos o aumento un poco la distancia recorrida. Cualquier cosa me vale para que sea un buen día de running.
Para los expertos runners que puedan leerme, decirles que hago los 5 km. en unos 38 minutos (si fuerzo un poco yo creo que puedo ponerme en 37 :D), mi ritmo ronda los 7,30 min/km. y mi velocidad supera un poco los 8 km/h. La máxima distancia que he hecho corriendo han sido 8 km, en algo más de una hora. Teniendo en cuenta mi edad, mi problema en la rótula, el tiempo que llevo corriendo y lo poco profesional de esto que soy, estoy más que contenta con mis récords!
Este año me he propuesto correr 800 km. antes del 31 de diciembre. Por ahora llevo sólo 330 km. y veo complicado alcanzar mi objetivo, pero lo mantendré hasta el final. Con el pulsómetro he aprendido a controlar bien el ritmo y aguantar así mucho más tiempo corriendo, por lo que he pasado de trotar los 30 minutos habituales durante los primeros meses a un mínimo de 45 en cada salida en las últimas semanas. Ese aparatito ha sido un instrumento muy positivo para mi running, a pesar de los sustos de las primeras veces, cuando me veía las pulsaciones en 180 y subiendo y no sabía qué debía hacer :D Y aunque mi rodilla sigue dándome algún que otro disgusto de vez en cuando (tengo traumatólogo para octubre, se despeinan dando cita), pienso seguir corriendo siempre que pueda. Y todavía tengo pendiente mi primera carrera popular, que no sé cuándo ni dónde será, pero participaré en una en cuanto tenga ocasión. Y os lo haré saber, desde luego.
Os dejo los enlaces de mis inicios al running, que publiqué en febrero, por si alguien no los había visitado y le apetece leer cómo pasé de no entender eso de correr a encantarme sentirme toda una corredora de fondo.
Ayer empezó oficialmente el verano. No puedo decir que me alegre porque no es una de mis estaciones favoritas. No me gusta el sol, soporto mal el calor y, debido a ello, en verano paso aún más tiempo en casa del que ya de por sí es habitual en mí.
Pero como a mucha gente sí le hace ilusión la llegada del verano, vamos a celebrarlo en Lillusion con un tema en consecuencia, el famoso "Summertime" interpretado por el mítico dúo compuesto por Ella Fitzgerald y Louis Armstrong. Ambos fueron dos de las mayores estrellas que ha tenido la música negra, sobre todo en el mundo del jazz y el blues.
La canción la compuso George Gershwin en 1933, con letra de Ira Gershwin, para incluirla en la ópera "Porgy and Bess", que se estrenaría dos años más tarde. Me he quedado alucinada al ver el tema de la ópera, teniendo en cuenta que es de los años treinta y además está basada en una novela anterior. Copio directamente de la wikipedia: Porgy and Bess narra la historia de Porgy, un inválido afroamericano que habita los suburbios de Charleston, Carolina de Sur, y sus intentos por rescatar a Bess de las garras de Crown, su proxeneta y de Sportin' Life, un vendedor de drogas. Algo me dice que esto hoy en día tendría muchos más problemas para estrenarse y sería muy criticado, cuando en aquella época fue un rotundo éxito. Estoy convencida de que estamos involucionando. El tema más conocido de la música de aquella obra fue sin duda "Summertime", una pieza con forma de nana que muchos músicos quisieron interpretar posteriormente. Existen multitud de versiones a cargo de Billie Holiday, Sarah Vaughan, Frank Sinatra, Janis Joplin o Miles Davis entre los clásicos, y Paul McCartney, Lila Downs, Marilyn Manson o Scarlett Johansson en los últimos tiempos.
Lady Ella grabó tres discos junto a Louis Armstrong, que ya era un reputado trompetista cuando ella iniciaba su carrera. Uno de esos trabajos fue la ópera completa "Porgy and Bess", en 1957, grabación que años más tarde merecería un premio Grammy por su enorme significado histórico en el entorno jazzístico vocal.
Os dejo pues con esta delicia auditiva mientras entramos de lleno en el verano: "Summertime" a cargo de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong.
