Otra pasión sale a relucir en estas páginas: el cine. Me ocurre que, igual que con los libros, suelo olvidarme del contenido de lo que he visto. Recuerdo nítidamente todos los detalles técnicos referentes a director, actores, años de producción... pero los argumentos perduran lo justo en mi memoria para poder decir si la película me gustó o no me gustó. Un tanto patético, lo sé. Para evitar esta catástrofe debo revisar las cintas un par de veces más y, por supuesto, comentarlo aquí para que quede constancia :P.
El caso es que cuando fui a ver Sin City al cine, hace ya algunos meses, iba predispuesta a encontrarme algo bueno pero ni de lejos tan fiel al comic original. El cómic llegó a mis manos hace bastantes años, de forma totalmente accidental puesto que yo nunca fui una aficionada al arte de las viñetas. Pero Sin City me impactó.
He de decir que la película no defraudó en absoluto las expectativas que yo me había creado en torno a ella, al contrario, me creó la sensación de clásico moderno que aún perdura en mi maltrecha memoria. Realmente no sé si recuerdo las imágenes de la película o las del cómic, porque la similitud es de lo más sorprendente, pero en cualquier caso me dejó un fuerte sentimiento de satisfacción. Y eso hoy en día, saliendo de un cine, es mucho.
Desde mi humilde punto de vista, nadie hubiera podido elegir con más acierto a los actores protagonistas de esta aventura de violencia, amor, odio y venganza. También me rindo a mostrar aquí mi debilidad expresa por Bruce Willis (algún día hablaré de "La Jungla de Cristal" como otro clásico moderno que marcó mis días de cine) y por la genialidad de Robert Rodríguez para llevar a cabo todos esos proyectos que rayan peligrosamente el límite de la cordura. Y aunque Elijah Wood no está entre mis favoritos he de reconocer su más que sublime interpretación de Kevin, así como la de Nick Stahl en "Ese cobarde bastardo" (me permito la licencia de recomendar el cómic, el parecido es asombroso).
Llegados a este punto, quiero también hacer un pequeño comentario sobre algo que leí hace un par de días. En una crítica de una web sobre "V de Vendetta", diciendo que la película era brillante, que invitaba a la confrontación de ideas y que siendo una cinta basada en un cómic, no se limitaba a una sucesión de efectos especiales. Bien, ante esto me enciendo un poco. El hecho de que una película sea una sucesión de efectos especiales o no depende en gran parte de su guión y de la historia que se quiera contar. Si los cómics que se han llevado al cine hasta ahora han sido casi todos de superhéroes (Superman, Batman, X-Men, Spiderman, etc.) tiene toda la lógica que se trabaje mediante efectos visuales e imágenes generadas por ordenador la fantasía que dibujaron en papel los autores originales. En cambio, si el cómic o novela gráfica, que es más el caso, se desarrolla en una situación real y factible de política opresiva y represiva tiene toda la lógica que la película recree ese estado sin recurrir a añadidos innecesarios. Desde mi punto de vista se trata de una consideración tan ridícula como decir que todas las películas que se basan en hechos reales tienen que ser dramas lacrimógenos.
Independientemente de esta aclaración, "V de Vendetta" no me gustó en absoluto, aunque en mi círculo hay grandes admiradores de la novela gráfica de Alan Moore. La actuación de Natalie Portman tuvo algún momento que sí me pareció increíble pero en general la película me pareció aburrida y el final terminó de desencantarme. Y algo que no me llega al fondo no es bueno para mí, aunque sí lo pueda ser para otros. Todos conocemos lo de los gustos y los colores :)
saúde, ceo.
ResponderEliminara min encantoume sin city e, tendo en conta tódalas súas limitacións, tamén me gustou v de vendetta, malia que o cómic ten moito máis intríngulis. sobre todo porque no tebeo fálase da anarquía e na peli dá a impresión de que se trata dun terrorismo xustificado contra un estado totalitario... é un chisco diferente... sígote por aquí. pertiñas:)