Cocina: Magdalenas

Hacía ya un tiempo que rondaba por mi cabeza preparar unas tradicionales magdalenas, pero no encontraba una receta que me convenciera y no sabía si serían muy perjudiciales para mi dieta. Después de mirar unas cuantas he decidido tomar un poco de aquí y de allá para confeccionar una receta personal, con la que me han quedado francamente deliciosas.

Los ingredientes necesarios son 3 huevos (podéis usar uno entero y dos claras si tenéis problemas de colesterol para reducir al máximo la presencia de yema; para mi receta yo empleé mis dos huevos permitidos a la semana en estas magdalenas, con una clara más), un yogur natural desnatado, 125 gr. de azúcar blanco, 200 gr. de harina, medio vasito de aceite de oliva, dos cucharadas de levadura Royal y cáscara de limón rallada. Aunque la preparación es sencilla, viene bien utilizar una batidora o similar para que la masa quede más homogénea. Con estas cantidades saldrán unas 16-18 magdalenas medianas.

En primer lugar se baten los huevos con el yogur. Se le va añadiendo el azúcar poco a poco sin dejar de remover. Después el aceite y la ralladura de limón, para finalizar incorporando la harina con la levadura lentamente, batiendo constantemente para evitar grumos.
Para los moldes podéis usar los que prefiráis, siempre que estén indicados para magdalenas. Yo usé los desechables de papel, que son muy cómodos, aunque creo que los nuevos moldes de silicona para hornos dan muy buen resultado y se limpian fácilmente. Si usáis de papel podéis pintar con aceite de oliva los interiores, aunque creo que sin ello tampoco se pegan demasiado. Se vierte un poco de la mezcla en cada molde, aproximadamente hasta la mitad, y se espolvorea por encima con un poquito de azúcar (yo le puse una mezcla de chocolate negro rallado y azúcar moreno, aunque el chocolate apenas se nota; creo que es mejor poner sólo azúcar).

El horno debe precalentarse a unos 180-190º y poner a funcionar sólo el calor inferior. Como mi horno no tiene esa función puse la bandeja lo más abajo posible, durante algo menos de 15 minutos, y luego otros 10 en la parte central para que las magdalenas cojan color por encima. De todos modos, debéis estar pendientes porque cada horno es diferente y el tiempo de cocción puede variar. Como son porciones pequeñas de masa se harán enseguida y un minuto de más o de menos puede significar que se quemen o se queden crudas. Mis moldes de papel parece que se iban a quemar por debajo por el color que cogieron, pero finalmente el sabor de las magdalenas quedó intacto.