Mi primera consideración sobre esta película será, para no variar, acerca de la traducción del título original ("The prestige"). Si le van a poner como subtítulo "El prestigio", ¿para qué demonios se inventan eso de "El truco final"? Lamentablemente la sencillez suele parecer poca cosa a los profesionales de esta labor, que supongo serán las distribuidoras españolas y se merecen un tirón de orejas en toda regla.
En la mayoría de los casos retuercen tanto los títulos con la intención de impactar que sí, en efecto llaman la atención, pero por mal gusto y descoordinación total con el original y el sentido del film. Queja planteada, y advirtiendo que a partir de aquí posiblemente meta algún spoiler, "El truco final (El prestigio)" es una de las películas más sorprendentes de los últimos meses, con unas interpretaciones logradas y creíbles y, sobre todo, un argumento interesante y un montaje complejo al que ya nos tiene acostumbrados el director Christopher Nolan.
Se conforma así una película en la que el espectador puede (y debe) plantearse miles de dudas en relación a los protagonistas y sus actitudes para poder llegar al fondo de la rivalidad entre ambos magos. Sin embargo, yo no veo la "amistad" que se supone existía entre los ilusionistas en la presentación de la historia, ni el enfrentamiento por una mujer que se pretende vender en la publicidad de la película. Para mí se trata simplemente de una lucha encarnizada por el éxito y el poder en el sector de la magia, el monopolio cruel del entretenimiento de finales del siglo XIX.
El duelo de actores entre Hugh Jackman y Christian Bale alcanza una calidad notable, cada uno en su sitio y sin pisarse el terreno, como debe ser en realidad una batalla entre caballeros. La corrección artística de los intérpretes choca de frente con las sucias estrategias utilizadas por sus personajes para arruinar el espectáculo del otro y privarle del "prestigio" que supone dejar al público boquiabierto y sorprendido. Sin embargo, ellos no parecen tomárselo como algo personal, sino como un paso más en su carrera hacia la perfección mágica y una señal de que deben avanzar más en sus propósitos para no dejarse avasallar.
Aunque posiblemente yo haya sido de las últimas en pillar lo que ocurría en realidad con la máquina fabricada por Nikola Tesla (indicios no faltaban; una que es corta), eso no fue impedimento para que cada pieza encajara en su lugar en el film y al final se me aclararan gran parte de las dudas. Me gustó especialmente la iniciativa de conjugar la ficción con la realidad tecnológica de la época y trasladar a la película el enfrentamiento real que vivieron los científicos Tesla (padre de la corriente alterna) y Edison (impulsor de la corriente continua). Aunque no forma parte de la historia central de la cinta, sí que es un aspecto importante y paralelo al de los magos de la competencia brutal que se vivía en una época en la que los derechos de autor no estaban controlados por ningún organismo como hoy en día y los profesionales se robaban sin tapujos las ideas y los inventos que desarrollaban.
A pesar de que no he leído la novela en la que se basa la película, "The Prestige", del británico Christopher Priest, sé que gran parte del argumento es un fiel reflejo del libro, por lo que en este caso una importante porción del éxito de la película reside en la buena idea del escritor. En el resto del film otorgaré preferencia en el buen resultado final al director Christopher Nolan, que ya demostró en "Memento" o "Batman begins" que de ideas sencillas pero rotundas pueden salir producciones impresionantes. Y por último, el elenco de actores es realmente el ideal para esta fábula de prestidigitación: la sorpresa de David Bowie interpretando al enigmático Nikola Tesla; el recuperado Michael Caine para esta etapa madura y seria en su carrera; el polifacético Hugh Jackman que ofrece un rol tan distinto al recordado Lobezno; Scarlett Johansson, que en este caso sigue sin sorprenderme pero tampoco me decepciona; y el inconmensurable Christian Bale que, para mí, es uno de los actores más completos y firmes de los últimos años.
Magazine - Rhythm of cruelty (1979)
Hace 4 horas
encantoume:) aínda que creo que é a máis comercial del. de tódolos xeitos, o que me gustou máis foi a parte "científica" e ver o que ocorre detrás do escenario. caine, xenial. e bowie, recuperado para un papel estupendo. o duelo dos científicos, lateral, pero ben sinalado. un bicazo dende a fría galiza!
ResponderEliminarExacto Brandelia, ha sabido conjugar muy bien los datos científicos con la información que llega al gran público, para q todos podamos enterarnos, vamos :D Y por supuesto no se puede ni comparar con el resto de la cartelera, q generalmente no hay por donde cogerla.
ResponderEliminarbezitos