viernes, 28 de agosto de 2020

Granada (VI): Catedral y Capilla Real

Puerta de la Justicia, La Alhambra, Granada
Finalizada la visita a La Alhambra, salimos por la Puerta de la Justicia, quizás la más significativa y majestuosa de Granada, protegida por el Pilar de Carlos V. En nuestro camino hacia el centro nos encontramos también con la Puerta de Bib Rambla, que en su origen estaba situada en el centro de la ciudad nazarí dando acceso a la plaza del mismo nombre. Este monumento estuvo a punto de ser demolido en el s.XIX pero finalmente se desmontó y se trasladó al Museo Arqueológico de Granada. En 1933 el arquitecto conservador de La Alhambra decidió reconstruirla y colocarla en el Paseo de las Alamedas, donde se encuentra actualmente perfectamente integrada con la naturaleza.

Puerta de Bib Rambla, La Alhambra, Granada
El final de este bucólico paseo nos llevó a la Puerta de Las Granadas y la Cuesta de Gomérez, que ya marcan el límite entre la zona urbana y el espacio de La Alhambra. Nuestros últimos pasos del día nos acercaron al Museo Casa de Los Tiros, un edificio del S.XVI que alberga una pequeña colección de objetos, fotografías, esculturas y pinturas que revisan la historia de Granada. Este museo tiene entrada gratuita y se puede ver en una media hora, por lo que resulta relevante para situarte en la escena granadina de la época. En una de las salas hay un artesonado en el techo bastante espectacular, aparte de mobiliario clásico renacentista y objetos donados por particulares que conforman una curiosa colección.

Museo Casa de los Tiros, Granada
Museo Casa de Los Tiros, Granada
En la ruta hacia nuestro hotel estaba también el Corral del Carbón, un edificio de origen nazarí que constituye la única alhóndiga (mercado vecinal de grano) que se conserva en toda la península ibérica. La construcción tiene un arco de entrada de yesería muy bien conservado y en el centro un alberca, dentro de un amplio patio enmarcado por tres pisos de galerías con columnas. El edificio alberga actualmente oficinas y en el patio se celebran a menudo conciertos y obras de teatro.

Entrada Corral del Carbón, Granada
Patio del Corral del Carbón, Granada
Para el día siguiente habíamos contratado una excursión por la ciudad, con la red Civitatis, con la que ya habíamos realizado free tours en otras ciudades europeas de forma satisfactoria. Nos parece una buena manera de revisar zonas interesantes a las que por nosotros mismos quizás no llegaríamos por falta de conocimiento o planificación. 

Esta excursión dura unas dos horas y en ella un guía local te explica algunos detalles de los lugares y personajes más significativos de la ciudad, mientras se visitan monumentos, calles y puntos de interés. La visita guiada comenzó en la Plaza de Bib-Rambla y nos llevó hasta los exteriores de la Catedral, la Capilla Real, el Palacio de la Madraza, la Alcaicería y sus alrededores. Después subimos hacia el Albaicín Bajo y visitamos algunos de los miradores más conocidos y con mejores vistas de La Alhambra. 

Catedral de Granada
Como estas visitas guiadas no suelen dejar tiempo para ver los interiores con detenimiento, fuimos anotando los sitios que aún no habíamos visitado para ir por nuestra cuenta más adelante. Algunos ya los habíamos visitado el día anterior antes de subir a La Alhambra, como fue el caso de la Catedral o la Capilla Real. Intentaré señalar tanto los más recomendables como los prescindibles, siempre dependiendo del tiempo de que se disponga para ello y del interés personal de cada viajero.

Fachada Catedral de Granada
La Catedral de Granada se encuentra desde nuestro punto de vista entre los monumentos absolutamente imprescindibles. Acostumbrada a las iglesias y catedrales del norte, de arquitectura románica (como la de Santiago de Compostela, por ejemplo), la de Granada me sorprendió bastante por tener un concepto totalmente diferente, sobre todo el interior tan claro y luminoso. Aunque en sus inicios era un proyecto gótico gigantesco de Diego de Siloé, con el paso de los años se quedó a medias y se convirtió en un templo renacentista de sólo 3 naves, que albergan hoy la Catedral, la Capilla Real y la Iglesia del Sagrario, estas dos últimas con entradas independientes.

