martes, 4 de diciembre de 2007

El camino

No pensaba que la lectura de este libro me iba a enganchar tanto. Recuerdo que lo recomendaban en los planes de estudio de los institutos hace años (no sé si hoy continúan haciéndolo) pero a mí no me tocó leerlo y lo fui dejando hasta ahora. Si ya me había gustado “Los santos inocentes”, que releí hace algunas semanas, “El camino” (1950) ha supuesto para mí la confirmación de que Miguel Delibes es un genio de las letras.

A pesar de su estilo muy característico y su temática (España rural de la postguerra) me ha cautivado la manera de contar desde los ojos infantiles de su protagonista el pausado transcurrir de la vida. Daniel, el Mochuelo, es un niño de 11 años para el que sus padres tienen un plan, un camino escrito que se desvía de lo que el chico cree que debe hacer.

Con esta premisa tan simple y a la vez tan perturbadora, “El camino” desgrana las experiencias más importantes en la corta existencia de Daniel, lo que más le ha marcado en la cotidianeidad de un pequeño pueblo castellano de mitad del siglo pasado. El niño recuerda todos esos detalles la noche antes de su partida para estudiar en la gran ciudad, donde íntimamente sabe que no está su destino pero a lo que no puede renunciar por respeto a su padre.

Los típicos tópicos del momento se muestran en el libro de forma clara, la diferencia entre las figuras letradas del maestro, el médico, el cura o el alcalde y los demás trabajadores del pueblo, las personas corrientes que buscan poco a poco su lugar, salir adelante sin más ambiciones. El padre de Daniel, quesero de profesión, mantiene sin embargo la esperanza de que su hijo "progrese" en la ciudad y para ello ahorra y olvida otras muchas necesidades, sobre todo afectivas, del niño y el resto de su familia.

Está muy presente también en la novela el espíritu religioso de la época, el temor de Dios y el amenazante planear del pecado sobre cualquier actitud que se salga de la norma impuesta por la Iglesia. Dentro de este pequeño universo en el que los niños son solamente culpables de ser niños, Daniel el Mochuelo y sus compañeros, Roque el Moñigo y Germán el Tiñoso, conviven con la naturaleza del valle que les vio nacer y pasan las horas aprendiendo de lo mucho o poco que les rodea. Las primeras punzadas del dolor, en forma de amor y muerte, alcanzan también a los pequeños protagonistas que todavía no comprenden muchos comportamientos adultos pero que sin embargo asumen con mayor naturalidad y sinceridad los procesos que se ven obligados a vivir.

“El camino” es una novela con toques de inocente humor, unido al tierno despertar a la adolescencia. Es para mí una oda a la simplicidad de la vida humana, a la condensación de sentimientos puros y a la nostalgia de la niñez. Delibes retrata con gran acierto a cada personaje, sus puntos fuertes y débiles, así como las arraigadas costumbres de una aldea en la que el tiempo parece estar detenido. Muy recomendable para cualquier amante de la literatura.

Como detalle anecdótico he de comentar que cogí este libro en la Biblioteca Municipal y que hacia la página 106 descubrí que faltaba un pliego completo de hojas. Como el que tenía era el único ejemplar prestable del centro, tuve que leer esas cuatro páginas que no estaban en una edición amarillenta y maltrecha de 1955 en una de las salas de lectura de la biblioteca. Luego continué el resto de la novela en mi casa, con el mismo ejemplar que retirarán cuando lo devuelva. Esa es la experiencia más surrealista de la belleza hiperrealista de “El camino” :D

5 comentarios:

  1. Donde dice "recomendaban" en realidad debería poner "obligaban".

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  2. Haters, cuando digo "recomendaban" me refiero a los profesores, no a los alumnos. Está claro que a los alumnos sí les obligaban a leerlo si estaba incluido en el temario :)

    saluditos

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  3. Y bueno, tampoco era obligatorio-obligatorio -- sobre todo si tenías acceso al mercado negro de resúmenos. jaja qué tiempos. Y qué trampas.

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  4. Uys... A mí no me la recomendaron porque en mi ámbito leer "era pecado" ¡Jajaja! Bueno, más que pecado, lo desconocido: el conocimiento y la sabiduría. Leí esa novela por mi cuenta hace unos 7 años o más y me gustó mucho. Me enterneció y me hizo llorar. Una es una sentimental. Delibes siempre es especial y suele conseguir que me reconcilie conmigo misma. Ojalá hubiera más grandes como él hoy día. Un vallisoletano genial. ¡Viva la literaturaaaa! (perdón por la exhaltación xD )

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  5. Hannamary, estoy de acuerdo contigo (incluso en lo de vitorear a la literatura XDD). Todavía hay mucha gente que no lee nada y yo creo que solamente es cuestión de que cada uno encuentre su tipo de lectura, algo que le llene, que le interese, que le enganche.

    Delibes, a pesar de que a veces se lía un poco con términos rurales o cinegéticos (relativos a la caza, lo aprendí en el libro :P) muestra unos sentimientos en sus obras que pueden llegar fácilmente a cualquier lector.

    saluditos!

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