Completar el visionado de la filmografía como realizador del gran Clint Eastwood es una de mis intenciones para los próximos días. Casi todo lo que ha dirigido me gusta, salvo excepciones, pero en los últimos años le había perdido un poco la pista y me faltaban por ver varias de sus nuevas producciones. Era el caso de "Banderas de nuestros padres" y "Cartas desde Iwo Jima", dos películas que Eastwood estrenó en 2006 con apenas unos meses de diferencia, por tratarse de dos versiones de la misma historia. Las dos cintas narran el conflicto bélico que tuvo lugar en la isla japonesa de Iwo Jima durante la II Guerra Mundial.
En la primera, "Banderas de nuestros padres", se analiza la visión americana del ataque, la amarga victoria con un reguero de víctimas a las espaldas enfrentada con la hipocresía política y la incapacidad de los supervivientes para reincorporarse a la sociedad civil. Se acerca también a una de las imágenes más conocidas de la época, el momento en el que se iza la bandera estadounidense en la cima de la isla, tomada por el periodista Joe Rosenthal. La fotografía, que ganó el Premio Pulitzer, fue utilizada como reclamo publicitario por el Gobierno en su campaña de recogida de fondos para la guerra, hecho incluido también en la trama central de la película.
Por su parte, "Cartas desde Iwo Jima" nos acerca la historia de los soldados japoneses destinados en la isla, abandonados a su suerte y abocados a una muerte que todos consideran un honor para su patria. Las cartas que aquellos hombres escriben a sus familiares, que nunca llegarán a recibir, conforman el hilo conductor de unas vidas entregadas a la defensa del país, donde la rígida moral del ejército no permite flaquezas ni piedad.
He de decir que la parte japonesa me parece mucho más intensa y profunda que la versión americana, que se para más en los detalles sociales que en los emocionales, quizás. No dejan de ser dos visiones humanas de la misma situación, marcadas por la educación y las costumbres de cada país, dos potencias de oriente y occidente que en ambos casos se creen superiores a su contrincante. La parte americana es un poco más efectista, mientras que el enfoque nipón tiene un toque más poético, muy acorde con la forma de ser de los soldados del Imperio, dispuestos a suicidarse antes que rendirse ante el invasor.
En ambas producciones hay una estética de lo más cuidada, con referencias documentales muy exactas de lo que fue la Batalla de Iwo Jima históricamente. Clint Eastwood sabe captar como nadie el ambiente rancio de la muerte y la soledad. Es muy de agradecer que en sus películas no haya finales "made in Hollywood" y que la historia sea siempre tan cruda como fue o debió ser. Y eso que en este caso ambas películas cuentan con el respaldo en la producción de Steven Spielberg, que ya tuvo también su personal incursión en el cine bélico con "Salvar al soldado Ryan" en 1998.
En general, "Cartas desde Iwo Jima" es ligeramente superior a "Banderas de nuestros padres". Así lo confirmó además la edición de los Oscars de aquel año, en la que "Cartas..." obtuvo el galardón a la mejor edición de Sonido y otras tres nominaciones en los apartados de Guión, Dirección y Mejor Película, mientras que "Banderas..." sólo pudo aspirar a dos premios menores en la sección de sonido. El reparto es muy acertado en ambas producciones, destacando la gran labor de Ken Watanabe en "Cartas desde Iwo Jima", película que además fue rodada íntegramente en japonés.
Me precio de ser gran fan de Clint y he visto casi todas (incluidas las antiguas, gracias a mi hermano y algún ciclo que hubo hace años en la tele), pero mira, estas dos me las he saltado. La temática no me atrae demasiado y además no tuvieron muy buenas críticas. En fin, como siempre digo: "...algún día..."
ResponderEliminarLa parte japonesa no la he visto aun y tengo muchas ganas; me han comentado lo que tú has dicho, que es mejor que la otra.
ResponderEliminarSaludos
Clint es grande, y todo lo que ha dirigido, hasta sus cintas más comerciales, merecen la pena. Y desde luego "Banderas de nuestros padres" está bien, pero "Cartas desde Iwo Jima" está todavía mejor, y su dramatismo es mayor.
ResponderEliminarEso de completar su filmografía es una gran misión, yo espero cumplirla en el blog poco a poco. ¡Grande Clint!
Hola
ResponderEliminarYo he visto la parte japonesa. Una película formidable, una visión muy interesante de la batalla. Como tú dices, muy intimista.
La parte americana no la he visto.
Un saludo.
Juan.
A Clint Eastwood siempre le asocié al western y al puro cine de acción y por eso le ignoré bastante. Luego le descubrí como director y me gustó tanto que buceé en sus cosas pasadas y descubrí que me convence siempre.
ResponderEliminarEste par de películas me da una pereza horrorosa verlas pero me fio de tu buen criterio y si tengo oportunidad las veré y ya te cuento.
Un saludo, Lillu!
Angus, ya ves que yo también he tardado mucho en verlas. Me gustan más otras de Eastwood pero estas dos tienen su interés sobre todo por contar lo mismo desde los dos puntos de vista.
ResponderEliminarJoselop44, es que la de "Cartas..." tiene como más sensibilidad, creo yo. La otra se asemeja más a las películas bélicas americanas al uso.
Möbius, bueno de las últimas hay un par que no entran en mis preferencias ("Deuda de sangre" me parece un poco floja incluso), pero aún así todas sus películas resultan interesantes, algo de lo que no pueden presumir muchos directores.
Juan, la americana posiblemente te recuerde al estilo de "Salvar al soldado Ryan"... o eso me recordó a mí al menos :)
JuanRa, el Eastwood director de los últimos años no tiene, en efecto, nada que ver con aquellos westerns de los sesenta y setenta :D A mí me gusta su aspecto rudo como vaquero y su chulería como Harry Callahan, pero como director es un fuera de serie y realmente me fascina.
saluditos!