Nave central, Catedral de Granada
Nave central, Catedral de Granada
Nave central, Catedral de Granada
Órgano, Catedral de Granada
La capilla mayor, en la nave central, es quizás la parte más bonita del conjunto, con muchísimas vidrieras y adornos en oro. Los arcos semi-circulares están cubiertos de pinturas de Alonso Cano, quien también es autor de varias tallas y de la reforma de la fachada del edificio un siglo después del inicio de su construcción. En la nave central se sitúa también un precioso órgano y en las capillas laterales varios retablos barrocos de diversa autoría. 

Detalle vidriera, Catedral de Granada
Puerta del Perdón, Catedral de Granada
El conjunto resulta muy armonioso y se mantiene muy cuidado. La entrada cuesta 5,00 € e incluye audioguía para seguimiento histórico y artístico. Los domingos entre las 15:00 y las 17:45 h. la entrada es gratuita previa reserva a través de la web de la archidiócesis.

Iglesia del Sagrario, Granada
Interior Iglesia del Sagrario, Granada
Anexada a la catedral se encuentra la Iglesia del Sagrario, un edificio del s.XVIII que ocupa el espacio de la antigua Mezquita Mayor de Granada y funciona como parroquia independiente. Su interior alberga estatuas de mármol blanco de los evangelistas y otras obras de interés, además de un órgano de estilo neoclásico y una pila bautismal renacentista. Es una iglesia realmente bonita, que durante años ejerció de catedral principal de Granada. Nosotros la encontramos abierta e hicimos una rápida visita, aunque creo que sólo está disponible en horario de culto y para fines estrictamente religiosos. 

Entrada Lonja y Capilla Real
La última parte de este conjunto es la Capilla Real, que junto con la sacristía formaron parte también en su día de la catedral. Hoy en día la capilla acoge los sepulcros de los Reyes Católicos, de su hija Juana la Loca y del que fuera su marido Felipe el Hermoso. El inicio de esta visita se sitúa en la Lonja, un edificio de techo artesonado cuya construcción fue encargada por el Ayuntamiento granadino en 1518 y destinado a usos de banca y comercio. De ahí se pasa a la nave de la capilla, con diversos cenotafios y otras obras de arte, además de una bonita reja de hierro forjado con diversas escenas religiosas. Los sepulcros de los Reyes se encuentran en la cripta. En la sacristía lateral hay un museo de arte sacro con cuadros de Boticelli, Berruguete o Van der Weyden, además de tejidos y tapices que pertenecieron a la realeza y otras reliquias. En el interior del edificio no se permiten fotografías de ningún tipo, tampoco sin flash.

La entrada a la Capilla Real cuesta también 5,00 € y, aunque a priori parece una visita interesante, personalmente no me resultó demasiado estimulante. Sí puede serlo para los estudiosos de ese tipo de arte (se incluye audioguía) o para los fetichistas de los Reyes Católicos que, no me cabe duda, seguro que los hay. Suele haber cola para entrar, así que en caso de que desees visitarla es recomendable elegir bien la hora e ir dispuesto a esperar al sol. 

Interior Madraza, Granada
Interior Madraza, Granada
En frente de la entrada a la Capilla Real se encuentra el Palacio de la Madraza, primera universidad pública de Al-Andalus y que hoy pertenece a la Universidad de Granada. En este edificio está el oratorio nazarí mejor conservado de la actualidad, con celosías y yeserías originales que sobrevivieron al arrase cristiano gracias a que la sala fue tapiada para ocultar su decoración. 

Puerta en Madraza, Granada
A pesar de que la Madraza sufrió varias reformas con el paso de los años, en la pared todavía hay vestigios de los colores que lucía en el s.XIV esta espectacular casa fundada por Yusuf I. También se exhibe una puerta manierista del s.XVII que antiguamente cerraba la capilla del Ayuntamiento, situada en el oratorio. El acceso a La Madraza es gratuito pero hay opción de una visita guiada por 2,00 € con visita también al Salón de los Caballeros XXIV, donde se puede contemplar una de las armaduras mudéjares mejor conservadas de España.

