jueves, 31 de enero de 2013

Looper

Del año pasado también tenía pendiente la reseña de “Looper”, una película que prometía mucho y que sin embargo se quedó muy por debajo de la promesa. Ciencia ficción, viajes en el tiempo, Bruce Willis y algún que otro detalle más la perfilaban como una cinta más que destacable dentro del universo plano del cine de acción actual. Lamentablemente, para mí está al mismo nivel que las demás en esa planicie de argumentos que auguran mucho más de lo que ofrecen y donde los clichés y las persecuciones gratuitas toman el control absoluto de la narración.

*** Spoilers! ***

La película empieza bien, todo hay que decirlo. Joe (Joseph Gordon-Levitt) es un asesino a sueldo profesional, perteneciente a los denominados loopers. Sus encargos llegan desde el futuro año 2072, donde los crímenes están prohibidos y deshacerse de los cadáveres resulta muy difícil. En un lugar y hora concretos, Joe dispara, elimina el cuerpo y cobra su recompensa, sin mayores complicaciones. Hasta que un día, como dictan las normas de su organización, el paquete que recibe para eliminar es él mismo 30 años después.

Resistiéndose a ser rematado y conociendo todos los entresijos del negocio, el Joe del futuro (Bruce Willis) se escabulle y hace todo lo posible por convencer al joven Joe de que todavía no es su momento y de que debe realizar unas cuantas tareas antes de poner un pie en el otro mundo. Una de esas tareas pendientes es acabar con un niño con peligrosos poderes telequinéticos que en el futuro se convertirá en un sanguinario criminal. Pero la doble existencia de Joe causará más de un conflicto temporal y moral entre ambos loopers.

A pesar de ese buen comienzo, luego la película se va ramificando y quiere tocar tantos temas que deja de haber un argumento central definido. Ya no sabes si el problema es que haya dos Joe en el mismo momento y espacio temporal, que haya un niño al que hay que eliminar por su potencial peligro en el futuro (que el joven Joe se tire a su madre, qué casualidad, también lo podemos considerar un problema, sí) o que el eliminador se haya convertido para su organización en un empleado incompetente. El genial planteamiento del principio pierde peso y se crea una incómoda sensación de que ya no sabes qué te quieren contar realmente.

Mención aparte merecen las pésimas interpretaciones. Hacía tiempo que no veía a un Bruce Willis tan autómata y poco creíble y a un Joseph Gordon-Levitt tan forzado, y mira que me gustan ambos actores, pero en ningún momento de la película conseguí verlos de forma relajada. Por no hablar de la escena de sexo gratuito más ridícula de los últimos tiempos y la caracterización del malo como el personaje más inepto (sí, una vez más) de la película. Todavía no entiendo cómo se pueden meter esta clase de clichés en una cinta cuyo principal valor es su gran originalidad, al menos a priori.

*** Fin de Spoilers! ***

Y el caso es que todo esto no estaría tan mal si los responsables del film fueran capaces de hilar un argumento consistente con todas las piezas iniciales, pero es que la trama acaba por perder todo sentido y termina enterrada bajo la espectacularidad de las imágenes. Las ideas son interesantes y tendrían cierta fuerza si estuvieran bien enlazadas, si se hubiera seguido la línea que tan bien exponen al principio, pero a partir de la mitad de la cinta se limitan a soltar cosas aquí y allá que el espectador debe unir trabajosamente para sacar de ello una película y no un conglomerado de escenas de ciencia ficción. Bien rodadas, eso sí, a pesar de que abusen un poco de la cámara lenta en los momentos clave. Ese recurso sólo aporta en este caso ese toque de previsibilidad tan desagradable que convierte un buen producto en uno mediocre.

En definitiva, “Looper” ha supuesto una pequeña decepción, sobre todo porque viendo la temática me esperaba un inteligente ejercicio de cine al estilo de “Origen” y la cosa se ha quedado muy lejos de eso. Rian Johnson, director y guionista de “Looper”, demuestra cierto talento y realiza un trabajo visual muy conseguido, pero a nivel argumental y resolutivo no se mantiene centrado y se arriesga menos de lo que debería para haber firmado una película redonda. Y ojo, que esta cinta tiene muchos fans, así que mi opinión puede no coincidir con la de la mayoría, pero el caso es que si la película me aburre y a mitad de metraje me hace soltar una carcajada de incomprensión y varios resoplidos de cabreo, pues se ve que no me está atrayendo mucho la historia. Si la habéis visto y tenéis una visión distinta no dejéis de compartirla con nosotros!