Ese viaje iniciático entre la adolescencia y la madurez que todos hemos pasado es fuente inagotable de argumentos. En el caso de los cómics es un hilo más que recurrente, ya que muchos dibujantes han expresado sus despertares al amor y al mundo de los adultos a través de viñetas en más de una ocasión. Y quizás uno de los mejores ejemplos de esta temática sea “Blankets”. Se trata de una de las novelas gráficas más conocidas y valoradas, ilustrada en blanco y negro, con un dibujo muy expresivo y un guión tierno a la par que reflexivo. Su protagonista es el propio autor, el guionista y dibujante Craig Thompson, que ganó en 2003 algunos de los premios más importantes de la industria de la historieta con esta obra.
El joven Craig se debate entre su educación cristiana y su primera relación amorosa con una chica, en un torbellino de sensaciones nuevas, imposiciones sociales, religiosas y el inevitable debate moral que propicia todo ello. Ese primer amor adolescente es rememorado en cada página de este cómic a través de ensoñaciones y recuerdos, con una maravillosa ternura y una buena dosis de nostalgia.
Craig conoce a Raina en un campamento baptista y siente por ella cosas que jamás había sentido por nadie. Las novedades le atormentan pero también le hacen meditar sobre su fe y los puntos de desencuentro que hay entre la religión y el amor físico. Muchos lectores que hayan recibido una educación cristiana seguro que podrán verse identificados en muchas de las dudas del protagonista.
Como tema accesorio en la obra, aunque no menos importante, está la relación del joven con su hermano pequeño, durante la infancia de ambos, en un pueblo rural de Wisconsin. Los dos están unidos por la afición al dibujo y las aventuras fantásticas que crean para escapar de la opresión del hogar familiar, dominado por la rígida fe que propugnan sus padres. El dibujo apoya perfectamente todas esas fantasías oníricas y las integra en el cómic, sin romper en ningún momento el tono realista ni la coherencia de la historia.
“Blankets” es una novela gráfica muy recomendable, tanto para los fans del formato como para los que deseen iniciarse en los cómics, ya que es una lectura muy amena y con un toque nostálgico realmente delicioso.
Tal día como hoy, hace cinco años, veía la luz el primer post de Lillusion. Desde entonces han pasado por aquí muchas personas que han dejado en total más de 6.000 comentarios en las 947 entradas que me he atrevido a publicar. En ese tiempo he ganado amigos, he perdido otros, he sido muy feliz y también algo infeliz. Cinco años dan para mucho, aunque parezca que hayan pasado en un suspiro.
Nunca me he planteado cerrar el blog, aunque sí lo he abandonado temporalmente por cuestiones personales. Nunca he pasado más de un mes sin publicar y me siento orgullosa de ello. He compartido con vosotros muchos detalles de mi ocio, de mis ratos libres, de mis opiniones y mis gustos. Y como hoy quiero hacer algo distinto, me he propuesto contestar a un meme. Sí, uno de esos que nunca publico aunque me nominen para ello y que contesto siempre en los comentarios de blogs ajenos porque yo soy así de chula :P
Como la cosa hoy va de cifras, qué mejor que el famoso meme numérico que circula últimamente por la blogosfera. He tenido que hacer mucho recuento para contestar alguna de esas preguntas, pero bueno, ahí va el resultado. Es una especie de homenaje a estos cinco años de blog dedicado en parte a vosotros, mis fantásticos lectores, y en parte a mí misma, como terapia personal para evitar perder del todo la memoria.
