domingo, 25 de junio de 2006

Mi planta de naranja-lima

Este libro me lo prestó una amiga (gracias Margu!) diciéndome que iba a emocionarme con él. Normalmente no suelo llorar con la lectura, por mucho que me meta en la historia, a no ser que algún tema me afecte directamente en lo personal. Pues vaya si lloré con "Mi planta de naranja-lima", no podía pasar ni tres páginas sin encogérseme el corazón con la terrible inocencia del protagonista y la crueldad que jalonaba su existencia de sinsabores.

Avergonzándome de mi incultura he de decir que no conocía al escritor José Mauro de Vasconcelos, ni siquiera había oído hablar de él en ninguna ocasión. Supongo que la literatura brasileña tampoco tiene una gran promoción fuera de sus fronteras. Me han comentado que en algunas comunidades esta novela es lectura obligatoria (o lo fue) en el colegio o principios de instituto (mi generación ronda los 30 y la memoria ya no se encuentra dentro de nuestras principales capacidades). Ante esto no me queda más que elevar una humilde queja: ¿a quién se le ocurre mostrar tanta soledad, tantas penurias, tanto sufrimiento a unos niños que apenas han visto nada del mundo?? Si a mí me afectó leer esto con mi edad puedo deducir que un chaval de 13 ó 14 años no comprendió nada de estas páginas o, si lo entendió, directamente cayó en una depresión. Pero supongo que los docentes sabrán lo que hacen, digo yo :P

Críticas oficiales aparte, esta novela me tocó muchísimo la fibra sensible, no sé muy bien por qué, pero la idea de un niño de 6 años que de golpe y porrazo descubre el dolor me conmovió tanto que me pareció casi una crueldad narrarlo. Me afectó en especial la pérdida de la ilusión, la sensación de que ya no queda nada, algo asumible para un adulto en determinadas situaciones pero impensable en un crío.

A pesar del sufrimiento continuo, es una novela altamente recomendable, eso sí, desde el principio prepárate para coger tu corazón en la mano, estrujarlo, machacarlo, y con lo que te quede no parar de llorar e intentar ver que después de todo, de cualquier calamidad, de cualquier pena, siempre queda un resquicio de ilusión.

3 comentarios:

  1. Che, ese si que es un libro triste.

    Fue el primer libro hizo que mis ojos se inundaran, cuando lo leí por primera vez tenía unso trece, y lo hice por elección propia.

    Me marco abundante este libro, los debo haber leido como una 4 o 5 veces (ahora tengo 16). Es bastante cruel, pero segun tengo entendido aca esta catalogado como lectura infantil-juvenil.

    No leyeron la continuanción? Se llama "Vamos a calentar el sol", que es la historia de Zezé de adolescente, muy bueno también.

    Hacés bien en nombrarlo, es un libro altamente recomendable...

    Ahora me entraron ganas de leerlo de nuevo...

    Saludos desde uruguay

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  2. Yo tengo quince años y lo acabo de leer esta mañana.Verdaderamente lloré, y mucho; pero no caí en una depresión. Y sí entendí el libro. Es fácil de entender.. hasta para un "chaval" de mi edad. Gracias, Diana.

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  3. Diana, no era literal lo de caer en una depresión, mujer :) De todos modos estoy segura de que hay cosas que a tus 15 años interpretas de forma muy distinta que yo a mis 35. Eso no quiere decir que no "entiendas" el libro, sino que lo más seguro es que hayamos sacado conclusiones diferentes.

    En todo caso, me alegro de que te emocionaras; es un gran libro.

    saluditos

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