Puntuación: 5 sobre 10.

martes, 29 de enero de 2013

Mariquita de amigurumi

Aunque últimamente no he ganchillado nada, para las pasadas Navidades una amiga me hizo unos cuantos encargos. Entre ellos estaba una mariquita, animal que yo no había ganchillado nunca. Busqué en internet algún patrón y encontré éste, bastante sencillo a priori y susceptible de ser elaborado en el poco tiempo libre del que disponía en aquellas fechas.

Además de ser un patrón bastante claro, su autora lo acompaña de un vídeo muy ilustrativo, en el que explica paso a paso cómo hacer cada vuelta. Lo único que a mí me dio problema fueron las patas, pero más que por su dificultad (inexistente) por mi torpeza a la hora de coserlas. Aaaah, coser partes de amigurumis, esa tortura china! Algún día os hablaré sobre ello :P

La mariquita quedó bastante mona, aunque la foto no le hace mucha justicia y no tuve la delicadeza de colocarle bien las patas a la hora de tomar la imagen. El abogado de la susodicha mariquita (que responde al nombre de LadyBug -Señora Bicho en cristiano, nombre sin ningún glamour francamente, cough, cough-) ya se ha puesto en contacto conmigo para intentar llegar a un acuerdo y asegurarse de que no se vuelva a difundir una fotografía de similares características...

Este amigurumi está tejido en rojo y negro, con base, caparazón (con sus lunarcillos), cabecita y seis patas. Lleva ojos de seguridad verdes (esta mariquita es una coqueta) y no tengo pensado repetirla a corto plazo, jeje. Comienzo a odiar seriamente a los insectos!

sábado, 26 de enero de 2013

Ausencias

Otro de los regalos de cumpleaños más esperados del año pasado fue este cómic, “Ausencias”, escrito por Ramón Rodríguez (conocido profesionalmente como The New Raemon) y dibujado por su amiga Cristina Bueno. El cómic relata las experiencias del autor con las denominadas “ausencias”, pérdidas temporales de conocimiento relacionadas con la epilepsia y que suelen ser más comunes durante la infancia.

Hasta que leí este cómic sólo conocía la trayectoria musical de Ramón Rodríguez, y he de decir que tampoco en profundidad. En la obra el autor se esfuerza por plasmar sus sentimientos cuando retornaba de esos episodios de ausencia involuntaria y cómo afectaba eso a las relaciones con su familia, sus amigos y su entorno en general. Una infancia y una adolescencia marcadas por la medicación y las diferencias con respecto a otros niños, que podían hacer sin ningún peligro cosas que a él se le prohibían.

Desde esa infancia en claroscuro hasta la época adulta, en la que el autor comparte con los lectores parte de su vida privada, su matrimonio y la relación con su hija ya adolescente, el relato nos traslada mediante viñetas a un mundo alternativo que Ramón fue aprendiendo a manejar y a integrar en su día a día. Para ello, la música supuso una de sus principales vías de escape y se convirtió en su profesión. Como él mismo dice, aprovechó sus rarezas y su diferente percepción de la vida para plasmarlas en sus canciones y sacar de ellas la parte más positiva.
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The New Raemon, al que dediqué ya una entrada hace unos meses, lleva en activo como banda desde 2008 y ha editado siete discos, con Ramón Rodríguez como líder y compositor de casi todos los temas. “Ausencias” nos deja ver una pequeña parte de ese proceso creativo y la raíz de algunas de sus letras en forma de anécdota personal.

Se trata en definitiva una novela gráfica intimista, muy tierna, con muchos puntos de identificación para esos nuevos jóvenes que ya rozamos los cuarenta y que vivimos nuestra infancia en los primeros ochenta. Los preciosos dibujos de Cris Bueno encajan a la perfección en esa narración agridulce que hace de “Ausencias” un pequeño ejercicio de nostalgia salpicada de optimismo y superación.


