sábado, 30 de junio de 2018

Dublín (III): Segunda Parte: Powerscourt

Jardines de Powerscourt
Aunque la llovizna y la niebla no permitían que las vistas fueran todo lo espectaculares que prometía el entorno, nos dispusimos a disfrutar de los jardines de Powerscourt, segunda parada importante en nuestra excursión irlandesa. La entrada para adultos, en nuestro caso incluida en el precio de la excursión, cuesta 9,50 € de marzo a octubre y 7,00 € de noviembre a febrero.

Lago del Tritón; al fondo Powerscourt Mansion
Powerscourt Estate es un terreno de más de 400 hectáreas que incluye una enorme mansión, hoy reconvertida en espacio para tiendas de artesanía típica irlandesa y cafetería, un club de golf con dos campos de competición, un hotel de 5 estrellas, unos jardines catalogados como los terceros mejores del mundo y la cascada más alta de Irlanda, con 121 m. de caída de agua. La visita a la cascada tiene un coste adicional, por lo que nosotros nos conformamos con verla en la distancia y recorrer solamente los amplios jardines.

En el folleto que te entregan a la entrada con el plano de los jardines te van contando también la historia de la propiedad, sobre la que se alzaba un antiguo castillo normando en el s.XIII. Lord Powerscourt ordenó construir la mansión, de 68 habitaciones, en 1731 como símbolo de prosperidad familiar. En 1961 toda la extensión fue vendida a la familia Slazenger, dueños actuales de la misma. La casa sufrió un incendio en 1974 que destrozó por completo el interior y que sólo dejó en pie las imponentes fachadas. 
 
Pozo en Powerscourt
Como el interior no tiene gran cosa que mostrar, el plato fuerte de la visita son los jardines, que se dividen en varios tipos bien diferenciados. Como sólo teníamos algo más de una hora para la visita (esa es sin duda la peor parte de las excursiones programadas, que no puedes ver las cosas a tu ritmo y a mí eso me suele disgustar) enfilamos los senderos de Powerscourt desde nuestra izquierda, bajo la lluvia y siguiendo las agujas del reloj, sin prisa pero sin pausa. 

Pepperpot Tower, Powerscourt
Jardines de Powerscourt
Nuestras primeras paradas fueron un precioso pozo, que parecía sacado de un cuento de hadas irlandés, y la Torre Pepperpot, construida imitando a un molinillo de pimienta usado por la familia Powerscourt. La torre está rodeada por cañones defensivos, algunos de ellos, según datos históricos, procedentes de la Armada Invencible. Aquí y allá había multitud de flores, arbustos y árboles, perfectamente identificados y catalogados. Todo el entorno daba la sensación de estar cuidado con mucho mimo. 

Jardines Japoneses, Powerscourt
Jardines Japoneses, Powerscourt
Un poco más allá nos encontramos con una de las joyas de Powerscourt: los jardines japoneses. Fueron creados a principios del s.XX y en ellos se puede contemplar un puente tradicional de madera, una pagoda y otros motivos inspiracionales de filosofía oriental.
 
Jardines Japoneses, Powerscourt
Jardines Japoneses, Powerscourt
Cada especie floral y cada detalle decorativo o juego de agua recuerda a un jardín típico de China o Japón. El conjunto es realmente bonito y aquí pude constatar, una vez más, que Irlanda gusta a los objetivos a pesar de la lluvia y la baja visibilidad.

Pet Cemetery, Powerscourt
Muy cerca de los jardines japoneses está la parte inferior del Lago del Tritón, con una fuente central inspirada en la plaza Barberini de Roma. Un poco más allá, rodeado por un camino de rododendros, está el cementerio de mascotas, uno de los más grandes de Irlanda. En él, identificadas con sus nombres en las lápidas de piedra, están enterradas las mascotas de las familias que vivieron en Powerscourt durante siglos, sobre todo perros, caballos y vacas. 
 
