Para disfrutar esta película hay que olvidarse de todo y dejarse llevar por la magia de Studio Ghibli. "Mi vecino Totoro" es el tercer largometraje de Hayao Miyazaki para esta productora, que ha trasladado la fórmula del anime tradicional japonés a todo tipo de público y especialmente a los espectadores occidentales.
La película, realizada en 1988, se convirtió en la imagen de Ghibli y su tierno personaje, Totoro, en el logotipo de la empresa.
"Mi vecino Totoro" cuenta la historia de un profesor universitario que se traslada con sus dos hijas a un pueblo del rural japonés para estar cerca de su esposa, que se recupera de la tuberculosis en un sanatorio. Corren los años cincuenta y las niñas descubren que unos seres extraños habitan en un enorme árbol alcanforero que hay junto a la casa. Son espíritus del bosque a los que sólo se puede ver con el corazón puro.
El rey del bosque, Totoro, es un enorme y peludo gato-conejo que sólo se dedica a dormir plácidamente en las entrañas del árbol, emitir gruñidos, bostezar creando unos violentos remolinos de viento y, de vez en cuando, hacer realidad las fantasías de la gente. Las niñas recurren a él para mantener la esperanza de una pronta recuperación de su madre, de la que les cuesta estar lejos. La solidaridad es una de las principales virtudes del vecindario de las pequeñas y de los espíritus de peluche del bosque.
Como en las demás películas de Miyazaki que he visto, los personajes se caracterizan por una gran bondad. Un marcado carácter espiritual, muy oriental de hecho, domina todo el conjunto de una película sin más moraleja que la de que los sueños pueden hacerse realidad cuando algo se desea de verdad. Puede ser que Totoro con su fuerza haga crecer un árbol en el jardín o que un gatobús de pelo y con diez patas te lleve en un momento a donde necesitas surcando los campos de hortalizas. Todo en la película es una sucesión de escenas repletas de ternura y emoción. En este caso no hay personajes malvados que empañen la tranquila vida rural de la familia. No es casualidad que la historia se desarrolle en la misma zona de Japón en la que creció Miyazaki, por lo que posiblemente tenga más de un toque autobiográfico.
A partir de esta película, Totoro se convirtió en un importante referente del anime japonés. En internet he encontrado incluso una iniciativa para salvar la Sayama Forest, el Totoro Forest Project, para preservar la masa forestal de las afueras de Tokio en la que se supone que se desarrolla la aventura de "Mi vecino Totoro". La cantidad y variedad de merchandising que rodea al personaje principal del film es también interminable y su imagen ha aparecido posteriormente en varios animes de Ghibli.
A mí personalmente Totoro me parece una monada de bicho :) Y la película, una preciosidad para todas las edades, aunque creo que no es la mejor de su autor. Seguiré viendo la filmografía de Miyazaki y relatando impresiones.
Magazine - Rhythm of cruelty (1979)
Hace 2 horas
Veo que cumples tu premose y vas a revisar todas las de Miyazaki. Puede que Totoro (junto con la reciente Ponyo) sea la mas "infantil" de toda su filmografía, llena de encanto e imaginación , como bien comentas, solo trasmite buenos sentimientos. El gato-bus es una genialidad, ¡cómo no se le había ocurrido a nadie antes!;)
ResponderEliminarEstoy bien desconestado, no tenía ni idea de estos personajes
ResponderEliminarSiempre he leído sobre ella y nunca me he puesto a buscarla. Primero tendré que purificar mi corazón jeje.
ResponderEliminarSaludos
Marguis, pensé exactamente eso, que es más infantil que las otras que he visto de Miyazaki. Aún así, es una delicia, tanto la historia como en el aspecto visual. A mí Totoro es que me da una ternura!!
ResponderEliminarAli Reyes pues el cine de Miyazaki es muy recomendable, incluso para espectadores no muy acostumbrados a la animación. Se ve muy fácil y transmite mucho, así que si un día te apetece ver algo diferente ya sabes :)
Möbius, eso lo primero! :D Yo también la tenía ahí pendiente, aunque había visto miles de peluches de Totoro y otras referencias. Como digo, aunque no es la más adulta de Miyazaki, merece la pena verla por su inocencia y su buen rollo.
saluditos!
No sé, no sé, que no me atrevo yo con este caballero....
ResponderEliminarPor las películas del Studio Ghibli siento especial predilección como ya te dije. Esta de Mi vecino Totoro es de las favoritas de mis hijos pero tampoco yo la considero de las mejores.
ResponderEliminarMe encanta la escena en la que el padre se está bañando con sus hijas en una noche llena de ruidos y empiezan a reir en voz alta para ahuyentar a los espíritus.
¿Te animas a hacer un Totoro en crochet?
Loquemeahorro, pues te inspiraría para tu sección de cuentos modernos, seguro! :D
ResponderEliminarJuanRa, creo que los niños difrutan mucho más con Totoro que los mayores, pero como he dicho a mí me inspira muchísimo cariño el bichejo. Y lo del Totoro de ganchillo ya lo he mirado, pero me falta mejorar la técnica, que es complicadillo, eh :D
saluditos
Hola
ResponderEliminarEsta no la he visto. Pero tiene que ser bonita. Mucha naturaleza, personajes bondadosos... Miyazaki en estado puro.
Este autor tiene la virtud de que los occidentales las entendemos más o menos bien, aunque nos perdamos detalles (es una cultura llena de tradiciones, de cosas que cualquier japonés de por sabidas).
Un saludo.
Juan.
Juan, yo he aprendido bastantes cosas de la cultura japonesa en estas películas, la verdad. Sobre todo a nivel espiritual muestran una forma de ver la vida tan diferente a la occidental! Todo eso teniendo en cuenta que son películas con un importante germen infantil, claro :)
ResponderEliminarsaluditos