Puntuación: 7 sobre 10.

lunes, 21 de enero de 2013

Bizcocho de caqui

Hace ya un par de meses, en un cumpleaños, una amiga llevó un bizcocho de caqui que causó sensación por varios motivos. En primer lugar porque estaba riquísimo y en segundo lugar porque no supimos qué demonios llevaba hasta que la repostera nos lo confirmó. Por su apariencia pensamos que podía ser jamón cocido, pero no sabía a jamón, y también barajamos que fuera algún tipo de fruta confitada sin llegar a ninguna conclusión acertada. Cuando descubrimos que se trataba de caqui (o kaki) nos quedamos sorprendidos.

Pedí la receta a la autora del bizcocho y la adapté un poco a mis limitaciones y las de mi pareja, principal catador de mis hazañas culinarias. Mis ingredientes para este delicioso bizcocho fueron: 300 gr. de harina de trigo normal, 200 gr. de fructosa (si le ponéis azúcar tiene que ser un poquito más de esa cantidad), 1 vaso de leche desnatada, ½ vaso de aceite de girasol, 3 huevos medianos, 1 caqui maduro troceado pequeñito (la variedad que utilicé creo que se llama persimon), 1 sobre de levadura de repostería, la ralladura de 1 limón y una cucharadita de esencia de vainilla.

Como en cualquier otro bizcocho, se mezclarán los ingredientes húmedos por un lado (huevos, fructosa, leche, aceite y vainilla) y por otro los secos (harina y levadura). La harina se añadirá poco a poco a la primera mezcla, tamizándola. Finalmente se incorporará la ralladura de limón y los trocitos de fruta, previamente rebozados en un poquito de harina para que no se hundan en la masa.

El bizcocho se mantendrá en el horno unos 45 minutos, a una temperatura de 180º, aunque como siempre esto dependerá del tipo de horno. Mucho mejor si lo hacemos en un molde de corona, ya que la cocción será más uniforme. El resultado es realmente espectacular, aunque la foto no le hace justicia ya que fue tomada con el móvil y con poca luz, pero os aseguro que el bizcocho estaba realmente delicioso.

viernes, 18 de enero de 2013

EvilMrSod & Keiko presentan "Weekend"

Ayer tuve el gusto de estar en la presentación en concierto de "Weekend", la segunda colaboración de los canarios EvilMrSod & Keiko. El disco recoge diez nuevos temas, algo más rockeros que los de su anterior trabajo "Sunday", y que sonaron de maravilla en el Espacio Guimerá Música de Santa Cruz de Tenerife. 

Los componentes de Keiko (Diego Hdez., Román Brito y Luis Suárez), junto con EvilMrSod, son los responsables de todos los temas, grabados en abril de 2012. Aprovechando la estancia en las islas de EvilMrSod, que desde hace años reside y desarrolla su carrera musical en Alemania, han organizado un pequeño tour para dar a conocer estas canciones. Aparte del concierto de ayer en el Guimerá, hoy viernes 18 estarán en The Paper Club de Las Palmas de Gran Canaria (junto con Red Marks) y el sábado 19 en el Café Quilombo de La Orotava (Tenerife). La semana que viene también está programada una nueva actuación en el Aguere Espacio Cultural de La Laguna. 

Tenía muchas ganas de ver este concierto y la verdad es que no me ha decepcionado. Canciones con mucha fuerza, muy buen sonido y unos artistas disfrutando de lo que hacen en el escenario. Qué más se puede pedir! El disco está disponible por ahora a través de tarjetas de descarga, que se pueden adquirir en los conciertos y en otros puntos de venta. Visitad su página de Facebook para más información! La banda ha puesto además en descarga gratuita su anterior trabajo de 2009, "Sunday", que también podéis escuchar en Spotify.

Os dejo con el primer single de este "Weekend" de EvilMrSod & Keiko, que se titula "Baby, death is coming", y os animo a verlos en directo en alguno de sus próximos conciertos.


*** Fotos y vídeo: Esterlicia Sicilia

lunes, 14 de enero de 2013

Estudio en escarlata

He disfrutado como una enana de este clásico de la literatura. Puede que lo hubiera leído hace muchísimos años, pero como es normal en mí ya no recordaba nada. Lo más fresco que tenía sobre Sherlock Holmes era el traslado de los personajes creados por sir Arthur Conan Doyle a la pequeña pantalla en forma de serie televisiva, que reseñé aquí hace algunos meses. La lectura de “Estudio en escarlata” me hizo comprobar, una vez más, lo acertado de esa adaptación.

