El grupo británico Depeche Mode tuvo sus primeros éxitos a principios de la década de los 80, con un estilo electrónico que por entonces estaba muy de moda. Sin embargo, no fue hasta principios de la siguiente década cuando alcanzaron el reconocimiento masivo gracias a su álbum “Violator”, que incluye algunas de las canciones más representativas del grupo.
Compuesto en sus inicios por David Gahan (vocalista), Martin L. Gore, Andrew Fletcher y Vince Clarke, éste último abandono la banda tras el primer disco (luego formaría parte de Erasure) siendo sustituido por Alan Wilder, formación que se mantuvo hasta mediados de los 90. Esa década trajo al grupo multitud de problemas, tanto profesionales como personales, sobre todo relacionados con la adicción a las drogas de Gahan y Gore. El vocalista cayó en una espiral destructiva que le llevó incluso a un intento de suicidio. La mala relación entre algunos de los miembros y la presencia cada vez más preocupante de las drogas en el grupo hizo que Alan Wilder lo dejara en 1995.
Depeche Mode se convirtió así en un trío y sacaron al mercado uno de sus peores discos, según sus seguidores: “Ultra”. A principios del nuevo siglo comenzaron a levantar cabeza poco a poco y a rehabilitarse de sus múltiples adicciones, publicando en 2005 el álbum “Playing the Angel” con el que recuperaban un sonido industrial más cercano al de sus inicios musicales. Lo bueno es que han conseguido trabajar un sonido personal, característico e identificativo abanderado del pop electrónico, convirtiéndose en una de las bandas más importantes de todos los tiempos. Además, tienen en su haber un récord que apareció en la edición de 1993 del Libro Guinness de los Récords por ser el grupo con más versiones distintas de sus canciones.
Aunque no conozco toda su discografía al completo, “Violator” se encuentra entre mis discos favoritos, como para la mayoría de muchos de los fans “light” como yo de la música electrónica o el synth-pop. Personalmente, los conciertos de Depeche Mode que he visto (salvo los de la etapa negra de Dave Gahan) también me han parecido fantásticos, con un sonido muy limpio y una gran implicación de artistas y público, teniendo en cuenta que a mí los directos grabados no me suelen gustar en casi ningún artista.
La canción que he elegido es “Everything counts”, una de mis favoritas, incluida en el disco “Construction time again” de 1983 y famosa también por aparecer como sencillo en una muy buena versión de su directo “101” de 1988.
Magazine - Rhythm of cruelty (1979)
Hace 4 horas
ese disco mola moito. sobre todo enjoy the silence:) ou non era dese disco?? unha aperta, raíña:)
ResponderEliminarSí q era, brandelia :) Precisamente pensé en poner ese tema tb, pero weno, para la próxima será.
ResponderEliminarbezitos