¿Cuántos años tienes? 36 ¿En qué día naciste? 9 ¿Con qué edad empezaste el colegio? 3. Además repetí Parvulitos y me hice el Colasín dos veces :P ¿Cuánt@s herman@s tienes? 1 hermana. ¿En cuántas ciudades diferentes has vivido? Hmmm de pequeñita en 3; desde que me acuerdo, otras 7. ¿A qué edad fue tu primer amor? A los 4 años tenía un noviete que se llamaba Richi y era el nieto de una vecina de mi abuela. Pero digamos que con más conciencia fue a los 11. ¿Cuántas veces te has enamorado de verdad? Bah, lo mío han sido todo calentones mantenidos en el tiempo XD. ¿Cuántos pares de zapatos tienes? Bastantes, pero es por culpa de Diógenes, que no me deja deshacerme de los que no uso :P Realmente utilizo sólo unos 5 ó 6, sobre todo botas y zapatillas. ¿Qué numero de pie usas? 35 (sí, sorprendentemente me mantengo de pie sin caerme). ¿Cuántas mascotas has tenido a lo largo de tu vida? 3, un perro (Zar), una tortuga de tierra (Yasu) y un lagarto (Laggy) que se coló en nuestro patio cuando vivía con GeekDraz. También tuve un caballito de mar (que duró sólo unas horas, pobre) e innumerables grillos que traía mi padre cuando volvía de pescar. Las truchas las metíamos en la bañera con agua y les poníamos nombre. A la hora de la cena se hacía difícil comérselas… ¿Cuántos teléfonos móviles tienes? 1. ¿Cuántas televisiones hay en tu casa? 1. ¿Cuántos ordenadores hay en tu casa? 2 (el iMac está jubilado ya, aunque todavía funciona). ¿Cuál es la matrícula de tu coche? No tengo coche. ¿Cuántos idiomas hablas, incluyendo el castellano? 3. Si me preguntaran cuántos hablo bien ya la cosa se reduciría a uno y medio :P ¿Cuántas veces has volado en avión? Uf, así haciendo cálculos por encima me salen unas 42, pero podrían ser más. Es lo que tiene vivir en una isla XD ¿Cuántas veces has montado en barco? 8 en ferry y bastantes más en un barquito que cruzaba la ría cuando de pequeña iba a estudiar al Conservatorio de Vigo. Pongamos que unas 30. ¿En cuántos países diferentes, incluyendo España, has estado? 5, pero sólo me acuerdo de 3. ¿A qué edad te casaste? No me he casado nunca ni creo que lo haga. ¿Cuántos hijos tienes? Ninguno. ¿Cuántos amigos de verdad consideras que tienes? Con el tiempo he constatado que el concepto de “amigo de verdad” es un tanto voluble. Digamos que hay dos o tres personas que siempre han estado ahí y sé que seguirán estando. ¿Cuántos puestos de trabajo has tenido a lo largo de tu vida? Me da vergüenza decirlo… unos 14, sin contar los muy cutres :P ¿De cuántas redes sociales formas parte? 2, Facebook y Twitter. Ya después estarían las específicas, como Strands para registrar mis carreras, Entrelectores para mis libros y seguro que alguna más que no recuerdo ahora. ¿Cuántos blogs has tenido a lo largo de tu vida? 1, aunque en mis tiempos mozos también creé dos páginas web que ya no existen, una sobre cine y otra para mi equipo de trivial de #IRC. Ah, y también tuve un MySpace! ¿Cuál es tu número favorito? 5
Y precisamente son 5 los años que cumple hoy Lillusion. Gracias a todos por estar ahí. Sin vosotros esto no sería lo mismo :)
Esta semana el blog “My kingdom for a melody”, de Savoy Truffle, me recordó a un artista que tenía ahí perdido en la memoria, Chris Isaak. Yo lo conocí a finales de los ochenta, cuando sonaba con fuerza su single “Wicked game”, que posteriormente se haría más famoso aún gracias a que David Lynch lo incluiría en la banda sonora de su película “Corazón salvaje”.
El vídeo que se hizo para aquella canción, dirigido por Herb Ritts, fue uno de los más vistos del momento. Rodado en blanco y negro, mostraba sugerentes escenas del propio Isaak en una playa junto a la modelo danesa Helena Christensen. Años después repetiría videoclip con supermodelo, en ese caso para la canción de 1995 “Forever blue” al lado de Laetitia Casta.
A pesar de su nariz torcida, recuerdo de una primera etapa como boxeador, Chris Isaak se convirtió enseguida en un icono sexual. Su aire rockabilly y su estilo homenaje a los más puros cincuenta le propiciaron muchas fans dentro de la sección femenina, mientras que su seriedad musical cautivaba a los profesionales del sector. Su aterciopelada voz ha sido y continúa siendo su mejor seña de identidad.