Como las aventuras de Sherlock Holmes son muy conocidas no creo que sea necesario realizar advertencia de spoilers! en este caso, aunque si todavía no has leído nada sobre este genial personaje te lo recomiendo encarecidamente. Son lecturas muy amenas que además tienen un toque realmente actual a pesar de haber sido escritas hace ya más de un siglo.

Holmes es un atípico detective que colabora con la policía londinense para resolver extraños casos. Su gran inteligencia, sus habilidades lógicas y deductivas y su extenso conocimiento de la actualidad social le hacen poseer un fino sentido de la orientación criminal, por lo que su aportación resulta decisiva en muchos de los enigmas que le plantean las autoridades policiales. Y a su lado en estas andanzas está el Dr. Watson, un médico militar que se recupera de una herida en combate mientras busca su lugar en el mundo. Al lado del extravagante detective encontrará el empuje que le falta para volver a la actividad.

Ambos se enfrentan en “Estudio en escarlata” a unos asesinatos con signos inequívocos de venganza, para los que deberán emplearse a fondo y analizar con todo detalle los antecedentes de los implicados. Los hechos se sitúan en una época y un lugar donde el honor y la palabra tienen un peso considerable y los malhechores se dividen entre personas de buen corazón abocadas al crimen por uno u otro motivo y necios sin escrúpulos que se tienen bien merecido su castigo.

Esta novela, publicada en 1887, fue la primera de una serie de cuatro, además de 56 relatos, que tuvo a Sherlock Holmes como protagonista, sentando las bases de la ficción detectivesca. Su autor, sir Arthur Conan Doyle, fue un prolífico escritor al que agradaban especialmente los temas médicos (carrera que había estudiado) y policíacos, a los que dedicó gran parte de sus obras. La mayoría de esas novelas han sido adaptadas varias veces al cine y a la televisión y actores de la talla de Christopher Plummer, Peter O’Toole, Jeremy Brett, Robert Downey Jr. y más recientemente Benedict Cumberbatch en la serie “Sherlock”, han interpretado el goloso papel del sobresaliente investigador.

“Estudio en escarlata” es una novela muy entretenida, ideal para cualquier tipo de lector y para cualquier momento y estado de ánimo. Como ya he dicho, recomendable al cien por cien.

Puntuación: 9 sobre 10.

viernes, 11 de enero de 2013

Durero Grabador

Aunque ya no llego a tiempo para recomendarla (al menos en Tenerife, ya que se cerró el pasado 29 de diciembre), no quería dejar de señalar que visité in extremis esta exposición con los trabajos sobre madera y metal del artista alemán Alberto Durero (Albrecht Durer en el original, que no sé por qué le españolizaron el nombre) y otros grabadores.

Las obras, propiedad de la Biblioteca Nacional de España, fueron expuestas al público del 2 de octubre al 29 de diciembre de 2012 en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife. La exposición se encontraba dentro de las actividades culturales que la obra social de esta entidad bancaria organiza regularmente, y gracias a la cual ya pude ver en su momento esculturas de Rodin, fotografías de Robert Capa o SteveMcCurry, y asistir a algún interesante concierto.

Bajo el título de “Durero grabador. Del Gótico al Renacimiento”, esta recopilación dividida en cuatro grandes secciones mostraba el panorama del grabado alemán a finales del s.XV y comienzos del s.XVI. Centroeuropa y concretamente las escuelas alemanas, especialmente la de Nurenberg, fueron las más fructíferas en lo que grabado en metal y xilografías se refiere. Además de 93 obras de Durero, entre las que se encontraba parte de su famoso “Apocalipsis” y su “Rinoceronte”, la muestra recogía también trabajos de otros artistas contemporáneos como Hans Holbein, Lucas Cranach o Hans Burgkmair. 

A pesar de no ser una gran seguidora de este tipo de arte, la exposición me resultó bastante interesante, aunque también a ratos un poco repetitiva en los motivos que los grabadores utilizaban. Soy consciente de que serían las modas del momento y los entornos culturales en que se movían, pero los pintores estaban obsesionados con las anatomías humanas (o equinas en el caso del propio Durero) y las estampas religiosas. Mención aparte merece el gran ego del Emperador Maximiliano, que apoyó directamente a Durero y otros artistas para que dejaran constancia de sus hazañas y riquezas, que nutren multitud de ilustraciones de la época. Ah, y queda demostrado que los bebés de aquellos siglos eran pequeños seres amorfos y malévolos, a juzgar por sus formas y expresiones.

