Volver

Me he obligado a ver “Volver” antes de la entrega de los Oscars para poder juzgar por mí misma si la actuación de Penélope Cruz es merecedora del premio o simplemente una exageración más de la corriente crítica estilo "bola de nieve" que suele rodear a las obras de Almodóvar. Parece que nos da miedo reconocer que algo no nos gusta cuando todos los demás aseguran que es genial y eso perjudica claramente a cualquier expresión artística.

Independientemente de que la actriz Penélope Cruz no es de mis favoritas ni me ha encantado en ninguna de sus películas, creo definitivamente que su interpretación en “Volver” es correcta pero nada sublime como se ha dicho. Por lo tanto espero que esta noche le den el Oscar a alguien que se lo merezca más. Desgraciadamente no puedo opinar sobre las otras candidatas porque no he visto sus películas, pero creo que todas tienen una trayectoria anterior que las avala, trayectoria que en el caso de la española es a todas luces más floja incluso que la de la joven y polifacética Kate Winslet.

Esperaba que la película despertara en mí algo de lo que se ha venido comentando en los últimos meses sobre ella: genial, excepcional, hermosa, tierna, transgresora... Dejaré claro desde el principio que la forma de hacer cine de Pedro Almodóvar no me suele gustar y que, sin embargo, algunas de sus cintas como “¡Átame!”, “Carne trémula” o “Hable con ella” me parecen fantásticas. Sin embargo, en “Volver” no he encontrado nada de lo que señalé antes, salvo una dosis razonable de ternura y... ya está. No se me removió nada por dentro, ni me sorprendió nada, ni me abstraje en la historia.

La película está bien, aunque tiene excesivos toques del esperpento pueblerino típico de su director, empeñado en retratar la España muerta y enterrada de los pueblos fantasma. Sus actrices siguen siendo lo más interesante, aunque ninguna de las que aparecen aquí se encuentra entre mis preferidas. Penélope Cruz tiene una buena actuación, sobre todo en comparación con alguna otra película suya, pero creo firmemente que hay actrices mucho mejores que ella en nuestro país. Y también, tengo que decirlo, su culo postizo hace que camine constantemente como si actuara en una comedia de situación de los setenta, algo que me resultó muy desagradable durante las dos horas de una película que se supone tiene más de drama que de comedia.

Resulta curioso que el film tenga mejor valoración fuera de España que en nuestro país, donde la mayoría de los espectadores están un tanto aburridos ya de que Almodóvar sea considerado como el único cineasta válido. Cierto es que en el extranjero la película ha gustado, y eso me lleva a pensar qué imagen estamos dando de nuestro espíritu allende los Pirineos y el Atlántico. A mí es que las películas de este señor me tienen un regusto a antiguo, de la España profunda, que no me resulta agradable y además reúnen el mayor número de gente extraña por minuto de metraje de todo el cine español y, personalmente, creo que ya empieza a cansar tanto rebuscar entre los paletos, los desequilibrados y los perturbados.

En definitiva, la historia tiene un poco de todo lo necesario para gustar a la crítica pero no aporta nada que no hayamos visto ya en otras películas. Almodóvar repite clichés, como era de esperar, incluye sus típicos escándalos familiares para buscar la complicidad facilona del espectador, con multitud de engaños efectistas, y vuelve a teñir de normalidad cosas que no son tan normales. Vamos, quién no tiene hoy en día una vecina puta...