Dolphin Pond, Jardines Vallados, Powerscourt
Jardines Vallados, Powerscourt
La visita continúa por los jardines vallados, con el Estanque del Delfín y el Julia's Memorial casi al final del paseo, adornado con multitud de flores y vegetación. Esta parte del jardín fue diseñada en honor a la viuda del séptimo vizconde de Powerscourt, por su hijo, con réplicas de los bustos de los maestros italianos del Vaticano: Miguel ángel, Leonardo Da Vinci, Rafael y Benvenuto Cellini.

Julia's Memorial, Powerscourt
Todo el centro de los jardines está ocupado por los jardines italianos, diseñados por el arquitecto Daniel Robertson en la década de 1840, conformados por una vasta extensión de césped, varios parterres de flores, estatuas y el enorme lago del Tritón, con su fuente central. El conjunto resulta esplendoroso, ciertamente.

Jardines Italianos, Powerscourt
Al terminar la visita a Powerscourt y tras una revisión rápida de las tiendas de souvenirs y artesanía de la mansión, nos dirigimos por fin (eran ya más de las tres de la tarde) hacia el lugar programado para el almuerzo, el pub irlandés Johnnie Fox's, uno de los más antiguos de Irlanda. Está situado en Glencullen, una pequeña localidad a una media hora de Dublín, y ofrece música en vivo a partir de las 21:00 h. todos los días de la semana.

Pub Johnnie Fox's
La excursión contratada incluía una comida en este pub con un menú compuesto por dos platos, bebida, postre y café, además de "soda bread" con mantequilla de entrante. Para el primer plato se podía elegir entre ensalada o sopa irlandesa (una especie de crema de verduras, que yo elegí) y para el segundo entre lasaña vegetariana o estofado irlandés (el típico "irish stew", que obviamente también preferí). El postre común era una tarta de chocolate al whiskey y como bebida se podía tomar una pinta de cerveza.  

Pondré las fotos de este almuerzo en un próximo post sobre la gastronomía típica irlandesa, pero he de decir que la comida fue bastante abundante y estuvo realmente rica y bien servida, dentro de lo turístico del local, ambientado al más puro estilo tradicional. De hecho, sentados en las mesas de la entrada y en la barra estaban los esperables paisanos irlandeses del pueblo, con sus pintas de cerveza en las manos y sus gorras. Todo muy irlandés, en efecto.

Interior pub Johnnie Fox's
Finalizado el almuerzo volvimos al autobús para emprender el camino de vuelta a la ciudad, con la lluvia que continuaba regando los verdes prados con insistencia. Esta excursión de Civitatis resulta en general bastante completa y agradable para ver un trocito de la Irlanda rural a apenas unos kilómetros de la capital. A las seis de la tarde ya estábamos de regreso en Dublín, con un ratito más para tomar algo por el centro. En nuestro caso el cuerpo dijo que la fiesta ya era suficiente y nos cogimos un tranvía directo a casa para darnos una ducha y comentar con nuestros anfitriones las bellezas irlandesas contempladas durante la jornada.

*** Haz click en las imágenes para ampliar.

*** (Continuará...)

sábado, 2 de junio de 2018

Dublín (III): Primera Parte: Glendalough

Glendalough, condado de Wicklow, Irlanda
Para nuestra estancia irlandesa nos habíamos planteado realizar alguna excursión fuera de Dublín. Nuestra primera opción fue viajar hasta los famosos e impresionantes Acantilados de Moher, en la costa oeste del país, pero desechamos esta idea al comprobar que el viaje en autobús sería demasiado largo para ir y volver en un solo día (casi 4 horas cada trayecto). Hacer noche en la ciudad de Galway se nos antojaba lo más adecuado en ese caso, pero de ese modo ya tendríamos que buscar transporte y alojamiento por nuestra cuenta, en lugar de adquirir una excursión completa de un día.