El caso es que fue una ocasión única para contemplar de cerca (y tan de cerca, porque hay grabados pequeñísimos!! Trabajaban con lupa??) parte de la obra de Alberto Durero, sus maestros y seguidores. Si esta exposición llega a vuestras ciudades no dejéis de visitarla y así descubriréis algunas curiosidades sobre los grabados y las maravillas que se pueden hacer con un buril.


martes, 8 de enero de 2013

Mundo zombie


Como una zombie estoy yo desde hace prácticamente un mes. Tranquilos, no es nada serio pero estas cosas quedan mejor con una pizca de dramatismo, verdad? Pero empecemos por el principio, por el estado pre-zombie.

Hace algo más de un mes, en una galaxia muy, muy lejana (bueno, en Canarias, que para la mayoría de vosotros está tan lejos como Polonia o Nigeria, por poner sólo un par de ejemplos) esta muchacha que suscribe empezó a trabajar (con contrato y todo, eh!) y el mundo conocido dejó de existir para ella. A las novedosas tareas y los horarios dispares se unieron las estresantes fiestas navideñas, las agotadoras vacaciones repletas de citas anuales y el inicio de la temporada de rebajas. Todo con el mismo objetivo: desestabilizar su ordenada vida de salidas a correr, comida sana, amigurumi, lecturas y otros estilos de ocio muy satisfactorios hasta entonces.

Desde entonces, apenas he podido terminar un par de libros porque no consigo encontrar ratos tranquilos para leer. No he salido a correr ni un día más porque no encuentro el momento adecuado para ello, sin estar demasiado cansada u ocupada. No consigo ordenar mis comidas porque mis horarios no me lo permiten y mucho menos seguir mi estricta dieta anti-colesterol. No soy capaz de dormir a horas normales: o tengo insomnio y no alcanzo a dormir más de 3-4 horas intermitentes por noche o me caigo frita en cualquier sofá propio o ajeno a horas intempestivas. Y por supuesto tampoco he encontrado suficientes minutos de lucidez física y mental para escribir en este humilde espacio virtual que he dado en llamar Lillusion y que vosotros tenéis a bien visitar de vez en cuando.

Es tan terrible como parece? Bueno, lo de cobrar a fin de mes está bien, para qué negarlo, pero a pesar de mis esfuerzos todavía no he conseguido acostumbrarme a este nuevo estilo de vida y me han llegado rumores de que hay gente que no llega a acostumbrarse nunca. Si habéis trabajado alguna vez por turnos o en fines de semana sabréis de lo que hablo y me encantará conocer el secreto de cómo lograbais mantener vuestras rutinas o vida social, si es que lo lograbais! :D


Por lo demás, mis Reyes Magos particulares se han encargado de nutrir mi lista de próximas lecturas con unos cuantos ejemplares de lo más interesante, además de algún otro detallito, y de aportarme esa dosis de ansiolítico humano que he necesitado tras las últimas semanas de estrés. Ahora sólo me falta encontrar ese plácido momento de lectura que antes tenía lugar por la noche, justo al acostarme, y que ahora ha sido sustituído por una mezcla de cansancio e hiperactividad cerebral bastante desagradable, que me impide concentrarme adecuadamente. Vale, el mundo laboral es así de duro y yo ya casi ni lo recordaba después del tiempo que llevaba en paro, pero como es mi blog y puedo poner lo que quiera aprovecho para quejarme un poco y echar un par de lagrimitas de impotencia :P

Y volviendo al tema de los zombies, hoy me ha dado por ilustrar esta primera entrada del año con un tema de ese grupo sesentero que responde al nombre de The Zombies, una banda inglesa cuyo mayor éxito fue "Time of the season". La canción se publicó en 1968 dentro del disco "Oddesey and Oracle", último que publicaron y que paradójicamente tuvo una gran acogida tras los anteriores fracasos del grupo. 

Con ella os dejo, prometiendo que intentaré publicar pronto todas esas reseñas pendientes desde el año pasado!


Aquí la canción en Spotify.