Los libros premiados o muy conocidos tienen la capacidad de ser amados u odiados; rara vez se quedan en un discreto término medio. “La soledad de los números primos”, del joven escritor italiano Paolo Giordano, tenía todas las papeletas para convertirse en una de esas obras cuya fama se va acrecentando sin saber muy bien por qué y que, cuando la lees, te decepciona o te deja indiferente. Pero por una vez he de decir que no ha ocurrido eso y su lectura me ha fascinado.
Fue el último libro que leí en 2010 y me enfrasqué en él durante las vacaciones de Navidad, leyendo varios días hasta altas horas de la madrugada. Viví muy de cerca las sensaciones de los protagonistas, sus paranoias, sus dudas y sus miedos. Para mí los dos personajes principales están muy bien descritos, dentro de sus excentricidades, sus trastornos y toda esa parafernalia emocional que los rodea. Representan a esas personas que se esconden tras una aparente normalidad pero que ocultan unas enormes limitaciones sociales.
*** Spoilers! ***
La novela nos lleva por las vidas de Alice y Mattia, dos niños que van creciendo cargando sus traumas infantiles a la espalda, aislados, relegados por sus rarezas y despreciados por sus diferencias. Ella, coja desde que sufrió un accidente de esquí y hundida en el infierno de la anorexia; él, obsesionado con la desaparición de su hermana retrasada mental, a la que abandonó de pequeña en un parque. Ella vomita su miedo y su vacío emocional, mientras que él encuentra la mejor manera de purgar su culpabilidad en la autolesión. Aprenden a sobrellevar sus vidas imitando la normalidad de los demás, comportándose como se espera de ellos. Eso la mayoría de las veces; el resto del tiempo pasan de puntillas sobre su incierto día a día, temiendo que en cualquier momento todo se derrumbe a su alrededor.
Ambos llevan tatuado un doloroso pasado que les hace comprenderse mutuamente, aceptar sus carencias y, por el mismo motivo, alejarse el uno del otro para no envenenarse de su propio mundo. Son dos números primos consecutivos, dos almas iguales en la forma pero distantes en el fondo, dos personas destrozadas psicológicamente que buscan su lugar en un entorno hostil que no los necesita.
*** Fin de Spoilers! ***
La narración de Giordano desprende un gran sentimiento, invitándonos a proteger a los dos jóvenes de sí mismos, de sus trastornos mentales, a sacarlos de ese oscuro pozo en el que llevan años caídos. Son como juguetes rotos que la vida ha maltratado más aún y luego ha abandonado en un rincón, sin arreglo, sin posibilidades de rehabilitación.
Me emocioné mucho leyendo. Empaticé totalmente con los personajes y sufrí sus momentos más bajos y su desesperación. Es un relato infinitamente triste, conmovedor. Nada de finales felices ni optimismo; la cruel realidad aplasta como una losa a muchos jóvenes, no sólo a Alice y Mattia. “La soledad de los números primos” es una novela dura que termina demasiado pronto, quizás sea ésa mi única pega. Por lo demás, creo que es el libro que más me gustó de todos los que leí el año pasado.
Puntuación: 10 sobre 10.
Yo también me lo leí el año pasado, no se si te acuerdas, me dejaste un cometario indicando que te parecía curioso (http://moriacity.blogspot.com/2010/03/la-soledad-de-los-numeros-primos-paolo.html)
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado tanto, el título es genial, solo de verlo ya te entran ganas de leer el libro ¿verdad? Y su contenido lo escenifica perfectamente, en efecto los números prmos siempre están solos...
Saludos.
¿Qué decir más que esto es un empujón en toda regla para caer en sus páginas?
ResponderEliminarSi termino leyéndolo pasaré a comentarlo. Seguro que no me defrauda.
A mí también me gustó mucho, pero parece que no tanto como a ti por dos motivos (en mi caso): el inicio del libro ya me empezó deprimiendo y el final, que me dejó helada.
ResponderEliminarBesitos.
P.d.: El autor es más mono!! Le conocí el año pasado y a parte de guapo, es muy simpático. Me dijo que ya estaba escribiendo su 2ª novela o sea que en Italia puede que haya salido ya, no sé.
jejejeje, vaya, parece que nunca estamos de acuerdo. Sinceramente, yo tambien lo lei el año pasado y me esperaba una lectura un poco mas intensa, no me llegaron los personajes ni la historia, lo siento. Quizas las espectativas creadas por el titulo (que me parece genial) fueron demasiado grandes.
ResponderEliminarNo me culpes, esas cosas pasan :)
Hola
ResponderEliminarEse libro me lo pedí para los Reyes, pero no me lo encontraron. Cuando lea la tesis me lo busco y me lo leo, que tiene muy buena pinta.
Y además, el autor, dicen, es colega mío :)
Un saludo.
Juan.
Marguis, síii, tenía muchas ganas de leerlo y, como ves, no me ha decepcionado :)
ResponderEliminarJuanRa, ya sabes que en gustos no hay nada escrito y este libro también tiene muchos detractores, pero a mí personalmente me encantó.
Vero, yo es que soy muy fan de las tragedias, jaja, y me suelen gustar este tipo de obras siempre que estén bien contadas. El autor, en efecto, tiene pinta de ser muy majo!
Andrew, pero si la disparidad de opiniones es algo muy sano! :D Está claro que cada uno tenemos nuestro gusto peculiar y nuestras experiencias que hacen que una obra nos llegue más o menos dependiendo de muchísimos factores. A ver si coincidimos en el próximo, jaja.
Juan, yo lo conseguí en la biblioteca, pero me ha gustado tanto que posiblemente acabe comprándolo. Y sí, el autor es de tu rama, jeje.
saluditos!
Pues así que pueda haré caso de tu recomendación, que sepas que siempre que he seguido tus consejos las lecturas no me han decepcionado (precisamente ahora estoy con las ovejas de gleenkill)
ResponderEliminarSaludos
Coincido con tu crítica en un 100%.
ResponderEliminarEl problema es que lo leí el verano pasado en la semana que pasé en la playa, y vaya, que casi me amarga las vacaciones.
Se da el caso de yo podría ser uno de los personajes, en concreto el marido le la chica, así que me dejó bastante jodido…
Eso sí al libro un 10.
Salu2-G
Sese, gracias por la confianza, jeje. Espero que te estés divirtiendo con las ovejas :D
ResponderEliminarGuillermo, me alegro de coincidir contigo, aunque siento que tú lo sufrieras tanto. A veces los libros o las pelis nos tocan tan de cerca que es inevitable vivir o revivir lo que nos cuentan.
saluditos!