Mercado de artesanía en la Alcaicería, Granada
Alcaicería, Granada
Antes de adentrarnos en el Albaicín, hicimos una parada en la Alcaicería, una zona de mercado típico musulmán con pequeñas tiendas donde se vende artesanía, taracea, especias, infusiones, textiles y otras piezas tradicionales granadinas. Este pequeño barrio está dispuesto en forma de ciudadela, en pleno centro de Granada, y conserva en gran medida el encanto de su origen, a pesar de que fue reconstruido casi totalmente a mediados del s.XIX debido a un incendio.

Torre de la Catedral de Granada
*** Haz click en las imágenes para ampliar. 

*** (Continuará...)

*** Este viaje se realizó en 2019, por lo que no hay referencia a medidas anti-Covid19 y las condiciones de las visitas podrían ser diferentes en la actualidad.

miércoles, 15 de julio de 2020

Compás de espera

Mi nuevo portátil y mi ratón gamer con lucecitas
Haciendo una detención temporal y voluntaria en los posts de viajes que acostumbran a llenar en los últimos años estas páginas, hoy retomo mi actividad virtual para reflexionar un poco sobre cosas tan intrascendentes como importantes dentro de su aparente intrascendencia.

Ya, sé que no os lo esperabais, pero estreno portátil desde el que escribo y se hace menester configurar todo lo necesario para que el universo lillusiano vuelva a estar a punto. O sea, esto es una entrada de prueba para ver qué tal va el teclado, el navegador, la publicación, las imágenes y otros recursos asociados a la novedad informática y a la continuidad de este blog.

Y la cosa más intrascendente sobre la que quiero ofrecer hoy mi punto de vista es, sin duda, el confinamiento que hemos vivido todos en mayor o menor medida durante los meses pasados. No es que sea intrascendente por sí misma; lo es porque todos tenemos nuestras experiencias al respecto y la mía posiblemente no sea muy diferente a la de muchas otras personas. Desde ya os digo que esta reclusión forzosa ha supuesto para mí una satisfacción inesperada, un descenso de la ansiedad y el estrés notable y ha repercutido muy positivamente en mi salud física y sobre todo mental.

Durante 2 meses estuve teletrabajando, desarrollando las mismas tareas que en la oficina y ahorrando tiempo y dinero, como casi todos los trabajadores a distancia durante esta pandemia. Y también, como casi todos los teletrabajadores, dediqué más tiempo y concentración a cometidos que en la oficina física se habrían hecho de forma más atropellada y menos concienzuda. O sea, desde un punto objetivo, y teniendo en cuenta que mi labor se realiza en un 99% de forma online a través de ordenador y teléfono, el teletrabajo fueron todo ventajas para ambas partes. 

River echándome una pata con el teletrabajo
Por desgracia, la cultura empresarial española concibe el teletrabajo como un recurso útil pero únicamente de forma puntual y la decisión sobre el lugar donde se ha de desarrollar la jornada laboral suele tomarla unilateralmente el empleador. Sólo en algunos casos la presencia física en el lugar de trabajo supone una motivación extra para los trabajadores, por lo que su actitud e implicación suelen mejorar cuando pueden elegir, en igualdad de condiciones, entre su puesto físico o a distancia. En mi caso no pude elegir y tuve que volver a la oficina a mediados de mayo, añadiendo a mi desempeño laboral el incómodo uso de mascarilla, la no menos incómoda movilidad en transporte público y otras circunstancias negativas que no vienen al caso.

Mientra duró el confinamiento y como no podía ser de otra forma, yo trasladé mi capacidad organizativa intrínseca a mi hogar. Separé lo mejor que pude (y de forma bastante efectiva, la verdad) mi lugar/tiempo de trabajo de mi espacio personal y conseguí teletrabajar de forma equilibrada, pero también bastante intensa. 

