miércoles, 6 de febrero de 2019

Lisboa (IV): Primera Parte: Torre de Belém y Los Jerónimos

Torre de Belém
Habíamos decidido concentrar en nuestro primer día completo en Lisboa la visita a Belém y a sus alrededores. Sus atractivos no son pocos así que madrugamos para llegar a la Torre de Belém, nuestro primer objetivo, antes de la hora de apertura a las 10:00 h. Para trasladarnos hasta este pueblo casi anexo a Lisboa (en algunos mapas se considera un barrio de la capital) viajamos en el tranvía nº15, un tranvía moderno que sólo comparte con los clásicos eléctricos lisboetas el color amarillo y la proliferación de carteristas, según los carteles de advertencia. 

Virgem do Restelo
Vista desde el patio de la Torre de Belém
El sol apuntaba maneras y el cielo azul sobre el Tajo auguraba otro día de mucho calor. Tras bajar del tranvía en la parada correspondiente, nos dispusimos a hacer cola durante los 15 minutos que quedaban para que se abriera al público la torre. La Torre de Belém es un monumento de estilo manuelino bañado por el río, que ha aguantado el paso de los siglos defendiendo a la capital de los ejércitos invasores. En su nave central conserva algunos cañones que muestran la forma en la que los portugueses marcaban su territorio. Posteriormente, el edificio también sirvió durante algunos años como prisión.

Garitas de vigilancia hacia el Tajo
Torre de Belém
El monumento es uno de los más representativos de Portugal, un icono de la arquitectura y la cultura lusa. Está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO pero, en este sentido, he de decir que el mantenimiento interior es mejorable y la atención al visitante también, ya que cuando la visitamos se le habían terminado - o eso nos dijeron - todos los folletos informativos de la torre (no tenían ni en español ni en ningún otro idioma) y el semáforo de subida/bajada por las estrechas escaleras interiores no funcionaba correctamente en alguna de las plantas. La visita a la torre cuesta 6 euros, aunque hay tickets combinados que incluyen también el cercano Monasterio de Los Jerónimos y el Museo de Arqueología. Con la Lisboa Card la entrada es gratuita.

Homenaje a la primera travesía aérea en el Atlántico Sur
El conjunto exterior de la Torre de Belém se extiende por una amplia zona turística, donde también se encuentran otros destacados monumentos en apenas un kilómetro cuadrado. En el parque circundante se erige un hidroavión en homenaje a la primera travesía aérea que se realizó en el Atlántico Sur, entre Lisboa (Portugal) y Río de Janeiro (Brasil). El viaje duró 79 días, con varios aterrizajes de emergencia y varios hidroaviones utilizados en el intento, pero los pilotos llegaron finalmente a su destino y la experiencia se convirtió en todo un hito de la aviación.

Un poco más allá se encuentra el Museo de Arte Popular y a unos metros siguiendo la orilla del río está el Monumento a los Descubrimientos o Padrão dos Descobrimentos, una construcción de más de 50 metros de altura que conmemora los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante, descubridor de las Azores y otras colonias portuguesas en África.

Padrão dos Descobrimentos, lado derecho
Padrão dos Descobrimentos, lado izquierdo
Esta torre fue construida bajo la dictadura de Salazar en 1960, con la forma de una carabela en la que se esculpieron las figuras de 33 famosos navegantes y reyes lusos. Entre estas personalidades están Vasco de Gama, Fernando de Magallanes o Bartolomeu Dias. Al pie se dibuja una enorme rosa de los vientos con las direcciones y fechas de las distintas exploraciones.

Desde la terraza del Padrão dos Descobrimentos hay una vista inmejorable del otro margen del Tajo, con el Puente 25 de Abril y el Santuario al Cristo Rey, monumentos que también se pueden divisar desde el paseo de Belém. La entrada para subir al mirador cuesta sólo 4 euros (3 € con la Lisboa Card), pero teníamos otros planes así que sólo tomamos imágenes del exterior.

