Pesadilla antes de Navidad

“Pesadilla antes de Navidad” (“The nightmare before Christmas”) es una película de esas denominadas “de culto”, estrenada en 1993 y alabada por crítica y público. Tiene la firma de Tim Burton en la idea original, los personajes y el estilo de los dibujos, así como en la producción, aunque no la dirigió él como muchos creen, sino Henry Selick, responsable también de "James y el Melocotón Gigante" (1996). (spoilers!).

La película es un cuento más o menos infantil (con toques góticos oscuros) que habla del pueblo animado de Halloween cuando deciden preparar a su modo la Navidad. Jack Skellington, líder indiscutible de los representantes del terror, realiza un viaje revelador al país de las fiestas navideñas donde descubre luces, colores y regalos que jamás se vieron por los fríos y sombríos lugares de la celebración del Día de Difuntos.

A pesar de que el film goza de una factura impecable, mediante la técnica de stop-motion (simulación de movimiento de objetos estáticos a través de la captación de fotografías), al final me resultó un poco aburrida por el exceso de canciones y la inexistencia de giros sarcásticos o de corte un poco más adulto quizás. En mi opinión es una película más para niños de lo que se ha querido reconocer.

La opinión generalizada es que se trata de una obra maestra de la animación, algo que no voy a poner en duda puesto que la película conlleva un trabajo impresionante de diseño y filmación en 3D con una nueva y reciente reedición. Las canciones de Danny Elfman (colaborador habitual de Burton) son muy buenas, incluso las traducciones e interpretaciones del doblaje al español francamente acertadas. Pero aún así, no encontré demasiados alicientes para considerarla como una de mis películas favoritas.

Puedo achacar este hecho a que la he visto casi 15 años después de su realización; quién sabe si vista en su momento la película me hubiera impactado más que ahora. Pero después de muchas películas de Disney, otras tantas de Pixar y las nuevas firmas de animación, con aires mucho más irónicos y chistes rebuscados e inteligentes, “Pesadilla antes de Navidad” se queda para mí apartada en la sección de cine de animación musical muy específico. Insisto, se trata de una película muy bien hecha, con una historia bonita y trabajada, pero no me transmitió todo lo que parece que ha transmitido a los millones de personas que la consideran una obra maestra si separamos los aspectos estrictamente técnicos.

Tengo pendiente “La novia cadáver” (2005), que sigue los pasos de esta película utilizando la misma técnica digital y en la que Tim Burton se implica también como director y productor. La historia parece que continúa la estela gótico-romántica de su predecesora pero que añade también algún detalle más de humor, algo de agradecer aunque la película se enmarque de lleno en el género musical.