El primer libro que he leído este año es todo un clásico, "Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas", de Lewis Carroll. Aunque recuerdo pasajes leídos de pequeña y he mezclado muchas imágenes de la película de Walt Disney (de la que hablaré próximamente) nunca había disfrutado la obra completa. La edición que tenemos en casa (en la imagen) reproduce también los dibujos originales de Carroll para la historia, además de las ilustraciones encargadas a John Tenniel, uno de los famosos dibujantes de la época.
“Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas” fue escrito a partir de una historia que Lewis Carroll (seudónimo de Charles Lutwidge Dodgson) inventó para amenizar los paseos por el río con tres niñas: Lorina, Alice y Edith. Las tres eran hijas del diácono superior del escritor en la Universidad de Oxford, donde trabajaba como profesor de matemáticas. Siempre se ha especulado con el hecho de que Carroll basara su personaje de Alicia en la hija mediana de su jefe, Alice Liddell, que por entonces tenía 10 años, aunque él siempre lo desmintió. Incluso la Alice adulta reconoció que parte de los pasajes recogidos en “Alicia…” pertenecían a historias que Carroll les contaba en sus excursiones veraniegas pero nunca aclaró si el personaje se inspiraba en ella.
Varios estudiosos del mundo creado por el autor británico creen que su pasión por las niñas iba más allá de lo que hoy se consideraría razonable, aunque en ningún momento ha existido prueba alguna acerca de connotaciones sexuales en sus tendencias pedófilas. Carroll, que además era muy aficionado a la fotografía, tomaba también imágenes por entonces de niñas en las más variadas poses y actitudes sin que ello fuera considerado una perversión. Una de sus modelos fue, como no, Alice Liddell.
Esa excesiva atención al universo infantil, así como su interés por la lógica y las matemáticas, dio como resultado la novela que nos ocupa en 1862, aunque no fue publicada hasta tres años después. El libro muestra la experiencia de una joven Alicia en un mundo bajo tierra dominado por animales y otros extraños seres y objetos parlantes, un viaje fantástico repleto de inteligencia y no falto de inocencia. La novela, aunque dedicada al público infantil, es una delicia creativa para los lectores adultos, que pueden captar con más acierto las innumerables reflexiones lógicas y filosóficas que se ocultan en el texto. Para un escritor como él, especialista en la lógica simbólica y las paradojas matemáticas, crear una obra como la de “Alicia…” significaba plasmar en unos sencillos párrafos muchos de sus quebraderos de cabeza profesionales.
El disparate que domina la novela resulta totalmente congruente con el entorno de la historia que, no olvidemos, comienza con un conejo blanco caminando apresurado, pulcramente ataviado y hablando solo. Todos los personajes están trazados con gran delicadeza, con sus características animales humanizadas y amplios detalles de sus extrañas penurias en el mundo subterráneo.
La verdad que no esperaba disfrutar tanto con el libro pero me lo pasé genial leyéndolo. Las obviedades de los bichos, los caprichos de Alicia y el comportamiento completamente absurdo de las figuras de la baraja de cartas (“¡que le corten la cabeza!”) forman un conjunto delicioso. Aunque no haya ningún planteamiento concreto en la obra, más allá de lo que la joven protagonista se va encontrando a su paso, la narración resulta coherente y tiene ciertos toques moralizantes, supongo que acordes a la época en la que se escribió.
El gran éxito de la obra abrió la puerta a una segunda parte, que llevó el título de “Al otro lado del espejo” y que versa sobre una partida de ajedrez muy poco convencional. Todavía no lo he leído porque me di cuenta de que su narración no tiene nada que ver con la del primer libro, aunque continúe siendo Alicia la pequeña protagonista y posiblemente aparezcan algunos personajes similares. Próximamente opinaré sobre él. Mientras, me permito recomendar a todo el mundo esta joya literaria de “Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas”, que además es el libro favorito de algunos de mis visitantes.
No hay excusa para no leerlo, puesto que está disponible incluso su ejemplar online en la página de Bibliotecas Virtuales, una opción buenísima aunque no sé de qué traducción disponen. No hay que olvidar que la obra gana o pierde mucho según la adaptación que de algunos términos y juegos de palabras se haga al castellano. Por suerte, la edición que yo leí de la editorial Valdemar es muy completa y está muy bien traducida y anotada.
Magazine - Rhythm of cruelty (1979)
Hace 3 horas
Supongo que ahora entiendes porque es mi cuento favorito y me cautiva tanto. Es una genialidad y el texto en inglés es también el que más me gusta de los pocos que he leído en esa lengua.
ResponderEliminarPara mí Alicia es un "mood" y una visión :P ¡Excelente!
Celebro que te gustase tanto.
Un saludo.
Hannamary, la verdad que el libro merece mucho la pena. Yo creo que lo leí de pequeña pero no podría asegurarlo, porque sólo recordaba fragmentos. De todos modos, con la edad de Alicia no creo que se pueda entender al 100% la obra. Lo bueno que tiene es que leyéndola ya como adulta como tú dices cautiva totalmente al lector y se pueden entresacar otros detalles del argumento que difícilmente captarían los niños.
ResponderEliminarsaluditos
Fue mi libro de cabecera durante bastantes años. Sin embargo, le robó el puesto otro libro que, desgraciadamente, Disney se encargó de edulcorar salvajemente: "Peter Pan".
ResponderEliminarSi no has leido el libro original, te lo aconsejo encarecidamente. Muy poco tiene que ver con la versión animada.
Kano, pues la verdad es que no me había planteado leerlo. He de decir que no es un personaje que me llame mucho la atención, pero supongo que el libro tendrá su encanto. Lo tendré en cuenta, gracias :)
ResponderEliminarsaluditos!
Hola
ResponderEliminarEstos libros son geniales... Lo raro sería que no te gustaran. El caso es que cuando hablas que le encuentras cierto tonillo moralizante, quizá, porque tanto la época, como la literatura infantil británica tiende a ser moralizante. Sin embargo, Lewis Carroll incluye unas parodias a poemas moralizantes buenísimas. Cuando la Oruga le pide a Alicia que cante "Sois viejo, padre Guillermo", canta una versión bastante extraña de un poema moralizante de Robert Southey. Estas burlas se repiten a lo largo de este libro fantástico.
Otro que no te puedes perder es El Principito.
Un saludo.
Juan.
Juan, precisamente "El principito" es el siguiente en mi lista. En cuanto termine el que estoy leyendo ahora lo buscaré en la biblioteca. Es otro de esos libros que siempre quieres leer pero se te va escapando, así que voy a terminar ya con la espera :)
ResponderEliminarsaluditos!
Nada Lillu...¿Qué cuento yo ahora en mi blog después de leer este post tan estupendo y completo? Incluiré algunas de las anécdotas en Eurodisney cuando me perdí por el laberinto de Alicia. Un beso
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