Jardim da Praça do Imperio
Cruzando la carretera de Belém y atravesando unos bonitos jardines nos encontramos con el edificio de Los Jerónimos, un impresionante monasterio del s.XVI que, una vez más, conmemora las hazañas de los descubridores portugueses. En este caso, el edificio se empezó a construir sobre una pequeña capilla en la que Vasco de Gama y su tripulación pasaron rezando la última noche en Lisboa antes de partir hacia la India.

Eran alrededor de las 11:30 h. cuando comenzamos la espera para acceder al monasterio (con unas 200 personas delante) y tardamos casi una hora en alcanzar la entrada. Y todo ello bajo un sol de justicia para el que al menos iba protegida con crema solar factor 50 comprada con previsión el día anterior, porque sino me habría despellejado toda parte de mi piel en contacto con la luz.

Esperando para entrar a Los Jerónimos
El Monasterio de Los Jerónimos es de estilo manuelino, con añadidos góticos posteriores. En el centro tiene uno de los claustros más hermosos que he visto y que, por suerte y debido a la benévola climatología del día, pudimos contemplar en todo su esplendor. Las capillas circundantes acogen las tumbas del mismo Vasco de Gama, el poeta Luís de Camões y el escritor Fernando Pessoa, entre otras personalidades y miembros de la realeza portuguesa. En la sala capitular está la tumba de Alexandre Herculano, historiador y primer alcalde de Belém.

Claustro Monasterio de Los Jerónimos
Detalle claustro
Vista desde la primera planta
La arquitectura de este monasterio es realmente espectacular. El claustro está decorado con motivos marineros y religiosos, honrando las travesías de los navegantes locales, y las columnas y techos están labrados con un increíble detalle. Desde allí se puede acceder al refectorio, decorado con azulejos del s.XVIII, tan típicos de la arquitectura portuguesa. Todo transmite una sensación de genialidad y grandeza muy difícil de traducir en palabras.

Refectorio
La capilla central del monasterio, también llamada Iglesia de Sta. María de Belém, es una cruz latina de casi 30 metros de largo y con una altura sorprendente. Desde la primera planta se accede al coro alto y desde allí la vista impresiona bastante. Un enorme Cristo domina la escena y desde ahí se puede contemplar toda la amplitud de la nave central del monasterio y sus altísimas columnas labradas.


Cristo desde el coro alto de Los Jerónimos
Vista de la iglesia desde el coro alto
Otra vista desde el coro alto
Para mí era la segunda vez que visitaba ese monasterio (la primera fue cuando tenía unos 15 ó 16 años, con mi familia) y definitivamente me impactó más esta vez que entonces. Quizás soy más consciente ahora del valor que tienen estos monumentos de lo que lo era en aquella época, con mi espíritu adolescente centrado en otras cuestiones de índole más hormonal que cultural . Eso sí, recuerdo en aquella ocasión que la afluencia de turistas no era ni una cuarta parte de lo que nos encontramos ese martes de septiembre de 2018 Exseminarista Ye-ye y yo (conservo una foto del coche de mi familia aparcado delante mismo del monasterio, algo impensable hoy en día. Y bueno, estábamos allí dando de comer a las palomas, algo también muy impensable e impopular en la actualidad :P).


Interior Claustro Monasterio Los Jerónimos
La visita al Monasterio de Los Jerónimos, también Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1983 en conjunto con la Torre de Belém, es una parada obligada e imprescindible en Lisboa. En aproximadamente una hora se pueden recorrer todas las salas sin apuros. La entrada cuesta 10 euros de forma individual y es gratuita con la Lisboa Card y también todos los domingos por la mañana. He de decir que tampoco aquí disponían de folletos informativos o de guía para la visita, algo que me molesta especialmente ya que, como mi memoria es pésima, suelo utilizar esos folletos para ayudarme a recordar detalles mientras elaboro las reseñas para el blog.

Costumbres personales aparte, tras la maravillosa experiencia de Los Jerónimos nos dirigimos hacia uno de los cercanos restaurantes de la zona de Belém para reponer fuerzas y seguir deleitándonos con la incomparable gastronomía portuguesa.

Portada Sur del Monasterio

*** Haz click en las imágenes para ampliar.

*** (Continuará...)