Además de las comentadas, hay otras canciones de Isaak como “Blue hotel” o “Blue spanish sky” que tuvieron también bastante repercusión en las dos últimas décadas del siglo pasado.
Esta semana sigamos pues en Lillusion ese juego perverso que nos propone Chris Isaak con "Wicked game".
Ésta es la última película que me queda por reseñar de las que vi justo antes de la entrega de los Oscar de este año. Sí, voy con cierto retraso, lo sé, pero es lo que tiene no haberme actualizado aún a la versión premium de días de 36 horas… :P Lo mejor de “La red social” es una buena dirección de David Fincher, un interesante montaje y una fotografía correcta. Lo peor, la cara de pánfilo del protagonista principal, Jesse Eisenberg, que me molestó de principio a fin, y un desarrollo de guión que a ratos parece avanzar a trompicones a lo largo del film.
Esperaba una película mucho más entretenida, pero por momentos, sobre todo al principio, me pareció encontrarme en la típica producción de hackers ochentera: los informáticos teclean a velocidad de vértigo (yo supero las 400 ppm. y no he tecleado así en mi vida), aparecen líneas de código sin sentido que no hacen más que aportar confusión al espectador y se suceden rapidísimos diálogos (más bien ataques de verborrea) con profusión de términos técnicos que incluso a los informáticos reales les costaría ensamblar con sentido en una sola frase. Todo eso hace que mi mente quiera desconectarse de la película mientras tienen lugar esas escenas. Y eso que yo soy usuaria de Facebook y me interesaba el tema, que si no llego a serlo creo que me hubiera aburrido bastante más.
La película empieza bien, con una escena muy prometedora y rodada magistralmente, pero a partir de ahí aparecen detalles que me van incomodando el visionado. La empatía con el protagonista (con cualquier personaje realmente) es cero por mi parte, así que desde el principio no consigo vivir la historia. Es cierto que no me tiene que caer especialmente bien un personaje tan cretino como Mark Zuckerberg, pero el hecho de que tampoco me caiga mal, sino que me dé exactamente igual lo que le ocurra a él y a su constante cara de estreñido, pues ya me preocupa. He de decir que la interpretación de Justin Timberlake me parece genial, pero no tiene suficiente peso para salvar la sensación general de que me importa bastante poco quién tenga la razón en esa batalla por los derechos ideológicos de Facebook. Las actitudes arbitrarias de los protagonistas tampoco ayudan a mejorar esas sensaciones.
Entiendo lo que plantea “La red social” y la manera de contarlo, el juego de poder, la cantidad disparatada de dinero que se mueve, pero no me engancha en absoluto ni consigo posicionarme ante lo que veo. Y me siento fatal por ello, por lo que disfruto poquísimo una película que debería haberme llegado mucho más. En todo momento espero a que suceda algo más, un giro en la historia que me sumerja de lleno en los acontecimientos y me salve de la apatía que me domina con respecto al film, pero nada distinto a lo esperado sucede. La película termina coja, como si le faltara justamente el metraje donde se encuentra lo más importante.
Está claro que esta misma historia en manos de otro director que no fuera David Fincher no habría tenido ninguna repercusión. El realizador tiene el mérito de tejer de nuevo un drama de juicios con cierto interés y utilizar recursos como los flashbacks con acierto, pero de ahí a considerarla la película del año, como se dijo en su momento, creo que va un trecho. Me gustó muchísimo más "Zodiac", siendo una película supuestamente más lenta y con menor aliciente de actualidad.
"La red social (The Social Network)" ganó los Oscar dedicados a montaje, banda sonora (fantástica, a cargo de Trent Reznor y Atticus Ross) y al guión de Aaron Sorkin. Éste último está basado en un libro de Ben Mezrich, escritor especializado en las aventuras de jovencitos millonarios carentes de humildad y ansiosos por demostrar su supremacía al resto del mundo. Aunque todos los premios me parecen muy merecidos, a mí el film no me acabó de convencer.
