Tengo dudas a la hora de elegir mi película favorita de Fernando León de Aranoa, pero desde luego “Barrio” se encuentra a la cabeza. Sin ser nada original, la propuesta funciona por su realismo y su sencillez, sin estridencias y con unas interpretaciones realmente fantásticas a cargo de los tres jóvenes protagonistas, Críspulo Cabezas, Timy Benito y Eloi Yebra, que sustentan perfectamente por sí solos el film.
*** Spoilers! ***
La película nos cuenta las ilusiones de tres muchachos adolescentes de un barrio periférico de Madrid, en un momento impreciso de la década de los noventa. Es verano y cada uno de ellos está planteándose su futuro a corto plazo, en un entorno muy limitado tanto económica como socialmente. Manu, Javi y Rai provienen de familias desestructuradas, donde la televisión ejerce un efecto sedante y la falta de opciones es una constante. Sueñan con viajar, con alejarse del tedio y la miseria que los rodea, con ser ricos y tener mujeres guapas, como cualquier chaval de su edad.
Pero a su modo, los chicos son conscientes de que el mundo de pobreza y amargura que les rodea acabará succionándoles si no salen pronto de él. Sin embargo, el modo de salir no lo tienen tan claro. Manu, que vive solo con su padre tras la muerte de su madre, intenta trabajar en cualquier cosa, mientras que Rai se acerca al peligroso negocio del trapicheo para sacar algo de dinero y permitirse algunos caprichos. Por su parte Javi vive inmerso en su propio drama, viendo cómo su familia se desmorona con la separación de sus padres.
*** Fin de Spoilers! ***
Como ya comentamos en el debate sobre “Familia”, este tipo de cine social tiene que gustar, pero además tiene que estar bien hecho para transmitir. Personalmente me gusta la manera en que el realizador madrileño enfoca la historia y da vida a sus personajes, cada uno en su lugar perfecto. La coherencia es algo maravilloso en sus películas. En este caso su producción se acerca más al drama, sin evitar por ello momentos también francamente divertidos, como ocurría en “Familia”.
Esta película, de 1998, supone la segunda en la filmografía de Fernando León de Aranoa como director, en la que también es autor del guión. Ganó en su momento dos premios Goya en ambos apartados, dirección y guión original, siendo superada en la sección de Mejor Película aquel año por “La niña de tus ojos” de Trueba.
La vi hace mil años y la tengo super olvidada, pero recuerdo que me gustó.
ResponderEliminarFernando León es un gran director.
Y perdón por el offtopic, pero tengo una nueva encuesta sobre Bardem en Cajón de historias que necesita votos ;)
Me pasa como a Ismael. Sé que me encantó pero tendría que volver a verla. De hecho no sé si estoy mezclando dos. ¿Esta es la que descubren una parada de Metro abandonada? ¿La que uno de ellos descubre que su hermano es drogadicto y lo encuentra en un tugurio?
ResponderEliminarDesde luego este director es garantía de buen cine.
Un saludo
Ismael Cruceta yo con la edad cada vez recuerdo menos lo que veo y lo que leo :/ A veces tengo que revisar mis propias reseñas en el blog para saber lo que opinaba de alguna película, y no es broma...
ResponderEliminarYa me pasé por tu blog y voté :D
JuanRa es la del hermano drogadicto al que descubre bajo un puente. Yo ya he visto los cuatro largos de este director y me han gustado todos mucho!
saluditos
Una muy buena película, lo de la moto de agua nunca lo entendí, pero bueno es un recurso. De Fernando Leon de Aranoa me yo por lo menos me quedo con la típica, los lunes al solajero.
ResponderEliminarUn abrazo
Angel, yo lo de la moto de agua lo interpreto como la prueba del destino inexorable del pobre Rai, que a pesar de tener suerte en algo en la vida, se gana un regalo inútil y que, aún encima, se lo acaban robando. "Los lunes al sol" será la próxima que reseñaré en el blog, aunque aviso que no es mi favorita de él :)
ResponderEliminarsaluditos