miércoles, 25 de septiembre de 2019

Granada (I)

Aeropuerto de Granada - Jaén
Como sé que lo echabais de menos, no me ha quedado más remedio que seguir viajando para poder acercaros estas entradas tan entretenidas, útiles y medianamente actuales que suelo escribir, al más puro estilo de los viajes a la Alcarria de Cela. En esta ocasión, nuestro objetivo era Granada (tierra soñada por mí... vale, ya lo dejo y controlo el subidón de azúcar). Aunque es un destino relativamente común, cercano y barato, por una u otra razón nunca había podido ir y la comunidad de Andalucía en general llevaba años en mi lista de deseos pendientes. En este sentido, visitar La Alhambra era además una de mis mayores ilusiones culturales.

Pero nuestra aventura granadina comenzó realmente tres meses antes del inicio del viaje, allá por febrero. Nos habían avisado de que era importante reservar las entradas para La Alhambra con bastante antelación, sobre todo si queríamos entrar en los Palacios Nazaríes, que tienen las visitas restringidas por motivos de conservación. Revisando en paralelo días para la visita del conjunto monumental y las posibilidades de vuelos desde Tenerife, conseguimos cuadrar todo para viajar a mediados de mayo. Y aunque lo comentaré con más detalle más adelante, empezaré advirtiendo que si queréis visitar La Alhambra próximamente compréis las entradas con al menos 2 meses de antelación, porque sino es posible que ya no tengáis disponibilidad.

Ayuntamiento de Granada
Nuestro vuelo directo desde Tenerife nos dejó en el Aeropuerto Federico García Lorca de Granada - Jaén a última hora de la tarde de un lunes y desde allí nos trasladamos al centro en autobús. El trayecto dura unos 40 minutos, dependiendo de la parada que elijas, y cuesta 3,00 €. Habíamos reservado las tres noches de alojamiento en el Hotel Las Nieves a través de su página web, después de darle muchas vueltas a opciones hoteleras de todo tipo, precio y condición. Al final, nuestra elección resultó ser un acierto sobre todo en lo relativo a comodidad e inmejorable ubicación. 

Fuente de Isabel La Católica y Colón, Granada
Cuando llegamos y nos instalamos en el hotel ya se había hecho casi de noche, por lo que sólo tuvimos tiempo de dar un pequeño paseo por los alrededores. Caminamos por la Carrera del Darro hasta el Paseo de los Tristes, desde donde pudimos contemplar dibujada en la noche la primera imagen de una de las torres de La Alhambra. A mí estas cosas me suelen producir mucha emoción, la verdad.

La Alhambra desde Carrera del Darro
Pasados los primeros escalofríos granadinos (causados tanto por la emoción como porque empezaba a refrescar), nos paramos a tomar un par de cañas en uno de los sitios que encontramos por el camino. El bar Los Diamantes resultó ser uno de los locales con más tradición de Granada en pescaíto frito y, aunque estaba a tope y tuvimos que acomodarnos en la barra, disfrutamos como enanos de la primera fritura andaluza del viaje.

Cañas en Bar Los Diamantes, Granada

*** Haz click en las imágenes para ampliar.
 
(continuará...)