Juno

Aunque la vi hace ya unas semanas, no había tenido ocasión de escribir sobre “Juno”, la película revelación de 2007. Francamente me esperaba muchísimo más de lo que me encontré y, sobre todo, algo un poco más rompedor y original que lo que vi. Todas las buenas críticas y los premios que la precedían me hicieron albergar unas esperanzas que se desvanecieron a medida que avanzaba la película.

Aunque no parezca la típica historia, “Juno” tampoco es nada del otro mundo, y además sí que acaba siendo muy predecible. No deja de ser un film indie al uso, casi con moralina americana incluida, aunque la salvan algunos diálogos y alguna que otra escena original. Personalmente no creo que eso sea suficiente para considerarla una gran película, aunque sí sea entretenida.

*** Spoilers! ***

Juno es una adolescente de 16 años que se ha quedado embarazada. Lo asume con una naturalidad sorprendente para su edad y decide, de forma muy madura, continuar adelante con su embarazo y dar el bebé en adopción. Escoge a una familia modelo, con una madre anhelante por sentirse como tal (Jennifer Garner) y un padre inteligente y moderno (Jason Bateman), ambos rozando la perfección del matrimonio de hoy.

Pero no todo es lo que parece. El mundo de Juno se tambalea cuando los futuros padres adoptivos de su hijo deciden separarse, rompiendo la conexión especial que ella mantenía con la figura paterna de ese triángulo. Aún así es capaz de decidir lo que es mejor para su bebé (entregarlo a esa madre vocacional) y para ella, que opta por reencontrarse con el padre biológico de su criatura, que se había desentendido totalmente de la situación en la misma proporción en la que ella lo había mantenido al margen.

*** Fin de Spoilers! ***

Partimos de la base de que las niñas como Juno no son frecuentes. La madurez a esa edad no se presupone, por mucha inteligencia y mucha cultura que se tenga. Dentro de la excepción ya podemos entender algo más, pero aún así no deja de ser para mí una situación rara contada como si fuera común. Claro está que un embarazo adolescente no es nada fuera de lo normal en los tiempos que corren, pero todo lo que rodea al mundo de Juno tiene un aire de “normalidad” que precisamente inspira todo lo contrario.

Se me ha ocurrido pensar que “Juno” ha tenido precisamente tanto éxito no por su rollo indie y por la personalidad alternativa, locuaz y desinhibida de su protagonista, sino por el hecho de descartar el aborto como opción válida en este caso. La elección de Juno a favor de la vida de su bebé no nacido y la buena acción de entregarlo a una madre que sí lo desea no deja de ser un acto firmemente católico en su concepción moral. Y aunque Juno no manifiesta ningún sentimiento religioso, está claro que la película será del agrado de los colectivos anti-abortistas. Para mí es un detalle a tener en cuenta en el calado social de una peliculita que no tiene nada excepcional.

En el aspecto formal, lo más llamativo de la cinta fue su oscarizado guión a cargo de Diablo Cody, una ex stripper reconvertida en escritora. La interpretación principal a cargo de Ellen Page ha terminado de transformarla en toda una musa adolescente, algo que ya había comenzado en “Hard Candy” hace un par de años. Del resto, factura correcta, música acorde con la personalidad de la joven Juno de la ficción y una sensación de “me-quedo-como-estoy” que hizo que me olvidara de que había visto esta película hasta hoy.