Por otro lado, y después de unos inicios titubeantes, conseguí mantener una rutina deportiva regular, alternando entrenamiento de fuerza con una tímida toma de contacto con la práctica del yoga. Tanto el ejercicio como el hecho de no tener obligaciones sociales me generaron un bienestar y tranquilidad que por lo general me cuesta mucho alcanzar. Salvo los primeros días, en los que una contractura en el cuello me dio un poco la lata, dormí bien todas las noches y, sobre todo, descansé muchísimo. Mi cerebro es una coliflor hiperactiva que rara vez desconecta de la realidad y que constantemente está preocupándose por tareas pendientes y posibilidades improbables, algo que me produce una importante dosis de estrés difícil de modular. El confinamiento supuso para mí una reducción casi al 100% de esa ansiedad diaria. 

No soy psicóloga para analizar en profundidad este hecho ni tengo conocimientos suficientes para afirmar que no salir de la zona de confort sea algo positivo o negativo en la situación tan anómala e imprevisible de una pandemia, pero en mi caso eliminar las interacciones sociales físicas supuso una mejora sustancial de mi bienestar emocional. No tengo problemas para socializar y suelo hacerlo con normalidad, pero la ansiedad que me suponen determinadas situaciones con mucha gente, aglomeraciones, ruido o similares hace que en la mayoría de las ocasiones elija actividades menos multitudinarias y más adaptadas a mis necesidades.

Es posible que no todo el mundo entienda lo que acabo de exponer, pero sé a ciencia cierta que hay muchas personas que no sólo lo entienden sino que también sufren a menudo situaciones estresantes que intentan evitar y por lo que son considerados "raros". Así se me considera a mí por lo general cuando digo que preferiría estar confinada y teletrabajando, ya que la mayoría de los mortales estaban deseando volver a salir a la calle, hacer reuniones en bares, fiestas y recuperar las relaciones laborales físicas con sus compañeros. Pero también he descubierto un porcentaje importante de personas de mi entorno que volverían sin duda a confinarse para evitar el acelerado y exigente transcurso de sus vidas diarias. Al respecto es muy revelador este artículo sobre el llamado "Síndrome de la cabaña", publicado hace unas semanas en medio de la desescalada.

Tranquilos que dejo ya de filosofar y volverán pronto a este blog los posts de viajes, sobre todo esas últimas pinceladas del viaje a Granada del año pasado, una ciudad que os recomiendo encarecidamente visitar ahora que las salidas internacionales están más limitadas. Y también os recomiendo el uso de mascarilla, que por muy incómodo que sea siempre será más llevadero que una intubación endotraqueal.

La Lillu enmascarada

lunes, 17 de febrero de 2020

Granada (V): La Alhambra: Palacios Nazaríes

Lillu en el Patio de Los Leones - La Alhambra
La Alhambra es un conjunto arquitectónico y paisajístico que ya merece la pena como tal, pero una visita que se precie debe acompañarse de la entrada a los Palacios Nazaríes. Yo tuve una sensación de felicidad extrema durante toda la visita, pero el éxtasis de contemplar los mocárabes del Palacio de Abencerrajes o encontrarme junto a la fuente de los Leones acabaron por convertir el viaje a Granada en una experiencia inolvidable.

Fachada de Comares- Palacios Nazaríes
Patio Cuarto Dorado - Palacios Nazaríes
Detalle Patio Cuarto Dorado - Palacios Nazaríes
A las 17:00 h. entramos en el Mexuar, inicio de la visita a los palacios. Esta visita dura aproximadamente una hora. No quiero hacer una descripción exacta de cada estancia, puesto que no soy experta en arte y posiblemente cometería demasiadas inexactitudes en mi relato. Lo que sí me gustaría destacar es la buena conservación de todas las habitaciones, muchas de ellas restauradas varias veces y otras remodeladas hasta perder casi su esencia original, pero que aún así encajan a la perfección en el conjunto. Hay que tener en cuenta que los palacios se empezaron a construir en el S.XIV y cada nuevo sultán que accedía al trono añadía nuevas estructuras y decoraciones.

