sábado, 8 de enero de 2011

Crónica vacacional (II)

A pesar del frío me arriesgué a salir a correr por la Alameda de Santiago un par de veces, antes de caer enferma. Siguiendo mi costumbre fui por la mañana y el primer día la temperatura era de sólo 1 grado!! La experiencia de correr sobre tierra me encantó y la echaré de menos a partir de ahora, cuando pueda continuar con mis carreras sobre asfalto. Y como pude comprobar, los corredores compostelanos están hechos de otra pasta porque entrenan a primera hora de la mañana o bien entrada la noche, y algunos incluso en pantalón corto! Olé sus… páncreas!

Otro día mi hermana me llevó a conocer la Biblioteca Pública Anxel Casal, un nuevo centro de lectura que abrió hace apenas un par de años y que me impactó. El edificio es muy bonito, con enormes cristaleras, y sólo pensar que ahí se albergan cuatro plantas de cultura literaria ya me hace entrar en éxtasis. Por dentro está totalmente equipada, con una amplia zona de audiovisuales y un piso entero dedicado exclusivamente a los más pequeños, con multitud de móviles y una preciosa decoración. En fondos todavía no está demasiado surtida, pero todo se andará, sobre todo teniendo en cuenta que en Santiago hay muchísimas bibliotecas donde elegir y este centro tiene otras muchas actividades y opciones.

También aproveché estos días para quedar con algunos viejos amigos, tanto en edad como en tiempo! Jajaja. Con ellos compartí comidas, cafés, chocolates, paseos, anécdotas y una sensación muy agradable de cercanía y enriquecimiento mutuo que me cuesta encontrar en otras personas. Me faltó por ver a algunas personas por incompatibilidad de horarios o por ese resfriado salvaje que me postró en cama desde poco antes de Fin de Año hasta casi el día de mi regreso, pero espero que la próxima vez que vaya lo enmendemos.

El día de Nochebuena dejé qu
e mi madre y mi hermana se encargaran de las labores culinarias; por extraño que parezca, mi estilo de cocinar digamos “austero” no tiene demasiada aceptación entre mi familia. Eso sí, dieron buena cuenta del cake con pasas que llevé, hecho en mi casa a última hora para aprovechar los restos de nevera.

El plato principal de la cena del día 24 fue, como casi todos los años, bacalao con coliflor. Es una receta sencilla pero que me encanta, bastante común en los hogares gallegos por esas fechas. Además es un plato relativamente ligero para la noche, algo que se agradece después de tantos excesos navideños. Mi hermana preparó además una tarta buenísima a base de bizcocho y crema de chocolate, y adornó la mesa con unas velas. Por un día olvidé mi colesterol... bueno, por una semana :D

Foto 1: Alameda de Santiago.
Foto 2: Biblioteca Pública Ánxel Casal.
Foto 3:
Praza de Fonseca.
Foto 4: Nochebuena.

9 comentarios:

  1. A mi, casi siempre que quedo con gente que hace mucho que no veo, me pasa que parece que ha pasado el tiempo... que es igual que cuando nos veiamos mas a menudo, aunque muchas cosas cambiaran desde entonces claro.

    Espero que ya estes mejor de ese resfriado!

    ResponderEliminar
  2. Hágase la luz! ¿Saliste a correr con 1º? Tú que venías con la sangre templada de Canarias... te pasaste de valiente, jeje.

    La foto de la biblioteca parece un primer plano de un Titanic por la noche. Pedazo de edificio!! No dirán que le falta luz para leer.

    Lo que más me ha llamado la atención es que no tenga éxito tu forma de cocinar, pero, pero... no saben que eres una profesional de las cazuelas!!

    ResponderEliminar
  3. Se nota que has disfrutado de ese reencuentro familiar.

    me ha gustado eso del bacalao con coliflor (pinta bien).

    Besotes.

    ResponderEliminar
  4. Jose, es algo increíble, verdad? Pero no pasa con todo el mundo. A mí me ocurrió hace años que me reuní con una amiga del instituto, que habíamos sido inseparables, y años después ya no había ningún feeling :/

    El resfriado no termina de curarse, me ha dado fuerte :(

    JuanRa, así estoy de resfriada, por haber sido una temeraria y salir a correr por esas tierras gallegas, jaja. Mi cocina es demasiado saludable para ellos, jaja. Además, acostumbrada a la vitrocerámica durante años, se me quema todo en la cocina de gas de mi madre XD

    CreatiBea, esa receta de bacalao con coliflor queda fantástica! Si no lo has probado te lo recomiendo :)

    saluditos!

    ResponderEliminar
  5. Me han encantado estas dos entradas sobre tu visita a mi ciudad. Me alegra que disfrutases la estancia.
    Aún no he visitado la biblioteca Ánxel Casal. No puedo dejarlo para más tarde...
    Un beso,

    ResponderEliminar
  6. vaya con la moriña, ataca fuerte. La verdad es que es difícil de comprender para gente que no hemos salido nunca a vivir lejos de nuestros orígenes. Supongo que ves tu tierra con más cariño si cabe que cuando residías en ella.

    Saludos

    ResponderEliminar
  7. Carmen, si tú eres de Santiago seguro que entiendes lo que se puede llegar a sentir por esa ciudad, verdad? :) Y con lo que intuyo que te gusta la literatura, seguro que te gusta también esa biblioteca. Por ahora, como digo, no está demasiado surtida, pero pueden pedir libros a otras bibliotecas de la red gallega.

    Sese, en efecto, cuando estás lejos de tu tierra sin querer te acercas más a ella. Es algo extraño que sólo ocurre a los emigrantes :)

    saluditos!

    ResponderEliminar
  8. Si la memoria no me falla (o por lo menos la plazita se perece mucho), el bar que tienes justo a tu espalda en la foto 3 es el glorioso San Jaime, un pedazo de Templo mayor que la catedral si cabe ;)

    ResponderEliminar
  9. Angus, pues sí que está ahí ese restaurante, aunque yo no recuerdo haber ido nunca. En casa del herrero... jajaja.

    saluditos!

    ResponderEliminar

Gracias por participar en Lillusion!