Como tampoco habíamos planificado el viaje para invertir tanto tiempo en desplazamientos, decidimos finalmente comprar desde España otra excursión que también prometía ser interesante, al cercano condado de Wicklow. En el viaje se incluía la visita al valle de Glendalough, los lagos de las montañas de Wicklow, la mansión de Powerscourt y un almuerzo en un pub irlandés clásico, por un precio total de 60 euros. En otro post comentaré con más detenimiento los detalles de estas excursiones, organizadas por la empresa Civitatis, que ofrece tours guiados en español en más de 70 países.

Glendalough
La excursión tenía tres puntos de recogida en hoteles destacados de Dublín, entre las 9:30 y las 9:45 h. de la mañana. El minibus llegó con algo de retraso, debido al tráfico para salir de la ciudad y a la lluvia de esas primeras horas. De todos modos, el trayecto inicial tampoco tenía mucho encanto, hasta que nos internamos en las carreteras secundarias rodeadas de verde que me recordaron inevitablemente a mi Galicia natal. La vegetación es muy similar y, de hecho, me sorprendió ver los campos irlandeses repletos de unas matas espinosas con flores amarillas que resultaron ser tojos, una especie invasora muy abundante tanto en Galicia como en Irlanda.

Autofoto con ruinas del Monasterio de Glendalough.
Tras algo más de una hora de viaje (mal tolerado por los propensos al mareo, he de decir), llegamos a nuestra primera parada: las ruinas del monasterio de Glendalough. En este enclave, creado por el monje San Kevin en el s.VI, se conservan todavía partes de los edificios originales, aunque muchos de ellos fueron reconstruidos con el paso de los siglos y, sobre todo, después de los asedios sufridos por parte de los vikingos y los británicos. Se mantienen en pie algunas de las iglesias, entre ellas la conocida como "St. Kevin's Kitchen", y la estructura exterior de otros edificios. Todo el conjunto está rodeado por el cementerio, con lápidas que van desde los inicios del asentamiento, la mayoría ilegibles, hasta algunas de hace apenas unos años.

Cementerio de Glendalough
Iglesia de St. Kevin's Kitchen, Glendalough
Pero uno de los símbolos principales de la ciudad monástica de Glendalough es la torre cilíndrica de unos 30 metros de altura, con la puerta de entrada en alto para dificultar la entrada a los posibles asaltantes. Este curioso detalle ya lo habíamos visto en la película de la que hablaba en una entrada anterior, "El secreto del Libro de Kells", que ilustra de manera muy precisa cómo podía ser la vida en estas pequeñas aldeas irlandesas en la época medieval. 

Round Tower en Glendalough
Los guías de Civitatis nos dejaron los típicos minutos para fotos entre explicación y explicación, añadiendo aquí y allá pequeñas anécdotas o detalles curiosos de la actividad en el monasterio. Lamentablemente, el tiempo no acompañaba demasiado y el verde irlandés no se puede apreciar demasiado bien en las fotos hechas por mi móvil. El objetivo sí captó con acierto el ambiente neblinoso y húmedo de la zona, aunque con un exceso de luz en muchas imágenes que habrían salido preciosas con un poquito de sol.
 
Lagos del Parque Nacional de las Montañas de Wicklow
Lagos de Glendalough
Más allá de las ruinas del monasterio nos adentramos en el Parque Nacional de las Montañas de Wicklow, haciendo un sendero circular de unos 3 km. que bordea los dos lagos de Glendalough (esta palabra significa exactamente "Valle de los dos lagos"). Allí encontramos mucha vegetación, aire puro y un paisaje muy agradable a pesar de la bruma y la lluvia, que nos acompañó de forma intermitente durante casi todo el día. El entorno está bastante cuidado y representa de forma acertada la esencia de esa Irlanda que casi todos los visitantes vamos buscando.

Terminada la ruta volvimos al autobús para dirigirnos hacia Powerscourt Estate, siguiente parada importante en nuestra excursión por el condado de Wicklow.

Lagos de Glendalough

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*** (Continuará...)