Tras una pequeña aglomeración de gente a la entrada del Mexuar, donde todos nos paramos absortos a contemplar los artesonados en madera del techo, pasamos al Oratorio y al Cuarto Dorado, para desembocar en el primer patio y situarnos ante la fachada del Palacio de Comares. 

Salón de la barca - Palacios Nazaríes
Salón de Comares - Palacios Nazaríes
El Palacio de Comares se enlaza con el Patio de los Arrayanes, que tiene una gran alberca central. En nuestro recorrido contemplamos el Salón de Comares, uno de los más espectaculares de este palacio y la Sala de la Barca, con su techo ovalado en madera. 

Patio de los Arrayanes - Palacios Nazaríes
Después desembocamos en el Patio de los Leones, otra de las instantáneas más típicas de La Alhambra. El patio está rodeado por una galería de columnas que da acceso a las distintas habitaciones: la Sala de Abencerrajes, la Sala de los Reyes y la Sala de Dos Hermanas. Es en esta última estancia donde está la cúpula de mocárabes más impresionante que podemos contemplar en nuestra visita, algo hipnotizante.

Palacio de Abencerrajes - Palacios Nazaríes
Sala de Abencerrajes - Palacios Nazaríes
Patio de Los Leones - Palacios Nazaríes
Tengo la sensación de que ninguna de estas fotos hace realmente justicia a la belleza de estos monumentos. Los esmerados trabajos de cada inscripción árabe, cada cita tallada en las paredes, cada artesonado, cada arco adornado, cada enrejado, cada pintura... todo forma parte de un entorno ensamblado con tal cuidado que nadie diría que La Alhambra pasó por multitud de manos y avatares hasta llegar a nuestros días.

Patio de Los Leones - Palacios Nazaríes
Sala de los Reyes - Palacios Nazaríes
Sala de Dos Hermanas - Palacios Nazaríes
Sala de Dos Hermanas - Palacios Nazaríes
Mirador Lin-dar-Aixa - Palacios Nazaríes
Una vez pasada esta zona, y casi saliendo al Patio de la Reja, una placa recuerda que el escritor Washington Irving escribió en una de aquellas habitaciones sus famosos "Cuentos de La Alhambra". 


Durante el S.XVIII y gran parte del S.XIX La Alhambra fue un conjunto olvidado en el que se alojaban "gentes de mal vivir" y cuyas estancias servían como establos o almacenes. No fue hasta 1870 cuando la zona se designó como monumento nacional y se comenzó a trabajar en su recuperación. Desde entonces, muchos artistas han pasado por aquellas dependencias para inspirarse en sus obras y trasladar el espíritu de La Alhambra a la literatura y otras artes. 

Hoy en día, el complejo de La Alhambra sigue teniendo acceso público y libre a gran parte de su perímetro de jardines y edificios y continúa siendo un símbolo inconfundible de Granada, gestionado por un patronato que se encarga de su mantenimiento y conservación.

Patio de la Reja - Palacios Nazaríes
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*** (Continuará...)

domingo, 5 de enero de 2020

Granada (IV): La Alhambra - El Partal

Alberca y Jardines del Partal, La Alhambra
Aunque lo visto de La Alhambra hasta aquel momento ya compensaba con creces el día de visita, lo que nos esperaba era todavía mejor. A nivel visual, el Partal son unos jardines preciosos, con estanques y pequeñas construcciones árabes que ya dejan atisbar lo que habrá dentro de los palacios. 

Hay que decir que nosotros teníamos la visita a los Palacios Nazaríes para las 17:00 h., por lo que fuimos con el tiempo suficiente para ver con calma todas las demás zonas de La Alhambra antes de entrar a los palacios, pero si vuestra cita con los palacios es tempranera, se puede entrar a todas las demás áreas después siguiendo la ruta inversa. En la propia web del Patronato de la Alhambra publican varios recorridos posibles para que se pueda elegir el más adecuado según el horario de la entrada a los palacios o el tiempo que se quiera emplear en la visita, además de mucha otra información útil. 