Esta semana estuvo de cumpleaños un amigo que tiene una pequeña obsesión con los dioses primigenios, en especial con Cthulhu. Atendiendo a su sugerencia (hazme un cuchulito de amigurumi!) tuve que ponerme manos a la obra y perpetrar este pequeño engendro de lana, que ya está en posesión de su legítimo dueño.
El patrón lo saqué en gran parte del libro que compré hace unos meses “Monstruillos de ganchillo” (“Creepy Cute Crochet”, de Christen Haden), aunque hice algunas modificaciones en las alas y los tentáculos. El bicho en cuestión mide unos diez centímetros y está ganchillado en algodón verde oliva, un color muy apropiado para dominar el mundo, creo yo :P
En las fotografías vemos al pequeño gran Cthulhu haciendo amistad con otros seres malignos como Mephisto, Diablo y Baal, todos del Diablo II, así como con algunos jugadores claramente perversos de Los Sims Edición Deluxe, de esos que eliminan las puertas de las habitaciones y quitan los baños para que los sims se desesperen y acaben muertos de hambre y sueño.
Yo creo que Lovecraft estaría orgulloso de este amigurumi tan resultón, verdad? XD Ya lo sabéis, muchachos: Cthulhu os quiere!
Como se ve que a mí me van los melenudos setenteros, volvemos esta semana con otro grupo de aquella época, Steppenwolf.
Esta banda canadiense, que toma su nombre del título alemán de la novela de Herman Hesse "El lobo estepario", surgió en la ciudad de Toronto a finales de los sesenta, pero sus cinco miembros enseguida se trasladaron a Estados Unidos para iniciar allí una prometedora carrera. En 1969 les llegó la fama gracias a su canción "Born to be wild", que fue incluida en la banda sonora de la película "Easy Rider", un clásico del cine de moteros dirigido por Dennis Hopper. En los últimos años esa composición también se ha utilizado con frecuencia en anuncios publicitarios, por lo que su fama se ha acrecentado más si cabe. Su otro tema más conocido fue "Magic carpet ride", que pertenecía también al mismo álbum de 1968.
En 1971 editaron su último disco con la formación original y durante la siguiente década se reagruparon en varias ocasiones con distintos miembros, aunque sin demasiada continuidad. Se disolvieron definitivamente en los últimos setenta y ya sólo volvieron a colaborar en ocasiones puntuales y conciertos.
Esta semana comprobamos si hemos nacido para ser salvajes en Lillusion con "Born to be wild", de Steppenwolf.
La semana pasada estuve en la isla de La Gomera con unos amigos de la península que vinieron de visita. Yo nunca había estado allí y la verdad es que me sorprendió gratamente. En todas partes se respiraba mucha calma, aunque puedo entender que los que vivan allí acaben desesperándose con tanta tranquilidad y aislamiento :D El viaje en ferry desde el puerto de Los Cristianos fue un poco agitado, con algo de mareo pero divertido. Pudimos avistar incluso algunos delfines que viajaban paralelos al barco en la distancia, pertenecientes a las numerosas colonias de cetáceos que hay por la zona. Se puede contemplar también una vista maravillosa de la capital isleña, San Sebastián, a medida que el ferry se va acercando a puerto. Una vez en tierra firme nos subimos a un autobús que realizó una ruta por casi todo el centro y norte de la isla, haciendo paradas en lugares puntuales de especial interés, como el Roque de Agando o Agulo, desde donde se divisa todo el valle de Hermigua. Las vistas eran impresionantes y nuestro guía, Marcel, un auténtico crack, que saltaba del español al alemán o al francés con un desparpajo sorprendente.
