Watchmen

Aunque no soy una gran lectora de cómics y no tengo mucha práctica en conjugar los dibujos con el texto, he hecho el "esfuerzo" de leer "Watchmen", considerada por muchos la mejor novela gráfica de la historia. Y digo "esfuerzo" porque me costó empezarlo pero después me enganchó muchísimo. Lo leí con gusto y bastante más interés del que esperaba. Por algo se considera una obra maestra de este medio de expresión, porque convence.

"Watchmen" se publicó por primera vez entre 1986 y 1987 por DC Cómics, como serie limitada de 12 números. Con guión de Alan Moore e ilustrado por Dave Gibbons, la historia se centraba en la época de la Guerra Fría, con la tensión propia de tal enfrentamiento, desde el punto de vista de un grupo de superhéroes estadounidenses. Paralelamente se narran las vivencias personales de cada uno de los vigilantes, entregados a luchar contra el crimen pero desilusionados con los resultados y sin encontrar su lugar en un mundo que ya no los aprecia ni los necesita.

Podría resultar una lectura totalmente ajena para alguien que no haya vivido esos años de la década de los 80 en que la Unión Soviética era peligrosa para occidente y su régimen político asustaba a los líderes del resto del mundo. Hoy por hoy puede resultar incomprensible el aroma fascista de los superhéroes y sus actitudes marcadamente conservadoras, por lo que es necesario situarse en los convulsos tiempos de la Guerra Fría y del uso de las armas nucleares como amenaza política para comprender la tensión en la que vivía la sociedad capitalista yanqui. Sin ir tan lejos, incluso en España y otros países europeos se vivió con ciertas reservas el enfrentamiento entre Estados Unidos y la URSS, ya que se encontraban en el medio de las direcciones estratégicas de ambos poderes (y de los misiles que apuntaban a cada continente, que también era importante).

Pero al margen del clima político que refleja esta novela gráfica, también se muestran en profundidad las miserias personales de los "watchmen" (vigilantes), sus vacías existencias y cómo intentan llenarlas con su peculiar manera de salvar el mundo. No suelo estar de acuerdo con las historias de superhéroes, pero en este caso resulta diferente ya que no son héroes con superpoderes ni nada parecido (salvo el Dr. Manhattan, por supuesto) sino personas normales con habilidaddes trabajadas a lo largo de los años y que cuando se quitan la máscara y el disfraz vuelven a sus simplicidades. Me gusta cómo se retrata cada personalidad frustrada y las consecuencias de la soledad y el rechazo, lo que convierte a los vigilantes en seres despreciados por la mayoría de la sociedad y perseguidos por una nueva ley que ya no comparte su manera de imponer justicia.

El guionista británico Alan Moore goza de gran prestigio entre los especialistas del género, no sólo por "Watchmen" sino también por su revisión del terror en "La cosa del pantano" y su otra gran novela gráfica, "V de Vendetta". La repercusión de "Watchmen" lo hizo merecedor de importantes premios del sector e incluso el Premio Hugo a la mejor obra en la categoría de Otras Formas de Expresión, galardones que premian la labor de escritores y guionistas en el entorno de la ciencia ficción y la fantasía. También se está preparando su versión cinematográfica, que estará dirigida por Zack Snyder, reciente director de otra adaptación a la gran pantalla de un cómic, "300". Parece ser que Alan Moore se ha desvinculado totalmente de la película... Podemos empezar a temblar.