Vistas desde el Pórtico del Partal
Vistas desde El Partal, La Alhambra
El Partal toma su nombre del palacio del mismo nombre (palabra que en árabe significa "pórtico"), situado justo al final de una alberca objeto de muchísimas fotografías en este entorno. El pórtico de cinco arcos da paso a los restos de la residencia del Sultán Muhammad III, coronada por la Torre de las Damas y su mirador. Esta construcción constituye el edificio más antiguo que se conserva en La Alhambra.

El techo de la Torre de las Damas, con artesonados en madera, fue desmontado por el último propietario del edificio a finales del siglo pasado y actualmente se exhibe en el Museo de Pérgamo de Berlín. Tuvimos oportunidad de contemplarlo cuando visitamos la capital alemana en nuestro viaje de 2016, junto con otras obras de arte árabe.

Interior Palacio El Partal, La Alhambra
Pegadas al palacio se mantienen en pie tres casitas de dos plantas que pertenecieron a miembros de la realeza nazarí. Estas viviendas no están abiertas al público pero albergan pinturas árabes de gran valor. Al otro lado del conjunto está la Torre del Mihrab, que fue un oratorio construido en tiempos de Yusuf I y orientado a La Meca, como debe ser en estos casos.


El Oratorio desde el pórtico del Partal
El oratorio, que sufrió varias remodelaciones a lo largo de los siglos, sirvió también como residencia de Astase de Bracamonte, escudero de uno de los gobernadores de La Alhambra. Una placa que se conserva sobre la puerta lateral del edificio deja constancia de este curioso dato.

Placa recordando la vivienda del escudero Astase de Bracamonte
Interior oratorio de la Torre del Mihrab, La Alhambra
Desde el Partal se puede continuar la visita por el paseo de las Torres o retroceder hasta el conjunto arquitectónico de los Palacios, a donde nos dirigimos nosotros cuando ya se acercaba la hora de nuestra visita.

Palacio y Jardines del Partal, La Alhambra
*** (continuará...)

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domingo, 24 de noviembre de 2019

Granada (III): La Alhambra - Palacio de Carlos V y Alcazaba

Fachada Palacio de Carlos V, La Alhambra - Granada
El Palacio de Carlos V es un edificio renacentista que nada tiene que ver con el conjunto general de La Alhambra. Su construcción se inició en el S.XVI por orden del emperador Carlos V, pero tras múltiples parones y conflictos, no llegó a terminarse hasta el siglo pasado. De hecho, el emperador nunca llegó a vivir en ese palacio, que en la actualidad alberga el Museo de Bellas Artes de Granada y el Museo de La Alhambra.

Escaleras interior Palacio Carlos V, La Alhambra
Si tenéis intención de visitar el Museo de La Alhambra, tened en cuenta que cierra los lunes todo el día y los martes por la tarde. Nosotros tuvimos la mala fortuna de no poder entrar y nos quedamos con las ganas de contemplar una de las mejores muestras de arte nazarí que existen, con piezas rescatadas de las excavaciones de La Alhambra. El acceso al museo es gratuito para ciudadanos de la Unión Europea y cuesta sólo 1,50 € para los demás visitantes, así que si vais a estar varios días en Granada podéis entrar cualquier otro día de la semana, independientemente de que tengáis entrada o no para el resto de localizaciones.

Patio interior Palacio Carlos V, La Alhambra - Granada
Detalle columnas patio interior del palacio
El palacio en sí no tiene demasiado interés, la verdad, aunque tiene un patio interior circular bastante impresionante, bordeado por columnas jónicas, diseñado por Pedro Machuca. Sus estancias están ocupadas por las salas de exposición de los museos, pero aparte de eso no tiene enseres de la época ni nada característico digno de mencionar. 

El Museo de Bellas Artes, en la primera planta del palacio, es pequeñito y tiene unas cuantas piezas de pintura y escultura granadinas desde el S.XV hasta el S.XX. Su interés dentro del conjunto, desde mi punto de vista, es más bien moderado salvo que te guste mucho ese tipo de arte, pero se recorre rápido y complementa la calidad de la visita.