En pleno corazón de La Gomera se sitúa el Parque Nacional de Garajonay, plagado de vegetación y especies animales protegidas. El bosque de laurisilva, un tipo de vegetación autóctona que se mantiene húmeda durante todo el año, es una de las mayores atracciones de la isla. Como curiosidad, he leído en Wikipedia la leyenda de Gara y Jonay, de los que proviene el nombre del parque, con una historia muy al estilo de Romeo y Julieta. Desde un poco más al norte se puede ver la isla de Tenerife si el cielo está claro. Pudimos captar unas maravillosas imágenes del Teide al fondo, franqueado por nubes.La isla de La Gomera es una de las más pequeñas del archipiélago canario, por lo que se puede ver casi toda en apenas unos días. Dispone además de numerosas rutas de senderismo muy interesantes para los aficionados al deporte al aire libre. Gracias a mis amigos Lost in La Gomera por aceptarme en su excursión y dejarme disfrutar tanto de su compañía!
Hace ya bastante tiempo publiqué en el blog una receta de tarta de manzana. Se trataba más bien de un bizcocho, sin huevos y con cobertura de cubitos de almendra. Como las manzanas le dan un toque maravilloso a cualquier postre he ido experimentando con otras recetas que las incorporan y, buscando por internet, encontré varias tartas de manzana tradicionales que adapté mínimamente a mis necesidades.
Los ingredientes de mi versión de esta tarta de manzana clásica fueron: dos huevos, un vaso y medio de harina normal, un vaso de azúcar blanco, un vaso de leche desnatada, dos manzanas Golden grandes (o tres pequeñas), una cucharadita de levadura de repostería y mermelada de melocotón.
La preparación es sencillísima: sólo hay que poner en un bol los huevos, el azúcar, la leche, la harina con la levadura y una manzana pelada y troceada. Todos estos ingredientes se mezclan bien con una batidora. Se vierte todo el contenido en un molde redondo, previamente engrasado si fuera necesario, y se adorna por encima con la otra manzana cortada en láminas finas.
La tarta se hornea durante unos 30-40 minutos a 180º y estará cocida cuando la pinchemos con un palillo y éste salga limpio. Cuando se saca del horno se deja enfriar un poco, se pincela con la mermelada de melocotón para que quede brillante y lista para comer! Como veis es apta para cualquier nivel de habilidad gastronómica y el resultado es realmente espectacular, tanto a nivel visual como de sabor.
Leonard Cohen fue uno de los primeros artistas que sonó en Lillusion, en los inicios de este blog allá por 2006. Su poesía hecha canción me acompañó en muchas ocasiones y su profunda voz me acarició cuando nadie más lo hacía. Todos esos sentimientos que el cantautor canadiense nos ha hecho vivir durante más de 40 años años han recibido hoy un importante reconocimiento: el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Conocido por sus canciones, Cohen también es escritor y lo fue incluso antes de ser músico. Publicó sus primeras obras literarias en los años cincuenta y tuvo que pasar casi una década para que su primer disco viera la luz. Desde entonces ha compaginado ambas actividades, aunque su música siempre ha primado para el gran público.
Retirado durante un tiempo de los escenarios, hace un par de años regresó con una gira intimista que hizo las delicias de sus seguidores. Ahora, con 76 años, continúa en la brecha compartiendo su talento con todo aquel que lo quiera escuchar.
Para mí, sin duda, Leonard Cohen es nuestro hombre, como bien dice en la canción que he elegido para que suene esta semana en el blog. "I'm your man", es el tema que da título a su disco de 1988, con el que yo lo conocí y del que guardo un recuerdo especial.
Hace unos días descubrí a este grupo en el blog “My Kingdom for a Melody” y desde entonces no he podido parar de escucharlos. My Morning Jacket es una banda estadounidense, formada en Louisville (Kentucky) hace más de una década y que ya tiene media docena de discos en el mercado. Al frente está el cantante Jim James, que también le puso nombre al grupo tras encontrar una chaqueta con las iniciales MMJ entre los restos de su bar favorito después de un incendio (según Wikipedia).
Tienen bastantes canciones que me gustan mucho, pero iré reservándolas quizás para futuras entradas, ya que se está complicando cada vez más eso de no repetir artista en esta sección, jeje. Por el momento, el disco “Evil urges”, que la banda publicó en 2008, se ha convertido en uno de mis favoritos. En él se incluye el tema “Librarian”, una preciosa canción, con una letra igualmente bonita y una cadencia para mí maravillosa.
