sábado, 2 de junio de 2018

Dublín (III): Primera Parte: Glendalough

Glendalough, condado de Wicklow, Irlanda
Para nuestra estancia irlandesa nos habíamos planteado realizar alguna excursión fuera de Dublín. Nuestra primera opción fue viajar hasta los famosos e impresionantes Acantilados de Moher, en la costa oeste del país, pero desechamos esta idea al comprobar que el viaje en autobús sería demasiado largo para ir y volver en un solo día (casi 4 horas cada trayecto). Hacer noche en la ciudad de Galway se nos antojaba lo más adecuado en ese caso, pero de ese modo ya tendríamos que buscar transporte y alojamiento por nuestra cuenta, en lugar de adquirir una excursión completa de un día.

Como tampoco habíamos planificado el viaje para invertir tanto tiempo en desplazamientos, decidimos finalmente comprar desde España otra excursión que también prometía ser interesante, al cercano condado de Wicklow. En el viaje se incluía la visita al valle de Glendalough, los lagos de las montañas de Wicklow, la mansión de Powerscourt y un almuerzo en un pub irlandés clásico, por un precio total de 60 euros. En otro post comentaré con más detenimiento los detalles de estas excursiones, organizadas por la empresa Civitatis, que ofrece tours guiados en español en más de 70 países.

Glendalough
La excursión tenía tres puntos de recogida en hoteles destacados de Dublín, entre las 9:30 y las 9:45 h. de la mañana. El minibus llegó con algo de retraso, debido al tráfico para salir de la ciudad y a la lluvia de esas primeras horas. De todos modos, el trayecto inicial tampoco tenía mucho encanto, hasta que nos internamos en las carreteras secundarias rodeadas de verde que me recordaron inevitablemente a mi Galicia natal. La vegetación es muy similar y, de hecho, me sorprendió ver los campos irlandeses repletos de unas matas espinosas con flores amarillas que resultaron ser tojos, una especie invasora muy abundante tanto en Galicia como en Irlanda.

Autofoto con ruinas del Monasterio de Glendalough.
Tras algo más de una hora de viaje (mal tolerado por los propensos al mareo, he de decir), llegamos a nuestra primera parada: las ruinas del monasterio de Glendalough. En este enclave, creado por el monje San Kevin en el s.VI, se conservan todavía partes de los edificios originales, aunque muchos de ellos fueron reconstruidos con el paso de los siglos y, sobre todo, después de los asedios sufridos por parte de los vikingos y los británicos. Se mantienen en pie algunas de las iglesias, entre ellas la conocida como "St. Kevin's Kitchen", y la estructura exterior de otros edificios. Todo el conjunto está rodeado por el cementerio, con lápidas que van desde los inicios del asentamiento, la mayoría ilegibles, hasta algunas de hace apenas unos años.

Cementerio de Glendalough
Iglesia de St. Kevin's Kitchen, Glendalough
Pero uno de los símbolos principales de la ciudad monástica de Glendalough es la torre cilíndrica de unos 30 metros de altura, con la puerta de entrada en alto para dificultar la entrada a los posibles asaltantes. Este curioso detalle ya lo habíamos visto en la película de la que hablaba en una entrada anterior, "El secreto del Libro de Kells", que ilustra de manera muy precisa cómo podía ser la vida en estas pequeñas aldeas irlandesas en la época medieval. 

Round Tower en Glendalough
Los guías de Civitatis nos dejaron los típicos minutos para fotos entre explicación y explicación, añadiendo aquí y allá pequeñas anécdotas o detalles curiosos de la actividad en el monasterio. Lamentablemente, el tiempo no acompañaba demasiado y el verde irlandés no se puede apreciar demasiado bien en las fotos hechas por mi móvil. El objetivo sí captó con acierto el ambiente neblinoso y húmedo de la zona, aunque con un exceso de luz en muchas imágenes que habrían salido preciosas con un poquito de sol.
 
Lagos del Parque Nacional de las Montañas de Wicklow
Lagos de Glendalough
Más allá de las ruinas del monasterio nos adentramos en el Parque Nacional de las Montañas de Wicklow, haciendo un sendero circular de unos 3 km. que bordea los dos lagos de Glendalough (esta palabra significa exactamente "Valle de los dos lagos"). Allí encontramos mucha vegetación, aire puro y un paisaje muy agradable a pesar de la bruma y la lluvia, que nos acompañó de forma intermitente durante casi todo el día. El entorno está bastante cuidado y representa de forma acertada la esencia de esa Irlanda que casi todos los visitantes vamos buscando.

Terminada la ruta volvimos al autobús para dirigirnos hacia Powerscourt Estate, siguiente parada importante en nuestra excursión por el condado de Wicklow.

Lagos de Glendalough

*** Haz click en las imágenes para ampliar.

*** (Continuará...)

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