Palacio de Carlos V y más desde la Plaza de Los Aljibes, La Alhambra
Vista del Sacromonte desde Plaza de Los Aljibes, La Alhambra - Granada
Antes de dirigirnos hacia la Alcazaba, nos detuvimos un rato en la Plaza de Los Aljibes para reponer fuerzas. Desde este lugar se tienen unas vistas maravillosas del entorno y del Albaicín y el Sacromonte, dos de los barrios más populares de Granada. La entrada a esta parte de La Alhambra es libre, por lo que muchas personas, no sólo turistas sino también locales granadinos, suben hasta allí algunas tardes solamente para sentarse tranquilamente en los bancos o en el espacio que ofrecen los muros y pasar un rato agradable. En el centro de la plaza hay un pequeño kiosko-bar donde se pueden comprar bebidas y algo de comer, a precios de turista, eso sí.

Barrio Castrense de la Alcazaba, La Alhambra - Granada
La Alcazaba es la fortaleza defensiva de La Alhambra, coronada por varias torres y punto más alto de la zona. Desde allí, haciendo honor a su labor de vigilancia, se obtiene una panorámica espectacular de la ciudad de Granada, los alrededores y, si vais en una época propicia (en esto sí tuvimos suerte), al fondo se pueden apreciar las cumbres blancas de Sierra Nevada. La vista desde ahí arriba es realmente preciosa.

Cumbres de Sierra Nevada desde la Alcazaba, La Alhambra - Granada
Como base militar de La Alhambra, la Alcazaba acoge los restos del Barrio Castrense, una zona de barracones que servía de almacén y viviendas de soldados, quienes desarrollaban allí su día a día mientras protegían al sultán. Tenían baños, hornos, aljibe, armerías y todo lo necesario para soportar largas estancias de vigilancia. Esa zona está hoy poblada por algunos gatos que se pasean a sus anchas resguardándose del sol tras los muros. La Torre del Cubo, situada hacia el Norte, ofrece una amplia vista del tradicional barrio del Albaicín granadino. 

Vista de la Alcazaba desde Torre de las Armas, La Alhambra
En el extremo contrario se alza la Torre del Homenaje, la más alta del recinto con 26 metros y con marcado carácter defensivo. En su base había mazmorras que en un principio se utilizaban como almacenes de grano pero que con la ocupación cristiana pasaron a servir como celdas de prisioneros. 

Avanzando hacia el Oeste nos encontramos con el otro bastión defensivo, la Torre de la Vela, con una enorme campana en lo alto colocada por los cristianos con el objetivo de avisar a los agricultores de la Vega granadina ante cualquier riesgo de invasión.

Torre de La Vela, Alcazaba, La Alhambra
La campana en la Torre de La Vela, Alcazaba
Ya en la puerta de la Alcazaba pasamos al Jardín de los Adarves, conectado por una muralla con todo el conjunto defensivo. Aquí aparecen las Torres Bermejas, tres construcciones de distintas alturas que tienen una vista privilegiada de la Vega granadina y posiblemente fueran usadas para vigilancia. En estos jardines, en uno de los muros de la Torre de la Pólvora, podemos contemplar tallado en la piedra el popular dicho granadino de Francisco de Icaza

Dale limosna, mujer,
Que no hay en la vida nada
Como la pena de ser,
Ciego en Granada


El Jardín de los Adarves se encuentra bajo la fortaleza y fue construido en el S.XVI cuando La Alhambra perdió su carácter defensivo por el alejamiento de los conflictos armados. Tiene como principal aliciente unas bonitas vistas de la ciudad y unas fuentes, lo que supone un lugar de descanso ideal en la visita a La Alhambra.

Inicio del Partal, La Alhambra - Granada
Tras el paseo por la Alcazaba continuamos nuestra visita hacia el Partal, donde nos esperaba otra experiencia inigualable de jardines, elaboradas construcciones musulmanas y preciosas fotos de postal antes de entrar a los Palacios Nazaríes en nuestra cita horaria.

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*** (continuará...)